Capítulo XVIII

1.8K 79 0
                                    

Voy caminando a casa, llorando.

Debo estar hecha un desastre, pero no me importa. Sigo en shock. No solo estoy llorando por lo que acabo de ver, si no por TODO.

Entro a mi casa y trato de subir por las escaleras sin que nadie me note. Dado que estoy sollozando como un bebé no creo que lo logre.

- ¿Abby? -mamá sale de la cocina preocupada.

-Ma -grito como niña pequeña y corro a sus brazos. Llámenme infantil pero quiero a mi mamá.

Ella me abraza dulcemente y al instante me siento mejor. Sé que puedo confiar en ella cuando me diga que todo va a estar bien.

- Shhh, ¿qué pasa cariño? -me calma acariciando mi cabello.

- Yo... yo... Becca... se estab-ban besando... y Logan... y yo... yo... soy una amiga horrible... pe-pero ella... tamb-bien- balbuceo hipando.

- Tranquila, mi amor. Todo va a estar bien. Cálmate y dime todo desde el principio.

No tiene que decírmelo dos veces. Necesito hablar con alguien.

Me encuentro diciéndole absolutamente. Cuando Dave me engañó porque no quería acostarme con él. Que Logan me consoló y empezamos a enrollarnos. Lo de Justin. Que él está saliendo con Becca, pero que yo lo conocí primero en el campamento y fue mi primer amor.

Mi beso con Justin, mi pelea con Logan. Que él dijo que está enamorado de mí desde hace mucho y que ya no me quería más. Hasta que llegué a la parte donde Becca se besuquea con Dave tras las gradas desde hace quien sabe cuánto y me quebré.

Mi mamá escuchó atentamente sin decir una palabra. Me está frotando la espalda tranquilizándome y de pronto suelta:

- Espera... si ese tipo te dejo... porque no querías acostarte con él, quiere decir... ¿que todavía eres virgen? -chilla horrorizada. Esperen... ¿QUÉ?

- ¡MAMÁ! -grito avergonzada. - De todo lo que te acabo de decir lo primero que me preguntas... ¿es si soy virgen?

- Bueno... yo pensé que ya lo habías hecho con tu primer novio. ¿Como era su nombre? ¿Nick? ¿Norman? ¿Nathan? -niego con la cabeza -era algo con N. -añade defendiéndose.

- Era Noah, y solo tenía quince años, por el amor de Dios.

- Bueno, hoy en día no se sabe con esta juventud. Igual yo perdí la mía a los dieciséis, así que... -Cubro mis oídos, realmente no deseo escuchar esto.

- ¡DIOS, mamá! No necesito esa información... no deseo tener una imagen mental de eso. -chillo.

- Oh, bueno. ¡No seas exagerada! El sexo es algo normal, no tienes nada de lo que avergonzarte.

- No me avergüenzo de hablar sobre eso - miento. Sí, me da vergüenza pero es común, ¿no? -Es solo que... no quiero escuchar tus anécdotas, por favor.

- De acuerdo -dice rodando los ojos.

-Así que... ¿no has hecho nada? -vuelve a retomar el tema.

- No. Bueno... yo... aun soy virgen, si eso es a lo que te refieres - respondo totalmente mortificada.

Si me pregunta si he hecho sexo oral juro que me tiro de un acantilado.

- ¿En serio? Pero... ¡tienes 18! -exclama asombrada.

- Ya lo sé, mamá.

- ¿Te da miedo? ¿Es eso?

- Un poco. -digo alejando mi mirada.

Tenias que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora