Capítulo XVI

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- Justin-advierto con una voz que no reconozco.

- No quiero. -responde repartiendo un montón de besos por todo mi rostro y cuello.

- Mis padres están aquí.

- No me importa.

- Pero... pero... ¡Apenas y nos conocemos! -protesto mientras siento su lengua en mi cuello.

- Sigue sin importarme.

- Justin -repito, esta vez, más fuerte.

- Shhh. Tus padres están muy cerca. Eres una niña mala. -me regaña. Pero... yo acabo de decirle... -Mataría por ver nuevamente tu carita confundida. -dice entre risitas. Agrh.

- En serio tenemos que parar -digo.

- Mmm- gruñe alejándose un poco.

Doy un suspiro de alivio. Si seguía así iba a perder mi virginidad en una mugrosa despensa.

- Tenemos que salir -susurro.

- No estoy muy presentable que digamos...

- Lo sé, yo tampoco lo debo estar. Si salimos de la cocina con el pelo revuelto y los labios hinchados va a ser demasiado sospechoso.

- Mmm... no estaba hablando de eso precisamente.

- ¿Eh? -pregunto confundida.

- Abby.... no... tu.... ¿Vas a hacerme decirlo? -pregunta avergonzado. ¿Qué? ¿Por qué...? ¡OH, DIOS! CIERTO. Él está... tiene una... De pronto no puedo contener la risa. -No te rías, es tu culpa.

- Lo siento. -digo con una última risita ahogada. Él gruñe.

- ¿Necesitas ayuda con eso? -pregunto atrevida.

¿Qué me sucede? ¿Desde cuándo...? Yo... yo nunca he tocado a ningún chico allí.

Pero ahora que lo pienso como que me gustaría... pero no en la oscuridad. Quiero verlo. ¡Oh por Dios! Me he convertido en una depravada sexual.

- ¿Qué? -exclama.

- Yo... eh... nada... solo estaba bromeando -me retracto.

Cobarde -grita una vocecita.

-Mierda. -murmura para sí mismo.

-No bromees con eso... ¿no ves que ahora estoy imaginando...? Y... Agrh. No ayudas precisamente.

- ¿Abby? -se escucha la voz de mamá en la cocina.

Mierda.

Justin me tapa la boca con una mano. Humm... no era necesario. No me está secuestrando, ni nada. ¡No soy tan idiota como para responderle!

- ¿Donde están? -la voz de mi papá se escucha.

Doble mierda.

- No lo sé... supongo que habrán ido a alguna otra parte sin que nos diéramos cuenta. -ofrece mi madre.

- Si están en su habitación juro que... -empieza mi padre antes de ser interrumpido.

- Oh, basta. Ya tiene dieciocho años, déjala vivir un poco. - ¿les dije que amo a mi mamá?

- Pero... -empieza a protestar papá.

- Como si tú no hubieras hecho eso a su edad.

- Pero soy hombre. Es distinto. -se defiende.

- ¡Ah, sí! No lo hacías con chicas de tu edad -dice mi madre con sarcasmo - ¡No me digas que eras gay en tu adolescencia! -agrega divertida. Tengo ganas de reír pero mi boca sigue cubierta.

-Agrh. ¿Qué tiene de malo que no quiera que mi hija haga... eso? - Genial. Están teniendo una charla de sexo en mi supuesta ausencia.

- ¡Por favor! No puedes obligar a la chica a que sea una monja o algo. Tienes que acostumbrarte.

- Pero...

- Así es la vida cariño.

Escucho que las voces se van alejando. ¡Gracias a Dios!

-Quiero una mamá así. -susurra Justin quitando su mano de mis labios.

Suspiro de alivio. - Sí, bueno... gane la lotería en mamás.

Abro la puerta cuidadosamente. No hay moros en la costa. Bien.

-Vamos. -lo tiro de la mano llevándolo todo el camino a la puerta.

Lo empujó en el porche.

- ¿Me estás echando? -pregunta divertido.

- No quiero que mis padres te vean.

- Ya los escuchaste... tienes que vivir la vida.

- Justin, en serio...

- Está bien, está bien. Me voy. -dice levantando sus manos en rendición.

Antes de irse se acerca un poco para darme un beso de despedida.

- ¿Que están haciendo? -pregunta una voz.

Salto hacia atrás alejándome de Justin.. Y... ¿Por qué está Logan caminando hacia mi casa? ¿Por qué tiene que vivir en frente? ¿Por qué no me deja en paz? ¿POR QUE?

- ¡Hey, Liam! -saluda Justin.

- Es Logan. -corrige entre dientes.

-Lo que sea. -contesta Justin aburrido.

Yo estoy mirando entre ellos como si fuera un partido de ping pong.

- ¿Que hacían? -vuelve a preguntar.

- Solo me estaba despidiendo de Abby. -responde encogiéndose de hombros. Mi boca está seca. No puedo formar las palabras.

- Humm... -dice no muy convencido. ¡Lo que me faltaba!

-Bueno, me tengo que ir. Adiós Abbs. -se despide Justin yéndose y dándome una sonrisa diabólica.

Abbs. ¿Se acuerda de ese estúpido apodo? Solía decirme así cuando éramos más pequeños.

- ¿Abbs? -repite Logan confundido, frunciendo el ceño.

- Es solo un estúpido apodo. -explico.

- ¿Desde cuando tu y el novio de Becca son tan cercanos?

- Yo... eh... en la fiesta hablamos un poco. Y se ofreció a traerme a casa después de la escuela, ya que alguien me dejo abandonada en medio del estacionamiento -contesto cambiando de tema.

- Oh, sí. Bueno... sobre eso... yo... - empieza a decir antes de que se abra la puerta y salga mamá.

- Pensé en comprar algo de helado para ti y...- mira a Logan con sorpresa. - Oh, guau. Ya cambiaste de chico... ¡Que rápido! -murmura.

Mátenme.

Logan me lanza una mirada sospechosa.

Diablos.

- ¿Y Justin? -pregunta mamá confundida.

- Se acaba de ir.

- Oh, que lástima. Tu papá quería mostrarle el álbum de fotos del viaje. Lo acaba de encontrar. Iba a comprar helado para que lo viéramos juntos -explica haciendo pucheros.

- Oh, bueno... otro día podemos... -mi madre me interrumpe.

- ¡Sí! -chilla ella- ¡Dime cuando lo invites de vuelta! Voy a hacerle galletas y todo. -está realmente emocionada -Adiós, Logan. Tengo que terminar de lavar los platos. -se despide- Y voy a tenerle que decirle a tu padre que echaste a  Justin-agrega dándome una mirada acusatoria.

¿Por qué están todos en mi contra? Luego de que mi madre entra a la casa es el momento de las preguntas de Logan

- ¿Vas a explicarme que fue todo eso? -pregunta enarcando una ceja.

¿Ahora como salgo de esto?

Tenias que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora