Llegamos a su casa. Dulce nos abrió la puerta, no la había visto desde hace tiempo.
-Anne. -me saludó con un abrazo. -Pasa por favor.
Ambos entramos en la casa. Su mamá esperaba en la sala, la saludé con un beso en la mejilla y después nos sentamos con ella.
-Anne. -Empezó a hablar. -Los tres tenemos que agradecerte lo que hiciste por nosotros. Sin ti las cosas serían muy diferentes. Yo había alejado a mis hijos y ahora los tengo de vuelta gracias a ti.
-No tiene nada que agradecer. -Le dije.
-Claro que sí hija. Eres una hermosa persona.
-Realmente lo es. -Dijo Erick y yo me sonrojé.
-Bueno. -Dijo Dulce levantándose del sillón. -Nosotras nos vamos, disfruten de la cena.
-¿No cenarán con nosotros? -Pregunté.
-Estarán mejor solos -dijo Mireya para después salir.
-Pues es hora de cenar. -me dijo Erick cuando su madre y hermana se habían ido.
Me tomó de la mano y me llevó al jardín trasero. Había una linda mesa en el centro, con velas, copas y platos.
-Esto... es muy lindo. -le dije.
-Y no es lo mejor. ¡Meseros! -gritó.
-¿Tendremos meseros? -pregunté.
-Por supuesto.
-Pasen por favor. Su mesa está lista. -Dijo uno de ellos de forma muy seria.
-¿Pedro? ¿Dylan?
-Así es. Ellos serán los meseros el día de hoy. -Me dijo Erick.
-Por aquí. -Nos dijo Dylan y nos dirigió a la mesa.
Nos sentamos y en seguida Pedro dijo:
-En un segundo el chef traerá su cena.
Pedro y Dylan se retiraron.
-¿Qué es todo ésto? -Le pregunté.
-Es parte de la sorpresa. ¿Te gusta?
-Claro que sí. Me encantan Pedro y Dylan en su papel de meseros, se lo toman muy en serio.
En ese momento Chuy se acercó y puso unos platos con carne y ensalada frente a nosotros.
-Buenas noches. -Dijo él. -Espero que disfruten de la cena que he preparado ésta noche. Tengan buen provecho. -Se fué.
-Esto no lo esperaba. -Le dije a Erick.
-Y aún no viene lo mejor.
-¿Hay más?
-Claro. Pero todo a su tiempo.
No pregunté más. Empezamos a comer mientras platicábamos de todo un poco. Nuestras familias, la escuela, su viaje, los amigos y cosas así. Pedro y Dylan nos atendían muy bien, estábamos pasando una noche genial.
Cuando terminamos de cenar me pidió que fueramos a caminar, era una de las cosas que más disfrutaba hacer con el.
Caminábamos sin rumbo alguno. De la nada me dijo:
-Tengo una propuesta.
-Te escucho. -le dije.
-Vamos a jugar.
-¿Jugar?
-Si. Iremos a algunos lugares en donde tienes que buscar pequeñas notas. Obviamente son mías.
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Por Toda La Eternidad - Erick Ibarra
FanfictionAnne ayudará a Erick a superar sus problemas sin imaginar que de esta situación podría surgir su más grande historia de amor. Tendrán que pasar por una repentina separación y una serie de dificultades. ¿Será que su amor podrá durar por toda la etern...