Capítulo XIV

2K 95 2
                                    

- ¿Qué haces? -pregunta Justin riéndose.

- ¿De qué hablas? -grito para hacerme escuchar sobre el casco.

-Tienes que sujetarte, si no te caerás.

-Ya estoy agarrada. -tengo las manos aferradas a la parte trasera de la moto. Ni loca lo tocaría.

-Vamos, sostente fuerte. -dice tomando mis brazos y aferrándolossobre su estómago. Su delicioso, tonificado y hermoso estómago.

No es que lo haya visto sin camisa. Aún -dice una vocecita en mi cabeza.

Antes de que pudiera protestar,el motor ruge a la vida y yo aumento mi agarre como si mi vida dependiera de ello.

Siento que todo su cuerpo se empieza a mover. Un momento... ¡Se está riendo de mí! Lo golpeo en la parte trasera de su cabeza.

- ¡Auch! -le escucho decir con efecto retardado. No le puede haber dolido de verdad. Es un exagerado. Empieza a ir más rápido.

¡Oh, maldito tramposo! Le gusta jugar sucio. Yo también puedo jugar.

Me acerco más a él y aprieto sus caderas con mis rodillas, atrapándolo, envolviéndolo.

Cruzo un brazo por todo su pecho y el otro lo dejo descansar cerca en su muslo. Pareces un jodido koala. -la vocecita vuelve a hablar.

Lo escucho tragar. Debe haber tragado muy fuerte como para que lo pudiera oír sobre todo este ruido. Si no tuviera el dichoso casco estaría dándole besitos y mordisqueándole todo su cuello.

¡Mmm... yummy! ¡Oh, Dios! ¿En que mierda estoy pensando? ¡Es el novio de Becca! ¿Qué clase de amiga soy? A quien quiero engañar... ¡No me importa un carajo! Cuando se trata de Justin soy un charco derretido en el suelo incapaz de pensar.

No sabía hasta qué punto he estado obsesionada con él hasta que lo volví a ver. No he sentido esto por ningún otro chico. Las mariposas asesinan mi vientre. La imposibilidad de hablar coherentemente cuando está demasiado cerca... La necesidad de violarlo con los ojos a cada oportunidad que tengo...

Y estoy completamente segura de que si me susurra alguna guarrada al oído soy capaz de arrancarle la ropa y follármelo.

Nunca me sentí tan... necesitada. Si. Esa es la palabra. Parezco una gata en celo y ni siquiera me ha tocado un pelo. ¿Por qué? ¿Por qué es tan perfecto? ¿Por qué me vuelve tan loca? ¿Por qué me desarma con solo una mirada? ¿Por qué tengo la necesidad de querer explorarlo con mis manos, boca, ojos... TODO? Ni siquiera me he sentido así con Logan.

Cierro los ojos y me dejo llevar por la sensación de la velocidad.

El viento roza mis brazos y piernas desnudas. Mi cabello se escapa debajo del casco revoloteando a mí alrededor. Aspiro una bocanada de aire y siento un rico olor.

De pronto siento que nos detuvimos. Abro los ojos cuidadosamente y veo que estamos en frente de mi casa. Genial. No tenía ganas de que el viaje acabara. Le frunzo el ceño a mi casa como si haciendo eso fuera a desaparecer o algo.

Justin se aclara la garganta.

¡Oh, Dios mío! Mis brazos aún siguen a su alrededor. Lo suelto rápidamente y me bajo de la moto. Solo tengo que quitarme el estúpido casco y luego puedo ir a encerrarme a mi habitación para tener sueños mojados con él. ¿Acabo de pensar eso? Mis mejillas se calientan. Lo que me faltaba.

- Estúpido casco. -gruño mientras fracaso en mi segundo intento de quitármelo.

- ¡Oh por Dios! -ríe a carcajadas.

Tenias que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora