Capítulo 5

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En cuanto Erick se acercó a nosotros Roberto le informó que yo trabajaría con él. A decir verdad creo que no le agradado mucho esa idea. Aunque había intentado ser su amiga me había evitado toda la semana, yo se que se debía a que el no era una persona muy sociable, pero en esta ocasión tendría que soportarme por lo menos un día a la semana.

Caminé detrás de Erick cuando Roberto terminó de hablar. Entramos en una sala un tanto grande, había enormes libreros llenos de libros muy grandes y gruesos. En la entrada estaban unos lockers y en una parte de la sala había muchas mesas donde había algunos estudiantes leyendo.

Dejó su mochila sobre un pequeño escritorio con una computadora. Empezó a hablar.

-Esta sección es una de las más grandes de la biblioteca y realmente no es tan complicado lo que hay que hacer, solo tienes que acomodar los libros. Cuando los estudiantes terminan de usar algún libro lo colocan aquí. -Señaló unos carritos que estaban en cada esquina de la sala. -En cuanto el carrito tenga muchos libros lo empujas hacia el librero que corresponde, acomodas los libros y después vuelves a dejarlo en su lugar.

-Ok, creo que esto no será muy difícil.

Siguió hablando.

-Los libros están ordenados alfabéticamente. Te recomiendo que des una vuelta al lugar para que lo conozcas y sepas cómo está organizado.

-Esta bien.

En ese momento se nos acercó una mujer no tan joven.

-Hola Erick. -Le dio un beso en la mejilla.

-Hola Karen.

-¿Es tu novia? -La mujer me miró.

-¿Qué? No. Claro que no. -Era mi imaginación o Erick se había puesto nervioso. -Amm. Ella es Anne. Va a estar aquí ayudando.

-Oh! Hola Anne. Soy Karen. Soy la encargada de esta sección durante el turno matutino. -Me saludó con un beso en la mejilla también.

-Hola Karen -Le dediqué una sonrisa.

-Bueno. Mi turno ha terminado. Así que los dejó. Erick sabrá explicarte que hacer.

-Gracias. Eso era justo lo que estaba haciendo. -Le dije.

Tomó sus cosas de uno de los lockers, se despidió de nosotros y salió del lugar. 

-Puedes colocar tu mochila allá. -Me dijo Erick mientras señalaba los lockers.

-Gracias.

Fui a dejar mis cosas. Cuando las estaba guardando mi celular sonó por toda la sala. Todos me voltearon a ver con cara de enojo, incluso Erick. Este se acerco a mi y me dijo en un tono un tanto molesto:

-Esto es una biblioteca, todo debe estar en silencio, así que apaga tu celular.

-Si, lo lamento. -Le dije un poco apenada.

Se dio media vuelta y se fue. Empezaba a pensar que Erick estaba molesto conmigo y no precisamente por lo que paso con el celular, si no por la forma en la que me hablaba, tal vez por eso me evitó toda la semana. Tenía que preguntarle. Puse mi celular en vibración y lo guarde en mi bolsa trasera del pantalón. Caminé hacia donde él estaba.

-¿Podemos hablar? -Estaba sentado detrás del escritorio donde antes había dejado sus cosas. 

Me miro un poco confundido.

-¿Sobre que?

-¿Estas molesto conmigo?

-Pues creo que no soy al único que le molesta que hagan ruido mientras estudia.

Por Toda La Eternidad - Erick IbarraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora