PARTE 2- CAPITULO 23
El fin de semana pasó muy rápido, debía dejar listo el equipaje porque entre semana con el trabajo en la oficina no me quedaba tiempo, Christian hizo prácticamente todo, se molestaba incluso al levantar una maleta vacía, nunca me imaginé verlo hacer labores domésticas, preparo la maleta de su hija con tal devoción como si estuviera sellando un contrato millonario, ver uno de los más jóvenes y exitosos hombres de negocios del país sentado en el cuarto de nuestra hija doblando su pequeña ropa, clasificarla por colores y ubicarla en la maleta como si estuviera contando monedas de su más grande tesoro me hizo enternecer como hace mucho no lo hacía.
Me lo imagine con nuestra hija en sus brazos, dándole todo el amor que tiene en su pecho, ese que anhelaba darle a su primera hija, ese por el que se había sentido condenado y que ahora se permite soñar, me hace sentirme muy feliz por él, sé que no va a ser el padre perfecto, al final ¡Quien lo es! Pero va a ser el mejor padre que pueda ser.
Me siento la princesa de un cuento, Christian es muy protector conmigo, el embarazo sin él y con él es muy diferente, sentir su apoyo en esto es maravilloso, y mi bebe también lo siente es una consentida de su papa, es increíble la conexión que tienen desde el vientre, ella se mueve mucho cuando lo escucha hablarle o cuando acaricia mi panza, este fin de semana por concejo de su ¨Libro para el embarazo¨ comenzó la terapia de estimulación de música clásica, quiere que de ahora en adelante le coloquemos media hora de música cerca de las 8 de la noche para que cuando nazca la bebe ella asocie la música con el descanso y establezca un horario, le prometió que en Seattle le tocaría el mismo muchas piezas en su piano, ahora ella se convertiría en la princesa de su torre; ahora sé que la decisión de darle una nueva oportunidad fue la mejor elección ahora tengo mi propia familia, la que hace 20 años perdí.
Jules llego y empezamos el empalme, él es una persona muy inteligente y está feliz por la oportunidad de dirigir la sucursal, en la mañana mientras tomábamos un café acompañado de mi infaltable Muffin de arándanos, que Christian hace llegar con Sawyer todas las mañanas sagradamente, abone el terreno con Jules y le conté que estoy de nuevo con Christian, él se alegro por mí pero como el caballero que es no me conto nada acerca de la pelea y cambio el tema cuando pudo.
Cuando salí de la reunión con el Sr. Aldrych, cerca de la una, Stella me informo que Christian había llegado y que hace media hora estaba en la oficina de Jules, continúe con la revisión de correos, pero sin poderme concentrar mucho, confió en que Christian muestre el arrepentimiento que vi en sus ojos cuando me contó lo sucedido y que Jules como la persona noble que es sepa perdonar a mi hombre.
Luego de un rato llegaron juntos a la oficina, y como la mejor actriz me hice la que no sabía de la situación evitando que Jules se sintiera incómodo. Al final creo que todo salió muy bien inclusive fuimos los tres a almorzar al Rafaele, y aunque el comienzo fue un poco raro, luego de hablar un poco del trabajo Jules se fue relajando y pasamos un momento muy agradable.
Desde el Lunes Christian se ha acostado muy tarde, no para de recibir llamadas, no me ha querido contar más de la situación de la empresa según el todo está igual, aún no han descubierto a los líderes de la red, pero lo siento agotado todo esto de estar pendiente de la empresa desde la distancia le está pasando factura.
El jueves en la noche mis compañeros de trabajo me organizaron un Baby Shower en un pequeño restaurante italiano cerca de la oficina, Christian tenía unos compromisos y llego un poco tarde pero justo para ver los obsequios para nuestra hija, todo fue mi lindo la decoración del lugar lleno de globos rosados y de peluches. Aunque al principio todos se intimidaron un poco luego de que mi hombre llego, Christian con bromas comportamiento no propio de el especialmente con personas que ha tratado poco, logro bajar la tensión y al final agradeció a todos por sus regalos y por cuidar ¨De mi nena y de mi hija ¨, ya en la oficina estaba el rumor de nuestra relación pero con sus palabras Christian confirmo púbicamente ser el padre de Phoebe, cosa que hasta el momento para la mayoría era un misterio.
Se despidió de todas las mujeres de beso en la mejilla y de los hombres con un estrechón de manos, obviamente el efecto Christian no pasó desapercibido, vi a muchas sonrojarse y agachar la mirada al sentirse intimidadas, no las culpo yo sufro del mismo síndrome. En el auto Christian estaba emocionado no paraba de hablar sobre los regalos y lo especial que fueron todos, me confesó lo mucho que le gusta compartir conmigo esas actividades que para la mayoría son tan cotidianas.
Al fin llego el día, ya estoy en el yet, sentada junto a Christian, el viaje ha sido tranquilo y me he sentido bien, cada hora el Dr. Bennet me mide la tensión arterial y esta ha estado en los valores normales, he dormido, leído, Christian está adelantando trabajo en su portátil, ahora me dedico a escuchar música en mi IPod para no molestarlo con el ruido, mi lista de reproducción para hoy la conforman música alegre como mi estado de ánimo, no puedo evitar tararear la letra mientras me sumerjo en mis pensamientos, como será nuestra vida en Seattle cuando Phoebe nazca, en la emoción que me produce volver a ver a mis amigos, pero sobre todo en lo que significa enfrentarme a todo lo que quise dejar a atrás, no sé cuál será la reacción de su familia, ya fue difícil la relación con sus padres, con Elliot y Mía es otra cosa sin embargo tengo algo de miedo de verlos de nuevo, no tanto por mi si no la reacción frente a la llegada de mi hija. Me dejo llevar por mis pensamiento y caigo en un sueño profundo.
Me despierto desorientada abro mis ojo y veo a Christian arrodillado frente a mí.
- Nena.
- Hola- le respondo aun somnolienta, tratando de acomodarme en la silla.
- Hola Amor- Me besa en la nariz- ¡Estas agotada!, ven atrás hay una habitación para que descanses. – Me toma en brazos y me alza.
- ¡CHRISTIAN!, - Le reclamo mientras me aferro a él. Yo puedo caminar.
- Para que caminar si me tienes a mi llevar a mis princesas a sus aposentos.
Miro alrededor y los demás me miran risueños, Keyla la azafata lo mira sorprendida, sé que este no es un comportamiento normal del Presidente del GEH.
- Mi caballero de brillante armadura- Me burlo y me aferro más a su cuello.
- Es lo menos que mis mujeres se merecen.
Me lleva al cuarto y me acomoda sobre la cama, veo a mi hombre en toda su gloria, vestido informal, con su traje ceñido al cuerpo e inmediatamente todas mis hormonas se alborotan.
- Ahora a dormir- Me reta
Pero a mi dormir ya no me apetece.
- ¿No me acompañas? – Me incorporo arrodillándome sobre la cama y acercándome hacia él.
- Sabes perfectamente Nena que si me acuesto a tu lado, no vas a descansar mucho que digamos.
- Ya dormí, ahora quiero – Pongo mis manos sobre torso acariciándolo y desabotonando su camisa- que me hagas el amor, te deseo.
- Nena... hay gente afuera.
- Te prometo que no hago ruido. – Le susurro tratando de seducirlo.
- Anastasia Rose Steele. Estas muy ansiosa ¿no?
- Son las hormonas reaccionando al provocativo cuerpo de mi Dios. – Me defiendo.
- Nena es mejor que descanses estamos a solo dos horas de llegar a Seattle. - Da un paso hacia atrás.
- ¿No quieres?- Nunca Christian ha rechazado la oportunidad de hacer el amor conmigo, mi cara debe reflejar toda mi decepción.
- Amor, ¡claro que quiero!, pero nena estuve hablando con el Dr. Bennet sobre el tema y me recomendó que bajáramos un poco el ritmo.
- ¡QUE! Hablas y tomas decisiones sobre de mi vida sexual con mi médico sin tenerme en cuenta. ¡Yo me siento perfectamente! Gracias por preguntar.
- Pero el tener relaciones sexuales tan frecuentes puede hacer que el parto se adelante... Nena. Es por la bebe.
- Y que insinúas que no me cuido lo suficiente. – Me acuesto en la cama dándole la espalda. Me siento muy triste, mis ojos se llenan de lágrimas y estas salen de mi ojos sin poderlas controlar.
- Mi amor...
Se acuesta tras de mi colocando su cabeza en mi hombro.
- NO te pongas así nena, hable con el Dr. mientras dormías no a tus espaldas y ahora te estoy contando, quiero hacer lo correcto y no dañarlas a ninguna de las dos. – Acaricia mi barriga y besa mi cabello- Ven.
Me gira y quedamos uno frente al otro.
- No llores. Tú eres la mejor mama que pueda existir para mi hija, no quiero escucharte decir lo contrario.
- Pero yo quiero estar contigo- Le suelto sollozando aun.
- Nena yo también, adoro sentirte mía- Me da un pequeño pico en la nariz- pero ahora también debemos pensar en este pastelito que crece aquí. Solo debemos bajar la frecuencia, a medida que crece esta señorita va a ser más incómodo para ti.
- Hasta ahora ha estado bien, has sido muy cuidadoso conmigo.
- Ahhh nena, tú me matas con esas palabras- Me abraza – Yo adoro estar dentro de ti, pero más allá de nuestra intimidad, yo me siento feliz con tenerte a mi lado, quiero cuidarte, quiero que nuestra hija nazca bien. No he dicho que ya no vamos a tener sexo solo que debemos ser más cuidadosos. ¿Estás conmigo?
Asiento con la cabeza, me abrazo a él y me conformo con tenerlo muy cerca.
- Nena hay algo más, que quiero decirte. Hace un rato me llamaron para confirmarme que no alcanzaron a terminar unas mejoras en el Escala y obviamente no quiero que lleguemos allí con todo el polvo de la obra. ¿Tendrías algún problema en quedarnos en casa de mis padres un par de días?- Lo miro sorprendida no sé si quiero meterme a la boca del lobo el mismo día de mi regreso- Aunque si lo prefieres podemos quedarnos en un hotel, como tu quieras.
- No quiero incomodar a tu familia.
- Nena ellos mismos lo sugirieron, mi mama y papa piensan que lo mejor ahora es un ambiente familiar y yo tampoco quiero dejarte sola todo el día en un hotel.
- Ellos saben lo del bebe...
- Hace unas semanas les conté, ellos están al tanto de todo.
- ¿Y qué te dijeron?
- ¿Que podían decirme nena? Yo los hice participes de mi felicidad, les conté lo feliz que me haces al darme un bebe. Y lo afortunado que soy al contar con una nueva oportunidad. Ellos no tenían nada que opinar, no se los permití – Coloca un mechón tras de mi oreja- ¿Entonces qué dices?
- ¿Crees que quedarnos en su casa es una buena idea?
- Debemos empezar a acercarnos, me parece una buena oportunidad, además solo serán dos días como máximo.
- Está bien, tienes razón. Pero ahora si nada de sexo. No sería capaz de hacer el amor en casa de tus papas, debiste aprovechar tu oportunidad cuando la tuviste Grey. – Me burlo.
- Nena no subestimes mis armas de convencimiento, te garantizo que son muy efectivas.- Alza las cejas travieso.
- Mucho mejor que las mías ¡No lo dudo!, porque no logre convencerte de hacerme el amor a 12.000 pues de altura. – Le riño
- Mi mayor freno para no hacerte el amor hoy no fuiste tú Nena créeme, es tener al médico de mi mujer al otro lado de la puerta esperando para tomar su tensión, me da un poco de pena de tomarte cuando hace tan solo media hora me recomendó que no lo hiciera.
- Yo te dije que trajéramos una enfermera.- Me burlo- Ahora tu compulsión controladora te salió en contra.
- Acuérdame la próxima vez de tomar en cuenta tus recomendaciones, ahora descansa preciosa, en media hora vendrá el Dr.
Acabo de terminar... espero les guste mucho... Ahora comienza la hora de la verdad la vida en Seattle y en la casa de los padres de christian, esperemos que se me ocurre en esta cabecita... Un abrazo y gracias a todos por escribir, no les puedo responder a todos pero quiero que sepan que leo sagradamente cada uno de sus comentarios.
Con cariño nos vemos el sabado con nuevo capitulo.
maymaquina