En cuanto Erick se acercó a nosotros Roberto le informó que yo trabajaría con él. A decir verdad creo que no le agradado mucho esa idea. Aunque había intentado ser su amiga me había evitado toda la semana, yo se que se debía a que el no era una persona muy sociable, pero en esta ocasión tendría que soportarme por lo menos un día a la semana.
Caminé detrás de Erick cuando Roberto terminó de hablar. Entramos en una sala un tanto grande, había enormes libreros llenos de libros muy grandes y gruesos. En la entrada estaban unos lockers y en una parte de la sala había muchas mesas donde había algunos estudiantes leyendo.
Dejó su mochila sobre un pequeño escritorio con una computadora. Empezó a hablar.
-Esta sección es una de las más grandes de la biblioteca y realmente no es tan complicado lo que hay que hacer, solo tienes que acomodar los libros. Cuando los estudiantes terminan de usar algún libro lo colocan aquí. -Señaló unos carritos que estaban en cada esquina de la sala. -En cuanto el carrito tenga muchos libros lo empujas hacia el librero que corresponde, acomodas los libros y después vuelves a dejarlo en su lugar.
-Ok, creo que esto no será muy difícil.
Siguió hablando.
-Los libros están ordenados alfabéticamente. Te recomiendo que des una vuelta al lugar para que lo conozcas y sepas cómo está organizado.
-Esta bien.
En ese momento se nos acercó una mujer no tan joven.
-Hola Erick. -Le dio un beso en la mejilla.
-Hola Karen.
-¿Es tu novia? -La mujer me miró.
-¿Qué? No. Claro que no. -Era mi imaginación o Erick se había puesto nervioso. -Amm. Ella es Anne. Va a estar aquí ayudando.
-Oh! Hola Anne. Soy Karen. Soy la encargada de esta sección durante el turno matutino. -Me saludó con un beso en la mejilla también.
-Hola Karen -Le dediqué una sonrisa.
-Bueno. Mi turno ha terminado. Así que los dejó. Erick sabrá explicarte que hacer.
-Gracias. Eso era justo lo que estaba haciendo. -Le dije.
Tomó sus cosas de uno de los lockers, se despidió de nosotros y salió del lugar.
-Puedes colocar tu mochila allá. -Me dijo Erick mientras señalaba los lockers.
-Gracias.
Fui a dejar mis cosas. Cuando las estaba guardando mi celular sonó por toda la sala. Todos me voltearon a ver con cara de enojo, incluso Erick. Este se acerco a mi y me dijo en un tono un tanto molesto:
-Esto es una biblioteca, todo debe estar en silencio, así que apaga tu celular.
-Si, lo lamento. -Le dije un poco apenada.
Se dio media vuelta y se fue. Empezaba a pensar que Erick estaba molesto conmigo y no precisamente por lo que paso con el celular, si no por la forma en la que me hablaba, tal vez por eso me evitó toda la semana. Tenía que preguntarle. Puse mi celular en vibración y lo guarde en mi bolsa trasera del pantalón. Caminé hacia donde él estaba.
-¿Podemos hablar? -Estaba sentado detrás del escritorio donde antes había dejado sus cosas.
Me miro un poco confundido.
-¿Sobre que?
-¿Estas molesto conmigo?
-Pues creo que no soy al único que le molesta que hagan ruido mientras estudia.
-No me refiero a eso.
-¿Entonces?
-Toda la semana no te he visto. Te estas escondiendo de mi.
-Anne, no es el lugar para hablar. Aquí solo hablaremos del trabajo y es todo. -Se levantó del escritorio y fue hacia donde estaba uno de los carritos.
Justo en ese momento empezó a vibrar mi celular, salí rápidamente para poder contestar, era Pedro.
-Hola hermanito.
-Hola Anne. Te hablo para avisarte que no podré ir por ti cuando salgas de trabajar. Mi auto se descompuso y lo llevaré a arreglar.
-Claro. No te preocupes.
-Mamá dice que tomes un taxi.
-Si, esta bien.
-Nos vemos en la casa. Te vienes con mucho cuidado. Te quiero.
-Yo también te quiero.
Entre nuevamente a la sala. Erick se encontraba acomodando unos libros y me dispuse a hacer lo mismo también. Ya no intentaría hablar él, por lo menos no aquí.
En todo el transcurso de la tarde no volví a cruzar palabra con Erick. Eran las 8:00 de la noche, el turno había terminado. Ambos tomamos nuestras cosas dispuestos a salir del lugar. Él salió primero, lo seguí por toda la biblioteca hasta la salida.
Ya afuera intenté hablar con él otra vez. Iba caminando adelante, bastante lejos de mi.
-Erick espera por favor. -Le grité.
Estaba segura de que me había escuchado perfectamente pero ni siquiera volteó. Ok, definitivamente si estaba enojado.
Corrí hasta alcanzarlo.
-Por favor espera. En verdad quiero hablar contigo.
-Yo no quiero hacerlo Anne. -Seguía caminando y yo a un lado de él.
-¿Por qué? Pensé que seríamos amigos.
-Ya no quiero ser tu amigo.
-¿Qué fue lo que te hizo cambiar de opinión?
-Anne, de verdad no quiero hablar.
-No te dejaré en paz hasta que me digas por qué cambiaste de opinión.
No dijo nada y siguió caminando conmigo detrás de él. Salimos del campus y no estaba dispuesta a dejarlo hasta que respondiera mi pregunta.
-Por favor Erick. Ya te dije que quiero ayudarte.
Se detuvo un segundo.
-Fue Dylan, no quiere que yo hable contigo. -Continuó caminando.
-¿Qué? Espera. ¿Quién se cree Dylan para decirte con quien puedes hablar y con quien no?
-Solo quiero evitar problemas con él.
-Sigo preguntándome por qué siempre te molestan, y no me refiero solo a él.
-Tal vez es porque soy diferente a ellos. Es decir, mírame, mi forma de vestir, los lentes, la forma de ser, nada de ésto va con ellos. A la sociedad no le agradan las personas como yo.
-Pero eso no es motivo para que te traten así.
-Ellos creen que sí.
-No estoy de acuerdo.
-Anne, quiero pedirte un favor. -Se paró enfrente de mi y me miró a los ojos. -Si en verdad quieres ayudarme, ya no intentes hablar conmigo. Esta semana eso me trajo muchos problemas.
-Con Dylan ¿cierto?.
-Si, al parecer le gustas, él no va a dejar que ningún chico se te acerque.
-Él no es nadie para poder decidir quien se me acerca y quién no.
-Anne, por favor.
-Vamos a hacer algo. Yo no me acercaré a ti en la escuela, por el momento. Pero en verdad quiero que seamos amigos. Acepta salir conmigo en alguna ocasión por favor. Ya veré como solucionar lo de Dylan.
-Esta bien. -Seguimos caminando.
-Además podremos verlos en la biblioteca. -Le dije.
-Cierto, Dylan nunca va ahí. -Empezamos a reír.
Sin darme cuenta llegamos a la calle donde yo vivía.
-¿Sabes donde vivo? -Le pregunté.
-No, de hecho yo vivo aquí.
-¿En serio?
-Si, pero también sabía que vives aquí, por eso cuando caminaste detrás de mi no dije nada. -Me reí ligeramente.
Me mostró una casa al final de la calle, ahí era donde él vivía. Vivíamos en la misma privada y yo nunca me había dado cuenta.
Nos paramos frente a mi casa.
-Llegamos. -Me dijo. -Creo que realmente si eres una buena amiga.
-Gracias, tu también lo eres.
-¿Soy una buena amiga? -Nos reímos.
-No, eres un buen amigo.
-Nos vemos el lunes. -Me dio un beso en la mejilla y se fue.
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Hola!!
Nuevo capitulo. Una disculpa por tardar tanto en actualizar, ya voy a hacerlo más seguido.
Quiero dedicar éste capítulo a Ana_Lucia21. Muchísimas gracias por todo el apoyo desde que inicié con esta novela. Te quiero mucho.
Un abrazo a todos y por favor no olviden votar. All the love.