Me desperté muy aturdida por el sueño que acababa de ver, esa era yo, recuerdo a la perfección esa escena, fue una de las tantas veces que me llevaban a un lugar donde no había ninguna profesora y luego hacían conmigo lo que ellos quisieran golpearme, insultarme cualquier cosa que se les ocurriera en ese momento.
Así de cruel era mi infancia.
Esa vez fue la única vez que un profesor o profesora llego a defenderme, la única vez de tantas.
Tal vez ellos pensaban que no me hacían tanto daño como ellos pensaban, pero unos cuantos años después todas esas heridas siguen abiertas, esperando a poder ser sanadas, pero no sé cómo sanarlas.
Me levante de la cama para ir hacia el baño para tomar una ducha y salir a caminar un poco, ya que hoy era domingo, no tenía clases. Entre al baño y me mire detenidamente en el baño del baño, mi cara era un desastre, tenía todavía muchas marcas del maquillaje corrido, rápidamente lave mi cara y luego me mire en el espejo y ya no quedaba ninguna marca de suciedad. Me desvestí y abrí la llave de la regadera, luego de unos segundos el agua empezó a salir caliente, sonreí hacia mis adentros ya que casi nunca podía poner el agua de la regadera caliente, tome una ducha larga y relajante por unos 30 minutos y luego envolví mi cuerpo en una toalla, al igual que mi cabello.
Una vez salí del baño, estuve a punto de preguntarle a Selena si quería salir a caminar conmigo pero observe como todavía dormía, así que decidí solo vestirme rápidamente sin hacer ruido para no despertarla.
-Regreso dentro de unas horas- Dije en susurro antes de cerrar la puerta de la habitación que compartía con Selena.
Una vez salí de la habitación empecé a bajar las escaleras para llegar a la sala principal y luego me dirigí hacia la cocina para tomar una manzana y luego lavarla para comerla.
-Buenos días Demi- Dijo la voz de Finn detrás de mí haciendo que me sobresaltara.
-No me asustes así- Dije mientras hacía movimientos extraños para evitar que mi manzana cayera al suelo.
-Lo siento no fue mi intención- Dijo avergonzado.
-No importa- Dije dedicándole una sonrisa sincera- Iré a caminar un poco, ¿Le podrías decir a las chicas por mi cuando despierten?
-Claro- Dijo mientras sacaba leche del refrigerador- Llámame si te pierdes- Dijo sonriendo.
-Lo hare- Dije mientras empezaba a caminar hacia la puerta principal de la casa, una vez estuve frente a esta la abrí para luego salir por ella.
La calle se encontraba vacía, todo era silencio lo cual me agrado bastante, empecé a caminar mientras observaba todo mi alrededor de Woodford, mientras seguía caminando pude observar a lo lejos un parque, no dude dos veces para ir hacia él y tomar un poco de aire fresco.
Todo era muy diferente a comparación de Atlanta, aquí habían muchos árboles y podías sentir solo el fresco aire de los árboles, a diferencia de Atlanta que lo primero que se podía visualizar a tu alrededor eran edificios.
Al llegar al parque me senté bajo la sombra de un gran árbol y luego empecé a visualizar el parque todo era tranquilidad, estaba a punto cerrar mis ojos hasta que escuche las veces de niños pequeños jugando, me levante del suelo dispuesta a irme de ese lugar hasta que observe a los niños que se encontraban a unos metros de mí, no estaban jugando... estaban golpeando a un niño.
-¡Eres un tonto! ¡Te dijimos que no le dijeras a los profesores!- Dijo un niño un poco más grande de estatura que el niño que recibía los golpes.
-¡Eres un inútil!- Dijo otro niño golpeando al niño que ahora se encontraba en suelo.
Sin pensarlo más tiempo me acerque a los niños que al verme corrieron lejos dejando al otro niño en el suelo.
-¡Oh por Dios! ¿Estás bien?- Dije ayudando al niño a levantarse.
-¡No me golpees por favor!- Dijo el niño cubriendo su rostro con sus brazos.
-Tranquilo no te golpeare- Dije tomando sus brazos cuidadosamente para alejarlos de su rostro.
-¿Eres un ángel?- Dijo mirándome confundido.
-¿Por qué lo dices?- Dije sonriendo.
-Eres la primera persona que se acerca a ayudarme- Dijo con los ojos tristes.
En ese momento recordé todas las veces que espere a que alguien se acercara a ayudarme, pero nunca llegaba alguien, hasta llegue a pensar que la profesora que se acercó aquel día era un ángel.
-¿Quieres que te lleve a tu casa?- Dije dedicándole una sonrisa sincera.
-¿Lo harías por mí?- Dijo mirándome con una gran sonrisa dibujada en su rostro.
-Claro- Dije sonriéndole, en ese momento empezamos a caminar y el rápidamente tomo con sus pequeñas manos mi mano- ¿Cómo te llamas?- Le pregunte unos segundos después de que empezamos a caminar.
-Mi madre me ha dicho muchas veces que no le diga mi nombres a extraños... Pero tú no eres un extraño ¡Me llamo Max!- Dijo alegremente- ¿Cómo te llamas ángel?- Dijo curioso.
-Me llamo Demetria, pero dime Demi- Dije mirándolo dulcemente.
-Qué lindo nombre para un ángel- Dijo sonriendo.
-¿Sabes dónde está tu casa?- Dije mientras me detenía de caminar y lo miraba a los ojos.
-No- Negó dulcemente, lo cual me hizo sonreír.
-Bueno entonces... ¿Quieres un chocolate caliente mientras encontramos tu casa?- Max rápidamente asintió, así que volvimos a caminar unos metros más adelante hasta un Starbucks.
-¿Qué desean ordenar?- Se acercó una chica hacia nosotros.
-2 chocolates calientes por favor- Dije mirando a la chica.
-Enseguida- Dijo la chica mientras se alejaba.
-Mi hermano suele venir seguidamente a este lugar- Dijo sonriendo.
-¿Tienes hermanos?- Dije mientras trataba de distraerlo de cualquier cosa que le recordara que prácticamente está perdido.
-Solo uno- Dijo sonriendo grandemente hasta pude notar algunos dientes que se encontraban en proceso de crecimiento- ¡Él el muy bueno conmigo!- Pude notar como sus ojos se iluminaban al hablar de el- Y sus amigos son muy graciosos, una vez ordenamos pizza y se les cayó sobre un trabajo del instituto de, él ¡Fue muy divertido verlo enfadado!
-Suena a que lo fue- Dije sonriendo.
-¿Puedo ir al baño?- Dijo mientras hacia un baile extraño sobre el asiento en el que nos encontrábamos.
-¿Quieres que te acompañe?- Dije a punto de levantarme.
-No, yo conozco muy bien este lugar- Dijo muy seguro de el mismo mientras se levantaba y caminaba hacia el baño, lo seguí con la mirada para asegurarme de que no se perdiera, pero como él lo dijo, conocía bien este lugar.
En ese momento observe por la ventana que estaba a mi lado el cielo, parecía que llovería dentro de unas horas.
-¡Demi ahí está mi hermano!- Dijo Max gritando detrás de mí, haciendo que me sobresaltara, en ese momento corrió hacia otro lugar lugar en donde se encontraban una mesa llena de chicos.
-¡Hermanito!- Escuche la voz de Max gritar animadamente.
-¿Max que haces aquí?- Dijo una voz muy familiar.
-Estaba en el parque y me perdí, pero luego me encontró un ángel... ¡Tengo que presentarte a mi ángel!- En ese momento me levante del asiento- Luke ella es Demi ¡Ella es mi ángel!- Dijo Max sonriendo.
En ese momento levante mi vista para encontrarme con Luke Hemmings quien me miraba confundido.
-¿Demi?- Dijo confundido.
-¿Luke?- Dije al igual que el de confundida.
-¿Tu eres el hermano de Max?- Dije confundida.
-¿Tu eres el ángel de mi hermano?- Dije también confundido.
-¡Michael, Calum, Ashton!- Dijo Max corriendo hacia una mesa.
-Emm...- Dijo rascándose el cabello con nerviosismo- ¿Cómo sucedió esto?
-Encontré a Max en el parque que está a dos calles de aquí y decidí llevarlo a su casa, pero luego me dijo que no sabía dónde vive y entonces decidí traerlo aquí a tomar un chocolate caliente- Dije encogiéndome de hombros- El mundo es tan pequeño- Dije en susurro, haciendo que el riera.
-Gracias, enserio no sabría que hubiera sucedido si mi hermano se hubiera, o peor si alguien más lo hubiera encontrado... Sabes tiene razón... eres un ángel
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¡Feliz día del amor y la amistad! Espero que pasen genial este dia <3