Prof. Baekie vs Mr. Park

By jessinegas

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Longfic. Romance, Comedia, Drama, Acción. Extensión: 21 Capítulos + Epílogo + Especiales. Advertencia: Viole... More

Preludio
Parte 1
Parte 2
Parte 3
Parte 4
Parte 5
Parte 6
Parte 7
Parte 9
Parte 10
Parte 11
Parte 12
Parte 13
Parte 14
Parte 15
Parte 16
Parte 17
Parte 18
Parte 19
Parte 20
Parte 21
Epílogo.
Especial I : Andy adolescente (hormonas al ataque).
Especial II: Kyungsoo organizador de bodas (Dolor al ataque).
Especial III: Un poco de todo (familia al ataque).
✰A cuatro años del BOOM✰
Especial IV: De regreso al mundo real (Junghoon al ataque).
Especial V: Bajo en la mira (Peligro al ataque).
Especial VI: Manos a la obra (Andy al ataque)

Parte 8

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By jessinegas


—Oye.

Kyungsoo levantó su rostro de la barra, sus ojos miraron de una lado hacia otro perdiéndose entre la borrosidad del lugar. Se había quedado dormido, la fina línea de saliva seca en sus labios, los papeles debajo de él y el reloj marcando las cuatro de la mañana lo desubicaron en el tiempo, le hicieron preguntarse en dónde rayos se encontraba.

Pero, ¿dónde más? Claramente en el apartamento de los Park, más específicamente en la cocina. Frotó sus ojos con las manos y dejó caer la pluma que se había quedado casi pegada en sus dedos. Sus sentidos inmediatamente se fueron hacia atrás, buscando a la persona quien le había despertado esperando que no sea alguno de sus enemigos.

—Aquí —escuchó de nuevo y finalmente sus ojos terminaron en alguien frente a él, una persona reconocible a kilómetros y el chico que lo había estado acosando por unos cuantos meses—. ¿Olvidando tus penas? —señaló el pequeño vaso de ron que estaba a un lado de él.

Enderezándose completamente, Kyungsoo sopló un poco por debajo dejando que el mal aliento se disipara de su boca.

—Sólo tomo cuando debo mantenerme despierto —contestó, su voz ronca y quebrada por el sueño.

—Y veo que funcionó correctamente —se burló. Kyungsoo no se inmutó con su broma, nunca lo hacía—. Han pasado más de tres días y Chanyeol no regresa, ¿se le atoró el pene en el trasero del profesor?

Con una media sonrisa —la cual quería evitar a toda costa para no darle la satisfacción a Jongin de verlo reír— negó con la cabeza y se cruzó de brazos. Antes de responder, miró un poco más alrededor. La única luz presente era la de la luna reflejándose a través del gran ventanal que había cerca. Toda la ciudad se reflejaba sobre ellos, incluso siendo tan temprano en la mañana Seúl se veía tan activo como siempre.

—Sabes que cuando le toca asesinar a alguien —dijo, sus ojos fijos en la ventana—. Busca la manera de distraerse —volvió a Jongin quien no se había movido para nada— y más si es a uno de los nuestros.

Jongin asintió, alcanzó la botella de ron que se había quedado a un lado de Kyungsoo y se sirvió un pequeño vaso. Posteriormente se lo tomó de una, Kyungsoo hasta sintió pena por su garganta que probablemente estuviera agonizando en ese momento. No obstante, el menor pareció no tener ninguna reacción exagerada cuando dejó el vaso en la mesa.

—¿Y qué hay de ti? —preguntó, como si no hubiera dejado pasar toda una sustancia ácida por su garganta—. ¿No te alocas ni un poco? ¿No te duele como el infierno? ¿No quieres rendirte y abandonar este trabajo?

Empezó a jugar con la pluma en sus manos y realmente se lo pensó. Cuando un mafioso rojo traiciona a los suyos no hay otro castigo más que la muerte. El asesinato a sangre fría. Un tiro mortal en la cabeza. No puede decir que está acostumbrado a eso porque, aunque él mismo haya asesinado a más de cien personas en su vida, nunca le gustó el quedarse y ver la 'obra maestra' que quedaba así como decía Jongdae. En lo personal no le gusta ni la sangre, es por eso que su trabajo individual siempre es a distancia y nada más. No tenía que limpiar después.

Pero, hace unos días, cuando Chanyeol asesinó a uno de sus amigos y compañeros frente a los ojos de todos los rojos, claro que sintió asco.

—Chanyeol es el jefe más condescendiente que hay en todas las mafias, aunque no lo parezca —contestó, no meramente las preguntas de Jongin, pero dijo algo—. Él desde el inicio nos da una oportunidad de abandonar la mafia, esa única oportunidad que tomas o dejas, todo dependiendo de ti. Con otras mafias, el simple hecho de considerar el dejarla es digno de una muerte inmediata.

Jongin parpadeó, ladeando la cabeza.

—Yo no pregunté alguna fortaleza de Chanyeol —la voz de Jongin fue seria y cortante por la mención de su jefe. Kyungsoo casi se ríe—. Yo pregunté por ti. El cómo te sientes por esto.

—¿Importa? —dejó escapar un suspiro—. ¿El que te diga eso cambiaría algo?

—No precisamente —Jongin contestó, totalmente acostumbrado a sus hostiles palabras. Se encogió en hombros con una sonrisa—. Pero puedo abrazarte, acurrucarte en mi pecho y decirte que todo estará bien.

—¿Y qué hay de ti? —contrarrestó, poniendo una mano en su barbilla—. ¿No estás lastimándote cada vez que hablas conmigo?

—Me encanta hablar contigo.

Kyungsoo achicó sus ojos.

—¿Y qué más te encanta de mí?

Jongin se enderezó, acercándose sobre la barra para quedar más cerca de Kyungsoo. La barra no los separaba demasiado, medía de largo tan sólo unos cuarenta y cinco centímetros por lo que sus cuerpos no estaban muy alejados. Con sus ojos sobre él, sin ningún miedo o vergüenza, Jongin volvió a sonreír.

—La forma en que tomas un rifle y apuntas directamente en el objetivo —tocó la frente de Kyungsoo—. La manera en que le gritas a los principiantes y los golpeas por sus errores. La manera en que logras analizar todos los movimientos de nuestros enemigos. La manera en que te mueves de aquí hacia allá, atravesando toda la cocina. La manera en que me despiertas por las mañanas. La manera en que frunces tus labios cada vez que hacemos estupideces. La manera en que maldices cuando tu equipo de béisbol no hace un homerun. La manera en que te retuerces cuando estás debajo de mí.

—¿Y qué hay de la manera en que estoy enamorado de Chanyeol?

Jongin se detuvo un momento para mirarlo y Kyungsoo apretó los dientes. Mentía. Él no estaba enamorado de Chanyeol, nunca lo estuvo. Pero necesitaba esa mentira para tener bajo control a Kim Jongin.

—¿Qué hay de la manera en que miro especialmente a mi jefe? —continuó, sabiendo que apuñalaba profundamente dentro del corazón de Jongin—. ¿Y qué hay de la manera en que, cuando tenemos sexo, pienso en Chanyeol y no en ti?

Soltando una risa sin gracia, Jongin se mordió los labios.

—Sigues diciendo eso —Jongin tosió, como si repentinamente el sabor a ron le hubiera afectado en la garganta—. Tonterías.

—Realidades —debatió. Su rostro sombrío y frías palabras—. No revuelvas los sentimientos con el trabajo, entiéndelo.

—Tú me amas.

—No lo hago.

Ambos se quedaron en silencio, mirándose el uno al otro tan profunda y salvajemente. El rostro de Jongin estaba transformándose: el enojo representado en las venas marcadas de su cuello, el dolor en sus cristalinos ojos y la desesperación en su ardua tarea por respirar adecuadamente.

—Voy a cogerte —una amenaza, un aviso. Sus palabras salieron con furia aún reprimida, pero alarmante—. Voy a cogerte hasta que termines pensando en mí, sólo en mí y no en el estúpido de Park Chanyeol. Sólo vas a recordar mi nombre.

Sin dejar que el otro se dé cuenta del fuego corriendo por su cuerpo, Kyungsoo soltó una carcajada.

—Ya veremos.





------

Baekhyun apenas y podía lidiar con tanta cosa que tenía encima: panfletos, posters, plumones, cartulinas y un montón de más cosas que se había propuesto para preparar ese día. Actualmente el jardín de niños era un completo caos en cuestión a la organización de las festividades y, ahora, una de las más importantes iba a presentarse y todos los maestros estaban corriendo de un lado para el otro al estar a tan sólo dos días del día de las madres.

Todos los niños estaban sumamente emocionados, Lovely Baekie les había proporcionado varios útiles aptos para su edad para que les hicieran un lindo recuerdo a sus madres y regalárselos en el festival que habría allí.

—Hey Baek, ¿todo bien allí? —la voz de Taehyung, uno de sus compañeros, se escuchó a un lado de las escaleras por las que había bajado. Apenas y tenía una visión aceptable por la torre de materiales por lo que tuvo que ladearse para encararlo. El atractivo chico estaba apuntando varias cosas en una carpeta que tenía en las manos—. ¿Necesitas ayuda? —preguntó, cerrando la carpeta y levantando las cejas.

Con una mueca de cansancio, Baekhyun negó.

—Mi salón está en este pasillo, puedo llegar solo —reacomodó las cosas en sus manos con un brinco—. ¿Qué hay del grupo C? ¿Sabes si Taeyeon terminó con las decoraciones para el escenario?

—No soy tú, querido Baek —de improviso, la chica apareció con su largo y blanco cabello besando rápidamente la mejilla del susodicho. Baekhyun se tambaleó casi tirando un par de plumones. Con una sonrisa deslumbrante, la mayor dio un par de pasos hacia atrás—. Mis niños y yo hemos acabado desde ayer, ¿quién sería yo si no?

Con una pequeña rabieta como un niño pequeño, Baekhyun le sacó la lengua.

—¿Qué hay de los alimentos Tae número dos? —Baekhyun le guiñó al otro chico quien bufó.

—Estará todo listo para hoy en la tarde —el chico negó con la cabeza con un enojo fingido—. ¿Y por qué tengo que ser yo el número dos? ¿Por qué Taeyeon es la número uno?

—Porque si los ponemos a ambos en una habitación, ¿quién es más deslumbrante? —Baekhyun inquirió, los ojos sobre la mujer con un aura de superioridad—. Claro que Taeyeon noona.

—Así es, bebé —Taeyeon respondió y, un segundo después, uno de los encargados de las decoraciones le llamó haciendo que la chica saliera de escena despidiéndose con la mano.

Acercándose un par de pasos hacia Taehyung, Baekhyun le susurró cerca del oído.

—Honestamente es porque es la más vieja de aquí —soltó una pequeña risa y el otro se le unió—, pero no se lo digas.

—Sí, sí.

—Entonces, ¡Taehyunggie! —se alejó un poco, acercándose finalmente a su aula—. Nos vemos mañana para verificar que todo esté listo, ¡sabes que a mi abuelo no le gustan los errores! ¡Pórtate bien!

—¡Dile eso a ti mismo! ¡Tienes que terminar esos carteles y no veo que lleves nada!

Un simple 'tal vez' fue lo último que Baekhyun murmuró antes de lograr llegar a su salón y empujar la puerta. Eran las dos y media, casi todos los niños se habían ido. Aunque claro, Andy estaba en el salón pacientemente esperándolo mientras dibujaba, Baekhyun casi se sintió un poco mal por mantener al niño con él en el sofocante espacio.

Honestamente Baekhyun había estado distraído y preocupado. Y ambas por el mismo motivo, la misma persona. Y, aunque se dijera a sí mismo que Andy era el primero en su mente cuando buscaba una explicación a su estrés, en realidad el único que venía era Chanyeol y su desconfianza. Era miércoles, habían pasado tres días desde que vio al gigante y ya se estaba volviendo loco. El mafioso ya no dejaba a su hijo en la puerta, Andy era quien se bajaba del coche y despedía a su padre en la entrada. Igualmente, el lunes Andy no asistió al kínder por lo que Baekhyun había estado con una punzada en el estómago todo día ya que pensó que ese gigante había decidido desaparecer junto con su hijo.

Pero no fue así, al siguiente día Andy había asistido como si nada hubiera pasado y, aunque Baekhyun haya intentando sacarle unas cuantas cosas como los por qué, el niño simplemente sonreía hacia él cambiando el tema y diciéndole una y otra vez que lo lamentaba y que iba a hacer todas sus tareas pendientes. Ese día, en su casa, fue la primera vez que Chanyeol no fue a recoger a Andy e igualmente la primera vez que vio a ese tal Do Kyungsoo en vivo.

Era guapo. Muy guapo. Y Baekhyun no sabe por qué sintió un revoltijo en el estómago a la hora de ver cómo era que Andy se emocionó mucho al verlo. Sea por esa penetrante mirada —porque, en serio, ¿qué tenían los mafiosos con la mirada?— o tal vez esos cambios maternales o el enlace único e inigualable que tenía con Andy. Era prácticamente como otro padre y a Baekhyun no le agradó eso.

"Es un honor conocerte en persona." Fue lo primero que le dijo cuando abrió la puerta. Baekhyun claro que lo analizó de arriba hacia abajo totalmente escéptico por el chico. "Soy Do Kyungsoo, mejor conocido como la persona quien te observa por esas cámaras todos los días para verificar que hagas tu trabajo."

Y eso sí que había sido atemorizante. Kyungsoo no era una persona común y corriente, él sí parecía alguien con inclinaciones asesinas o algo relacionado con lo oscuro y macabro.

"¿Cuál es tu relación con el señor Park?"

Sí, en vez de presentarse de vuelta o darle la bienvenida esas fueron las primeras palabras que expulsó. Y se sintió estúpido, imprudente y algo así como que cayó bajo. Claro que la relación con Chanyeol era de trabajo, otro rojo quien mataba gente y hacía explotar cosas; y con respecto a algo más íntimo con el líder, Baekhyun sabía muy bien que no le interesa. Que no es de su incumbencia pero no, ahí estaba un infantil profesor gruñendo por una posible amenaza.

La respuesta de Kyungsoo no pudo ser más escandalizante. Le hizo quedar como un estúpido.

"Actualmente nuestra relación laboral es de jefe-asistente y la sentimental es amigo-amigo." Una sonrisa cruzó por la boca del chico de menor estatura, "Pero a veces solíamos ser como penetrador-penetrado. ¿Puede entender eso, profesor Byun? Que Chanyeol se acueste con las personas quienes trabajan para él no es nada nuevo, por favor no te sientas tan alarmado."


—Tío Baekie estás arruinando el corazón.

Despertó de sus recuerdos en el momento que Andy se puso frente a él con el rostro un poco curioso. Baekhyun tenía una mueca de molestia en su cara y, efectivamente, el pedazo de papel en forma de corazón estaba arrugándose masivamente. Lo soltó de inmediato, haciendo lo posible para acomodarlo y después le tendió una suave pero forzada sonrisa a Andy.

—Lo siento —respondió—. El tío estaba un poco distraído.

—¿Ya podemos ir a casa? —sin importarle la respuesta de su profesor, Andy suspiró—. Me he acabado mi libreta de dibujo de aquí y tengo una más grande en casa.

A casa. Ahora una verdadera sonrisa casi aparece en el rostro de Baekhyun. Le encantaba el acercamiento con Andy, por Dios, era estupendo. Desde el domingo —cuando Andy lo protegió— el más pequeño había tenido muchísima más confianza con él o por lo menos se dio cuenta de eso a partir del día de ayer.

Agachándose, Baekhyun tomó al niño por los costados y apretó un poco haciéndole cosquillas.

—Iremos a casa ahora mismo —sonrió, mirando cómo era que Andy reía por el contacto—. Pero primero tengo que meter todas estas cosas en unas cajas que tengo por aquí. No me tardo ni cinco minutos, ¿bien? ¿Me ayudas?

Con una leve sonrisa, Andy asintió.

—¡Sí!





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Madres. Chanyeol releyó el panfleto que le había traído Andy dos días atrás. Era una caricaturesca promoción sobre el festival que iba a haber el viernes por la tarde en donde los niños irían con sus mamás a divertirse y a festejarse como era debido. Honestamente sintió algo muy pesado en el momento que su hijo le había dado la hoja, casi dejándosela como si fuera una bomba a estallar y corriendo a su habitación sin esperar respuesta.

Sinceramente no entendía qué mensaje quería darle Andy con eso. Su hijo sabe muy bien la historia de su madre, sabe que ella lo abandonó cuando era un bebé. Obviamente el niño no entendió, no comprendió cómo su objeto de supuesto mayor amor lo había dejado así como así pero, con el paso de los años, pareció irle no importando demasiado.

—Asco —volteando a su izquierda, miró cómo un pañuelo limpiaba alguna sustancia de su mejilla. Cerró un poco los ojos, sintiendo el casi agresivo frote en su piel—. ¿Por qué aún no te quitas toda esa sangre? ¿Te gusta la sensación cavernícola?

Kyungsoo dobló su tela para limpiar en otra área de su cabeza.

—Me gusta la sensación de victoria —debatió, bajando el pañuelo y mirando a su compañero—. Agradece que me cambiara de ropa.

—Como sea. Te gusta la sangre de tus victimas, es una cosa diferente.

No contestó nada más, en realidad estaba muy cansado. Acababan de terminar un trabajo muy duro que le llevó casi setenta horas seguidas de poca comida, poco sueño y mucha frustración. Por la baja que tuvo su equipo, tuvieron que meter a un par de chicos de nivel dos principiantes quienes tuvieron más de un error que casi les costó la vida. Por suerte, con ayuda de los demás líderes, el intercambio pudo darse a tiempo y la mafia negra no tuvo otra opción más que rendirse ante ellos con la muerte de su líder Park Jeongsu.

Estaba en una camioneta blindada, Jongin al volante mandándoles miraditas de vez en cuando. A un lado de él, como copiloto, Yifan se mantenía con la cabeza golpeando el vidrio probablemente muy exhausto y adormilado.

—¿Qué hora es? —el jefe preguntó.

—Las seis —Jongin contestó—. Llegaríamos a tu casa a eso de las siete cuarenta.

Asintiendo, Chanyeol se hundió más en su asiento. Tenía que ir por Andy, hace tres jodidos días que no disfrutaba al cien pasar rato con él y necesitaba la calidez de su hijo. Las únicas veces que lo vio fue en las mañanas cuando lo iba a dejar a la escuela y hasta allí. Todo el día ocupado.

Honestamente también estaba evitando a Baekhyun.

Ayer, cuando se tuvo que quedar en un hotel ya que no le dio tiempo de regresar, estuvo realmente tentado a llamar a Baekhyun. Porque era él. Ni siquiera su cerebro se molestó en recrear una excusa como que 'para ver cómo está Andy' o 'ver si todo marcha bien'. No. En su cabeza, si no estaba su hijo, el profesor indagaba, atormentándolo y mostrándole ese rostro rojo e indecente que tuvo bajo él hace días. Pero luego exhaló, recordando a esos jodidos policías quienes invadieron la casa y tocaron a su Andy.

Mentiría si dijera que por su mente no pasó la opción de que todo era una emboscada. Que Baekhyun había planeado eso para finalmente entregarlo a la policía y deshacerse de él. Pero no era así, si lo hubiera hecho sabría que Kyungsoo se habría enterado por la infiltración que tienen en su teléfono personal, el de la casa o cualquier jodido movimiento más.

Y pensó que la traición volvía a él, la experimentó de nuevo y fue tan vivaz.

Pero no era así. Y se lo mentalizó cuando salió de la casa y también durante toda esa mitad de semana.

"¡¿Puedes confiar en mí una maldita vez en tu vida?!"

Y se rió, porque era digno de reírse. Baekhyun de algún modo tenía una personalidad demasiado sensible y llena de incredulidad. Las cosas no podían resolverse tan fácilmente con una simple charla o prometiendo cosas que al final no se van a cumplir.

—... Jimin recibió un disparo en la pierna derecha —apenas se dio cuenta que se había quedado dormido. La voz de Yifan se escuchaba tensa—. Para ser la primera batalla del chico parece que le fue bien.

—Ni que lo digas —contestó Jongin a su lado, en algún momento había intercambiado lugares con Kyungsoo, ahora su asistente manejaba—. En mi primera misión me rompieron tres huesos, me dispararon dos veces y casi sufro una tremenda emboscada.

—Y eso que eran las lindas chicas de la mafia rosa —Yifan bufó—. Fuiste demasiado estúpido para caer ante su sensualidad.

—En mi defensa ellas cayeron ante la mía —se encogió en hombros—. Hyuna arriba y Jiyoon abajo, ¿qué piensas?

—¿Que probablemente iba a usar un strapon contigo, tal vez?

Golpeándole en la cabeza por detrás, Jongin gruñó.

—Estense quietos —la potente voz de Kyungsoo intervino y los otros dos se detuvieron de inmediato. Chanyeol agradeció mentalmente el no tener que amarrar a esos dos en sus asientos como si fueran pequeños.

Cuando el coche se detuvo, y Chanyeol miró que no era su vecindario, frunció el ceño al ver cómo era que Kyungsoo ponía parking dejándolos frente a una distinguida casa.

—¿Qué haces? —le preguntó, mirándolo a través del retrovisor.

—Es hora de recoger a Andy —Kyungsoo apuntó hacia el reloj del coche. Eran casi las ocho—. Papá tiene que ir, ¿no?

A través de la ventana, las luces encendidas de la casa de Baekhyun le dieron la bienvenida de una manera extraña. Era como si su asistente lo hubiera mandado directamente a la boca del león. A ese lugar que no quería ir por el momento. Pasó la mirada por los otros dos chicos quienes se abstuvieron de decir algo, pero que claramente se veían entre entretenidos y analíticos de la situación.

—Bien —rodando los ojos, Chanyeol tosió un poco antes de quitarse el cinturón de seguridad—. Iré por él, espéram-

—Oh no —el menor apretó el volante—. Papá tiene cosas que resolver. Especialmente con el profesor de su hijo. ¿Sabes los increíbles avances de Andy en esta semana? Tienes que escucharlos.

—Pero entonces cómo-

—Llámame cuando terminen —la voz de Kyungsoo se escuchaba más que cansada—. Mandaré a Yifan a recogerte.

Yifan hizo una mueca ofendido.

—Tengo un disparo en mi mano derecha, por qué tengo que ser yo-

—Kyungsoo —Chanyeol interrumpió al otro—. ¿Qué estás haciendo? Te dije que iría por Andy y ya, no tengo por qué quedarme a escuchar lo que tiene que decir ese pequeño bastardo.

Enojado, Kyungsoo se quitó el cinturón de seguridad, salió del coche y abrió la puerta de Chanyeol. Con los brazos cruzados, el más bajo le dio esa mirada.

—Primero que nada porque es información necesaria para conocer lo que tú no puedes saber de tu hijo —uno de sus pies moviéndose de arriba hacia abajo con impaciencia—. Y segundo, Andy mirará a todos los tíos aquí presentes y cuando se cuenta comenzará a preguntar. ¿Quieres eso justamente ahora?

El aire se tensionó, no sólo para Chanyeol sino para todos allí. La poca energía que les quedaba se vino abajo y los suspiros comenzaron a llegar. Con eso, Chanyeol había tenido un knock-out sin nada más que refutar.

—De acuerdo —con voz apagada, el más alto salió del coche.

Ya dentro del coche y encaminándolo, Kyungsoo suspiró en el momento que miró cómo era que su jefe se quedaba frente a la acera del profesor. Por otro lado, Jongin le palmeó el hombro cuando se habían parado en un rojo.

—¿No has sido demasiado duro? —preguntó el moreno.

Kyungsoo no cambió su expresión.

—¿Alguna vez he sido suave? —contrarrestó, poniendo el coche en marcha cuando el rojo pasó a verde.

Acomodándose nuevamente en su asiento, Jongin rió levemente.

—No. Es verdad, claro que no.


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Dice Yifan que no les perdona el haber dudado de él 💅🏻

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