Una nerd con doble identidad.

By Kixrr_

431K 22.6K 2.4K

Solamente quería tirar mi birrete al aire cómo cualquier persona normal lo haría. Nunca pensé que eso conllev... More

0| UNCDI
UNCDI: Personajes.
1 |... iré de nerd.
2| No soy nadie.
3| La "heroína" del cuento.
4| Se me nota todo.
5| Lo harás sola.
6| Por favor, detente.
7| Me enredo y caigo.
8| No debe de ser nada bueno.
10| No le diré a nadie.
11| Tenemos que apoyar a nuestro equipo.
12| Nunca lo había probado.
13| Necesito hablar contigo.
14| Me gusta lo diferente.
15| Necesito calentarme.
16| Vamos a hacer algo.
17| Gracias, me ha gustado el rato.
18| Ella esta...
19| Quiero jugar futbol.
20| Me va a escuchar.
21| Una despedida diferente.
22| ¿Rosebeth?
23| Sus labios no me gustan.
24| Maneras de hacer el amor.
25| Tatuado en mi corazón.
26| Roarrr
27| Felicidades, cariño.
28| Hazlo por mí, detente.
29| Te quiero.
30| El discurso.
31| Cerrando el ciclo.
32| Tres contra el mundo.
Epílogo.
Escenas extras.
Escenas extras 2 | Boda.

9| ¿Insulina?

12.6K 699 143
By Kixrr_

Liam

Los exámenes para saber mi aptitud y desarrollo académico, que son los mismos que me ayudan a entrar a la universidad, no han sido para nada difíciles. Ahora mismo me encuentro en un salón con cinco o seis chicos más, todos con lo mismo y si no es lo mismo, algo parecido. Necesitamos merendar— o al menos yo— y con los exámenes no podemos hacerlo. No a menos que estemos en un "salón especial" con certificación medica y que nos supervise alguna persona asignada del gobierno para hacerlo. Tienen que monitorearnos de que no hagamos trampa y saquemos un celular. Puff, babosadas. Soy lo suficiente inteligente como para no requerir a eso.

Ya es hora de almorzar y también de reunirme con mi clan de hermanos: Ub y Jake. Les envió un mensaje por el chat avisándoles que voy a la cafetería. Al llegar a mi destino puedo ver a los del equipo comiendo, en dos semanas tenemos juego y para mi suerte va a ser aquí, en el colegio. También falta una semana para Halloween, se hará una fiesta de disfraces en el colegio también. Y ambas cosas me gustan ya que ambas tienen algo en común: fiesta.

El silencio se hace escuchar al yo entrar en la cafetería y luego de llegar al mostrador de órdenes, vuelve a surgir el ruido. Es gracioso como la gente hace eso... jamás le pedí o exigí que lo hicieran, pero al todos enterarse que era el capitán del equipo y al ver que yo exigía mi respeto — ya que antes de ser el capitán, les gustaba molestarme — decidieron respetarme y "temerme".

Tomo la comida "saludable" según el entrenador y mi madre, para tomar rumbo hasta la misma mesa de siempre. Esa en donde están los idiotas del equipo.

—Hey chicos. — digo para saludar a todos y a nadie en general. Ja — ¿Qué les pareció el examen?

—Estaba difícil. —habla Joel haciendo una mueca de desagrado.

—Venga hombre no seas cerrado, estaba súper fácil. — acota Will mirándole mal — El que es bruto, es bruto.

Error. No debí de haber preguntado eso.

—Ay perdón, se me olvidó que tenemos a Albert Einstein aquí en carne y hueso. — dice John entrando a la discusión.

—No es que yo sea inteligente, es que ustedes son muy brutos. — William se defiende. Y por primera vez en toda mi vida, estoy de acuerdo con él. Ellos son demasiado de brutos, académicamente hablando.

—Chicos, detengan ya la discusión, parecen gatas en celo. — hablo intentando calmarlos.

—¿Qué? ¿También vas a decir que somos brutos? — pregunta Joel con el ceño fruncido.

Se hace un silencio que lo encuentro totalmente inesperado y todas las mirada de los chicos, se centran en mí. No contesto nada porque sé que cualquiera de las dos cosas que conteste, a uno de los dos le va a molestar.

—Ves, Liam piensa igual que yo. — habla William —Y por favor, acepten que son unos brutos.

Todos hablan al mismo tiempo, haciendo que nos ganemos varias miradas de las personas que están a nuestro alrededor. Mientras lo hacen, yo observo el panorama que hay en la cafetería; en la en la puerta está Azul entrando. Su cabello fielmente peinado en una trenza y su hermosa piel blanca es algo maravilloso. Cuando la vi por primera vez, se veía tierna mirándome confundida con esos enormes espejuelo, escondiendo el hermoso color de ojos —que me he detenido de observar—. Me encantó la manera en la que escapó de la presentación frente al salón.

Ayer, mientras miraba mis redes y testeaba por el chat del equipo, escuché como lloraba en el balcón de su cuarto. Lloraba y sollozaba desgarradoramente, cosa que no me agrado aunque no me guste admitir esto último. Solo me quedé atrás de la puerta escuchando y preguntándome por qué lloraba... aunque una de de las razones sé cuál es.

—Liam. — la voz de Kelly hace que rápidamente mis pensamientos se esfumen — Hace un rato te estoy hablando y no me estás haciendo caso, ¿En qué pensabas?

—En nada. — miento — ¿Qué me decías?

—Ven, quiero que me acompañes un momento. — me jala del brazo ayudándome a levantar de manera desesperada. Casi me tropiezo con la mesa y silla. Todos los presente me siguen con la mirada y mientras hacen eso, yo alzo mis hombros sin entender nada.

Ella me guía por los pasillos del colegio, deteniéndose en la puerta del salón en donde me había encerrado la otra vez con Azul.

—Liam, no has querido tocarme en estos días. ¿Qué está sucediendo? — habla en tono dolido, pero coqueto.

—He estado estudiando, amor. Ya sabes, para tener una buena calificación. — le contesto intentando no sonar brusco.

—Quiero tener sexo contigo, que me toques y me hagas el amor. — me informa paseando sus manos por mi pecho — Además, tienes el dinero suficiente para costearte cualquier universidad. Deberías de hacer algo mejor: ...introducir tu pene en mi.

—No estoy de humor para esto, Kelly. — comienza a quitar el botón de mi pantalón — ¡Detente! — tomo sus muñecas y las aparto de mis pantalones.

Nunca he negado que Kelly en la cama es muy buena y que haciendo travesuras con su boca, lo es aún mejor, pero no quiero hacer nada con ella. No tengo ánimos para esto.

—No me gusta que quieras hacer las cosas a tu manera. Si te he dicho que no, es no, ¿entiendes? — le hablo de manera seria subiendo mi zipper — Te llamaré después.

Me mira mal y bufa enrollando sus manos en su pecho. Alza y taconea su zapato haciéndome reír, está haciendo una escena de rabia. Me gusta mirarla hacer esto, es gracioso. Salgo del aula para rápidamente ver mis notificaciones. Agradezco enorme mente que no haya tenido una erección como aquella vez del balcón bajo la lluvia. Uff.

Saco mi celular viendo si tengo algún mensaje.

~Jake: Bro, te estamos esperando en la cafetería, ¿dónde estás? 11:42 a.m.~

~Ub: Llevamos diez esperándote, ¡avanza!!! 11:45 a.m. ~

Camino con destino a la cafetería para encontrarme con los chicos que rápidamente se acercan a mí.

—Hey, ¿dónde estabas? — me pregunta Ub.

—Deben de imaginar... — Jake gira sus y Ub ríe sin gracia.

—¿Comiste?

—Casi no he tomado bocado. Vayamos a la mesa.

Tomamos asiento en la misma mesa de siempre, hablando de los ejercicios de los exámenes. Ambos tienen el mismo pensamiento: que estaban difícil. Yo pienso todo lo contrario, pero me quedo callado sin acotar nada.

A los minutos Kelly entra a la cafetería y sé por como camina, que está molesta. Esta vez, no se dirige a la mesa en donde está su grupo de amigas, sino que va a donde está mi querida vecinita.

—¿Qué tanto velas a Kelly? — Jake dirige su mirada a donde yo lo hago.

—Es mi novia, se supone que lo haga ¿no? — pregunto irónico.

—Sabes más que eso, Liam. — habla con una sonrisa enorme en su rostro. Odio cuando se pone así, intentando ser el psicólogo de nosotros.

Cambió mi vista de Jake a la mesa dónde está mi vecina para ver que Kelly le hala el antebrazo. De alguna manera me molesta que le traten mal, cuando el único que puede hacerlo soy yo. Sé que no es la manera ni la forma de hacerlo, pero así es como me gusta llamar su atención. Nunca trato mal a las personas, no suelo hacerlo, pero con Azul es distinto.

Tomo mi mochila con rapidez y salgo de la mesa antes que Jake comience con su charla y babosadas. Tropiezo con un pequeño cuerpo, en el sentido literal. El olor a trópico llega a mi nariz y ese olor le pertenece a una sola persona.

—Di-disculpa — habla sin mirarme para rápidamente tomar las cosas que cayeron en el suelo.

Alza su cabeza y sus ojos color azul, a pesar de que están bajo esos espejuelos, me hipnotizan. Está sonrojada y eso me gusta, me gusta ser el causante de eso. Sé que algo en mi cambió luego de besarla y por esa razón es que tengo que echar tierra para enterrar eso antes de que sea tarde.

—¿Tan torpe eres que no puedes caminar y mirar hacia adelante? — me mira mal antes de pasar por mi lado y rozar mi hombro. Antes de que continúe con su camino, le tomo el antebrazo para detenerla. En su rostro hay una marca roja, cosa que me hace molestar. Yo podré tratarle mal, pero jamás recurría a la fuerza y físico. No, eso no.

—¿Quién? — le pregunto confundiéndole.

—¿Qué? — refuta ella de vuelta.

—¿Quién te hizo eso? — pregunto con mi tono de altivez. Alzo mi mano para atreverme a tocar su rostro, pero antes de hacerlo, me detengo. Necesito controlarme.

Se suelta de mi agarre con fuerza para irse con rapidez. ¿Por qué diablos me siento tan diferente cuando se trata de Azul? No me gusta tener que estar gastando mis pensamientos en ella, pero ella es lo único que aparece en mi cabeza. Todavía recuerdo cuando tuve la suerte de apreciar sus senos... tuve que llamar a Kelly para resolver mis problemas.

Azul

¿Por qué me pregunta que me pasó? ¿Desde cuándo le importa algo que tenga que ver conmigo?

Miro mi reflejo en el espejo del baño para luego acariciar la marca del día en que me caí. Arreglo mi espejuelos mientras veo la marca de hace un rato que me ha salido por culpa de Kelly y sus amigas. Me hierve la sangre tener que soportar esto y no hacer nada. Quisiera arrancarle el cabello y con él, hacerme un abrigo de pelos. No estaría mal, le llamaría al abrigo: Kelly.

Estamos a una semana de Halloween. Según lo que he escuchado en dos semanas hay un partido, vendría siendo ya para noviembre. Me siento ansiosa por eso, quisiera ver a los chicos en acción, especialmente a Christian y Jake.

La clase siguiente a almuerzo es Gimnasia ya que la han cambiado de horario por hoy. En silencio y sin mirar a nadie, entro a mi respectivo asiento.

—Buenas tardes alumnos. Hoy tengo varias cosas que decirles. Como saben la semana que viene se celebra Halloween. ¿Qué habrá esa semana? — dice mirándonos. Están todos los alumnos de mi clase, incluyendo a Liam. — El viernes para ser exacta se hará la fiesta de disfraces. El jueves se estará llevando a cabo un baile. ¿Qué quiero decir? El baile no necesariamente tiene que ser con zapatillas de ballet o algo así — Jake me mira — Haremos un baile y punto. Necesito tres parejas y es obvio que las escogeré yo. Los restante del grupo estarán haciendo una obra, para nosotros mismo, o sea en este salón. El baile, que espero que quede perfecto, lo presentaremos frente a todo el colegio el jueves y para concluir con la semana, el viernes es la fiesta de Halloween.

Ugg. Giro mis ojos. De mala suerte me toca bailar, lo sospecho. Se escuchan murmullos por todo el salón.

Una chica que por cierto es amiga de Kelly alza su brazo. La maestra le indica que hable.

—¿Valdrá nota?

—¡Pues claro! Dos notas para todo el que participe en la obra, obvio esto no es obligatorio. — mira a todos — Imagino que se preguntarán "¿Por qué haremos un baile o la obra?" Les contestaré, esta semana se celebra aparte de Halloween, la semana del baile y los ejercicios. Necesito que saquen su libreta y en un pedazo de papel escriban su nombre. — mira nuevamente muy seria —¡Rápido! — saco un papel y escribo con una letra cursiva bastante bonita.

En un frasco de cristal echa todos los papeles. Lo bate varias veces y saca el primero.

—Muy bien — lee el papel — Roxana, es la primera. — vuelve a meter su mano — Liam, Jace, Peter, Joane y por último, Diana. — veo como Kelly rueda los ojos y refunfuña — Estos son los que harán el baile. Mañana empezaremos a hacer un plan. Nos reuniremos el sábado y luego lunes, martes y miércoles practicaremos en el teatro después de clases. Igual para los de la obra, solo que practicarán aquí porque la obra será para nosotros mismos. — camina al rededor de los asientos — Yo sé que tú Liam perteneces al equipo pero esto es más importante, por ahora. La semana después de Halloween es el partido pero no te preocupes, practicarás también para el partido.

La maestra continúa con la clase como normalmente lo hace. Las niñas que practican gimnasia van al respectivo lugar y los niños al área del gimnasio a hacer las actividades de chicos. Cuando es hora de rotar la clase la maestra habla.

—Los que bailarán no se vayan. — acomoda algunas cosas en su escritorio.

Las seis personas se acercan a lo que es el escritorio de la maestra. Mientras tanto yo sigo con mi rumbo que es ir a la clase de Física.

Es un poco más tarde de las tres. Me he quedado encerrada en la biblioteca. Si no llega a ser porque la encargada se tenía que ir, me quedo sin ser consciente de que el tiempo ha pasado volando.

Llego al estacionamiento ya que para poder coger el bus tengo que pasar automáticamente por aquí. No hay nadie a excepción de Liam quien va caminando de lado a lado caminando hasta su auto. No sé porque pero siento que necesita ayuda, no puedo dejarlo así porque me queda cargo de conciencia, quizá y pueda que sea masoquista.

Apresuro el paso hasta llegar a donde él. Trata de sacar las llaves de su auto pero al estar temblando se le hace difícil y caen al suelo.

—¿Estás bien? — me atrevo a preguntar. Él me mira y me dice que no con su cabeza — ¿Qué tienes?

—Insulina — es lo único que dice.

—¿Qué? — pregunto.

—Azúcar.

—No te entiendo. A ver respira y dime qué tienes.

—Necesito azúcar. No he comido nada. — me mira a los ojos. Recuerdo que tengo algo se chocolate en mi mochila. Rebusco en ella y encuentro la barra partida por la mitad.

—Toma este pedazo de chocolate. Lo compré en la mañana y no lo comí completo. — se lo doy y lo acepta — No puedes conducir en este estado, — frunce su ceño — estás temblando. Te llevaré a casa, dame las llaves de tu auto.

—¡¿Qué?! ¡Estás loca si piensas que te daré las llaves de mi auto! No te tengo mucha confianza. — grita. Si llega a ser mudo, explota.

—Olvidemos por un momento tu rencor y por el amor a Dios ¡Dame las llaves! — aprieta su mandíbula sin dejar de temblar —Llegamos a el edificio y ¡listo! No es muy difícil.

—Dime que al menos sabes conducir. — dice con modestia en su tono.

—¿Crees que no se? — le pregunto esta vez con altivez.

—Las niñas como tú nunca saben conducir. — me dice.

—No me subestimes. —me mira resignado.

—Si llegas a rasguñarlo y coger algún muro de la calle mal, las consecuencias no serán muy buenas.

Trago saliva y le arrebato las llaves. ¿Pero qué se cree? Estúpido.

Abro la puerta y él hace lo mismo en la parte de copiloto. Su carro es nada más que un Ferrari, no entiendo cual es su problema porque si quiero le puedo comprar diez y además, conduzco perfectamente. Tengo licencia para conducir desde los dieciséis.

La llave la introduzco donde pertenece. Él me mira, pero no dice nada. Mi mochila la tiro para la parte de atrás del auto y hago lo mismo con la de él. Ruge el motor y al mismo tiempo prendo el aire. Miro al chico de reojo quien me observa atentamente. Pongo el auto en Drive y arranco lentamente.

En el camino no hablamos de nada y trato de no mirarlo. Quizá suene ridículo pero me siento nerviosa.

Parqueo el auto en el estacionamiento subterráneo en el apartado que queda al lado del mío. Él pone una contraseña y dejo el auto estacionado ahí. Tomo mi mochila y me bajo del auto a la vez que camino al elevador. Cierro mis ojos y acomodo mis espejuelos, inhalo fuertemente. Me siento bien por haber ayudado a alguien a quien podía ayudar. Sea cual sea la diferencia que tengamos Liam y yo, no lo iba a dejar tirado.

—Gracias. — no me había percatado que él estaba a mi lado. Su rostro está pálido y está sudando.

Solo hago un gesto con la cabeza. Sus manos que tiemblan más que antes, tocan mi mejilla y cabello.

—¿Cuántas horas llevas sin comer?

—Desde por la mañana. A la ho-hora de almuerzo no pude comer bien. — habla un poco lento mirando mis labios.

Avanza ascensor, ¡Llega ya al piso cuarenta! Siento como se acerca más a mí. De un segundo a otro el ambiente se pone de un tono más tenso y denso.

¡Ding! El sonido del elevador avisa que ya es hora de bajarnos. ¡Gracias!

Agarro su mano y lo guío a su apartamento. Las llaves que le había devuelto se las quito de un jalón. Abro la puerta y prendo las luces que están a mitad del recibidor. No sé si piense que soy una atrevida, pero no quiero que me acusen de asesina y mucho menos que mi conciencia me atormente por el resto de vida. Lo llevo a la cocina y en la encimera dejo mi mochila.

—Cógete la azúcar y muévete a inyectarte la insulina o si no tienes que inyectártela, ponte a hacer lo correspondiente. — camino hacia la nevera. Veo algo de frutas, vegetales, jugos, comida para calentar. ¡Bingo! El plato contiene verduras y si no me equivoco es pescado. Supongo que esta comida debe estar preparada para él. La caliento en el microondas y listo.

—Cómete eso. Completo. — dejo el plato frente a él y tomo mi mochila — Ten una linda noche y come todo eso, por favor. — me despido de una manera amable.

—No te vayas, — lo miro directamente a los ojos — por favor. — a pesar de que no estamos muy cerca puedo ver que se le dilataron las pupilas.

Giro los ojos y vuelvo a poner mi mochila encima de la barra.

Miro como manosea la comida, pero se la come completamente. Luego abre su mochila y de ahí saca el aparato de medirse la azúcar o mejor dicho su nivel de insulina. ¿Cómo una persona como él puede tener sexo? Digo, siempre he creído que las personas que sufren Diabetes no les llega la erección. Tendré que verificar con la amiga de mamá que es doctora.

—Nadie sabe que soy diabético, excepto por los chicos y obviamente que Kelly. No quiero que nadie lo sepa y eres la primera persona que lo sabe sin que yo quiera. No le digas a nadie. — la comida ya le dio fuerzas. Come un pedazo de chocolate blanco.

—No te apures. Gracias Rosebeth por aparecer en mi camino y no permitir que tuviera un accidente, eres muy buena persona y sólo por eso espero poder resolver mis diferencias contigo — digo sarcásticamente — Eso hubiera sido mucho mejor. Sé lo que tengo que hacer y además, no me considero una persona con la boca suelta.

—Primero — me enseña un dedo —, no resolveré mis problemas. Y segundo, ¿quién coño es Rosebeth? —dice lo último confundido.

Mi cara arde de la vergüenza. Realmente sí soy una boca suelta. ¿Cómo se me ha zafado decir mi verdadero nombre? Desvío la mirada para luego preguntar. Quizás no es buen momento, pero sí para desviar un poco.

—¿Por qué? — gira un poco su cabeza dándome a entender que está confundido — ¿Por qué me odias tanto? No te hecho nada para que me trates así. Puede que sea una... nerd, pero no te da razón para que seas así. No te he hecho nada, es más, ni te miro y eres cruel, no sólo tú, todos. Trato de ser lo mejor que puedo, dejo que me pisoteen, me humillen, me insulten y siguen siendo crueles. No merezco que sean así sólo por no ser como tú, malévola. — siento lo espeso de una lágrima recorrer mi mejilla. Acabo de liberar un poco el estrés que llevo en mis hombros.

Liam

Debo de admitir que ver a esta chica llorar me ha puesto de una manera... nostálgica. Sí, he visto a Kelly llorar, pero nunca me he sentido como ahora. Siento mi conciencia martillar a mil por cien ya que tantas veces la he tratado mal y ella a mí, no dudó en ayudarme.

Alzo mi mano, que ya no tiembla y limpio su lágrima. Siento que no me siento complacido conmigo mismo, así que la abrazo; la pego a mi cuerpo fuertemente. Suelta un sollozo muy bajo, casi inaudible. Llevo un rato abrazándole y creo que es suficiente, no quiero que interprete las cosas de una manera que no lo son.

—M-me tengo que ir. — coge su mochila y sale de la cocina.

Miro mí alrededor y escucho el sonido de la puerta cerrarse al igual que pasos hasta aquí.

—Hey hermano. — dice Ub. Maldición. — Hemos visto salir a Azul de aquí, ¿iba llorando?

—¿Qué le hiciste, Liam? —pregunta Jake con la mandíbula apretada.

—Estaba llorando, pero no le hice nada. Bájale, no soy tan estúpido para tratarla mal después de que me ayudó — cojo el plato y lo llevo al fregadero.

—¿Qué te qué?

—Sí. He tenido un bajón de azúcar. Salí de la práctica de baile y me dio un ataque, me quitó las llaves de auto y aquí estoy.

—Espera. ¿Manejó tu auto? — pregunta Ub.

—Sí ¿qué tiene de malo? ¡Me estaba muriendo! — el chico se acerca y da palmadas en mi hombro.

—¿Por qué no nos llamaste? — pregunta Jake con una ceja alzada.

—Porque ella se apareció y me ayudó. — digo alzándome de hombros.

—Te haré una pregunta y quiero que seas totalmente sincero. — me mira seriamente a los ojos. Sé que me preguntará algo profundo — ¿Te llama la atención Azul?

—¿Qué estás hablando?

—Veo como la miras, Liam. Le tratas mal para llamar su atención de la manera que sea. Desde que la vistes en el salón aquel día, no dejas de fastidiarla. — pone su mano en la barbilla — Seamos realistas, Liam Rowe. Sé realista contigo mismo y deja de estar ocultándote bajo ese caparazón.

—¡Basta! — le hablo más fuerte de lo que pensaba hacer — No quiero que vuelvas a decir una estupidez como esa. Yo no la miro y si la trato como lo hago es por lo que es.

—¿Y si no hubiera sido nerd, qué? — pregunta Ub, entrando en la conversación.

—Hubiera sido lo mismo. — respondo intentando convencerme más a mí que a ellos.

No sé porque me rayan tanto y eso que no saben que le he besado y que me ha gustado. Lo llegan a saber, no me dejan en paz. La verdad es que, Azul es algo tan diferente a lo que he tratado, tan único que siento pena por mí. Por ser tan estúpido y no saber hacer las cosas bien.

—Mañana practicamos. — digo recodándoles, más bien para eliminar el silencio.

—Sí y ve preparado. No dejes de comer.

Comenzamos a jugar en el PlayStation para así, estar toda la tarde. Me gusta jugar 2K16; me gusta la NBA.

Continue Reading

You'll Also Like

47.2M 225K 4
•Libro publicado por Nova Casa Editorial• ✔Ganadora en los Wattys 2016 por Edición de Coleccionista. ✔Ganadora de los WowAwards por Novela Juvenil. ...
25.2M 1.7M 158
[SEMI EDITADO] Todavía tiene muchas faltas ortográficas pero ya está un poquitín más decente que antes xDD Si en el título capítulo dice "{Editado}"...
8.3M 526K 62
Blair lo ha perdido todo, Lucy Stevens, la bajó del trono, le robó a su novio, a sus amigos y ahora ella está obligada descubrir la vida después de l...
14.5M 167K 18
¡A la venta el 30 de septiembre en digital de la mano de Editorial Selecta, sello digital de Penguin Random House! Bilogía Baile 1. ¿Quién dijo que d...