Capítulo 25 Final Parte II

243 18 23
                                    

Abrió la caja, quitó el papel que cubría el regalo y de ella sacó una pequeña playera de su equipo de fútbol favorito, "Tigres", pude notar confusión en su cara. Después saco una nota que estaba en el fondo, ésta decía: "Para el mejor papá del mundo". Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y corrió a abrazarme.

-No puedo creerlo Anne. Por favor dime que no es una broma.

-No lo es amor. ¡Vamos a ser papás!

-Es la mejor noticia que he recibido en la vida. Hay tantas cosas por hacer, pero, ¿Y la escuela?

-Pues haciendo cálculos, terminaré la universidad antes de que nazca, pero tal vez tengamos que posponer la boda, para no hacer las cosas a la carrera.

-Estoy de acuerdo, esperaremos lo que sea necesario. Aún no puedo creer que vayamos a tener un hijo.

-Ó hija.

-Cierto.

Estuvimos juntos durante un rato, informamos el acontecimiento a su mamá y por la tarde fuimos a mi casa. Le dimos la noticia a mi papá y a Pedro, ellos lo tomaron muy bien y estaban muy contentos. Por la noche Erick volvió a su casa y yo a mi cuarto dispuesta a dormir, había sido un gran día.

Unos golpes se oyeron en mi ventana, fui a abrirla, abajo se encontraba el hombre más atractivo del mundo.

-Futura señora Ibarra, luce espectacular esta noche. ¿Le gustaría acompañarme a dar un paseo?

-Por supuesto.

-Pero no podrás bajar por el árbol, te espero en la puerta.

-Eso le quita la diversión pero todo sea por nuestro bebé.

Bajé y nos dirigimos al parque de siempre.

-Es una bonita noche. -me dijo. -Todo el día ha sido perfecto. Ésto es tan inesperado pero es una gran noticia.

-Ahora hay tantas cosas por hacer, preparar la llegada del bebé y después la boda. Todo tiene que ser hermoso.

-Así es, y para empezar quiero que en cuanto termines la carrera nos vayamos a vivir juntos. He estado ahorrando un poco y tal vez podamos comprar un departamento o una casa pequeña. ¿Que dices?

-Eso sería genial mi amor. -Lo abracé. -Hablaremos con nuestros padres, aunque estoy segura de que querrá que me quede en la casa hasta que nazca el bebé.

-Tienes razón, nadie como ella para cuidarte en este estado. Pero después de la llegada del bebé buscaremos la casa.

Caminamos un poco, disfrutamos de la noche y más tarde volvimos a casa.

Los meses pasaron, el bulto en mi vientre era enorme, estaba por cumplir los 9 meses. Las cosas iban de maravilla, hace unos días Dylan y Denisse se habían casado, Pedro y Lupita ya esperaban a su primer hijo, al igual que Chuy y Cris. Unos meses atrás había obtenido mi título de Licenciada en Derecho. Todo era perfecto, lo que una mujer siempre había deseado.

Hubo un día en específico, un día que jamás voy a olvidar, el día en el que mi vida cambió por completo.

Aquella mañana Erick pasó a despedirse de mi antes de ir al trabajo como era costumbre.

-Hola mi amor. ¿Cómo están mis princesas? -Así es, Erick y yo esperábamos una hermosa niña.

-Engordando cada vez más, pero estamos bien.

-Pues aunque estés un poco más grande de lo normal yo te sigo amando cómo al principio. -Me besó.

-Y yo a ti. Cada vez falta menos para que conozcamos a nuestra pequeña. -Froté mi pancita y ella se movió.

Por Toda La Eternidad - Erick IbarraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora