Serás Mío (Death Note yaoi)

Por StrangeTH

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ESCRIBÍ ESTA HISTORIA HACE COMO 6 AÑOS (LOS PRIMEROS), TIENE MUCHAS COSAS QUE ERAN DEL YAOI DE ESE TIEMPO. AS... Más

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 20
Capítulo 21
Dudas
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31

Capítulo 19

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Por StrangeTH

Las manos me transpiraban y temblaban con tal brusquedad que no era complejo percatarse de lo nervioso que me encontraba en aquél instante. Mi respiración turbada no ocultaba en absoluto lo alterado que me sentía allí, tan próximo a su cuerpo, encerrados incómodamente en aquel estrecho cubículo asfixiante en el que nos había introducido.

—Ryuzaki... —le nombré impaciente de escuchar algún tipo de explicación que me calzase con esta reacción tan extraña. Removí con sutileza mi cuerpo de su agarre, sin embargo, no cedió ni un milímetro—. Tranquilo.

¿Por qué, Light?, no lo entiendo —al parecer ya somos dos los que no entendemos nada.

¿Qué le pasa a la gente últimamente? Sólo hacen cosas y luego no dan explicaciones.

—Ryuzaki, yo... No sé de qué me hablas... —confesé avergonzado agradeciendo la oscuridad del lugar. Apenas había una ventanilla que nos permitía el observarnos sin demasiado detalle.

Quiero saber... —murmuró rozando los labios en mi oreja—, ¿por qué te cuesta tanto a quererme? —tragué grueso al escucharle ser tan directo. Ryuzaki, lo que quieres es desquiciarme—, ¿por qué, Light?, ¿por qué? —en realidad, creo que sí le quiero... De lo contrario, no me provocaría ninguna reacción su cercanía... Pero, no estoy seguro de que sea la forma en la que él quiere—. ¿Cuánto más tengo que reprimirme? —¿él se reprime?

Si está diciendo la verdad, no quiero ni imaginar qué haría si tuviese mi autorización.

—¿Por qué estás diciendo estas cosas, Ryuzaki? —consulté tratando de omitir la frase en la que admito que le quiero... Un poco al menos, ¿no?

—Te fuiste...

—No, no. Aquí estoy.

—Te fuiste de mi casa... Esperaste a que me quedase dormido y te largaste —ahhh así que eso es lo que él cree. Mis músculos se relajaron al escuchar aquello—. Quise despertarte en la mañana, pero vi la cama sin uso —ya sé hacia dónde va esto—, igual como te la había prestado. Fui a verte al departamento y descubrí que no llegaste, ¿dónde estabas?, ¿con quién? ¿Con Mikami?

—Primero, ¿qué tienen todos con unirme a Mikami?, y segundo, no me fui de tu casa, incluso desayuné allí —señalé un poco histérico de esa conclusión tan incoherente. ¡Su patio es como quince minutos en auto! A pie me demoraría como una hora en el caso de que me fuera con cuidado y sin que nadie me viese.

—¿Cómo?, pero no estabas en ninguna pieza. Yo me encargué personalmente de revisar todas y cada una de las habitaciones de los huéspedes —sí, bueno. Ahora debo elegir entre una verdad que duela o una mentira que le haga feliz.

¿Qué le puedo decir?

Vamos Light, piensa, piensa.

Mira, lo importante es que tenemos salud. No, no creo que esa sea una buena idea.

—Lo importante es que no me fui, ¿de verdad crees que sería tan ingrato como para largarme sin avisar? La pasamos increíble ayer, como nunca, ¿en serio crees que yo iba a abandonarte? —distanció sus brazos de mi cuerpo y me sujetó el rostro con ambas manos. Sus ojos grises estaban incrustados en mí y el corazón me comenzó a latir desbocado.

Vas a matarme —sonrió y se acercó nuevamente a mí. No alcancé a dar dos pasos hacia atrás hasta que toqué la espalda contra la pared sin poder continuar retrocediendo. Tragué espeso, conocía ese brillo en sus ojos. Chocó su frente con la mía y sentí su aliento en los labios. Di un hondo suspiro. Me cosquilleaba el cuerpo completo—, ¿puedo besarte? —una sensación de corriente me recorrió toda la espalda—, ¿puedo? —con el nerviosismo latente cerré los ojos y asentí en un murmullo. Qué estoy haciendo. Sin esperar una segunda confirmación, me agarró de la cintura con un brazo pegándome deseoso a su cuerpo y la suavidad de sus labios se encajaron en los míos sin disimular el apetito que ambos compartíamos. Siento como se quema mi garganta. Mis brazos ascienden por su cuerpo hasta rodearle el cuello. Su lengua se introdujo en mi boca y comenzó a juguetear con la mía compartiendo ese encantador sabor a menta que suele traer consigo. Me arrastró junto a él y botamos el escobillón, me pegó al muro nuevamente y a nuestros pies cayeron envases plásticos de productos de limpieza que a nadie le importó que estuviesen allí. Mi corazón vibraba, la mente se me había nublado. Separó nuestros labios en busca de aliento y al querer liberarme, mordisqueó el lóbulo de mi oreja provocándome un jadeo. Gruñó excitado y sentí sus besos bajar por la curvatura de mi cuello mientras una mano la estrujó en mi trasero.

—Ryuzaki, no, yo... Ah... —me agarré de su espalda clavándole las uñas para intentar mantenerme en pie. Es como si hubiese perdido el auto control, parece haber sido dominado por los instintos y yo trataba de hacer que mi mente y mi condición biológica de hombre estuvieran de acuerdo para acabar con esto que no estaba bien.

—Me fascinas, Light —declaró con una voz tan baja y ronca que encendió otra chispa en mi interior que me llevó a una sensación de transe.

Reacciona, Light, reacciona. Da igual, es lo que quieres tú y lo que quiere él. No está bien. Está bien si tú quieres. Si se entera de lo que ocurrió con Beyond ¿crees que estarían así? ¿Y por qué no?, después de todo, no es como si hubiesen tenido sexo.

Debo decirle, sé que lo entenderá si se lo explico... Y estaré más tranquilo.

—Light —susurró lamiéndome con suavidad el labio y provocándome un espasmo por la extraña y placentera sensación que aquello me había provocado.

A cada segundo el beso se hacía más profundo, húmedo y deseoso, como si, de alguna manera, buscase algo dentro de mí. Mi interior llameaba por su contacto.

No, basta. Trasladé mis manos hacia sus hombros y presioné con los dedos esperanzado de tener una oportunidad de detenerlo. Ambas manos me agarraron la cintura y pegaron con su característica tosquedad a sus caderas.

¡¿Por qué demonios mi cuerpo no está obedeciendo a mi lógica?!, ¡¿qué es esto?!

¿Qué haces conmigo?

Entonces podría decir que... Quizás... Tal vez... ¿Me gusta Ryuzaki?

—N... No... Ryu —sus labios presionaron los míos de forma asaltante y no tardó un segundo más en levantarme para envolver mis piernas alrededor de su anca, estrellándome con rudeza a uno de los muros bajos y estrechos del cubículo.

—Pídeme lo que quieras menos alejarte de mí —gruñó con el tono cargado de lujuria y libido que me hizo callar. Sentía los labios cansados y aun así necesitaba que continuara—. Sólo te necesito a ti para estar mejor —confesó y no pude evitar acentuar el tono rojo que se había apoderado de mis mejillas. El corazón se me va a salir por la garganta... ¿Qué es lo que me pasa? —. Amo esa carita de cachorro excitado que traes ahora... —Friccionó su miembro erecto al mío y arqueé un poco la espalda por la sacudida que ese movimiento me había causado. Nuestras respiraciones son pesadas y su aliento a menta me invade la boca por completo.

La sensación es tan embriagadora... Quizás por eso a Beyond le gusta tanto...

Mierda, Beyond. Es cierto, quería hablar de ese tema con Ryuzaki, me gustaría su apoyo si vamos a intentar que esto mejore. Lo de las drogas es algo que requiere tratamiento.

—Ya, Ryuzaki, yo... Basta —supliqué corriendo la cara a un costado para que dejase de besarme un segundo—, tengo que decirte algo, es importante —liberé cansado tratando de imponer mi voz por ese intenso trance en el cual había quedado sometido. Me ayudó para soltar mis piernas de sus caderas y me posicioné con los pies algo separados y dejando caer la espalda en el muro. Él apoyó su antebrazo en la pared sin abandonar su sobre protectora ubicación que tenía de fin el que yo no escapase.

—Dime... —emitió ronco liberando profundas y sonoras exhalaciones que se deslizaban en mis oídos. Reclinó la cabeza en la mano que estaba sujeta al muro y temblé al sentirlo tan cerca de mi cuello. Tragué grueso.


No te pongas nervioso, sólo es Ryuzaki. Sólo eso.


—Yo... —titubeé un poco avergonzado de su presencia. Mi cuerpo reacciona tan extraño a su presencia. Basta de distracciones, debo ser directo— ¿Sabes que Beyond consume drogas? —solté de golpe y se alejó un poco de mí cruzándose de brazos y torciendo el entrecejo bastante confuso.

—¿Qué tiene que ver Beyond aquí? —preguntó receloso.

—Sólo respóndeme.

—Sí —dijo calmo mientras se rascaba la nuca—, creo que desde lo once o doce años —abrí los ojos de par en par al ver la tranquilidad con la que hablaba sobre eso. ¡¿Doce años?!, ¿dónde mierda estaban sus padres y su hermano cuando esto ocurrió? —. ¿Cómo lo sabes? —bufó mosqueado. Entiendo, le maté las pasiones, pero mejor así. Un poco más y mi conciencia se va de vacaciones—. Te hice una pregunta —exigió golpeteando el suelo inquietamente con el zapato.

—Él me lo contó... —balbuceé desviando la mirada. Estoy seguro de que no me entendió.

—¿Qué cosa? —torció aún más en ceño y me dio un leve temblor en el cuerpo. Tenía la ligera impresión de que lo que se venía no era nada bueno.

—Él me lo contó —confesé hablando más claro y mirándole a los ojos, o a lo poco que podía ver de ellos.

—¿Beyond? —sonrió burlón—, ¿estás de coña? —preguntó—, él nunca habla de su vida privada. Sólo los cercanos lo sabemos.

—¿Quiénes son cercanos? —consulté.

—Bueno, Lían, yo... —se mordió el moflete por dentro— y al parecer ahora tú. Es una persona muy solitaria ahora que lo pienso...

—¡¿Estás diciendo que sabías y no estás haciendo nada para ayudarle?! —pregunté encendiéndome como un chispero.

—Eh, bájame el tonito, no soy tu madre —¿soy yo o lo que acaba de decir daba para darle un amoroso y esforzado puñetazo en la cara? Suspiré para mantenerme calmo.

—Ryuzaki, creo que necesitamos ayudarle con su adicción... —sugerí fingiendo templanza y él se rio con descaro sobre mí.

—¿Ayudarle? Oye, yo lo veo bastante grandecito como para resolver sus propios asuntos, ¿no?

—¿Cómo puedes decir eso? —espeté masajeándome la sien para evitar estallar nuevamente igual que un explosivo.

—Light —me nombró irritado—, dejando tu noble preocupación a un lado —ironizó resentido—, ¿qué instancia tuvieron para conversar? —nuevamente tragué saliva fatigado—, que yo recuerde, después de salvarte de sus garras, pasamos todo el día juntos hasta que fui a dejarte a la cama —hablaba en un tono bajo, áspero e intransigente, me hacía sentir cual criminal ocultando un delito—, ¿me equivoco?

—Sí... —abrió los ojos de par en par y me golpeé la frente por idiota—, digo no... Es sólo que... Eh...

—¿Y? —repitió la pregunta bastante turbado al tiempo que se cruzaba de brazos e incrementaba la velocidad del movimiento de sus zapatos contra el suelo. Me encontraba asustado de esa reacción, me costaba sostenerle la mirada mucho tiempo y mordisqueé mi labio inferior sin sutilezas—. Light, no quiero tener que repetir la pregunta.

—Conversamos en su pieza —escupí de golpe y algo en él llameó, sus ojos se afilaron y su ceño no podía estar más torcido. Soltó una mueca parecida a una sonrisa amarga y comenzó a tronar los dedos. Me daba la impresión de que hacía eso para no agarrarme a puñetazos—. Ese es el motivo por el que no me encontraste —revelé inseguro y un nudo se me incrustó en la garganta.

—¿Quieres decir que...? —este es el momento adecuado para utilizar el lenguaje con la mayor sutileza posible

—Me acosté con Beyond.

—¡¿Qué?! —bramó distanciándose de mí con la voz cargada de odio y un chirrido de dientes tan poderoso que me causó escalofríos. Sus músculos comenzaron a tensarse con el pasar de los segundos y una vena se le marcó en una esquina de la frente. En mi defensa, debo decir que no soy bueno diciendo cosas bajo presión.

—No es lo que piensas... —traté de explicar avanzando hacia él. Aún con miedo confiaba en que no sería capaz de golpearme. O eso quiero creer.

—¿¡No es lo que pienso!? —exclamó perdiendo toda la templanza que alguna vez reflejó su cara—, Beyond no tiene un maldito límite, ¡y tú también te estás dejando atrapar! —¿también?, ¿con quién me está comparando?

—Creo que no has entendido, no me expliqué bien —hablé en tomó suave buscando calmarlo—, sólo dormimos, sexo es lo que menos hubo allí...

—¿Estás diciendo que Beyond durmió con alguien sin tener sexo?, ¡no lo conoces de nada, estás mintiendo! —di un hondo suspiro para tratar de no perder los estribos.

—Me lo pidió, y yo estaba muy preocupado por él... ¿Recuerdas que te dije que está consumiendo drogas y....?

—¡Y caíste como un imbécil! —clamó agarrándose de mis hombros con firmeza y liberé un quejido de dolor.

—Deja de ser tan egoísta, ¡las personas no son de tu propiedad! —reclamé con fiereza antes de empujar su cuerpo hacia atrás. Me duelen las clavículas, sus pulgares me presionaron demasiado—, ¡estoy tratando de hablarte de la salud de TU hermano!

—Es una lástima que esa cosa tan repugnante tenga lazos sanguíneos conmigo —declaró y algo en mí se prendió al escucharlo. Beyond tenía razón acerca de Ryuzaki, sólo es un egoísta que no se preocupa por nadie que no sea así mismo, y yo... no soy más que uno de sus caprichos. Fui un imbécil.

—¿Te das cuenta de lo que acabas de decir?, ¡estamos hablando de tu GEMELO! Nunca nadie podría construir un lazo tan fuerte como ese, ¿no lo entiendes?

—Es un imitador deficiente, envidioso y con complejo de puta... —musitó con inquina y ese comentario fue la gota que rebalsó el vaso.

Beyond me lloró al hombro anoche revelándome lo solo que se sentía, lo inferior que se encontraba en comparación a su hermano y lo mucho que odiaba su vida. Las drogas no son para Beyond diversión como dijo en un principio, sino un escape porque odia su realidad. Ryuzaki tendría que ser el primero en preocuparse de crearle un espacio en su mundo. No permitiré que hable esas cosas tan desagradables delante de mí, yo lo voy a proteger.

—Deja de hablar así de él —dictaminé firme siendo finalmente capaz de sostenerle la mirada sin temor.

—Ahora lo vas a defender —comentó burlón en una mueca—, ¿qué?! —dijo paseando su mano inquietamente por la barbilla— ¿te la mamó bien anoche?, ¿es eso?

—¡Escúchate, Ryuzaki!, deja de ofender.

Tienes razón —comentó relamiéndose los labios— me he pasado diciendo eso —estaba a segundos de calmarme—. Al menos las putas cobran... —basta ya, no razono con gente necia. Estoy cansado, agobiado y asfixiado.

—No sé cómo pude llegar a pensar que me gustaba alguien como tú...

—¿Qué? —preguntó extrañado abriendo los ojos de par en par.

—Eres peor que basura, y no quiero volver a verte —sentencié. Intentó tocarme y de un empujón lo moví para lograr salir de allí. Cayó al piso y agarré la manija de la puerta—. Felicidades, me has perdido, vete al infierno, y déjame en paz.

Sentía que el corazón se me había hecho pedazos, sin embargo, no volteé cuando escuché que gritó mi nombre. Ryuzaki eres el mayor de los tontos, ¡siempre lo arruinas todo!

Agradecí el que todos los estudiantes estuviesen en sus clases.

Me encontraba corriendo tan absorto en mis pensamientos por los pasillos que con algo de suerte pude detenerme al ver a una persona con la que estuve a un paso de estrellar.

—Oh, Light, al fin te encuentro —habló una voz muy conocida que provenía de una mata de cabellos negros—, ¿sucede algo?

—¿Beyond? —pregunté en cuanto lo visualicé—, ¿qué haces aquí?

—Pues bueno, resulta que hoy en el Instituto teníamos un viaje, al Museo Británico de Londres, pero como casi siempre me escapaba... —balbuceó avergonzado— no me enteré —se encogió de hombros despreocupado—. Así que me retiré y aproveché de hacerte unas galletas —sonrió emocionado y yo aún no acababa de asimilar las cosas.

—¿Qué? —consulté todavía sin espabilar.

Si te preguntas cómo me dejaron entrar, pues... El Instituto es de mi papá, así que jamás me niegan la entrada, a pesar de que casi nunca vengo. Antes acudía más seguido, a buscar a Ryuzaki para que hiciésemos algo, pero cuando comenzó a salir con su novio dejó de hablarme. A veces ni me avisaba y se iba con él, me dejaba esperando bajo la lluvia inviernos completos —rio—, me resfriaba mucho —escucharlo decir este tipo de cosas con naturalidad me provocaban un dolor punzante en el pecho —. Dejando eso de lado —dijo quitándole la importancia—. Hice galletas, bueno, ya, no "hice" las galletas, las compré, pero sólo la base —comentó mientras buscaba algo dentro de su bolso—. Fui a tiendas de decorado y conseguí eso más varias clases de chocolate para derretir —de su mochila sacó una bolsita de papel transparente con diseños de estrellas, en la punta, una cinta roja y dentro, galletas. Me las entregó y sonrió orgulloso—. ¿Sabes que cuando estás en la cocina debes ocupar guantes?, me quemé varias veces con las tazas en las que dejaba derretir el chocolate —se rascó la nuca un poco avergonzado y yo seguía sin moverme un milímetro—. Los decorados son muy entretenidos, algunos tienen las iniciales de tu nombre o apellido. Es realmente divertido hacer cosas para otro. No podía esperar para dártelas, espero que te gusten... —estaba petrificado, conmovido de escucharle, y esos ojos no paraban de sonreírme. Parece que la ternura entre los gemelos no se repartió de forma justa. Ver esto me hace recordar la razón por la que decidí defenderlo.

—Beyond... —hablé apenas y él enarcó una ceja ofendido por mis atrasadas reacciones.

—Si no las quieres ¡no importa! En realidad, no me gusta perder el tiempo —sonreí al verlo avergonzado—, estaba mintiendo. Me voy —giró sobre sus talones indignado por mi falta de expresión —, ¡en realidad no me...! —aun sonriendo, y con extrema delicadeza, le agarré de la cintura atrayéndolo hasta mi cuerpo posicionando mi cabeza levemente sobre la curvatura de su cuello—. L....Light...

Gracias... —murmuré cerca de su oído— De verdad, son perfectas —se giró con torpeza y rapidez. Lo estreché a mi cuerpo, una vez más le agradecí al tiempo que lo liberaba de mis brazos y en cuanto nuestros ojos se toparon su rostro se ruborizó más de lo que él hubiese querido.

—No es para tanto —dijo frunciendo el ceño sonrojado intentando aparentar que no le importaba lo que yo dijese.

—Vamos a probarlas, ¿vale? —asintió cruzándose de brazos aparentando rudeza y falsa indiferencia, pero cuando la ya tenía rozando los labios su expresión reflejaba la más pura expectación—. Hmm... ¿Esta es de chocolate amargo? —asintió—. A pesar de que no soy muy fan de lo dulce, este sabor es mi debilidad —sonrió con los ojos brillosos. A veces sólo necesitamos una oportunidad para demostrarle al resto de lo que somos capaces.

¡Qué escena tan conmovedora!, de verdad, me hacen llorar —el sonido de unos aplausos cínicos nos molestó en el oído—. Así que por... ¿Eso me dejas? —escuché una voz incrédula tras mi espalda y con Beyond nos miramos antes de direccionar la vista hasta esa escalofriante imagen. Torcí el entrecejo.

—¿No te había dicho que me dejases en paz? —reclamé.

—Así que no sólo mi hermano es una ramera sin futuro, también lo eres tú —soltó en una mofa y sonreí.

Usted es patético, Gran Ryuzaki —escupí forzando una sonrisa.

—¿Disculpa? —preguntó quitando la mueca sin ser capaz de sostener más tiempo su hipocresía.

—Lo que ha oído. ¿Por qué no se va?, no es bienvenido aquí.

—¿Quieres dejar de tratarme así? —alegó—. Tú y yo tenemos un tema pendiente del que hablar.

—Ya dije todo lo tenía que decir —sentencié.

—Pues yo no —argumentó.

—Déjalo en paz, Elle, Light no tiene la culpa de que seas un dolor de culo —declaró Beyond visiblemente irritado.

—Oww... —liberó regresando su molesta sonrisa— ¿Va a venir a ladrarme tu perra, Light?

—Ya te jodiste, imbécil —bramó Beyond antes de abalanzarse sobre Ryuzaki y estrellarlo con fiereza hacia el suelo. Un ruido estrepitoso se escuchó cuando Ryuzaki impactó la espalda.

—¡¿Por qué mierda siempre quieres tener todo lo mío?! —reclamó Ryuzaki dándolo vuelta y quedando sobre él. Elevó la mano para darle un puñetazo, pero Beyond lo esquivó y levantó el brazo golpeando con el codo a Ryuzaki en el cuello.

—Ya basta —grité deseando que no se hicieran daño. Como es costumbre en estos casos, nadie me escuchó.

—¡¿Por qué coño la gente te ama tanto si eres tan despreciable?! —se quejó Beyond impactándole el puño en la mejilla. Ryuzaki soltó un quejido, pero le devolvió una patada en el pecho que lo lanzó hacia los casilleros.

—Sólo eres una puta barata —declaró Ryuzaki agarrándolo del cuello de la camisa.

—¡¿Ah, sí?! —comentó Beyond sonriente—, pues yo te vi acostándote con más de la mitad de este instituto, y adivina, no te vi cobrar —ahora que lo menciona, es un poco descarado de su parte. Le empujó y nuevamente comenzaron a forcejear.

—Cállate.

—Tú primero.

—Eres un arrastrado.

—Y tú un desgraciado.

—Eres un marica que va detrás de los hombres pidiéndoles si puedes lamerle la polla.

—¡Ah, verdad que Light tiene vagina!

... Me reservo el derecho a comentarios.

—¡¿Quieren parar?! —grité. El bullicio se estaba escuchando tanto que me preocupaba que alguien viniese a presenciar este espectáculo.

—¡Infeliz!

—Hipócrita.

—Ridículo.

—¡Te odio!, ¡no debiste haber nacido!

—Me importa una mierda, ya estoy aquí —escupió Beyond exasperado, sin embargo, eso no evitó que empezase a lagrimear. Esas palabras son más fuertes de lo que aparentan.

Ambos rodaban por el piso y yo traté de seguirlos. Tampoco me emociona recibir un puñetazo. Me detuve cuando escuché el sonido de pasos aproximarse.

—¡Si se van a agarrar a puñetazos que no sea aquí, es peligrosos!

—La institución cuenta con su ayuda, es un orgullo para mí saber que volverá a estudiar en este lugar. Se le ha extrañado un montón —es la voz del inspector. Mierda.

—Baboso, ¡tú fuiste quien se comió esa torta y a mí me culparon! —clamó Ryuzaki a segundos de dirigirle una patada a Beyond, el cual la agarró mientras venía e hizo a Ryuzaki perder el equilibrio.

—¿Y qué?, ¡dime, ¡¿quién fue el imbécil que llenó la casa de babosas diciendo que eso ayudaría a dejar los muebles brillosos?! —hermanos... No hay más explicación. Antes de lograr meterme en medio para separarlos, veo dos sombras expectantes.

Los hombres se quedaron frente a nosotros mirándonos fijamente y entré en pánico. Sé que no pueden sacar a ninguno de los dos del Instituto, pero a mí sí me pueden echar. De los que estaban allí, uno era el inspector, el otro, era un chico alto, de abundante cabello castaño, casi rubio, con cuerpo modélico y facciones finas. Nunca lo había visto en mi vida, pero se le ve distinguido, serio. Era realmente un hombre hermoso, tiene ese tipo de rostro que le serviría para ser un actor, o cantante aclamado por las chicas.

—¿Ah, sí? ¡Pues recuerda que tú...!

—¿Ryuzaki? —preguntó el chico en tono suave al ver al par de hermanos tirados en el suelo absortos en su afanosa discusión —, ¿Beyond?

¿Les conoce?

Amos quedaron inmóviles, y giraron sus rostros pálidos frente a ellos.

—Hideki... —musitó Ryuzaki cayendo de espaldas.

—Ryuga... —murmuró Beyond parándose firme con los ojos desorbitados.

¿Él es... Hideki Ryuga?

El rostro de Ryuzaki se había deformado, de su valentía, templanza y mofa sólo quedó un chico pequeño que pareciera estar a segundos de llorar. Sus miradas se cruzaron y podía verlo temblar, en cambio, ese tal Hideki Ryuga, lo miró con indiscutible indiferencia, incluso, con algo de desdén.

Beyond frunció el entrecejo, se le veía molesto cuanto direccionó con firmeza su cuerpo a aquél chico.

—Beyond, ¡qué alegría verte! No tienes idea de lo mucho que te he extrañado —le sujetó de los hombros sonriente mientras le besaba la frente. Beyond chasqueó la lengua asqueado dándole un empujón.

¡¿Cómo te atreviste volver?! —le gritó segundos antes de regalarle una fulminante bofetada que hizo eco en el lugar. Ryuzaki, el inspector y yo quedamos perplejos al ver aquello.

Pero... ¿Es que Hideki no era el ex de Ryuzaki? Entonces... ¿Por qué Beyond...? ¿Será que por eso ambos se tienen tanto rencor?, ¿Hideki y Beyond habrán sido amantes?


No entiendo... ¿qué es lo que acaba de ocurrir?


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El de la foto en multimedia es Hideki Ryuga. En el anime no apareció demasiado, probablemente es por eso que no se acuerdan.

Sí, lo sé, pareciera que estoy separando a la pareja principal, pero no desesperen, todas estas cosas son necesarias para el desarrollo de la historia y aún quedan varios secretos por revelar. Lo que no mata la relación, la hace más fuerte. No demoraré tanto el resolverlo, de lo contrario shippearé demasiado a LightxBeyond y eso no me puede ocurrir D,:

Veo que quieren saber qué oculta Light en sus cajones 7u7...

Es mi idea, ¿o algunas de ustedes se leen el capítulo más de una vez? XD Las adoro, gracias por acompañarme en cada episodio, sé que es complicado porque suceden cosa que ustedes no quieren, pero bueno, así me ha tratado la vida ;-; ha de ser la costumbre

Las adoro con toda mi alma, y gracias por motivarme a continuar

Por último, muchas gracias a SamiChanWorld que se dedicó amablemente ha hacer una portada para mi historia :3

StrangeTH

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