Revenge © |B#3|

By den_og07

88.4K 7.7K 1.1K

Revenge © |Book #3| «La venganza no es una opción, ¿o si?» Cassandra no es la misma después de lo del baile... More

Prólogo...
Capítulo #1
Capítulo #2
Capítulo #3
Capítulo #4
Capítulo #5
Capítulo #6
Capítulo #7
Capítulo #8
Capítulo #9
Capítulo #10
Capítulo especial.
Capítulo #11
Capítulo #12
Capítulo #13
Capítulo #14
Capítulo #16
Capítulo #17
Capítulo #18
Capítulo #19
Capitulo #20
2016
Capítulo #21
Capítulo #22
Capítulo #23
Capítulo #24
Página
Capítulo #25
Capítulo #26
Capítulo #27
Maratón 1/3
Maratón 2/3
Maratón 3/3
Capítulo #31
Capítulo #32
Capítulo #33
Capítulo #34
Capítulo #35
| Fragmentos del Diario de Celestia. |
Capítulo #36
Capítulo #37
Capítulo #38
Capítulo #39
Capítulo #40
Capítulo #41
Capítulo #42
Capítulo #43
Capítulo #44
Capítulo #45
Capítulo #46
Capítulo #47
Capítulo #48
Capítulo #49
Capítulo #50
Capítulo #51
Capítulo #52
Capítulo #53
Capítulo #54
Capítulo #55
Capítulo #56
Capítulo #57
Capítulo #58
Capítulo #59
Capítulo #60
Epílogo.
Final Alternativo
:)

Capítulo #15

1.6K 143 35
By den_og07

—Me alegra verte, Primita. —dijo mientras se acercaba al escenario.

—Quisiera decir lo mismo. —respondí.

Llevó la mano a su pecho. —Eso dolió... Espera, no. No dolió.

—¿Qué es lo que quieres, Nicole? —pregunté cruzada de brazos.

—Eso te pregunto yo. —respondió. —¿Qué haces aquí?

—Lo mismo que tú. —dije cortante. —Ahora estoy de este lado.

—Las dos sabemos que eso es una vil mentira. —dijo riendo. —No estarías aquí ni por qué fuera la casa de tu madre.

Mis puños se cerraron. —¿Qué es lo que quieres?

—Vengo a ver qué mierda haces aquí. —respondió enojada. —Esto no te pertenece y tú no perteneces aquí.

—Las cosas cambian. —dije sería. —La gente cambia.

—Pero tú no. —contraatacó. —Tú sigues siendo la misma perra sensible de hace unos años.

—Y tú sigues siendo la misma puta de hace unos años. —respondí con una sonrisa.

Nicole me miró con los ojos entrecerrados. —¿De recordarte quien fue la hija de perra que me atacó?

—Entonces hice bien mi trabajo. Me recordaste toda tu puta...

—Basta. —gritaron desde el fondo.

Todos se giraron a ver al chico de traje y cabellos negros. Venía con una chica de vestido corto y chongo perfectamente desordenado a propósito. La chica de ojos kiwi.

—Dejen de discutir. —dijo al mismo tiempo que caminaba seguro. —Esta fiesta es para celebrar y presentar a nuestra nueva amiga.

—¿Celebrar y presentar? ¿Estás loco, Nelson? —preguntó enojada e incrédula.

—Eso mismo. —me miró. —Esta chica nos a mostrado que podemos confiar en ella al estar aquí y renunciar a la vida que tenía. Sus amigos siguen encarcelados y la chica no ha pedido verlos. Eso es suficiente para mí para saber que la chica está de nuestro lado.

—Pero para mí no. —dijo Nicole. —Esa chica a la que le das tu confianza una vez nos hizo daño. ¿Y quieres que esté de nuestro lado?

—Si. —respondió con simpleza. —Aquí, Nicole, tú no tienes voz ni voto. Esta casa es mía, esta fiesta es mía, el plan es mío. Por lo tanto la decisión es mía.

Dos guardias aparecieron de cada lado de Nicole. La chica se giró sorprendida y hecha una furia. No me había percatado de que Nelson o alguien los había llamado.

—Te arrepentirás de haberla traído al centro de todo. —los guardias la tomaron de los brazos. —Te arrepentirás de tenerla de aliada.

—No lo creo, Nicole.

—Eso es lo que pasa. —dijo entre dientes. —No ves el futuro como yo lo hago. Y veras, cuando la chica se de cuenta de todo, que te abandonará.

—Cassandra no...

—No hablo de Cassandra. —interrumpió sonriendo con malicia.

Noté como Nelson se tensaba y una pequeña mano le tomaba la suya.

—Llévensela. —exigió.

—Adiós, Nelson. —dijo aún con su sonrisa. —Buena suerte con todo.

Las puertas se cerraron en su cara, evitando que escucháramos completamente su risa maléfica. Noté como todos estaban sorprendidos e conmocionados por la escena que acababa de ocurrir. Yo, sinceramente, estaba sorprendida.

Dirigí mi mirada el pelinegro, percatándome de que la ojos de kiwi estaba hablando con él. Incómoda e intrigada por la conversación dirigí nuevamente mi vista a los chicos de aspecto diferente pero que yo conocía perfectamente. Estaban hablado animadamente sobre algo. Me acerqué lentamente, sintiendo como mis piernas temblaban de nervios, y me senté a su lado.

—¿Todo bien? —preguntaron al verme.

—Eso creo. —suspiré. —No creí que todo esto se fuera a poner tan... intenso.

—Eres Cassandra. Todo se pone intenso contigo. —dijo Troy con una sonrisa de lado.

Lo miré. —Que gracioso. —dije con ironía.

—Oye es la verdad, mujer. —dijo alzando las manos.

Rodé los ojos. —¿De qué están hablando?

—De lo que acaba de pasar. —respondió Géminis. —¿Tienes alguna idea del cambio de humor de Nelson?

Negué. —Estoy igual de sorprendida que ustedes. No sé qué le pasó.

—Te defendió. —puntualizó Jill.

—Pero Cassandra se "ha pasado" a su bando. —dijo Géminis.

—No es por eso. —dije. —Esta vez fue... distinta. Había algo diferente en la forma en que...

—Te veía. —finalizó Leonardo.

Asentí. —Exacto. El chico me defendió, si. Pero estaba diferente. Había algo en él que era diferente.

—¿Hablaste con él, cierto? —preguntó Troy.

—Err... si. —respondí. —¿Qué tiene que ver eso en esto?

—¿De qué hablaron? —preguntó Géminis con curiosidad.

—Él quería que "viera" el mundo como él lo ve. Claro que Nelson estaba justificando todo lo que hacía. Le dije que no, le hice saber lo q ir pensaba de él y de sus acciones.

—¿Nada más?

Asentí. —Nada más.

Se quedaron en silencio por un momento antes de volver a mirarme expectantes.

—La chica que estaba con él. ¿La conoces?

—¿Ojos de kiwi? —pregunté. Confundidos asistieron. —Un poco. ¿Por qué?

—Cuando fui por comida la vi hablando con Nelson. —respondió Jill. —Parecían conocerse de años. Hablaban como si se reencontraran, se veían tranquilos.

—¿En qué la implica en esto? —pregunté sin entender.

—¿No lo ves? —preguntó. Negué con la cabeza. —Nelson te defendió, después de hablar contigo y después de hablar con ella. Debió haber pasado algo por su pequeña mente de ardilla para que te defendiera de esa forma.

La miré un momento. Entendía su punto, pero lo que no encajaba era ¿por qué? ¿Por qué me había defendido?

(...)

~ Narra Luke ~

Nos reunimos en el comedor y empezamos a comer lo que sea que había cocinado la castaña. Ed y yo estábamos más que bien ahora que habíamos quedado en que no nos adelantaríamos ni nos rendiríamos en la búsqueda de Cassandra.

—Oye, ¿de dónde se conocen ustedes dos? —preguntó señalando a Ingrid y a mí.

—El palacio. —respondimos al unísono.

—¿Por qué? —preguntó  —No es que quiere meterme en tu vida, Luke, pero no la ubico.

—Es porque nunca la conociste. —respondí indiferente. —Al menos no como yo lo hago.

Todos, excepto Ingrid, me miraron expectantes. Los miré con cuidado tratando de descifrar sus miradas.

—¿Qué? —pregunté con la boca llena de comida.

—No quiero ser mal educado ni nada por el estilo. —empezó Ed. —Pero, ¿Cassandra sabe de esto?

Me atraganté con la comida y empecé a toser como loco.

—¿¡Qué!?

—Solo digo que...

—¡Ingrid y yo no somos nada, Ed! —exclamé entre mis convulsiones.

Ingrid rodó los ojos. —Oye, tranquilo. Tampoco es que yo quisiera tener algo contigo.

—¿Qué? —pregunté cuando ya no estuve apunto de morir atragantado.

—No me gustas. —respondió encogiéndose de hombros. —Te veo más como un hermano.

Puse mi mano en mi pecho, "ofendido". —¿Estas diciendo que no te atraigo?

—Exacto.

—¡Pero si soy un dios griego! —todos soltaron una carcajada. —¡Hey! En la secundaria todas estaban detrás de mí.

—Eras el cerebrito, Luke. Obvio que estaban detrás de ti. —dijo Ed entre risas.

—Estas celoso de que yo tuviera más novias que tú. —dije antes de mostrarle la lengua como chico maduro que era.

Se encogió de hombros. —Me ahorraste el tiempo.

—¿De qué? —pregunté confundido.

Noté como veía a Ingrid. —Por qué ahora sé que ellas no eran la indicada.

Ingrid levantó la mirada y posó sus claros ojos en Ed. Los miré alternativamente, percatándome de que había una tensión sexual en el lugar. Agregándole que todos estaban en silencio y las mejillas de Ingrid se habían colorado.

—Uhm... sigamos comiendo. —murmuró la chica al mismo tiempo que se llevaba a la boca un pedazo de lechuga.

Cuando la cena terminó, Jason, Karina y Ingrid se ofrecieron a lavar los trastes. Aproveche ese momento para interrogar a Ed.

—¿Puedes decirme que pasó ahí? —pregunté.

—Nada. —respondió normal.

—¿Cómo que nada? Acabo de ver cómo mirabas a Ingrid. ¡La chica se sonrojó! Eso no es normal en ella. —dije cruzándome de brazos.

—Hay una primera vez para todo. —se limitó a responder.

—¿Te gusta? —inquirí.

—¿Qué?

—¿Te gusta Ingrid? —repetí.

Se tomó su tiempo para responder. Me di cuenta que sus ojos ya no estaban enfocados en mi, sino en la ventana que daba a la cocina. Sin evitarlo, sonrío al ver a la chica de cabellos castaños. Después de un momento volvió a mirarme.

—No, no me gusta. —respondió. Noté un cambio en su voz.

Asentí lentamente sin créeme su mentira. —Vale. Pero escúchame bien, Brown. Esa chica es mi amiga y hermana, si le haces daño te castro.

Sonrío de lado. —Créeme, Luke. Ella y yo no podemos estar juntos.

Sin dejarme preguntar algo o decir algo de alejó de mí tomando las llaves de la moto.

—¿A dónde vas? —pregunté confundido.

—Es mi turno de salir a pensar. —dijo al mismo tiempo que se cerraba la chamarra. —Nos en la luego.

Sin nada más que decir cerró la puerta dejándome con la palabra en la boca y con preguntas.

(...)

~ Narra Edward ~

Detuve la moto y bajé de ella. Las farolas alumbraban la calle, pero a parte de ellas no había no luz alguna que alumbrara más. La pared que estaba enfrente de mí era como tres veces más alta que yo, cubierta por enredaderas verde intenso.

Me quité el casco, fijándome que en la calle no hubiera nadie que pudiera delatarme o verme. Cuando estuve seguro de ello, deje el casco en el manubrio de la moto y camine hacia el muro.

—Espero no arrepentirme de esto. —murmuré para mí mismo.

Antes de emprenderme en mi aventura, tomé una respiración profunda tratando de despejar mi mente. Cuando lo pude hacer, di un brinco y tomándome de la rama más cercana de la enredadera.

Lentamente subí por ella, fijándome a intervalos que no hubiera moros en la costa o alguna cámara grabando mis movimientos.  Al llegar a la barda miré hacia el otro lado. Una casa iluminada a unos cuantos metros se hacía presente en el terreno. Cerca de esta, varias personas y autos estacionados.

Estaba inspeccionando el lugar cuando mi celular empezó a sonar como vil alarma. Sin pensarlo dos veces salté sin poder caer bien.  Saqué el móvil del bolsillo y con una mueca de dolor en el rostro respondí.

—¿DÓNDE ESTÁS? —preguntó Luke en el momento en que conteste.

—UHM... CERCA DE CASA NO.

—REPETIRÉ LA PREGUNTA. ¿DÓNDE MIERDAS ESTÁS?

Rodé los ojos. —TÚ TE FUISTE CASI TODO EL DÍA Y NO TE ACOSE. ASÍ QUE DEJA DE MOLESTAR.

—CREÍ QUE YA HABIAMOS SUPERADO ESO. —gruñó. —Y HAY UNA DIFERENCIA DEMASIADO GRANDE.

—¿CUÁL?

—QUE INGRID ESTÁ PREOCUPADA POR TI.

Sus palabras pasaron por mis oídos lentamente. Mi corazón dio un vuelco.

—NO ESTOY HACIENDO NADA MALO, LUKE. TENGO QUE IRME.

—¡ED! NO TE ATREVAS A DEJARME CON LA MALDITA DUDA. ¿¡DÓNDE ESTÁS!?

—MAÑANA ME LO AGRADECERÁS. ADIOS.

—¡EDWARD PETRONILA...

Corté la llamada sin escuchar el resto. En serio, Luke me agradecería que estuviera aquí en este momento.

Lentamente, y con una mueca en el rostro, me levanté del suelo. El tobillo me dolía, así que seguramente tenía una torcedura. Sin más, empecé a caminar sigilosamente hacia la propiedad. El barullo de la casa y sonido de los autos arrancar me hizo saber que estaba cerca.

Seguí caminando hasta que...

—¿Qué haces ahí? —preguntó una dulce voz detrás de mí.

Estaba desprevenido, por lo que al momento de girarme caí de culo al césped.

Levanté la mirada, encontrándome con una chica de cabellos claros.

—¿No te han dicho que es de mala educación espantar a la gente de ese modo?

—¿Y a ti no te han dicho que es de mala educación responder una pregunta con otra?

Entrecerré los ojos. —Touché.

—Vamos, levántate. —dijo tendiéndome la mano.

—Uhm... —miré por todos lados. —No creo que sea buena idea.

Se agachó. —Déjame adivinar, ¿te estás escondiendo de alguien?

Asentí. —De varias personas, de hecho.

—Vale. —se puso de rodillas quedando escondida como yo. —¿Puedo saber de quién te escondes?

—¿Quién eres?

—Creí que ya habíamos dicho que...

—Se lo que dijiste. —interrumpí. —Pero... no puedo decirte nada a menos que sepa quién eres.

Rió. —Eres un chico raro.

—Eso me ofende. —dijo poniendo una mano en mi pecho, dramatizando la situación. —Esa persona es mi amiga.

—Tenemos que ser amigos. —dijo riendo. —Soy Doreen, pero dime Heather.

—¿Por qué le dices a la gente que te llamas Doreen y que te llamen Heather? No tiene sentido. —dije alzando una ceja.

Se encogió de hombros. —La vida no tiene sentido, y aún así sigues viviéndola.

La miré divertido. —Concuerdo contigo, Heather.

Reímos.

—¿Y tú eres? —preguntó.

—Edward Brown. —respondí.

—¿Vienes a la fiesta? —preguntó curiosa.

Me había distraído tanto que había olvidado a lo que venía.

—Yo... este... si. —balbuceé.

Alzó una ceja. —¿Si o no?

Asentí. —Si, pero llegue tarde.

Se levantó. —Lamentablemente la fiesta ha terminado. ¿Vienes a ver a alguien?

—Yo... ¿qué?

—Se que vienes a ver a alguien, Edward. No te conozco, no estás en las listas... —observó mi atuendo. —No vienes de gala y estás escondido. Vamos, no soy idiota.

—Vale. Vale. Me haz atrapado. —dije levantándome. —Pero no le digas a nadie.

Hizo un gesto de cerrar un cierre. —No digo nada, pero tienes que decirme a quién vienes a ver.

—No creo que...

—Conozco a Nelson. —interrumpió.

—Sabes, eres muy buena convenciendo y manipulando gente.

—Solo cuando quiero obtener información como esta. —dijo cruzándose de brazos. —Ahora. Habla.

—Tengo que encontrar a una amiga. —respondí. —Se llama Cassandra, pero no creo que la co...

—Ya. Sé quién es. —interrumpió.

La miré confundido. —¿Qué...? ¿Cómo...?

—La fiesta. —se encogió de hombros. —Nos conocimos. Se donde encontrarla.

(...)

La estancia no era como lo que yo pensaba. No había cámaras, ni Buscadores cuidando. Era una mansión común y corriente, por qué... Nelson vivía en una mansión.

Heather me llevó por pasillos llenos de cuadros y retratos, llenos de puertas y una que otra ventana. Quitando el hecho de que Nelson era un enemigo y tenía a mis amigos en la casa, me hubiera gustado vivir en ella.

—¿A dónde me llevas? —pregunté a su lado.

—Con Cassandra. —respondió.

—¿Vives aquí?

Negó. —No, pero ayudé a Nelson a hacer los planos de la casa. Así que conozco cada lugar de este lugar.

—Vaya. —murmuré sorprendido. —¿Y cómo sabes cuál es su habitación?

—Nelson me ha dicho que hay una habitación ocupada. De todas las que hay, solo hay una especial. Se que Nelson llevó a Cassandra ahí por qué ella evoca un recuerdo de alguien.

Sus palabras se calaron a mi cerebro.

"Ella evoca un recuerdo de alguien. "

—¿Alguien? —pregunté confundido. —¿Cómo que alguien?

—Nelson es un ser humano, Edward. Tenía amigos, familia, amores... —se detuvo, mirando un punto fijo. Después de un momento me miró. —¿Por qué piensas que es así?

—Es un Buscador. —respondí con simpleza. —Nos odian.

Negó con la cabeza. —Se como lo ves, sé cómo lo ven tus amigos... pero él no era así.

—¿Qué... lo conocías?

—Él, mi hermana y yo éramos mejores amigos. —respondió. Se había sentado en un sofá que estaba cerca. —Nelson era... era un chico normal; amistoso, protector, necio, optimista, paciente, con una forma de pensar diferente. Era un chico. Un chico enamorado.

Un chico enamorado...

¿¡Qué!?

—¿Enamorado?

Asintió. —Estaba enamorado. De mi hermana,  de hecho. Pero las cosas cambiaron; ella empezó a salir con un tipo llamado Harry, Nelson se alejó, yo entré a la universidad... Y ahora esto, Nelson tiene un plan para terminar con los elementos. —rió. —Lo gracioso es que es estúpido el por qué.

—Espera... ¿cómo que es estúpido el por qué? ¿Sabes por qué quiero matarnos?

—Si. Lamentablemente si. —respondió. —Harry es un elemento. Le tiene rencor.

—Dios mío. —susurré.

—Lo que no entiende es que al tratar de matar a los elementos, mi hermana también morirá.

—¿Tú hermana es un elemento?

—Terra. Las dos. —dijo suspirando. —Estaba cegado por los celos, ella casi muere cuando...

—¿Estaba? —interrumpí.

Asintió. —¿No has visto que está diferente? Más pacífico, sensible, pensativo.

Reí con ironía. —No.

—Bueno, pues lo está. Y hay una razón para ello. —respondió.

—¿Cuál?

—Cassandra. —mis ojos se abrieron de golpe. —Ella se parece a mi hermana.

...

(...)

N/a:

Este ha sido el capítulo más largo que he hecho para la historia. Espero que les guste. Aquí otra participación de nuestra querida Doreen 😂🙆🏻 una de las más que habrá.

¿Qué piensan de Edward y Ingrid?

¿Habrá algo por ahí?

¿Quién será el amor platónico de nuestro Nelson?

¿Qué piensan de Nelson ahora que saben parte de su historia?

Volvemos a empezar con los capítulos dedicados. Los empezarán a ver a partir del próximo capítulo. Comenten aquí. 👈🏻
O manden inbox 🙃

Comenten y voten 👇🏻
Abrazos de oso panda de mi parte 🖖🏻

Denii 💙👑

Continue Reading

You'll Also Like

493K 21.8K 11
Nord es un monstruo lascivo y cruel, Indivar es una humana inocente y frágil; la combinación perfecta para una pasión desenfrenada. 🔥 *** •Sinopsis...
6.8M 470K 66
Romántico empedernido, excesivamente egocéntrico, chantajista nivel profesional, capitán de americano e irresistiblemente atractivo. No es su culpa (...
3.5M 225K 32
Una chica, con un gran destino que cumplir. Un chico perdido destinado a protegerla. Y un mundo nuevo por descubrir. Esta es la historia de uno los c...
2.2M 253K 23
Quiero que el mundo se joda. Quiero que se joda mientras estoy en tus brazos, y sonreírle al caos mientras me fundo en tus labios. ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⇢ship;...