POV CHRISTIAN
Veo como los detectives sacan sus armas y apuntan hacia el lugar. Me dirijo hacia ellos.
- No quiero armas aquí. Si mi bebe esta allí adentro no quiero que corra peligro, prefiero negociar antes que un enfrentamiento. Lo primero es salvaguardar la vida de mi hija.
- Sr. Grey pueden estar armados, podría ser peligroso también para nosotros. No sabemos los que nos espera adentro. Estamos entrenados para estas situaciones, para nosotros también es prioridad la vida del rehén además nosotros tomamos las decisiones aquí, estamos a cargo del caso. – me responde Clarck insolente. ¡Quien se cree este imbécil¡
- No se equivoque detective, mi personal está más que preparado para enfrentar esta situación, si los llamamos fue más por protocolo, pero el que toma las decisiones soy yo y mi jefe se seguridad, porque es mi HIJA y es mi casa- Me acerco a él amenazante- si entran allí armados y algo le pasa a mi bebe así sea un maldito rasguño les juro que van a saber hasta qué punto llega mi poder para hacerles su vida miserable. – Le respondo molesto.
- Sr. Grey no estamos en su contra, solo queremos rescatar a su hija.- Me contesta ahora Garrity defendiendo a su compañero- Podemos entrar sin las armas, pero si la situación lo amerita tendremos que usarlas- este último tiene más años y por lo visto más experiencia.- No se preocupe su hija es nuestra prioridad también. Clark- Le hablar ahora a su compañero, instándolo a bajar el arma, este último le quiere replicar - Clark baja el arma.
Por fin este último cede a regañadientes.
- Taylor. – Le doy vía libre a que dirija el ingreso al embarcadero.
El abre la puerta y entra junto a Sawyer seguido de los detectives y por ultimo Stuart y yo. Aunque las luces están apagadas, la noche es clara y se puede ver fácilmente el interior. Taylor se va por el costado derecho inspeccionando el lugar. De repente le señala un rincón a Sawyer, este se mueve al sitio, se agacha y puedo ver lo que llamo su atención ¡Es Prescott! Esta tirada en el piso, con sangre en su rostro. Sawyer le toma el pulso y le hace una señal afirmativa a Taylor, este último sigue entrando en la instancia, todos quedamos quietos cuando escuchamos a mi bebe llorar, en mi pecho hay una mezcla de sentimientos la tranquilidad de saber que está a pocos metros de mí y angustia de saber que pueden hacerle daño. rápidamente el sonido desaparece y no es fácil ubicarla en el lugar.
Taylor señala el segundo nivel y empieza a subir los escalones cuando escuchamos de nuevo a mi princesa llorar, esta vez el llanto es muy fuerte y el sonido proveniente de la columna detrás de las escaleras, cerca del bote. Taylor señala a Sawyer para que rodee el barco y salga por el otro lado, cuando ya está ubicado este último Taylor le hace una señal y ambos avanzan al sitio. Mi bebe sigue llorando inconsolablemente, mi corazón late muy fuerte este es el momento de la verdad, mi boca se seca y escucho un estruendo que me hace estremecer.
- ¡NO SE ACERQUEN MAS! O SI NO LA DEJO CAER AL AGUA.
Y esa voz me hiela la sangre. Doy varios pasos para enfrentarme a la silueta de la mujer que me ha quitado a mi hija y amenaza con hacerle daño. Entre toda la locura que tolere de ella, nunca creí que me hiciera algo tan cruel como esto.
Leila esta parada junto al barco con mi hija en brazos, con una de sus manos tapa su boca, mi bebe mueve sus piecitos y puedo ver sus ojos rojos por el llanto al igual que su rostro.
- Por favor no le hagas daño.- Le pido mientras camino hacia ella despacio.
Ella repara en mi presencia, pero sigue pendiente de Taylor y Sawyer.
- NO TE MUEVAS.- Me dice - NO SE MUEVAN les advierte a los hombres que están a su lado SOY CAPAZ DE HACERLO.- Me grita y mi miedo se convierte en terror, ¡ella quiere vengarse de mí!, quitándome a mi bebe. Siento un escalofrió por toda mi espalda.
- Leila. Cálmate esto no tiene nada que ver con ella. Dámela te prometo hablar contigo- Le pido tratando de conciliar con ella.
- Ahora si quieres hablar conmigo ¡VAYA! Que cambio, cuando me pusiste la orden de alejamiento, recuerdo que te rogué y no quisiste hacerlo. Crees que soy imbécil, que vine hasta aquí para NADA. Tú no te mereces todo lo que tienes. TU y tu linda familia van a saber lo que es perder.
- LO SIENTO. Sé que te hice mucho daño y jamás me perdonare por todo lo que paso, pero por favor no hagas esto. Ella no tiene la culpa, es una bebe – doy un paso hacia ella.
- NO TE MUEVAS.- ella retira su mano de la boca de mi hija, y el llanto de mi bebe resuena por todo el lugar, siento una punzada en mi pecho cuando la veo estirar sus bracitos hacia mi.-Nunca has entendido lo que me dolió, yo ni siquiera tuve la oportunidad de conocerla, de tenerla en mis brazos y ese va a ser tu mayor dolor conocerla y luego perderla.
- ¿QUE QUIERES LEILA?- Le grito impotente.
- TU no tienes NADA que me interese, solo quiero que vivas en el INFIERNO en el que yo vivo. NO ME IMPORTA TU HIJA. ASI COMO A TI NO TE IMPORTO LA MIA.
- ¡NO POR FAVOR!- De nuevo entro en tensión, cuando escucho a mi Nena, está detrás de todos. LEILA NO LO HAGAS. – Camina hacia ella destrozada.
- NO TE ACERQUES MAS. – Le grita y mi hija llora más fuerte al ver a su mama, ahora es a ella a la que con su llanto y brazos le pide que la tome. Ana para en seco y en sus ojos puedo ver el dolor y la impotencia.
Yo nunca estuve más desesperado en toda mi vida, las dos mujeres de mi vida están separadas por un pasado que quiere cobrar mis errores.
- Ahora puedo entender tu dolor Leila, ahora que soy MAMA puedo hacerlo, te veo con mi bebe en tus manos y estoy aterrada de no volver a verla. Si le haces daño a nuestra hija Christian y yo estaríamos destrozados, pero eso no te hará sentirte mejor, NUNCA nada lo hará. Christian ha vivido en el infierno del que hablas, se ha castigado, pero el tampoco podrá borrar nunca lo que hizo. No le hagas daño ¿Crees poder vivir con esa culpa? Es un ser inocente.
Las palabras de Ana, me llegan a lo profundo de mi corazón, me dejo caer de rodillas frente a Leila y ella se queda callada.
- Leila, sé que lo que hice no tiene perdón- Mis lágrimas caen por mis mejillas- yo mismo no lo hago pero por favor devuélveme a mi hija.
- BASTA. Esas son solo palabras.- ella pasa saliva- Casi me hacen llorar Christian– Se burla de nosotros.
Mientras está concentrada en nuestras palabras veo como Taylor la toma por detrás inmovilizándola, coloca su brazo alrededor de su cuello, en segundos Sawyer está a su lado sosteniendo a mi bebe. Me paro como puedo
- DEJENME. MALDITOS – Leila logra articular con dificultad
- SUELTELA – Le grita Sawyer tratando de liberar a mi hija de sus brazos.
- LIBERE A LA NIÑA– Ahora es Taylor el que grita y hace más fuerza en su cuello.
Corro hasta donde están ¡Mi hija llora y grita! ¡Dios! – Todo en el lugar es una locura... Sawyer al fin logra liberar a mi bebe y me la entrega con prontitud, abrazo a mi hija, y la alejo unos pasos de donde Taylor inmoviliza a Leila en el piso.
Levanto la cara buscando a mi esposa, ella corre hacia mí y le entrego a nuestra bebe, mi nena la toma con profundo amor y la coloca sobre su pecho, mi bebe llora muy asustada, ambos la contemplamos, reviso todo su cuerpo, mi hija tiembla, y veo con rabia como su pijama esta mojada por todas las lágrimas derramadas, en su cachete izquierdo mi bebe tiene varios cortes y marcas que esa mujer hizo en su carita al tratar de callar su llanto. Ana la toma de la mano, intentando tranquilizarla, le da muchos besos sobre su cabecita pero mi bebe no se calma.
- Te amo Mi Nena. Ya estas con tus papas, no llores. – Ana me mira desesperada por no lograr calmarla- Yo acaricio a mi hija en su mejilla, la beso en la frente tratando de calmarla, abrazo a mis dos mujeres, agradecido por tenerlas de nuevo. No me importa lo que pase a nuestro alrededor, todo el ruido desaparece y solo me concentro en la respiración de ambas cerca de mi corazón. - Ven vamos a la casa. - la libero poniendo mi mano al final de su espalda.
- Christian esta fría, está temblando. – Ana me habla con dificultad sus lágrimas le impiden hacerlo.
Me quito la chaqueta rápidamente y la coloco sobre mi hija, las llevo a la casa. Ana y yo no nos decimos nada, creo que por ahora es momento de calmarnos ya abra tiempo para hablar. Dejo a mis mujeres con mi madre, le pido que la revise mi hija aún no se calma.
Salgo de la casa y veo gran actividad fuera de ella, varias patrullas de policía, una ambulancia posiblemente para Prescott, me pregunto como estará? a lo lejos veo que los detectives traen a leila esposada. Me acerco a ella furioso, ella me mira con una sonrisa en sus labios.
- TU. NO TE VUELVAS A ACERCAR A MI FAMILIA.- Taylor y Sawyer me sujetan para que no haga una locura- MALDITA LOCA
- ¿O QUE?- Me grita incitándome, me tiro sobre ella y en este momento no me importa si es una mujer- Taylor me inmoviliza:con ambos brazos, evitando que la golpee.
- O SI NO TE MATO.- Me muevo logrando acercarme a ella lo que más puedo.
- Ellos no van a parar hasta lograrlo- Me susurra para que solo yo escuche.
- ¿Quiénes?- Le grito
- Sr. Grey por favor contrólese – me replica Clark.
- USTED más bien dedíquese a su PUTO trabajo IMBECIL.
Taylor me retira del lugar, y me acompaña a la casa.
En mi mente no paran de sonar sus palabras una y otra vez.Ellos no van a parar hasta lograrlo.! Ya vamos a verlo! no saben con quien se están metiendo, por mi familia soy capaz de cualquier cosa. Luego de tomarme un bourbon con Elliot y mi padre, voy a mi habitación quiero verlas.
Me encuentro con Ana amamantando a mi hija, acostadas en nuestra cama. Ella le canta y mi hija la mira concentrada. Me pongo un pantalón de chándal, lavo mis dientes y vuelvo con ellas a la cama, esta noche todos necesitamos compartir la misma cama. Ana me pide el favor de sacar sus gases, y lo hago con todo el amor, aprovecho mi oportunidad para acariciarla mientras lo hace.
- Te amo mi Nena. Eres lo más lindo que me ha pasado en la vida. Te prometo que te voy cuidar todo el tiempo que dios quiera regalarme.
La acuesto en mitad de la cama, mi hija duerme tranquilamente.