¿Sabes qué es no poder pegar un ojo en toda la noche?, ¿sabes qué es darse una y mil vueltas sobre las sábanas porque sientes mucho frío o mucho calor?, ¿sabes que es tener el cuerpo cansado y la mente despierta?, ¿sabes qué es contar ovejas para conciliar el sueño?
Pues, yo, no. Llegué a mi casa, me tomé el café, hice un recuento de lo ocurrido, me duché y caí en coma apenas apoyé la cabeza en la almohada. Mis dudas fueron apagadas automáticamente cuando me acosté limpio sobre la cama.
No había descansado en absoluto, empezando cuando Mikami y Ryuzaki se quedaron a dormir aquí, continuando al hecho de que el profesor me sacó del salón en la mañana, y, haciendo memoria de los sucesos, Ryuzaki me invitó a su enorme casa, el mayordomo lo besó por costumbre, el hermano intentó seducirme, una rubia dice que se va a casar con él y luego es lesbiana, esta misma chica llora después de golpear a Ryuzaki y casi me pega su hermano por creer que yo había sido el causante de su llanto, finalmente hay una amor que lo perturba al grado que todos colocan cara de muerto al escuchar sobre su existencia
No hay humano que aguante.
Inglaterra ha sido una montaña rusa en todos los aspectos. Pensé que vendría, cambiaría de aires, conseguiría amigos nuevos, mis notas serían igual de sobresalientes que cuando estudiaba en Japón y conseguiría una linda novia extranjera que quizás podría presentar en casa. Kiyomi era perfecta para eso, estoy seguro de que le interesaba. Claro, hasta que tuve fama de homosexual por todo el instituto.
¿Habré cometido un pecado muy denso en otra vida? Porque tanta mala suerte no puede ser normal.
Bueno... es hora de empezar con mis investigaciones... Será un día largo, y no sé si Ryuzaki estará recuperado.
Todo el mundo lo está vigilando en el instituto, alguien debe poseer algo de información, ¿no?
Le llevaré un dulce y café con las ganas de hacer las paces. No sé si está molesto conmigo, pero eso no durará demasiado. De no despistarlo mientras averiguo.
Aquí vamos...
***
Llegué al instituto corriendo a pesar de ser temprano, y, a tropezones subí las escaleras hasta llegar a la puerta que daba a la azotea.
Inhala, exhala...
Vamos, Light, sólo es Ryuzaki, no te va a violar por el hecho de que se estén solos... ¿Verdad? Agité la cabeza de un lado a otro evitando esos sucios pensamientos para poder concentrarme.
Dormí más de nueve horas, estaba renovado. Nada podría salir TAN mal.
Con el café en mano, un pastelito de la cafetería sellado en el bolso, y mi mejor sonrisa comprensiva, abrí la puerta sin el afán de hacer ruido, lento. La cerré despacio tras de mí.
Allí estaba, con los codos apoyados en esa pequeña muralla y con la cabeza en dirección a los grisáceos tonos del cielo. Las nubes tienen el mismo tono, el clima no parece querer mejorar pronto. Su mirada perdida con gesto desentendido y el flequillo ocultándole cierta parte de la frente. Se le ve melancólico.
-Buen día, Ryuzaki -le saludé en tono dulce cuando me desplacé hasta su lugar, y le dejé el café a su lado-, hace un poco de frío, pensé que querrías un poco -me miró algo sobresaltado, pero al reconocerme, ablandó su expresión.
-Buen día, Light -tomó el café con sus grandes y delgadas manos y llevó el vaso a sus labios-. Muchas gracias...
- ¿Cómo... amaneciste? -su gesto endureció de inmediato-. La noche anterior no dormimos muy bien... -reí nervioso y él relajó sus facciones. Es muy delicado para él todo esto si consideramos lo difícil que es hacer que algo le afecte.
-Sí... tienes razón... -respondió dejando el vaso apoyado en la muralla y situándose frente a mí. Me miró directo a los ojos, mostrándome a detalle sus oscuros y profundos iris negros protegidos por esas largas y espesas pestañas. Tragué espeso al sentir mi vello erizándose por tener sobre mí la vista de Ryuzaki-. Te extrañé anoche... -dio un paso adelante y posicionó sus brazos alrededor de mi cintura, acercándose a tal grado que nos rozamos la nariz y su aliento a café me chocaba en los labios. Una sensación de corriente me bajó por la columna provocando en mí un suspiro nervioso.
- ¿Cómo... te sientes? -murmuré desviando el rostro de su intensa mirada e intentando calmar el nerviosismo que su presencia empezó a causarme desde hace no mucho.
-Bien... -respondió lento y desentendido con voz ronca. Ryuzaki con los ojos es capaz de hacerte creer que eres la única persona que ocupa su mundo, como si fueras algo maravilloso y preciado que hay que proteger, o, por el contrario, como si fueras una mierda que no merece ni existir-, ¿y tú?
-Bien... -me agarré de los hombros de su camisa y el perfume de su cuerpo capturó mi atención en un instante.
¿Qué siento por ti, Ryuzaki?
Parecíamos hablar para llenar un espacio, porque ni siquiera pensábamos bien lo que decíamos. Una de sus manos transitó por mi cuerpo y ascendió hasta mi rostro. Su pulgar masajeó mi mejilla y ladeó ligeramente su cabeza con la necesidad de encajar sus labios en mi boca. Cerré los ojos dispuesto a dejarlo acceder y un milímetro antes de rozarlos el timbre que anunciaba el inicio de clases se hizo escuchar.
Vaya mierda de timbre...
Digo... eh... yo... Llegué media hora antes, ¿cómo es que el tiempo nos pasó tan rápido?
-Ryuzaki... -intenté alejarme, sin embargo, él no se movió ni un poco.
-Quédate... -friccionaba sus labios por mi comisura y me sentí derretir con la suavidad de éstos.
-No puedo... Tengo clase...
-Un rato más... -abrió tenuemente la boca y me lamió el labio de forma que algo en el pecho me subió y se expandió como cosquillas. Me separé un poco para hablar.
-No... No ahora... -titubeé-. Volveré al receso...
-No te vayas... -insistió en un susurro.
-Sólo iré a clases... Regresaré, tranquilo.
-Prométemelo... -la mano que sujetaba mi cara se deslizó hasta mi cabello y lo jaló con firmeza sin provocarme daño.
- ¿Por qué desconfías tanto? Si estaré abajo...
-Ya me dijeron una vez que vendrían otra vez... y jamás... -susurró más para él que para mí, como un pensamiento en voz alta.
-Te lo prometo... -con la vergüenza latente en el rostro, aproximé mi cara a él, tragué grueso por mi ocurrencia y le deposité un beso ligero en la mejilla-. Ahora déjame... ¿Vale? -sin dejarme ver su rostro, asombrado, se giró con brusquedad y las manos le cubrieron la cara en un instante.
-S... Sí...
- ¿Qué te pasa? -pregunté al verlo esquivarme de forma tan abrupta.
-Nada.
-Mírame.
-No.
-Anda... -esa actitud extraña me causó gracias, ¿será que lo puse nervioso? O quizás eso es ser demasiado optimista.
-Tus clases ya comenzaron, vete, llegarás tarde.
- ¡Muéstrame! -le tomé un brazo sonriente y con una fuerza firme y desconocida, le quité ambas de la cara.
El pecho me dio un vuelco y tuve una sensación de ternura que me resultó hasta empalagoso. Como si algo se hubiese derretido en mi interior.
El ceño lo tenía fruncido, los ojos brillosos, los dientes encajados sobre su labio inferior y la palidez de su rostro delataron el color de sus mejillas... Completamente ruborizadas.
***
Jamás había visto esa expresión en su rostro... Nunca creí que llegaría a contemplar algo igual...
Apoyé el mentón en mi mano con una sonrisa boba en el rostro una vez sentado en mi pupitre y suspiré atontado cuando me di cuenta de que aún seguía atrapado en el recuerdo de hace unos momentos.
-Yagami...
Tan macho que se hace, como si nada le afectara... cuando en realidad todo le complica. Esa actitud indiferente no es más que una coraza. En el fondo se conmueve más de lo que él quisiera
-Yagami...
Cada día con Ryuzaki es especial a su manera, y mis emociones, las que siempre solían estar calma, ahora corren de un lado a otro y se agitan hasta volverme loco.
- ¡Yagami! -un codazo se estrelló en mi brazo y solté un quejido al ver que había sido Mikami.
- ¿Qué pasa? -le pregunté en un murmullo sobando mi lado afectado y él me señaló hacia adelante con la mirada.
El profesor...
-Di... Dígame -consulté sobresaltado y medio temblando.
- ¿Puedo contar con su atención ahora? -asentí incómodo al ver que toda la clase me miraba-. Como trataba de decirle, la señorita Naomi -indicó a una chica parada junto a él-, presidenta del club de audiovisuales está aquí reclutando alumnos para grabar una serie que será presentada como una idea innovadora para la televisión.
-Ya... - ¿y qué tiene que ver eso conmigo?
-Y ella quiere ofrecerte el papel protagónico.
- ¿A mí? -pregunté extrañado. Jamás la había visto, ¿por qué yo?
-Un día te vio por los pasillos y reconoció aptitudes en ti, es decir, se dijo "debe ser él" -me gusta actuar, pero... no sé si sea buena idea. Menos ahora que trato de investigar.
- ¿Qué clase de papel...?
-Se nota que no está muy atento, joven -torció el entrecejo-. Naomi, ¿sería usted tan amable de volver a explicar la trama de su historia? -era una chica blanca, de cabello negro y semblante sereno. Ella asintió.
-La trama -dijo con una fluidez inexpresiva- comienza con un estudiante de temperamento normal e inteligencia sobresaliente. Él presenta disconformidad respecto a su entorno, pues quiere ser detective y repudia la maldad del mundo -se escucha interesante-. Pero, un día, éste joven adquiere poderes a través de un cuaderno, el cual tiene el poder de cometer homicidios con sólo escribir el nombre. Lo que quiere tu personaje es convertirse en un Dios, el Dios de un nuevo mundo, uno que estará bajo su mando en el cual sólo existirán personas buenas que él juzgue de esa manera. La historia se llama "Death Note".
Es un nombre potente, aunque la idea de un cuaderno que mate gente me parece un poco absurda. Yo no recogería tal cosa, el personaje no tiene sentido común, podría ser una simple broma.
-Suena bien -comenté.
-Entonces estás apuntado -me anotó en una agenda que traía en los brazos.
- ¿Qué? Pero yo...
-Te diré con quienes actuarás...
- ¿Más gente de aquí?
-Sí, se anotaron cuando soñabas despierto. Light -de a poco me acostumbro a ser humillado-, te prepararemos igual que a todos para ser el protagonista, Misa Amane será tu novia y luego tu esposa -la miré y esta sonrió emocionada-. Kiyomi Takada hará de tu novia en la universidad y una amante más adelante en la trama -y así comenzó a mencionar a mucha gente de éste y otros cursos-... Finalmente El Gran Ryuzaki como el detective que te quiere atrapar y, por ende, tu principal enemigo.
Un sonoro "Uuuuuuhhh" se escuchó por toda la sala.
- ¿Ryuzaki participará? -todos enarcaban una ceja cuando me escuchaban decir Ryuzaki sin "El Gran".
-Le dije que tenías el papel principal y aceptó sin chistar.
-Debí suponerlo... -pensé en voz alta.
-Se llamará Elle Lawliet, pero como detective se apoda "L" -creo que he escuchado ese nombre... ¿en su casa no se referían a él con ese nombre? Creo que tendré que preguntarle luego. No lo hice porque pasaron tantas cosas que lo último que me importaba era cómo le llamaban.
Elle Lawliet...
-Entonces... -sonreí malicioso al pensar en lo interesante que sería actuar con él como mi enemigo-. La verdadera batalla apenas comienza, L.
- ¡Sí! -sonrió Naomi viéndose emocionada-, justo así. Las preparaciones comenzarán dentro de un mes. Gracias a todos los que participarán.
Bueno... Veamos que saldrá de esto.
***
-... Entonces me dijo, ¡te apuesto que no le das! Y yo, como niño, me molesté y tiré el balón... Mi vecina casi me mató con el escobillón cuando se dio cuenta de que fui yo quien destrocé su ventana...
- ¿De verdad? -preguntó Ryuzaki divertido-, ¿y tus padres no te defendieron?
-Se molestaron mucho con la vecina. Mi padre la demandó, mi madre estaba muy indignada. Podían pagar la ventana sin la necesidad de llenarme el cuerpo de moretones
-Me pasó algo parecido cuando tenía siete años... Lían jugaba conmigo y Beyond en el ante jardín...
***
Bien. El día transcurrió con normalidad, me reí, hablé, escuché y fui el escogido para actuar un papel principal en donde soy un loco que cree ser capaz de juzgar si una persona vive o muere.
Bueno, ni tanta normalidad, pero fue divertido.
Veamos... Ahora que mis horas escolares han finalizado me puedo dedicar de lleno a Ryuzaki. Lían ha demostrado ser impenetrable, por lo que no importa cuánto insista, pues se negará a contar lo que sabe. No puedo perder tiempo.
A Weddy le da ataque de nervios pensar en... ¿fulanito? Razón por la que, si no quiero que se desmaye, queda fuera de la ecuación, y, por tanto, del testigo en todo esto.
Debo ser cuidadoso para que no me corran esto.
La única persona que se me ocurre, pueda darme una pista porque no puede enloquecer más de lo que ya está, es... Beyond.
Me apoyé en la muralla del instituto mientras me rascaba la cabeza impaciente. ¿Cómo puedo contactarlo?, ¿en dónde estudia? Para verlo tendría que ir a casa de Ryuzaki, pero... ¿Cómo haré para entrar sin que parezca sospechoso?
He intentado despistar a Ryuzaki todo el tiempo. Ya sea anécdotas mías o escuchando las suyas para distraer su mente y evitar que piense en lo de ayer.
Sin duda compañía como la de él no existe. Sin embargo, ese no es el problema principal.
Resolver el misterio entrando a su casa... ¿Cómo?, ¿De qué forma?, ¿qué día?, ¿con qué excusa?
Realmente soy inútil para esto.
-Light -una mano y voz conocida me tocaron el hombro-, ¿tienes algo que hacer hoy?, podríamos ir a mi casa y ver una película -no pude evitar sonreír triunfal. Esta invitación me cayó del cielo.
-Sí... Me parece una buena idea, Ryuzaki.
***
-... De ese te hablo, ya sabes, el vídeo que comienza cuando todos están en un helicóptero -Ryuzaki asintió y acomodó su cabeza en mis piernas estirándose a lo largo de la limusina con extrema pereza-. El cabello del cantante se ve realmente bien.
-Sí, a pesar de que la grabación es antigua -comentó-. Sin embargo, los efectos son un poco... falsos -él tenía razón en eso, después de todo, el video tenía más de siete años.
-Al comienzo no podía creer que el cantante y el guitarrista fueran gemelos.
-Yo tampoco -admitió resignado-. Se aprecia mejor cuando el vocalista lleva los ojos sin maquillar.
-Claro -concordé con su acertada observación al tiempo que con delicadeza le recorría con ayuda de mis manos los mechones despeinados de su melena.
-Se ve como una chica.
-Todos dicen que parece una...
-Es una diva en potencia -sonrió con gracia. Nadie podía negarlo.
- ¿Crees que hagan un concierto? -inquirí en vano. Hace años que no sé nada de esa banda, tuvieron un retiro de... creo que cuatro años.
- ¿Japón Motel? Sí, ¿no sabes que vienen en dos meses más a Inglaterra? Sacaron disco hace poco y están en plena gira.
- ¡¿Qué?! -no pude evitar exclamar aquello. Quizás le escupí en la cara a Ryuzaki en el proceso.
-Joven, ya estamos aquí -habló el chófer. Vaya, el tiempo se nos acaba muy rápido cuando estamos juntos. Tanto que da miedo.
- ¿Ya?, ¿tan pronto? -preguntó Ryuzaki mientras se levantaba de mis piernas y se ordenaba con los dedos el cabello-. Estaba cómodo... -dijo bostezando.
-Así parece... -respondí igual de asombrado. Sin decir una palabra más, se bajó del auto y yo imité la acción. Estiré las piernas y aproveché de bostezar. El aire estaba muy fresco, las corrientes de viento me hacían temblar. La calefacción del automóvil estaba precisa.
-Oye, Light -me llamó mientras el auto se iba al estacionamiento subterráneo-, ¿quieres ir a la piscina?
- ¿A la piscina? -consulté extrañado mientras avanzábamos a la entrada-, ¿con este frío? -arqueé una ceja confundido.
-Pero a la temperada, Light, obviamente. Con diez grados no me imagino yendo a la otra.
-Ah... bueno -él tocó la puerta-, supongo que está bien...
En la piscina... a solas... con Ryuzaki... ¡No pasa nada! Sacudí la cabeza para evitar pensar algo distinto y... Otra vez la puerta se abrió dejando ver a un hombre alto que tomó con osadía la corbata de Ryuzaki, sin embargo, antes de aproximarlo a sus labios por completo, me ve y lo suelta.
-Lo lamento, joven, creo que tendré que quitarme esta costumbre -se disculpó-. Espero que hayan tenido un buen día, pasen... -se quitó de la entrada y con Ryuzaki pasamos.
-No hay problema -dijo Ryuzaki-, en tanto no lo vuelvas a olvidar...
-No sucederá de nuevo -sonrió con amabilidad y excesiva cortesía.
-Ven, Light, vamos -y dicho esto, me tomó de la muñeca y caminamos al interior.
***
-Iré a ver que todo esté en orden, espérame.
-Vale... -caminó hacia la puerta, pero antes de salir, gira la cabeza y me mira.
-Cuando vuelva te diré "Me gustaría follarte hasta dejarte en silla de ruedas", si "me ves" y no lo digo, no soy yo.
-Comprendido -sonrió al verme nervioso y evacuó la habitación.
***
llevo más de cinco minutos mirando el techo, no puedo escabullirme ahora... Quizás pueda pedirle a Ryuzaki si me deja quedar a dormir y en la noche, buscar a Beyond. aunque, por algún motivo, me asusta pensar en ello.
Escuché la puerta abrirse y me sobre salté al divisarlo de repente. Vi pasar a un chico alto, pálido y despeinado que me dio la espalda, escuché el crujir en su boca y una galleta en su mano.
-Qué día tan horrible... -comentó. Como si no me hubiese visto sentado en el sillón.
- ¿Ryuzaki? -vi un ligero estremecimiento en el cuerpo de la persona frente a mí
- ¿Light? -giró sonriente-, aquí estabas, pensé que te habías perdido.
-Me dijiste que no me moviera, y no lo hice -me encogí de hombros-, ¿nos vamos? -sus iris oscuros me miraron con perversidad.
-Claro -esperen... La frase, quizás se le olvidó.
-Ryuzaki, ¿no hay algo que... no sé... quieras decirme?
-... ¿Decirte?
-Sí... no sé... algo que... - ¿cómo no se acuerda? No me gustaría decir esto, pero...- ¿algo que quisieras que hiciéramos...? -se mordió el labio y sonrió.
-Ah, ya sé. Quiero que me folles hasta dejarme en silla de ruedas.
- ¡Eso...! ¿ESO? -suena parecido... pero la oración no es del todo igual-. ¿Estás seguro?
-Muy seguro.
-Beyond, no me asustes -suspiré agotado. Los dos están igual de enfermos, sólo que a uno le gusta dar y al otro que le den. Ryuzaki no me dejaría que yo lo penetrase... aunque...
-Vaya, me reconociste.
-Sí, pero tus ojos me tienen confundido.
-Son lentes de contacto.
- ¿los rojos o los grises?
-Quién sabe -me guiñó un ojo con coquetería.
-Beyond... Quería hablarte de...
-Ya sé de qué quieres hablar -interrumpió-, se te ve en la cara. Eres un cotilla.
-No es eso, simplemente estoy preocupado -argumenté molesto, no es curiosidad, son ganas de ayudar.
-Yaaaa... Sí.
-Entonces... ¿no hay algo que quieras decirme? No sé... ¿por qué es tan grave, por ejemplo?
-Hmm... -se mordió el labio y pensativo desvió su mirada hacia algún punto del techo-. No es que vea grave en sí, es más por el hecho que le hizo daño a mi hermano, y para mí eso es imperdonable.
-Te molestaste con Weddy por esto.
-No me molesté con ella por hablarme de ese sujeto, me irrité porque le hizo daño a mi hermano al mencionarlo, son cosas distintas.
- ¿Entonces no es grave?
-La gravedad es subjetiva.
-Pero...
-Light, necesitas información, y yo, placer -un retortijón me dolió en el estómago- Encuentra la forma de quedarte aquí esta noche, y nos juntaremos a media noche.
-Pero Beyond, no estoy dispuesto a tener sexo -no sin amor.
-Yo no te pedí sexo, te pedí placer, y eso, querido Light, puede conseguirse, incluso, con un simple beso.
-Pero no es lo que tú quieres...
-Quién sabe...
- ¿Cómo sé que puedo confiar en ti?
-Soy un hombre de palabra, aunque no lo creas, y muy directo. No me ando con rodeos cuando deseo algo -se dirigió a la puerta con aire burlón y sentí mis piernas temblar-, ¿quieres información? Puedo dártela, pero recuerda, aquí, en esta vida, nada es gratis -me guiñó un ojo y me lanzó un beso con su mano-. Toma tu decisión. Si es afirmativa, te espero en mi habitación a media noche, es la primera puerta del tercer piso -y dicho esto, se marchó.
¿Valdrá la pena... hacer esto?
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¿Qué opinan que debe hacer Light?, ¿qué creen correcto? x3 Omito el hecho de que Beyond es muy extraño, y,por ende, impredecible, así que con respecto a sus acciones sólo se puede suponer 7u7
Muchas gracias a todas ustedes por los lindos comentarios del capítulo anterior, son increíbles, sé que no las conozco, pero quiero que sepan que para mí son maravillosas y nunca me cansaré de decirles cuánto las quiero y las aprecio. Gracias por darme la oportunidad de entretenerlas
StrangeTH