Capítulo XXV

1.6K 75 3
                                    

Los días pasan como si nada. Últimamente me he concentrado en los exámenes finales, se está acercando la graduación.

Estoy emocionada por terminar la secundaria...

AL FIN.

Aún no he tenido noticias sobre la venganza de Becca. Me ha estado ignorando todo este tiempo y se empezó a juntar con las perras de la escuela.

También la he visto engancharse con el chico malo de la escuela: es drogadicto, y ella siempre se burlaba de las zorras patéticas con las que salía, y ahora... es una de ellas.

Irónico.

Logan ya está recuperado y es muy insistente con lo de robar mi corazón.

No he vuelto a hablar con Justin. No sé lo que le pasa... bueno, tal vez sigue enojado por ese pequeño desliz después de la fiesta... cuando... lo llamé Logan. Agrh. Yo también estaría molesta si me hubiera dicho Becca o cualquier otro nombre. Pero... bueno, no sé lo que quiero. La paso bien con él, me gusta, es gracioso... pero apenas nos conocemos.

No sé si quiero empezar algo con él. Estoy muy confusa con respecto a lo que siento por Logan. Estos días me ha estado tratando tan tiernamente, haciéndome cumplidos cada cinco segundos, diciéndome lo hermosa que soy, robándome besos cuando me
distraigo, diciéndome tonterías para hacerme reír.

Suspiro.

Me ha hecho sentir como una niña con mariposas en la panza.

¿Tendría que darle una oportunidad?

- ¡Abby! -grita mi mamá desde la cocina.

¿Ahora qué?

- ¿Qué pasa? -me levanto lentamente del sofá y voy hacia ella.

- ¡Me quede sin huevos! -exclama haciendo pucheros.

- ¿Y...?

- ¡Y los necesito! ¡No puedo cocinar sin huevos! -su cara afligida me da ganas de reír.

- ¿Que quieres que haga? -digo encogiéndome de hombros.

No me puede importar menos su necesidad de huevos.

- ¡Tienes que ir a comprar! -dice como si fuera algo obvio.

- ¿Por qué yo? -protesto.

Odio hacer las compras.

- Porque eres joven. -Ruedo los ojos -Y estoy cansada, ¡y la telenovela empieza en diez minutos!

- Puedes ir después de que termine.

- ¡No! Se va a hacer muy tarde para entonces -dice poniendo los brazos en jarras.

Siempre que hace eso es porque está indignada.

- ¡Mamá! No quiero ir. -hago un berrinche.

- Nunca quieres ir. Nunca quieres hacer nada -Y aquí viene nuevamente el sermón. Pongo los ojos en blanco nuevamente. - ¡Abigail Elizabeth Johnson ve a la tienda ahora mismo! -exige.

Guau... el nombre completo. Esto ya es serio. Mi mamá puede ser todo lo que genial que quieran, pero cuando se enoja da miedo. Mucho.

- Está bien. -acepto a regañadientes- No era necesario lo del nombre, ¿sabes?

-Bien, cariño... aquí tienes dinero.

se acerca dejando unos billetes en mi mano y me da un beso en la cabeza (tiene que bajarla un poco porque soy más alta) y se va prácticamente saltando al sofá para ver su novela. Agrh. Cuando consigue lo que quiere vuelve a su modo amoroso.

Tenias que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora