Amor de libro [ADL #1] -PRÓXI...

By CMStrongville

9.2M 705K 127K

Él sueña con poder besarla. Ella suspira por tenerlo en sus brazos. Pero ambos son tímidos, reservados y tien... More

"Amor de libro" en papel
SINOPSIS
01. E L L A
02. É L
03. QUE TODO SALGA BIEN
04. COINCIDENCIAS
05. ¿CASUALIDAD O DESTINO?
06. PLANES DISFRAZADOS
07. LATIDOS Y ESCALOFRÍOS
08. MEJORES CARTAS
09. SUPERANDO MIEDOS
10. ESTAR PERDIDO
11. HELADOS Y OPORTUNIDADES
12. BESOS DE ALGODÓN
13. ALGUIEN DEL PASADO
14. VERTE OTRA VEZ
15. VISIONES CONFUSAS
16. PREGUNTAS E INTERRUPCIONES
17. PERDIENDO LA TIMIDEZ
18. FRAGMENTOS DE CANCIONES
19. SENTIMIENTOS EXPUESTOS
20. LLAMADAS Y SECRETOS
21. POSIBLES AMENAZAS
22. GANANDO CONFIANZA
23. ACLARANDO ASUNTOS
24. APOYO Y PROMESAS
25. APROVECHAR EL TIEMPO
26. DOLOROSAS EXPLICACIONES
27. VERDADES
28. SORPRESAS
29. MUY TARDE
30. TRATAR DE OLVIDAR
31. DESESPERADO
32. CÓMPLICES
33. POR SEGUNDA VEZ
34. AUDACIA
35. CUENTO DE HADAS
36. EPÍLOGO | NUEVO INICIO
Extra I | La noche antes de partir
Extra II | Un año más
Extra III | Solo tengo ojos para ti
Extra V | Por el resto de mi vida

Extra IV | Amarte siempre

109K 9K 1.6K
By CMStrongville

Quiero tenerte
Conmigo siempre, siempre, siempre
Para besarte, acariciarte
Siempre amarte
Hasta la muerte
***


NAIRA

—¡Por fin! Mis amadas  vacaciones han llegado. —Me dejo caer en el asiento del acompañante junto a Asier y suspiro con alivio.

Este ha sido el último día de clases del penúltimo semestre de mi carrera y he estado más presionada que nunca. Con todo mi tiempo dividido entre tanto estudio y el trabajo estuve temiendo colapsar en cualquier momento por el estrés y la falta de sueño.

No quiero ni imaginar cómo será el próximo.

—¿Llamaste a tu mamá? —pregunta cuando salimos del estacionamiento del campus.

Chasqueo la lengua y miro por la ventana.

—Sí, pero dijo que se iría con Marcos de viaje. Lo envían a España por negocios durante casi un mes y ahora quiere llevársela, ¿puedes creerlo? Me quita a mi mamá durante el tiempo que puedo verla —me quejo. Guardo silencio por un momento cuando no responde y luego resoplo—. ¿Y tú? ¿Llamaste a tus papás?

Escucho una leve risa salir de sus labios y me dan ganas de llorar de felicidad. Hace tiempo que no lo escucho reír...

Dios, ¿qué nos ha estado pasando? Estos últimos meses Asier se ha vuelto más reservado de lo normal. Ha abierto una brecha entre nosotros y no sé si es por algo que he hecho yo.

¿Qué hice mal? Si tan solo me lo dijera, entonces tal vez podríamos arreglarlo. Lo intentaría con tal de que todo volviera a la normalidad.

—Relájate, Nai. No te preocupes por ella. Ya está grandecita como para saber cuidarse sola, ¿no crees? Y, contestando a tu pregunta, sí. Ya los llamé, pero resulta que están con mi tía Ana y no regresan sino hasta la próxima semana —concluye.

—Así que... ¿a dónde iremos por mientras? —cuestiono sacudiendo mis demás pensamientos.

Miro su perfil y noto que su mandíbula está algo apretada. Luce tenso con sus nudillos blancos aferrando el volante y los ojos entrecerrados fijos en la calle.

Parece tan incómodo ante la idea de pasar una semana a solas conmigo y eso me parte el corazón.

Una de las comisuras de su boca se eleva de repente; de manera casi imperceptible y me da una mirada de reojo.

—Ya verás —responde. Pisa un poco más el acelerador y nos conduce a casa.

.

.

—No sé para qué quieres que me lleve tanta ropa si la mitad del tiempo no la vamos a usar —murmuro tratando de aligerar el ambiente tenso.

Lo veo rascar su nuca y hacer una mueca incómoda que me hace sonreír. A veces puede seguir siendo tan tímido.

—Eh...

—Es broma. —Cierro mi maleta y escucho su resoplido—. Ya estoy lista —informo.

Me giro a enfrentarlo y sus ojos se desvían a la cama.

—Está bien. Entonces vamos.

Pasa a mi lado sin siquiera rozarme, evitando el contacto, y me siento derrotada.

Guarda su celular en el bolsillo de su pantalón y entonces recuerdo la manera en que lo bloquea cuando me encuentro cerca, no queriendo que vea lo que tiene ahí. Como... si me escondiera algo.

Mi pecho se aprieta al imaginar que mi dulce novio de casi cuatro años me esté engañando. No... No podría soportarlo si ese fuera el caso.

—¿Nai? —me llama. Elevo la mirada y lo veo de pie en el umbral con el ceño fruncido y las maletas en sus manos—. ¿Estás bien, bonita?

Su preocupación parece ser genuina y me obligo a sonreír y asentir.

—Todo perfecto —miento. Camino hasta la puerta y me detengo frente a él. Luce asustado—. Te amo —susurro para que nunca lo dude, y luego deposito un beso rápido en su barbilla.

Le doy la espalda sin darle oportunidad a esquivarme o responderme y salgo de ahí con rumbo al estacionamiento.

Hemos ya conducido por varios minutos cuando se detiene frente a una casa desconocida.

—Vuelvo rápido —informa sin verme.

Yo asiento y él sale del auto. Lo veo tocar la puerta y una mujer abre sonriente y Asier sonríe de vuelta luciendo emocionado.

Mis párpados se cierran con fuerza y me obligo a aguantar un poco más. Me duele que esté tan distante, que me esconda cosas y ya no pase tanto tiempo conmigo. Ahora trabaja más, y es cierto que tenemos más dinero, pero me gustaría que las cosas pudiera ser como antes.

Siento una lágrima correr por mi mejilla y la limpio al mismo tiempo que la puerta se abre, por lo que Asier la ve.

—Nai —susurra con algo parecido a la preocupación.

Desvío mi mirada por la ventana y me encojo de hombros.

—Extraño a mi mamá —me excuso.

Silencio. Ningún movimiento por algunos segundos.

Escucho la puerta cerrarse y el motor encenderse.

No me ha creído, lo sé, pero no me importa. Yo tampoco le creo cuando dice que va con sus amigos. Nunca ha sido la persona más sociable, ¿y de repente quiere que le crea que tiene amistades a montón?

Suspiro molesta conmigo misma por no tener el valor de preguntarle lo que pasa y me encojo en mi asiento. Quiero hacerme pequeña, tal vez así el dolor se reduzca también.

El silencio es tan espeso, lleno de secretos y mentiras, que enciendo la música solo para ignorarlo. No desaparece, sigue ahí, solo que disfrazado.

Apoyo mi cabeza en el respaldo del asiento y cierro los ojos. Big girls don't cry suena y me da justo en el corazón.

Los cuentos de hadas
no siempre tienen
un final feliz.

Las canciones parecen presentarse en el momento justo en la radio, como si esta supiera del ánimo que te encuentras.

«¿Te sientes triste? Oh, pondré una canción cortavenas.»

Siento una mano posarse sobre la mía y la retiro despacio. Me duele que me toque.

.

.

ASIER

Naira ha estado de lo más rara estos días y no sé qué hacer. La veo perdida dentro de sus pensamientos y tengo miedo de lo que sea que esté pasando por su cabeza.

Es cierto que la he descuidado un poco últimamente, pero es que tengo qué hacer de todo para evitar que me descubra. Si se llega a dar cuenta arruinaría la sorpresa y... estoy nervioso.

Pero ahora ella también está algo lejana.

Cuando poso mi mano sobre la suya y ella la quita, algo en mi interior se resquebraja. Hago una mueca de dolor que ella no nota y entonces la vuelvo a colocar sobre el volante.

Conduzco durante algunas horas hasta llegar al lugar que había reservado para nosotros y me detengo frente a la oficina.

Miro a Nai y noto que está dormida, sin embargo su semblante se encuentra triste.

Paso una mano por mi rostro y bufo. Ahora no estoy seguro si es una buena idea hacer todo esto. Lo he estado planeando durante este semestre y...

—¿Ya llegamos? —La voz adormilada de Naira me saca de mis pensamientos.

—Oh, sí. —Mira a la cabaña frente a nosotros y su boca se abre con sorpresa—. Pensé que sería más cómodo dormir en una cabaña en lugar de una tienda. Y... Bueno, quise sorprenderte —murmuro muy bajo.

Sus ojos se clavan en los míos y parpadea algunas veces antes de volverlos a posar en el paisaje.

—Lo has hecho —susurra. Me da una rápida sonrisa triste y luego baja del auto.

Cierro los ojos un momento y trato de relajarme. Lo haré. Voy a correr el riesgo y no pospondré mis planes.

Abro la puerta y salgo al fresco exterior. Sonrío al ver que sigue igual que siempre. Me inspira paz y tal vez también a Naira la haga relajarse.

Camino hasta donde ella está de pie disfrutando la vista y coloco mi mano sobre su cintura.

—Vamos —susurro en su oído haciéndola estremecer.

Ni siquiera me mira cuando se aleja y camina a la oficina. Miro al cielo como si este tuviera la respuesta a todo lo que está pasando y tras unos segundos la sigo.

.

.

—Voy a bañarme —dice ella.

Coloco su maleta sobre la cama con un resoplido y escucho la puerta del baño cerrarse seguido del ruido la ducha encenderse.

No puede hacer más obvio que me está evadiendo.

Me dejo caer al lado del equipaje y cierro mis ojos imaginado lo que le diré cuando salga del baño.

No podemos estar así y por eso debemos hablar. Para arreglar las cosas. Para que me diga en qué estoy fallando, o si... O si esto, nuestra relación, ya no funciona para ella.

Un nudo se instala en mi garganta al pensar en esa posibilidad. Perderla me destrozaría por completo.

Me incorporo unos minutos después cuando escucho la puerta del baño abrirse y encuentro a Naira envuelta en una toalla, su largo cabello mojado cayendo a ambos lados de su rostro y por sus hombros.

Sigue siendo igual de bonita, si no es que más. Los años han transformado sus rasgos de niña en los de una hermosa mujer.

—Yo... olvidé mi ropa —murmura sin verme.

—Nai —la llamo. Sus ojos no me encuentran—. ¿Podrías verme por favor?

Contengo el aliento unos segundos y luego, de manera lenta, hace que su mirada se fije en mí.

—¿Qué? —inquiere en un murmullo.

Abro la boca para preguntarle qué pasa con nosotros, pero el miedo a lo que pueda responder me roba la voz. Me quedo congelado viéndola y ella suspira alejando la mirada de nuevo.

Comienza a vestirse y toma su traje de baño.

—Voy a estar en el lago si no me necesitas.

—Está bien.

Pasa a mi lado y luego escucho la puerta abrirse y cerrarse con rapidez. Parece que no podía escapar de mí lo suficientemente rápido.

Me quedo de pie en el medio del dormitorio debatiéndome entre esperar a que regrese e ir tras ella.

Quiero darle su espacio para pensar o lo que sea que quiera hacer, pero también quiero y necesito hablar con ella para aclarar lo que pasa.

Siempre hemos hablado cuando tenemos algún problema, no sé por qué esta vez es diferente.

Paso algunos minutos sopesando los pros y los contras de cada opción y luego decido que es mejor ir tras ella.

Cuando llego al lago la veo de inmediato. Está bajo la cascada, su rostro echado hacia atrás y los ojos cerrados. Parece... triste.

Comienza a nadar sin prisa y yo me acerco a la orilla donde se encuentra más cerca.

—Naira. —Da un respingo asustada y se gira a verme.

Sus pestañas húmedas están juntas y dan la ilusión de que estuvo llorando.

—Me asustaste —expresa llevándose una mano al pecho.

Hundo las manos en los bolsillos de mi pantalón y siento la pequeña caja guardada ahí.

—¿Podemos hablar? —pregunto mirando mis zapatos.

Pateo una piedrita frente a mi pie y escucho al agua moverse cuando ella sale.

—Dime.

Mi corazón se acelera con miedo. Quiero decirle y preguntarle tantas cosas que no sé por dónde empezar. Se lo digo.

—No sé por dónde empezar.

El sonido de los pájaros cantando de fondo es relajante y calmado, todo lo contario a cómo se encuentra mi interior en este momento.

Veo a Naira abrazarse, supongo que por el frío, y noto que se ha olvidado de una toalla en sus prisas por salir de la habitación.

—Si vas a dejarme solo dilo —susurra con voz temblorosa.

¿Qué?

Mi ceño se frunce y sacudo la cabeza.

—No, yo... ¿Qué? Dios, Nai. ¿Por qué...? ¿Qué te hace pensar que quiero dejarte? —cuestiono dolido y algo indignado.

¿Acaso le he dado alguna señal que le haya hecho creer eso?

Comienzo a tratar de recordar algo que haya hecho o dicho para plantar esa idea en su cabecita, pero un sollozo de su parte me hace abrir mucho los ojos.

—Es que... has estado tan lejano y parecías esconderme cosas que... Oh, Dios. —Cubre su rostro con sus manos y me acerco a abrazarla sin importarme que se moje mi ropa.

Mi lejanía. ¿Cómo no imaginé que podría malentender eso?

—Lo siento, bonita.

Beso su cabeza y la aprieto fuerte contra mi pecho. Sus manos agarran puñados de mi camisa.

—¿De verdad no me vas a dejar? ¿No me... has estado engañando?

La pregunta me lastima. Su duda me duele. Pero mi ignorancia me molesta.

Debí de haber imaginado que ella pensaría en los peores escenarios.

—No, Nai. Dios, no. ¿Qué no ves lo enamorado que estoy de ti? No imagino mi vida sin ti y... —Me interrumpo pensando en la única manera de despejar todas sus dudas de una vez—. ¿Quieres saber por qué he estado tan distante? —inquiero en un susurro amortiguado contra su cabeza. Ella asiente y yo ne alejo un poco. Saco la cajita negra de mi pantalón y escucho la inhalación que toma.

»Pensaba traerte aquí dentro de unas horas, tal vez comer algo sobre una manta después de haber estado en el agua. Ver cómo iba anocheciendo... No sé, algún escenario romántico, y preguntarte lo que he estado queriendo preguntarte desde hace algunos meses.

Miro a sus ojos cristalizados y sonrío un poco.

»¿Recuerdas ese día que salimos a comer y luego fuimos al parque donde viste a un niño que parecía perdido? Tus ojos brillaban mientras hablabas con él y lo ayudabas a encontrar a sus padres. Lo primero que pensé fue que serías una mamá muy amorosa. Después... que quería verte embarazada. Seguro lucirías hermosa. Y el pensamiento llegó a mí como un rayo, algo que ya había estado rondando mi cabeza.

»Quería... Quiero que seas la madre de mis hijos. Quiero verte embarazada y luego correteando tras nuestros hijos. Verlos crecer. Envejecer a tu lado. Quiero pasar el resto de mis días contigo. Quiero casarme, Nai. Solo contigo. Que seas mi esposa. Te he amado desde hace tantos años y lo seguiré haciendo. Voy a amarte siempre, hasta el día de mi muerte. Sé que es lo correcto por hacer. Es lo que más deseo en esta vida y me harías el hombre más afortunado en este universo si aceptas.

Abro la cajita y le muestro el anillo plateado que contiene dentro.

»Desde aquel día me he dedicado a encontrar la sortija perfecta, la que merezca estar en tu mano y esta es la indicada. —Miro sus ojos llorosos y lentamente me arrodillo frente a ella—. Naira Medina. ¿Me darías el privilegio de convertirte en mi esposa? ¿A pesar de que no es el lugar más romántico para proponértelo?

Sus ojos se cierran y luego comienza a asentir casi frenética.

—Sí. ¡Dios, sí! Mil veces sí para ti. Acepto conventirme en tu esposa —dice con una enorme sonrisa mientras lágrimas corren por sus mejillas.

Me pongo de pie de nuevo y ella no tarda en arrojarse contra mí y envolver sus brazos alrededor de mi cuello.

—¿Así que ese había sido tu secreto? —pregunta contra mi cuello, su aliento haciéndome cosquillas—. ¿Esto había sido lo que me escondías?

Mis manos rodean su cintura desnuda con fuerza y asiento.

—Sí. Sabes que no te escondo nada, nunca. —La separo solo un poco de mí y acaricio su mejilla con reverencia—. Eres... mi mejor amiga. Mi novia, mi cómplice, mi compañera. Y pronto serás mi esposa. Creo que no puedo pedir nada más, ¿sabes? Todo lo que quiero lo tengo justo ahora en mis brazos.

Sus ojos se achican en una sonrisa llena de ternura y reverencia, y ella se acerca a besar mis labios.

—Te amo, Asier. Y lamento haber dudado de ti.

Sonrío un poco y señalo su bikini con un movimiento de cabeza.

—No te preocupes. Tengo en mente algunas formas en las que puedes recompensarme.

La risa que brota del fondo de su pecho mueve algo en mi interior y entonces estoy plenamente seguro de que he hecho lo correcto.

De que quiero pasar cada día a su lado y seguir escribiendo nuestra historia.


Instagram: cmstrongville
Twitter: cmstrongville
Grupo en fb: Leyendo a Cee


Continue Reading

You'll Also Like

838 97 10
Toda mi vida he estado enamorado de ella. Pero ella ni siquiera me mira. Siempre la observo en silencio y la admiro desde la distancia. Me da pánic...
7.3K 659 8
El héroe Deku y la heroína Mirko se casaron y tuvieron un hijo, un hijo que que aman mucho, y donde el va a hacer su propio camino, donde conocerán a...
210K 13.8K 74
¿Y vivieron felices por siempre? Elisse ha sucumbido a sus sentimientos por Nick sin imaginar que la aparición de nuevas personas en su vida pondrá...
201K 31.5K 70
¿Y si toda tu carrera dependiera de que tus guapos exnovios posaran para tu calendario? *HISTORIA DESTACADA DE FEBRERO 2021 POR EL PERFIL OFICIAL DE...