Todo por ti (Camren G!P)|Edit...

By Pau_CC_5H

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|Camila G!P| Lauren y Camila se conocen cuando apenas tienen 8 y 7 años, su relación no comienza de las m... More

Capítulo 1: Comienzos...
Capítulo 2 : El secreto mejor guardado...
Capítulo 3 : Nuevas amistades
Capítulo 4 : Amistad incondicional
Capítulo 5 : ¿Primer beso?
Capítulo 6 : Norminah
Capítulo 7 : El viaje que cambiará todo...
Capítulo 8 : Declaración de guerra
Capítulo 9 : Aclarando sentimientos...
Capítulo 10: Despedidas...
Capítulo 11: Enfrentando lo inevitable
Capítulo 12: Aclaraciones
Capítulo 13: Siempre te he pensado...
Capítulo 14: Un nuevo comienzo
Capítulo 15: Una cita perfectamente imperfecta
Capítulo 16: Te deseo, Lauren...
Capítulo 17: Una acción precipitada
Capítulo 18: Celos...
Capítulo 19: ¿Novias?
Capítulo 20: Superando miedos...
Capítulo 21: Esquivando sentimientos
Capítulo 22: El afán de Dinah
Capitulo 23: Te amo...
Capítulo 24: Un negocio lucrativo
Capítulo 25: Indecisión...
Capítulo 26: ¿Segunda crisis?
Capítulo 27: Una hermosa navidad...
Capítulo 28: Una navidad bien regalada...
Capítulo 29: Confrontación...
Capítulo 30: La confianza lo es todo
Capítulo 31: Ella no es Lucia...
Capítulo 32: Descartando dudas...
Capítulo 33: Temor y Alegría
Capítulo 34: Desilusión
Capítulo 35: Noche impensada...
Capítulo 36: Nuestra pequeña familia...
Capítulo 37: La familia Jáuregui y La familia Cabello
Capítulo 38: La última barrera
Capítulo 39: Probando cosas nuevas
Capítulo 40: Una emoción que no cabe en el pecho
Capítulo 41: Sentimientos contenidos...
Capítulo 42: Una mentirita blanca
Capítulo 43: El mundo es un pañuelo
Capitulo 44: Comentarios dañinos...
Capítulo 45: Proposición
Capítulo 46: El regalo de bodas
Capítulo 47: Confesión
Capitulo 48: La verdadera razón de todo. Parte 1
Capítulo 49: La verdadera razón de todo. Parte 2
Capítulo 50: Una personita un tanto especial...
Capítulo 51: Una noche algo alocada...
Capítulo 52: Consejos para no colapsar
Capítulo 53: Lo hermoso de estar en Familia...
Capítulo 54: Primeros meses...
Capítulo 55: La tormenta después de la calma...
Capítulo 56: En busca de respuestas
Capítulo 57: El trasfondo de todo...
Capítulo 58: Dolorosamente inevitable...
Capítulo 59: Sobrellevando y viviendo...
Capítulo 60: Primer encuentro y primeras impresiones...
Capítulo 61 (Final): Solo di que sí...
Epilogo (parte 1): Un sentimiento genuino...
Epilogo (parte 2): Un sentimiento genuino...
Especial #1 Mellizos Camren
Nota :3
Especial #2 ChloexMia (Parte 1)

Especial #2 ChloexMia (Parte 2)

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By Pau_CC_5H


*He aquí la parte dos y final!! Chan chan chaaaannnn...

Gracias por leer, votar y comentar (Déjenme comentarios que no muerdo!!) En serio dejen plis u.u, me gusta mucho saber lo que piensan <3.



A los segundos comienzan los murmullos de los presentes, pero realmente en este momento más me importa lo que Mía pueda estar pensando.

-¿Esta preñada? - Dinah le pregunta incrédula a mi hermana. Aun no tengo el valor para elevar mi mirada y verla.

-¡Te dije... te advertí que no le metieras mano! - el enojo no se va en el tono de voz de Verónica, es más, con cada segundo que pasa se escucha más enojada.

-Si esta embarazada, es porque le metió algo más que la mano... - se escucha el comentario de Dinah.

-¡Por Dios, señorita Hansen! - la profesora de literatura se escandaliza.

-¡Dinah, cállate y ayúdame! - se queja mi cuñada, solo ahi elevo mi mirada para verlas. Lucía aún sujeta a mi hermana con mucha dificultad y Dinah a su lado mira a la profesora Muñoz con desdén.

Me armo de valor y con mis mejillas aún llenas de lágrimas traslado mi mirada hacia donde se encuentra Mía, esta en estado de shock, con los ojos como platos mirándome perpleja.

Alice a su lado por algún motivo le da un fuerte zape a Madison en la cabeza, pero mi atención no esta en ellas, ni en nadie más que no sea Mía, mi novia no se mueve, ni siquiera estoy segura si esta respirando, solo permanece ahí, quieta de pie a un lado de la barra con su mirada sorprendida sobre mi.

-¡Suéltame, Lucía! ¡La mataré! - me sobresalto al ver que mi hermana finalmente se logra liberar del agarre de mi cuñada, me pongo de pie rápidamente y me dirijo hacia ella, no quiero por ningún motivo que le haga daño a Mía, no me lo perdonaría, todo esto es mi culpa, por ocultar mi embarazo y no decirlo a tiempo.

-¡Mía idiota, corre! - grita Alice de repente.

Logro interceptar a mi hermana a mitad de camino de donde se encuentra mi novia aún en estado de shock - Vero, por favor... detente... - sollozo aferrándome a su brazo, ella me mira dolida y se deshace de mí agarre con facilidad. Mi pecho se desgarra aún más.

-¡Mía, reacciona! - Mady comienza a zarandear a mi novia para que despabile-¡Corre por tu vida! - le da un par de bofetadas, solo así logra que Mía reaccione, por algunos segundos mi morena me observa aún con su mirada perdida y llena de sorpresa, pero luego ve cómo mi hermana esta a tan solo unos metros peligrosamente de ella y atina a correr hacia la salida trasera del gimnasio a toda velocidad, Verónica de igual forma sale del gimnasio, haciendo caso omiso a mis gritos y a los gritos de Lucía que le dicen que se detenga, que por favor no le haga daño.

Me derrumbo en medio de la pista de baile mientras llevo mis manos a mi rostro, mis lágrimas corren por mis mejillas sin parar, me siento la peor persona del mundo.

-¡Chloe! - Lucía llega a mi lado y me atrae hacia su cuerpo, de inmediato me aferro a ella buscando algo de consuelo, mi pecho duele horriblemente, no quería que nada de esto pasara, no quería que Mía se enterara de esta manera.

-Lo siento tanto, cariño... - dice con pesar mi cuñada- Vero hurgo en mi cartera, buscando el chupón de Emily y encontró la ecografía...- explica mientras me mece con cuidado entre sus brazos, pero ya nada de eso importa, mi hermana se ha enterado de la peor forma posible, seguramente me odia, lo más probable que papá también lo haga y Mía, ni siquiera me puedo imaginar lo que esta pasando por la cabeza de mi novia en este momento.

Las chicas al ver mi estado tratan de tranquilizarme y me brindan su apoyo, incluso Dinah trata de subirme el ánimo, pero lastimosamente nada puede hacerlo.

-Sera mejor que vayamos a casa- dice Lucía con cautela, le asiento, ya prácticamente todos se han marchado hacia sus casas, he arruinado por completo el ambiente de la fiesta y por ende, el baile de graduación. La que se suponía iba a hacer una de las mejores noches de mi vida, se transformó en un completo desastre.

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-¡Sólo tiene 16 años! ¡Es una niña, Sarah! - se escucha el grito de mi padre proveniente de su despacho. Me hundo en el sofá del living y tapo mis oídos con mis dos manos, no quiero escuchar la discusión, hace media hora que llegamos a casa e inmediatamente papá, mamá y Lucy se encerraron a "conversar" en el despacho, Vero también esta dentro, llego hace un par de minutos a casa, no fui capaz de verla a la cara cuando pasó frente a mi y tampoco de preguntarle que fue lo que hizo con Mía, ella solo pasó de largo sin siquiera dirigirme la palabra e ingreso al despacho de papá.

Mi corazón no puede estar más roto, he decepcionado a todo el mundo.

-¡¿Y ahora que haremos?! ¡Chloe ni siquiera ha terminado high school!- la voz de mi hermana sigue escuchándose irritada.

-Primero que todo, tienen que tranquilizarse, nada se solucionará si siguen gritando...-por lo menos mamá se escucha más serena.

-¡¿Cómo quieres que me tranquilice?! - vuelve a gritar mi hermana, suelto un pesado suspiro, yo también tendría que estar ahí adentro, después de todo yo soy la que esta embarazada, pero al parecer no tengo derecho a hablar en esta ocasión.

Salgo hacia el jardín delantero y me siento en la escalera del porche de mi casa, ni siquiera me he tomado la molestia de cambiarme el vestido de gala, me siento terrible y escuchar los gritos de mi hermana y mi padre no ayudan a mejorar mi ánimo en nada.

Ya es de noche y comienza a correr un viento helado, pero no me importa, necesito aire fresco, necesito despejar mi mente de todo lo que esta pasando.

Observo la pantalla de mi celular, tengo muchos mensajes de las chicas, hasta de Math, pero ninguno de Mía, estoy preocupada por ella, quizás Vero le hizo algo y ahora esta herida, no me puedo sacar de mi cabeza la imagen de mi novia posiblemente herida y todo por mi culpa. Busco el contacto de mi novia en mi celular y le marco, de inmediato me manda a buzón de voz, cosa que incrementa la angustia que siento en mi pecho.

De repente siento unos pasos en la entrada del jardín, despego la mirada del aparato y la dirijo hacia la persona que acaba de llegar, es Mía, me sobresalto al ver su aspecto, su smoking esta hecho un desastre, su pantalón y su chaqueta tienen uno que otro rasgado y esta cubierta de tierra, mediante se acerca hacia mí me puedo percatar del pequeño rasguño que tiene en su pómulo derecho, un pequeño hilo de sangre sale de la herida y recorre su mejilla.

Centro mi mirada en sus ojos y la aparto rápidamente hacia el suelo, no me siento capaz de sostenerle la mirada, me mantengo en mi lugar, incapaz de ponerme de pie e ir a su encuentro, no sé si esta enojada, realmente no sé cómo reaccionara.

Cuando Mía finalmente llega frente a mí, elevo mi mirada lentamente hasta su rostro, por primera vez en la vida no puedo descifrar lo que esta pensando o sintiendo con tan sólo mirarla, su rostro no refleja ninguna emoción, cosa que me asusta de sobremanera.

-¿Por qué estas aquí fuera? Comienza a hacer frío... - su voz suena con un pequeño dejó de ternura y preocupación.

-Necesitaba... aire fresco - le respondo en un murmullo esquivando nuevamente su intensa mirada, ella se quita la chaqueta de su smoking y la posa sobre mis hombros con cuidado, abrigándome, su exquisito perfume me envuelve e inunda mis fosas nasales.

-Gracias... - digo con un dejo de voz envolviéndome aún más a su prenda, la calidez que siento con ella es increíble, es como si la mismísima Mía me estuviera abrazando- ¿Qué te sucedió? ¿Fue... Fue Vero? - me aventuro a preguntarle sintiendo como las ganas de llorar regresan a mi.

Mía se acuclilla de modo que su rostro queda frente al mío

-¿Lo dices por esto? - lleva su dedo a su propio pómulo señalando la herida. Le asiento - Vero no fue... - Ríe ligeramente- No logró alcanzarme- suelta con orgullo- salte el muro de la escuela, pero no me di cuenta que del otro lado hay un arbusto... y pues, así quede... - señala su ropa toda sucia y mal tratada, le sonrío ligeramente, me siento mucho más tranquila al saberlo.

Después de su explicación un silencio incomodo se hace presente. Sé que tengo que darle explicaciones, pero no sé cómo empezar.

-¿Es verdad?- es ella quien finalmente termina con el silencio, observo su rostro, esta serio, al igual que lo demuestra su voz.

-Si... estoy embarazada... - le respondo luego de unos segundos armándome de valor, siento como un tremendo peso se libera de mis hombros.

-¿Y... Y quieres tenerlo?- pregunta Mía con angustia, la miro sorprendida por sus palabras, mi novia se remueve inquieta en su lugar aún esperando mi respuesta a su pregunta.

¿Quiero tenerlo? Hasta este momento no me había planteado esa pregunta, me había cuestionado si soy capaz de ser madre, pero no, si quiero o no que nazca el bebé.

Desde el primer momento que supe que estoy esperando el bebé de Mía, mi cabeza se lleno de miles de pensamientos sobre lo que conlleva ser madre tan joven, de lo difícil que será criarlo o del apoyo que posiblemente no tenga de mi hermana y mi padre, pero también pensé y fantasee con una pequeña familia compuesta por Mía, nuestro bebé y yo, de lo adorable que se vería mi novia con un pequeño bebé entre sus brazos, de lo feliz que se pondría al ver sus primeros pasos u oír sus primeras palabras, de solo imaginármela me lleno de ilusión.

-Si... Lo tendré... - le respondo finalmente con total claridad, Mía al escucharme rápidamente se pone de pie y retrocede algunos pasos hacia atrás, alejándose de mi, por segunda vez en la noche no puedo descifrar lo que esta pasando por su cabeza, su semblante esta serio y con la mirada perdida, de un momento a otro se da media vuelta y sale corriendo atravesando mi jardín hacia la calle, un enorme nudo se sitúa en mi garganta al ver como se aleja. La llamo gritando su nombre, pero ella al parecer no me escucha. Mis lágrimas comienzan a recorrer nuevamente mis mejillas sin cesar ¿Mía no quiere a nuestro bebé? De solo pensar en esa posibilidad se me desgarra el alma.

------

Espero algunos minutos por si ella vuelve, pero no es así. Con mi rostro lleno de lágrimas ingreso a la casa y camino a paso rápido hacia el segundo piso, hacia mi habitación. Aún se escuchan las voces de mis padres y mi hermana discutiendo en el despacho. Quiero que esto acabe de una vez, me siento agotada, emocional y físicamente.

Apenas ingreso a mi cuarto, me dejo caer sobre la cama, hundiendo mi rostro en la almohada para acallar aunque sea un poco mis sollozos.

Al cabo de una hora, siento que ya no me quedan más lágrimas por derramar, estoy desecha, pienso en la reacción que tuvo Mía y se agrieta cada vez más mi corazón, en este momento el único consuelo que tengo es el bebé que esta creciendo en mi vientre. Llevo mis manos a mi estómago y lo acaricio con ternura. Si Mía de algún modo no esta de acuerdo en que nazca, me las arreglare para tenerlo sola, aunque me cuesta de sobre manera pensar en ella rechazando a nuestro bebé.

Al cabo de unos minutos repentinamente se escucha un golpe proveniente de mi ventana, me incorporo de la cama y algo asustada me acerco a paso lento hacia ella y con cautela corro la cortina. A simple vista no se ve nada, solo la linda luna que brilla en el cielo estrellado, me tranquilizo un poco y hago el amago de devolverme nuevamente a la cama, pero otro golpe seco me sobresalta, nuevamente proviene desde afuera de mi ventana.

-Debe ser mi imaginación... eso debe ser. - trato de tranquilizarme, esta vez me armo de valor, corro bruscamente la cortina y abro de par en par mi ventana -¡Mía!-me horrorizo al asomar la cabeza y ver como mi morena cuelga desde el borde de la ventana, se afirma con sus dos manos al barandal de la ventana con todas sus fuerzas, mientras sus piernas cuelgan sin ningún apoyo, trae una pequeña bolsa de papel en su boca, la cual le impide hablar o pedir ayuda. Rápidamente y con algo de dificultad la ayudo a ingresar a mi cuarto.

-¿Qué... Qué estabas haciendo? ¿Cómo llegaste hasta ahí? - le pregunto casi sin aliento, si que me ha costado sostenerla y tirar de ella para que ingrese a mi habitación.

-Lo... Lo siento... - se disculpa después de retirar la pequeña bolsa de papel de su boca, se inclina hacia delante, sosteniendo las manos en sus rodilla mientras trata de recuperar la respiración- Me subí en el árbol y salte... - explica al cabo de unos segundos, miro hacia el exterior de mi ventana que da al patio trasero de mi casa.

-¿Saltaste del árbol? - le pregunto incrédula observando el único árbol que esta próximo a mi ventana, esta a más de un metro y medio de distancia. Mia me asiente con una bella sonrisa en su rostro.

-Te pudiste haber matado... - le digo alarmada, ella niega con su cabeza.

-Necesitaba verte y no me atreví a tocar a la puerta- suelta una risita avergonzada- necesitaba entregarte esto... - mete una de sus manos en la pequeña bolsa de papel y saca un pequeño peluche en forma de perro, mi corazón da un salto al ver que me lo extiende para que se lo reciba- Es... Es para nuestro bebé... - agrega tímidamente en cuanto tomo el peluche de sus manos, sonrio y miro minuciosamente al pequeño perro de peluche, de alguna forma se asemeja a Leo - Fui... al centro comercial, pero a esta hora esta cerrado, así que lo compré en una de esas tiendas que están abiertas las 24 horas... - Mía sigue explicando algo nerviosa- fue la única tienda que encontré abierta, no es muy lindo, pero mañana iré y le comprare algo más lindo a mi hijo... ¿O... O quizás es hija? - habla rápidamente llena de ilusión.

-Me gusta mucho... gracias- le digo con honestidad trasladando mi mirada hacia sus ojos, el lindo marrón de sus orbes esta brillando con más intensidad que de costumbre, lágrimas, pero esta vez de felicidad, amenazan con brotar de mis ojos al verla.

-creí... creí que no lo querías... - suelto con la voz quebrada, mi morena abre los ojos como platos y después rápidamente se acerca hasta mi para abrazarme, me aferro con todas mis fuerzas a su cuerpo y comienzo a llorar contra su hombro, me siento aliviada, feliz de tenerla junto a mi, de saber que ella también quiere a nuestro bebé.

-Te amo, Chloe... te amo, te amo, te amo y a nuestro bebé también, más que a nada... - dice con ternura repartiendo pequeñas caricias en mi espalda, puedo sentir como su corazón late rápidamente contra su pecho con cada "te amo" que me dice.

Me alejo ligeramente de su abrazo para mirarla a los ojos- Lo siento... siento el habértelo ocultado- le digo con angustia, ella me sonríe, se inclina hacia mí nariz y deposita un pequeño beso en ella.

-Sobre eso tenemos que hablar-con una de sus manos limpia delicadamente el rastro de lágrimas que esta en mis mejillas, me sostiene de la mano y nos dirige hacia la cama para sentarnos, una al frente de la otra.

-Quiero saber el porqué no me lo dijiste... - dice con su mirada fija en la mía, sus dedos entrelazados con los míos provocan que muchas mariposas revoloteen en mi interior.

-Solo... Solo estaba esperando el momento adecuado- trato que mi voz no suene nerviosa, pero fallo terriblemente en el intento, siempre estoy nerviosa cuando siento la cercanía de Mía- hace tres días, cuando me enteré del embarazo, fui a tu casa... pero justo te había llegado la carta de aceptación y... - ¡¿Estas de broma?! - me interrumpe exaltada- ¿Desde ese día lo sabes? - le asiento- ¡Hubiera sido uno de los mejores días de mi vida! - exclama llevándose las manos a su cabeza, la miro apenada y me recrimino mentalmente lo estúpida que fui al suponer erróneamente la reacción que tendría al saber de mi embarazo.

-Lo siento, de verdad... - agacho la mirada arrepentida.

-Eso ya no importa- con su mano posada en mi mentón eleva mi mirada hasta su rostro-hoy es el mejor día de mi vida... -agrega sonriéndome dulcemente, le devuelvo el gesto.

-¿Pue... Puedo? - pregunta tímidamente dirigiendo su mirada hacia mí vientre.

Sonrío maravillada al verla tan adorable con sus mejillas ligeramente rojizas-Claro... - ella con toda delicadeza acerca una de su manos a mi estómago y comienza a acariciarlo por sobre mi vestido, aunque el contacto no es directo, puedo sentir el calor que me brinda con tan solo ese toque, centro mi atención en su rostro, Mía esta totalmente encantada acariciando mi vientre, su hermosa sonrisa se ensancha con cada segundo que pasa, en un momento se inclina hacia mí cuerpo y posa su oído en mi estómago con la intensión de poder oír algo, dirijo mis manos a su cabello y comienzo a brindarle pequeñas caricias.

-Prometo que los cuidare... no les faltara nada... - dice alejándose de mi cuerpo y mirándome fijamente a los ojos- buscaré un trabajo...- suelta decidida con una gran sonrisa.

-pero... ¿Y la universidad? - le digo preocupada, se ha esforzado demasiado para ingresar a la universidad que ella deseaba.

-Puedo posponer mis estudios un par de años... - vocifera completamente convencida.

-Mía, no- ahora tú y nuestro bebé son mi prioridad-me corta de inmediato- aún me queda algo de dinero que me dejó papá, y tengo la casa de mis padres en Texas, podemos venderla y comprar alguna casa o un departamento pequeño aquí en Miami... - mis ojos no se pueden apartar del rostro de Mía, habla con tanta ilusión y alegría.

-Pero, es la casa de tus padres... - digo con tristeza, prácticamente es uno de los pocos recuerdos que mi morena tiene de ellos.

Mía niega con su cabeza, su sonrisa no desaparece de su rostro- Estoy segura que ellos estarían de acuerdo... Es por nuestra familia- me mira fascinada, "nuestra familia" el solo escuchar esa pequeña frase de su boca provoca que mi corazón se llene de un calor inexplicable.

-esta bien... - finalmente concuerdo con ella, no me puedo negar al verla tan feliz, la sonrisa de Mia se ensancha aún más, se inclina hacia mi rostro y une nuestros labios en un dulce y tierno beso, mi cuerpo se estremece al sentir como su lengua ingresa en mi boca y comienza a masajearse contra la mía, inconscientemente enredo mis dedos en su cabello, atrayendo aún más su rostro hacia el mío para profundizar el beso. Mi cuerpo se comienza a calentar considerablemente de un momento a otro, es increíble todas las sensaciones que me provoca mi novia con sus besos ¿Serán las hormonas?, no puedo evitar que un pequeño gemido brote de mi boca en cuanto se aleja unos milímetros de mis labios para recuperar su aliento, mis mejillas se tiñen de un rojo intenso, un cosquilleo insistente se aloja en la parte baja de mi cuerpo y no puedo reprimirlo. La necesito, quiero que me haga el amor como aquella vez en el lago.

-Te deseo... - suelta con su voz jadeante. Tomo su camisa entre mis dedos y la traigo nuevamente hacia mí para unir nuestras bocas, la batalla de nuestras lenguas no se hace esperar. Con todo cuidado mi novia se va inclinando hacia mí cuerpo, posicionándose sobre mi, su boca se mueve de una forma tan erótica que esta aumentando la humedad de mi feminidad considerablemente. La deseo, tanto como ella a mi, lo puedo notar por el bulto que esta creciendo entre sus piernas.

-Te amo, Chlo... - dice mientras traslada su boca hasta mi cuello, suelto un pequeño gemido cuando comienza a repartir húmedos besos y lametones en el.

-Mia... - jadeo al sentir su lengua en un punto sensible de mi cuello.

-Chloe, tenemos que hablar... - en cuanto escucho la voz proveniente del otro lado de la puerta de mi habitación trato de alejar a Mía de mi cuerpo.

-Es Vero... - le murmuro escandalizada a mi novia. Mía observa asustada la puerta, temiendo que en cualquier momento entre mi celosa y aprensiva hermana.

-Chloe, cariño... Lern y Mila están abajo en el living, quieren saber si sabes algo de Mía... - esta vez es Lucy la que habla por detrás de la puerta.

-¿Mía, que haces? - murmuro al ver como mi novia después de haber escuchado a Lucy, se pone de pie y se dirige hacia la puerta, claro que no antes de arreglar la entrepierna de su pantalón para que no se note su semierección.

-Tarde o temprano tendremos que enfrentarlas... - me aclara decidida y con una mirada de seguridad absoluta en su rostro, asumo que con su comentario también se refiere a su hermana y a su cuñada ¡Santo cielo! No había pensado en Lauren en todo este tiempo, con lo aprensiva que es con Mía, seguramente no tomará para bien la noticia de que estoy embarazada de su morenita, como ella la llama. Mis nervios comienzan a incrementarse de golpe una vez más.

-Chloe, por favor, abre...-mi novia abre de repente la puerta de mi habitación, encontrándose de frente con mi hermana- Mía... - en cuanto Vero observa a Mía frente a ella, su tono de voz y su semblante se vuelve mucho más severo.

-Verónica, por favor- suplica Lucía sosteniendo del brazo a mi hermana para que no se le vaya encima a mi novia, Vero le dirige la peor de sus miradas a mi morena, mi pecho se contrae angustiado al pensar que en cualquier momento Vero puede dañar a Mía.

-Me gustaría que habláramos de una buena vez- suelta de repente Mía- todos... - agrega convencida y mirando seriamente a mi hermana, Vero le frunce el ceño, luego centra su mirada hacia donde yo me encuentro y asiente con su cabeza - las esperamos a bajo... - es todo lo que dice para después darse la media vuelta y dirigirse hacia el primer piso.

Suelto todo el aire que estuve conteniendo en mis pulmones, por lo visto al menos Verónica esta dispuesta a escucharnos.

-No se preocupen, chicas, tienen mi apoyo para cualquier cosa- Lucy posa una de sus manos en el hombro de Mía y le brinda una pequeña caricia-vamos... - nos alienta con una dulce sonrisa, le devuelvo el gesto y le asiento con la cabeza.



Con cada escalón que bajo hacia el primer piso mis nervios aumentan más y más, el sentimiento de ansiedad e intranquilidad solo es más llevadero por la persona que sostiene mi mano en este momento. Mía me transmite tranquilidad, a su lado me siento protegida, siento que nada malo puede pasar si permanecemos juntas.

Al llegar al living, seis pares de ojos se clavan en nosotras, todos están sentados ubicados en el sofá o en alguna de las reposeras que hay en el living, la única que permanece de pie es Verónica, tiene sus brazos cruzados, dirigiéndole una mirada mordaz a Mía. Papá no se queda atrás si de miradas asesinas se trata, por suerte esta sentado a un lado de mamá, quien disimuladamente tiene puesta la mano en su antebrazo para retenerlo de alguna manera.

Centro la mirada en Camila y Lauren, la hermana mayor de mi novia tiene una ligera y pequeña sonrisa en sus labios, la cual cada cierto tiempo trata de disimular, aparentando estar seria o enojada, contengo una risita al percatarme de ello.

Lauren solo nos mira de una forma neutra, ninguna emoción refleja su rostro, hasta que se percata del estado en el que se encuentra la ropa de Mía, frunce notablemente el ceño al ver la pequeña herida que tiene mi morena en su mejilla.

-¡¿Qué le hiciste, latina estúpida?!- le espeta a mi hermana mientras se encamina rápidamente hacia Mía.

-¿Qué? Yo no le he hecho nada a ese engendro... - se indigna Verónica.

-¿Cariño, te encuentras bien? ¿Qué te hizo? ¿Fue esa tetona descerebrada, cierto? - Lauren ignora completamente a Vero e inspecciona cariñosamente el rostro de Mía, mi morena le sonrie con ternura y le niega.

-Me caí sobre un arbusto- le responde Mía, dejando que la ojiverde le examine el rostro en busca de más heridas.

-Seguramente porque esa bruta te estaba persiguiendo... - suelta Lauren frunciéndole el ceño a mi hermana.

-¡Cállate, ojiverde culona! - Vero trata de hacerse la desentendida.

-¡Ya basta!- interviene airado papá desde su asiento, todos en la habitación guardan silencio- tenemos que discutir de algo mucho más importante... - agrega mirando seriamente a Mía y a mi, agacho la mirada hacia el suelo, sintiéndome incapaz de mirarlo a la cara.

Lauren vuelve a su asiento al lado de Camila y con Mía nos sentamos frente a todos en unos pequeños taburetes de cuero.

Siento que en cualquier momento se saldrá el corazón de mi pecho de lo tan rápido que late, Mía sostiene mi mano con firmeza, transmitiéndome seguridad y calidez.

-Antes que todo... - Mía endereza su postura y comienza a hablarles a todos- es importante que sepan que nosotras tendremos a nuestro bebé, él o ella nacerá, y nada ni nadie puede hacernos cambiar de parecer- concluye rotundamente, elevo mi mirada a tiempo para observar como mamá suelta un suspiro de alivio al escuchar a mi novia, una pequeña sonrisa se forma en su rostro.

-Tener un hijo no es tan sencillo... - recalca con seriedad mi padre.

-Lo sabemos... - le responde Mía, me dirige una pequeña mirada mientras aprieta con dulzura mi mano que tiene sujeta- por eso mismo, postergare mis estudios y conseguiré un trabajo - continua con firmeza observando a todos los presentes.

-¿Y Chloe? - cuestiona escéptico mi padre.

-Yo... Yo continuaré con mis estudios hasta que mi embarazo me lo permita. - trato de sonar segura, pero mis nervios y la mirada de todos me lo dificulta.

-Yo estoy en desacuerdo... - interviene Lauren mirando compungida a mi morena- No puedes dejar tus estudios, te esforzaste mucho para entrar a la universidad... - hay angustia y preocupación en la voz de la ojiverde, mi corazón se agrieta un poco más con sus palabras.

-Puedo estudiar en unos años más, ahora mi familia es mi prioridad- le responde con seguridad Mía.

-Tú estudiaras... - finalmente habla Camila, quien todo este tiempo se ha mantenido en silencio.

-No, no lo haré- Mía le frunce el ceño a su hermana, elevando un poco su tono de voz.

-Lo harás- suelta molesta Camila, muy rara vez la he visto así.

-¡No lo haré, mi familia me necesita!- contrataca mi novia, mirando con desafío a su hermana mayor.

-¡Necesitas estudios para sacar adelante una familia, Mia! - espeta con molestia la morena mayor.

-¡No estoy diciendo que no estudiaré! ¡Solo lo postergare!-¡YA BASTA! - las interrumpe papá alzando la voz.

-Tú y Chloe continuarán con sus estudios - declara con severidad- buscaras un trabajo de medio tiempo y te vendrás a vivir aquí con nosotros-abro mis ojos sorprendida ante las palabras de papá.

- Si planean tener al bebé, estamos nosotros para ayudarlas...- agrega mamá con una calida sonrisa, observo detenidamente a papá que está a su lado, su postura se ha relajado ligeramente, ya no esta tan tenso como en un principio, por lo menos ya no me da la impresión que atacara a Mía en cualquier momento.

-Gracias... - dice agradecida Mía- sabemos que de alguna u otra manera, los hemos decepcionado... - mi morena mira apenada a todos los presentes, sostengo con firmeza su mano, es un sentimiento que compartimos las dos.

-Te equivocas...- papá se acomoda en su asiento y nos mira seriamente- Si no hubieran plantado cara, en especial tú- dice mientras mira fijamente a mi novia-ahí si, estaría decepcionado... muy decepcionado - papá esboza una pequeña sonrisa en sus labios, lo miro un tanto sorprendida, en el fondo no es que lo haya creído capaz de no apoyarme, él es un muy buen padre y tan cariñoso que es algo hostigante, solo que se veía tan molesto que el que me apoyara con mi embarazo se veía demasiado lejano a la realidad.

-Quisiera decir lo mismo, pero... ¡Teníamos un trato y lo rompiste, maldito demonio calentón! - repentinamente mi hermana se quiere abalanzar sobre Mía, afortunadamente Lucy logra sostenerla del brazo para impedírselo.

-Si le tocas un pelo, juro por Dios, que te quedas sin tus preciadas amigas, Verónica...- Lauren la mira amenazadoramente, Camila simplemente rueda los ojos y ve con desgana a Vero.

-No seas hipócrita, Verónica-mamá se acerca hacia nosotras y se sienta en el taburete libre que está a un lado de mi novia- a los dieciséis años no eras precisamente virgen que digamos...- agrega dándole una sonrisa tranquilizadora a mi morena, quien se sonrojar al igual que yo.

-Eso no le quita gravedad al asunto... - Vero le quita importancia al comentario de mamá, todos en el cuarto la miran mal- además, yo no tengo nada entre las piernas y los dedos no embarazan... - suelta ofendida.

-Por suerte... ¿Cuántos nietos tendría regados por el mundo si fuera así?- Comenta en alto papá ganándose un bufido de mi hermana.

-Nosotras... Chloe y yo... - Mía trata de decir algo, pero la vergüenza y el nerviosismo la hace mirar hacia el suelo, le doy un pequeño apretón a su mano en modo de apoyo, ella traslada su mirada hacia mis ojos y me sonríe ligeramente- nosotras... yo use protección, nos cuidamos... - termina de agregar viendo con seriedad a los presentes, en especial a mi padre y a Vero, noto que la postura de papá se relaja más por el comentario de Mía.

-Ahí esta, las chicas se cuidaron, estas cosas pasan, los métodos anticonceptivos fallan todo el tiempo...- mamá mira triunfante a papá quien rueda los ojos al ver su entusiasmo.

-Como sea... - de repente papá se pone de pie y mira con seriedad a mi novia - necesito que hablemos en mi despacho... - le dice encaminándose a dicho lugar-Camila, tu también debes venir... - La morena mayor le asiente con su cabeza para después ponerse de pie.

-Yo tam... - Solo Mía y Camila- papá interrumpe a Vero que tenía todas las intensiones de ir al despacho también, mi hermana bufa fastidiada.

-Todo estará bien... - me dice Mía al ver mi semblante preocupado, me besa dulcemente en los labios, para luego seguir a su hermana y a mi padre que se han marchado del living.

-Estúpido demonio calenturiento... - oigo que murmura Vero cuando Mía pasa rápidamente por su lado, Lucy y Lauren le dirigen una mirada mordaz.

-¿Vero, puedes ir a ver si Emily despertó? - la pregunta de Lucy suena más a una orden, mi hermana no alega, ni se resiste ante la petición de su esposa, solo se encamina con el ceño aun fruncido hacia la escalera que va hacia el segundo piso. En la casa hay un cuarto especialmente ambientado para Emi, para los días en los que se queda a dormir con nosotros y se encuentra en la segunda planta.

- Iré a preparar café... - dice mi cuñada en cuanto Vero se marcha de la habitación, me sonríe tiernamente y se incorpora de su asiento.

-Te ayudo... - agrega mamá, me besa la mejilla con cariño y se encamina con Lucy hacia la cocina.

Agacho mi mirada avergonzada hacia el suelo al darme cuenta que sólo quedamos en el living Lauren y yo, mis nervios afloran una vez más y con mucha más intensidad, a primera vista la ojiverde no se había tomando tan mal lo de mi embarazo, pero de igual forma no ha hablado mucho que digamos sobre el tema.

-¿Cómo te has sentido? - elevo mi mirada y me sorprendo un poco al ver que Lauren se ha cambiado de asiento y ahora esta a mi lado, su mirada denota preocupación.

-Bi... Bien... - murmuró titubeante.

-¿Has tenido mareos o vómitos? - pregunta nuevamente con claro interés en su tono de voz, la miro vacilante y le niego con la cabeza, ella me sonríe genuinamente.

-Pronto te darán y no es tan agradable que digamos... - ríe ligeramente.

-Pensé... Pensé que te enojarías por lo de mi embarazo... - le murmuro mirando nuevamente hacia el suelo, no me siento capaz de mirarla a los ojos, siempre se me dificulta el mirarla a los ojos, sus ojos verdes pueden cautivar a las personas, pero de igual forma también pueden intimidar terriblemente.

-Lo estuve - elevo lentamente mi mirada hacia su rostro-en un principio...- aclara con una pequeña sonrisa la cual me hace sonreír- pero eso ya no importa, ahora lo importante son ustedes y el bebé que llevas ahí...- dirige su mirada hacia mí vientre y lo observa con detención, llevo mis manos hacia mí estómago y las poso sobre el con cuidado, al igual que la ojiverde me quedo viendo en silencio mi vientre aun plano- debiste estar aterrada cuando te enteraste...- suelta Lauren al cabo de unos minutos, centro mi atención en su rostro, tiene un semblante notablemente afligido-yo estaba aterrada cuando me entere de mi primer embarazo...- confiesa melancólica, me sorprendo un poco, nunca pensé que me diría algo asi- y eso que yo ya era mayor de edad y ya había terminado la universidad... debió ser mucho más angustiante para ti- me mira con preocupación, siento un gran nudo en la garganta, me aguanto las ganas de llorar y le asiento con mi cabeza a sus palabras. Cuando me entere de mi embarazo por un momento pensé que me moriría de la angustia.

-Si en algún momento te llegases a sentir mal, a pensar que no puedes más y a colapsar con todo esto... - Lauren posa delicadamente una de sus manos sobre la mía, la miro atenta- quiero que sepas que puedes hablar conmigo-dice con elocuencia- sé que tienes a Mía y ella no te dejará en ningún momento sola, pero una ayudita nunca está de más...-me sonríe con ternura, lo que me hace sonrojar.

-Gracias... Lo... Lo haré...-le respondo tímidamente, la ojiverde sonríe aún más al escuchar mi respuesta, siento que de todos, a parte de Lucy y mamá, ella puede ser la persona que más me entienda por la situación que estoy pasando.

-¿Todo bien? - siento la voz de Mía desde la entrada del living, nos mira un tanto preocupada a Lauren y a mi.

Le sonrío para tranquilizarla.

-Todo bien, Cariño... - le responde la ojiverde, Mía me devuelve la sonrisa y camina hacia nosotras.

-¿Qué sucedió?- le pregunto a mi novia en cuanto llega frente a nosotras. Me preocupa las cosas que papá le haya dicho en su despacho.

-solo acordamos algunos asuntos... y reglas... - la última palabra la dice casi murmurando, ruedo los ojos, lo veía venir, obviamente que papá no permitiría que Mía se quedase en la misma casa que yo sin algunas restricciones.

-¿Cuándo te mudaras? - pregunta de repente Lauren, con un claro tono de tristeza en su voz, la miro apenada, su relación con Mía es muy estrecha, prácticamente de madre e hija, el que se separen me genera un sentimiento de angustia en el pecho.

-hoy... quiero estar al pendiente de Chlo en todo momento... - mi novia le responde con sutileza mientras le dirige una mirada llena de dulzura, Lauren le sonríe encantadoramente y le sostiene una de sus manos.

-No esperaba menos de ti... - le dice con orgullo, la sonrisa de Mía se ensancha aún más al escucharla.

-Podríamos pasar una temporada acá y otra en tu casa, Mía... - digo observando la linda interacción entre ellas dos, en realidad también me entristece el que Mía se aleje de sus sobrinos, para ella son muy importantes.

En cuanto propongo esa idea, mi novia y la ojiverde me miran maravilladas, me sonrojo al sentir sus intensas miradas sobre mi.

-Es... Es solo una idea...-suelto avergonzada y un tanto nerviosa.

-¡Es una gran idea, mi amor! - Mía se acerca hacia mí y me da un efusivo beso en los labios, me sonrojo aún más. Lauren nos esta viendo.

-Me parece maravilloso-escucho decir a Lauren en cuanto me separo del beso de Mía, la miro apenada, La ojiverde nos esta observando con ternura y con una sonrisa genuina en los labios.

-Es una idea genial... - Camila se incorpora en la conversación mientras se acerca hacia nosotras, observo cómo la mirada de Lauren se vuelve mucho más cálida y llena de amor al ver a su esposa ¿Me veré de la misma forma cuando observo a Mía?.

-Sam será la más feliz con eso... - agrega la morena mayor al llegar a nuestro lado y tomando asiento muy cerca de su esposa, me puedo percatar de cómo a Mia se le ilumina el rostro al ser nombrada su sobrinita, la relación y la conexión que tienen ellas dos es increíble, mi novia adora y ama a cada uno de sus sobrinos, y se los demuestra como tal, pero con Samantha, ese vínculo es mucho más fuerte.

-¿Y papá? - pregunto al cabo de unos segundo al percatarme que no ha vuelto al living.

-En su despacho, dijo que tenía que resolver algo... - Camila me responde con amabilidad.

-iré con él- me pongo de pie y antes de que pueda dar un paso, la mano de Mía se entrelaza con la mía, me mira un tanto preocupada.

-¿Quieres que vaya contigo? - se ofrece sonriéndome ligeramente, la observo con ternura y le niego con la cabeza.

-Necesito hablar a solas con él... - Mía me asiente con entendimiento, le sonrio y me inclino hacia su rostro para depositarle un dulce beso en la mejilla, ella me devuelve la sonrisa hermosamente.

Cruzó el living para encaminarme hacia el despacho de papá. Cuando llego frente a este, algo dudosa golpeo la puerta que se encuentra entre abierta, espero unos segundos y al no recibir respuesta decido asomar mi cabeza hacia el interior. Mi corazón se hunde al ver a papá sentado detrás de su escritorio, tiene su mirada triste posada en una fotografía que sujeta entre sus manos.

-Papá... - susurro y sólo en ese momento el eleva su mirada hacia mí, rápidamente se frota los ojos con la manga de su camisa y me da una pequeña sonrisa ¿Estaba llorando?.

-Chloe... ¿Qué sucede? - se me forma un nudo en la garganta al escuchar su voz triste.

-Yo... quería hablar contigo... - le respondo aguantándome las ganas de llorar.

-Claro, pasa... - me dirige una ligera sonrisa, cierro la puerta detrás de mi y me acerco hacia el escritorio de papá, observo como deja la fotografía que estaba viendo anteriormente al lado de su laptop. Es una fotografía de Vero y de mi, en ella tengo aproximadamente cinco años y mi hermana esta abrazándome dulcemente mientras reímos ante la cámara.

-¿Sobre qué querías hablar?- me pregunta en cuánto tomo lugar en los asientos que están frente a su escritorio, desvío mi mirada hacia mí regazo, incapaz de ver la dulce mirada que papá me dirige, sé que lo he decepcionado, él siempre ha sido un gran papá, me ha dado todo, nunca me ha faltado nada gracias a él y yo le pagó de esta forma.

-Lo siento... - digo en un susurro, mi voz quebrándose notablemente al final, nuevamente siento como lágrimas amenazan con brotar de mis ojos.

Un gran silencio se forma después de que dejo salir esas dos palabras, papá traga audiblemente, al parecer tratando de tragar el nudo que se le forma en su garganta.

-¿Por qué... te estas disculpando?- me dice con la voz quebrada, centro mi mirada en mis manos que mantengo en mi regazo, incapaz de mirar a papá a la cara.

-Te he defraudado... - suelto con un hilo de voz- sé que esto no es lo que esperabas de mi, te he roto el corazón y por eso... estas triste-digo con angustia, sintiendo la garganta apretada. Papá no responde nada, solo se mantiene en silencio por un par de segundos hasta que escucho como su asiento se arrastra por el suelo haciendo un chirrido desagradable, papá se incorpora de su asiento, luego con cautela se acerca hacia mí y se acuclilla frente a mi asiento. Yo aun soy incapaz de elevar mi mirada y mirarlo a la cara.

-Chloe... - dice tan bajo que apenas lo escucho, toma mis manos de mi regazo y las aprieta ligeramente, solo en ese momento me atrevo a mirarlo al rostro, mi corazón se estruja terriblemente al ver sus ojos llorosos, nunca he visto a mi padre llorar, por lo general él es fuerte y muy centrado, verlo así me rompe el corazón.

-Cuando uno es padre solo espera que sus hijos tengan una vida feliz y plena... sin mayores pesares... - continúa hablando, mirándome con sus ojos llenos de cariño y preocupación. Su voz quebrada provoca que de mis ojos broten unas pequeñas lágrimas que él retira con su mano rápidamente- no puedo negar que tenía un futuro pensado para ti... - me sonríe con tristeza y yo ya no puedo aguantar más mi llanto- que tuvieras una carrera, un oficio antes de tener una familia... - retira otra lagrima de mi mejilla- pero muchas veces las cosas no salen como uno las planea... - suelta una pequeña risita mientras acaricia mi mejilla- No me has decepcionado, nunca podrás hacerlo, ni tu estúpida hermana, ni tú...- dejo salir una pequeña risa al escuchar como se refiere a Vero- ustedes dos son mi más grande orgullo... - observo sus ojos, solo hay amor en ellos, más lágrimas salen de mis ojos- no has roto mi corazón... solo que... - papá hace una pequeña pausa para nuevamente tragar con dificultad, lo miro con atención- te has ido de mis manos tan repentinamente...-lágrimas nuevamente se asoman por los ojos de papá, esta vez soy yo la que se las retira al verlas caer por sus mejillas.- Mi bebé tendrá a otro bebé...- suelta con la voz quebrada, pero aun así tratando de sonreír- estoy algo asustado por eso... - se sincera cambiando su tono de voz por uno preocupado, lo miro algo sorprendida.

-yo también lo estoy- suelto con franqueza, él me mira y me asiente con empatía.

-lo sé y por eso mismo estoy tremendamente orgulloso de ti... de ustedes... - dice refiriéndose también a Mía, lo miro encantada, mejor papá no podría tener. -Ser padres no es fácil, lo seria si los bebés vinieran con algún manual o algo así... - trata de bromear y yo rio bajo por su mal chiste- a mi nadie me enseñó a hacer padre, y no se si estoy haciendo un buen trabajo... con tu hermana creo que no- ríe apenado- pero cada día trato de mejorar y solo quiero que ustedes sean felices, daría mi vida para que en su vida solo hayan sonrisas... - me mira mientras acaricia mi mejilla con dulzura. Envuelvo mis brazos alrededor de su cuello, abrazándolo.

- Eres el mejor papá que puede haber... - suelto con sinceridad mientras más lágrimas recorren mis mejillas- Estoy segura que Vero piensa lo mismo- me aferro más a papá mientras el me da pequeñas palmaditas en la espalda. Luego de unos segundos, nos alejamos, papá de inmediato limpia el rastro de lágrimas que hay en mis mejillas, le sonrio agradecida.

-Vamos... antes de que venga tu madre, se burlaría el resto de mi vida si me ve llorando como un niño chiquito... - dice con diversión mientras se pone de pie, rio y le asiento con mi cabeza.

-papá... - lo llamo antes de que salga por la puerta de su despacho, el se voltea y me mira con atención- muchas gracias... - el me sonríe en cuanto suelto esas palabras tan simples, pero que en este momento están llenas de los sentimientos más profundos de mi corazón.

-No agradezcas- me sonrie dulcemente, lo miro encantada. Fui una tonta al no hablar desde un principio de mi embarazo con él o con mamá, todo habría sido tan distinto, quizás hasta mi hermana no se lo habría tomado tan mal.

-Con Mía pensábamos en pasar una temporada aquí en casa y otra en su casa con sus sobrinos... ¿Esta bien para ti? - suelto antes de comenzar a caminar hacia el living, él me mira y solo extiende una de sus manos para que la sostenga.

-Me parece justo... - el me sonríe mientras le tomo su mano- ella también merece pasar tiempo con su familia-dice mientras atravesamos la puerta de su despacho caminando hacia el living- además... si me opongo a eso, Lauren armará la tercera guerra mundial... - agrega en voz baja mientras llegamos a donde se encuentra mi bella novia con su hermana y su cuñada, río bajo, llamando la atención de los presentes en la habitación. Observo a Mía y me dirige una sonrisa radiante y llena de amor, feliz de verme llegar de tan buen humor y de la mano de papá.

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-¿Entonces, es verdad? - pregunta la señora Clara en cuanto nos ve entrar al living de la casa de mi novia.

Mia necesita algunas cosas para pasar la noche en mi casa, la mudanza oficial la haremos mañana a primera hora, ya que ahora es muy entrada la noche.

-Si, mamá... - Lauren rueda los ojos al ver la obvia felicidad en el rostro de la señora Clara al preguntar.

La matriarca deja de mecer el moisés en el que se encuentra durmiendo el pequeño Ethan y suelta un grito ahogado, posando su mano en su boca para evitar despertar al bebé.

Camila y Mía ríen ligeramente al ver su reacción, yo le sonrío con las mejillas sonrojadas.

Repentinamente se escuchan unos pasos apresurados desde la cocina hacia donde estamos.

-¡¿Seremos bisabuelas?! - suelta emocionada la señora Sinu en cuanto llega al living, cargando un biberón entre sus manos.

Ni siquiera espera respuesta alguna y corre hacia Mía para envolverla entre sus brazos con todo cariño, la señora Clara hace lo mismo pero conmigo, no me queda nada más que devolverle el abrazo, mis mejillas están sonrojadas por la efusividad de las dos mujeres mayores ante la noticia de mi embarazo, no pensaba que se pondrían tan felices.

Camila sonríe encantada al ver la interacción de su madre y su suegra para con nosotras, ellas siempre han tratado a Mía como una nieta y la consienten prácticamente en todo, muchas veces Lauren discute con su madre y su suegra por eso.

La ojiverde ríe incrédula y se acerca hacia el moisés para cerciorarse de que su bebé aún duerme.

-¿Cuántos meses tienes?-

-¿Cómo te has sentido?-

-¿Ya tienes síntomas? -

-¿Cómo lo tomó el idiota de Henry?

-Tú madre a de estar feliz ¿No? - preguntan tan rápido en cuanto nos sueltan del abrazo que ni siquiera puedo percatarme de quién pregunta qué.

-Tengo... dos... dos meses... - suelto intimidada por las miradas intensas que me dirigen.

-Miren... - Mía con efusividad saca la ecografía que había guardado cuidadosamente en el bolsillo de su chaqueta, le sonrío al ver la emoción en su carita, Mía lloro de felicidad la primera vez que la vio en cuanto se la entregue en casa de mis padres. El solo recordar su reacción me llena el corazón de alegría.

-Pero que hermosura... - alaba la señora Sinú al ver la ecografía que le extiende Mía.

- necesitamos sacarle copias-agrega la señora Clara al ver la imagen de mi bebé, mi novia le asiente con entusiasmo.

-No haremos ninguna fiesta, mamá... - suelta Lauren ya intuyendo para que quiere las copias su progenitora, la señora Clara le frunce el ceño, al igual que la señora Sinú, Mía e incluso Camila, esta última se había sentado a su lado en el sofá.

-Eres una aguafiestas, Lauren...- se queja su madre.

-No podemos guardar más adornos... - aclara la ojiverde viendo acusadoramente a su esposa, Camila sólo desvía la mirada y se hace la desentendida.

Mia ríe divertida y es ahí que entiendo las palabras de Lauren.

La señora Clara siempre celebra en grande la venida de un nuevo integrante a su familia, manda a hacer adornos con la imagen de la ecografía del bebé, algo que muchos encuentran algo "extravagante", pero Camila no, ella ha guardado cada uno de los adornos y decoraciones sobrantes de las fiestas que se han hecho en conmemoración de la llegada de sus hijos, y han tenido cinco bebés ¿ Se imaginan la cantidad de adornos que la hermana de mi novia ha guardado?

Río al recordar la primera vez que entre al cuarto donde Camila guarda esos ornamentos, fue realmente sorprendente la cantidad de cuadros, adornos, servilletas, manteles e incluso banderines que están en ese cuarto, todo impreso con las ecografías de los sobrinos de Mía, para ser sincera es un tanto inquietante, es como si fuera una especie de altar.

-No es nuestra culpa que... gracias a Dios...-la señora Clara hace una pausa y eleva sus manos al cielo- hayas tenido tantos embarazos... - termina de comentar mirando con indignación a su hija.

-En realidad, SÍ fue su culpa, mamá... - la ojiverde entre cierra sus ojos y observa acusadoramente a su madre y suegra.

-Con Ethan no hicimos nada... - declara indignada la señora Sinú, rio bajo al ver como las mejillas de Lauren se tornan de un rojizo intenso.

-No... No haremos ninguna fiesta... - Lauren trata de cambiar el tema - No me mires así, Camila... - le reclama a su esposa al ver que la observa con tristeza y un amago de puchero.

Gracias a ello, finalmente Lauren termina accediendo, pero con la condición que la celebración se realice más adelante, próximo al nacimiento de mi bebé.

A la señora Clara y a la señora Sinú, no les queda de otra que aceptar su condición, ambas conscientes de que llevarle la contra a la ojiverde no resulta en nada bueno.

Una vez empacada una pequeña mochila de Mia con lo esencial para pasar la noche, volvemos a mi casa.

Mañana tendremos que levantarnos a primera hora por lo de la mudanza y estoy tremendamente agotada, ha sido un día lleno de fuertes emociones, pero me siento completamente feliz, a pesar de la forma en la que se enteraron de mí embarazo todo termino medianamente bien, medianamente, porque Vero aun esta molesta y sobre todo con Mía.

Suspiro con pesadumbre mirando el techo de mi cuarto, incapaz de conciliar el sueño al pensar en mi hermana. Si su relación se ve arruinada por culpa de mi embarazo me sentiría muy mal.

Con esta idea en la cabeza repentinamente escucho unos pequeños golpecitos en la puerta de mi cuarto, miro mi despertador que yace en la mesita de noche a un lado de mi cama, marca las 3:30 de la mañana.

Extrañada, me incorporo de la cama y me dirijo hacia la puerta. Tego una ligera idea de quien puede ser y no me equivoco.

-¿Qué haces aquí? - pregunto en un susurro reprimiendo una risita. Mía me mira impaciente y algo nerviosa observando a su alrededor, seguramente tiene miedo que mi padre la atrape colándose a mi cuarto.

Papá ha dispuesto que Mía duerma en el cuarto de invitados, aludiendo que no puede dormir conmigo ya que no corresponde.

Por el rostro que puso mi novia, ella no estuvo de acuerdo con esa idea, pero donde manda capitán, no manda marinero, asique no le quedo de otra que aceptar.

-¿Puedo pasar? - pregunta en voz baja aún mirando a su alrededor, la observo divertida. El cuarto de mis padres está al otro extremo del pasillo, es difícil que escuchen algo.

-Claro... - me hago a un lado y la dejo entrar a mi cuarto. Cierro la puerta a mis espaldas para luego centrar mi atención en mi linda novia, trae puesto un pantalón corto holgado y una de sus playeras de super héroes, es lo que acostumbra usar como pijama.

-No puedo dormir... - se sienta en el borde de mi cama y me observa con atención. Sonrio al ver la linda sonrisa en su rostro, la misma que no ha desaparecido desde que se entero del bebé en mi vientre.

Camino hacia ella y me sitúo de pie entre sus piernas, Mía de inmediato posa sus manos en mis caderas y me atrae más hacia su cuerpo.

-¿Quieres dormir a.. aquí? - le propongo con nerviosismo observando su intensa mirada marrón, su sonrisa se ensancha aún más al escucharme.

-Tú papá me puede pillar... - dice aun sonriendo.

- No si te levantas antes que él y te vas a tu cuarto...- traslado mis manos a sus mejillas y me inclino hacia su rostro para darle un pequeño beso en los labios, Mia me asiente luego de separar mi boca de la suya.

Una vez decidido esto, me alejo de Mía para tomar lugar en mi cama, mi novia en ningún momento quita la mirada de mi cuerpo, me observa con una ligera sonrisa y un atisbo de picardía, el cual aviva el calor que sentí al verla en la puerta de mi cuarto.

-¿No... No vendrás?- le pregunto con algo de nerviosismo ya recostada en el lado derecho de la cama. Me produce nervios el que Mía se acueste a mi lado, no hemos dormido juntas desde esa vez en el lago. Lo que puede pasar al tenerla cerca de mi, me provoca un cosquilleo incesante en mi estómago.

-Claro, Claro... - rápidamente se pone de pie y salta hacia la cama, con escándalo y con mucho entusiasmo remueve las sábanas y se mete debajo de ellas.

Sus movimientos rápidos me provocan una pequeña risa.

-Estoy... Estoy nerviosa- se sincera removiéndose en su lugar, le sonrío aun más, se ve adorable con sus mejillas rojas y sus hermosos ojos brillantes.

Al menos no soy la única con nervios aquí.

Entrelazo una de nuestras manos y me acomodo a su lado, apegándome a su cuerpo y recostando mi cabeza en su torso, puedo escuchar los latidos de su corazón, son demasiado rápidos. Sonrío automáticamente, el saber que provoco en Mía lo mismo que ella provoca en mi, hace saltar mi corazón de felicidad.

Mi morena envuelve sus brazos a mi alrededor acercándome más hacia ella.

-Los amo... - murmura posando dulcemente una de sus manos en mi estómago, sonrío para después elevar levemente mi rostro y besarle la mejilla.

-y nosotros a ti... - le digo mientras dirijo mí boca hacia sus labios.

Mia de inmediato acepta y corresponde mí beso, ubica una de sus manos en mi nuca y atrae mí cabeza hacia ella para intensificar el beso, nuestras lenguas se encuentran a los segundos, se enredan y masajean entre si.

Comienzo a sentir calor y un insistente cosquilleo se aloja en la parte baja de mí vientre.

-Chlo...-murmura a centímetros de mis labios con su voz algo agitada por la falta de aire que provocó nuestro beso. Centro mí mirada en sus hermosos ojos, sus pupilas están ligeramente más dilatadas.

-Es tarde, hay que dormir...-dice contrariada mirando fijamente mi boca. Lo que menos quiero en este momento es dormir, el cansancio que sentía se esfumó apenas mí boca tocó la suya.

Tomo su camiseta entre mis manos, la jalo hacia mi y atraigo una vez más su rostro hacia el mío para unir nuestros labios.

Mia tarda unos segundos en responder a mí beso, al parecer no esperaba que hiciera algo así. Ingreso mí lengua en su cavidad bucal de una forma apasionada, mi novia suelta un pequeño gemido entre medio de nuestro beso en el momento que apego completamente mi cuerpo contra el suyo, accidentalmente rozo su sexo con una de mis piernas. Puedo notar que ella ya está excitada. ¡Demonios, quiero tocarla! ¡Lo necesito! Poso una de mis manos en su estómago por sobre su camiseta y la deslizo lentamente hacia abajo.

No sé de dónde sale el valor para hacer algo así, pero tengo la necesidad de tocarla como la toque esa vez en el lago.

-Chloe...- Mía me toma la mano deteniendo mí caricia a centímetros de llegar a su erección. Me dirige una mirada llena de deseo pero también con una pizca de indecisión.

-¿Estás segura de esto?- me dice en voz baja con su respiración pesada.

-Si...-le respondo reanudando mí caricia hacia su pene.



Pov Mia

Reprimo un gemido en el momento que mí novia posa su mano en mí bulto por sobre mis pantalones de chándal.

El que Chloe tome la iniciativa me sorprende de grata manera, quizá son las hormonas por el embarazo que la hacen actuar de esta manera, y me encanta.

Guio mí boca nuevamente hacia la suya y la beso, deleitándome con la sensación de su lengua masajeándose contra la mía.

Colo mí mano por debajo de su camisola de tirantes y toco directamente la suave piel de su muslo.

-hummm... Chlo...-gruño sobre sus labios al sentir que me comienza a frotar mi erección.

Cierro los ojos deleitándome con la sensación de su toque, mí pene crece aún más contra su mano y en lo único que puedo pensar es en la deliciosa sensación de calidez y presión que sentí estando dentro de ella. ¡Quiero hacerle el amor!

Me incorporo de la cama con un movimiento rápido y me ubico de rodillas entremedio de sus piernas.

Chloe me mira un tanto sorprendida por mí movimiento brusco pero luego me sonríe hermosamente.

Sin despegar mí mirada de la suya me retiro mí camiseta por sobre mí cabeza quedando solo con mí top deportivo cubriendo mi torso.

Mí novia me observa fijamente con sus mejillas levemente sonrojadas.

Tomo el borde de su camisola y la jalo hacia arriba para retirarla de su cuerpo, Chlo se eleva ligeramente del colchón para facilitarme la acción.

Quedo prendada observándola con solo su conjunto de lencería cubriendo su cuerpo. Increíblemente mí erección se vuelve más dura y me comienza a doler.

Ella me sonríe con timidez y se incorpora en la cama quedando finalmente sentada, observo maravillada como con lentitud lleva sus manos hacia su espalda y desabrocha el gancho trasero de su brassier de color blanco, la prenda cae de inmediato dándome la hermosa vista de sus senos desnudos frente a mí, trago audiblemente y se me hace agua la boca al ver sus preciosos pechos. Me he desvelado tantas noches rememorando la vez que los devore con mí boca. Reprimo el fuerte impulso que tengo de abalanzarme sobre ella y lamer sin cansancio sus pezones. Quiero hacerla mía de una forma desesperada, pero al mismo tiempo quiero tomarme el tiempo en acariciar y besar cada parte de su hermoso cuerpo.

Me quito mí top deportivo para quedar en iguales condiciones, sonrio de medio lado al percatarme que Chlo tiene su mirada fija en mis pechos desnudos, a los segundos traslada su mirada hacia mí rostro y se sonroja hasta las orejas al ver qué la he pillado mirándome.

Soltando una risita baja me inclino hacia adelante, incitándola con el movimiento a que se recueste nuevamente sobre la cama.

-Puedes mirar...- le murmuro a centímetros de sus labios- y tocar...- sujeto una de sus manos y la llevo hacia uno de mis pechos para que lo toque directamente- todo lo que quieras- le digo para luego besarla de forma necesitada, Chlo me corresponde el beso mientras masajea mí pecho suavemente.

Me inclino mucho más sobre ella, apegando nuestros cuerpos pero procurando de no aplastarla con todo mí peso. Muerdo y chupo levemente su boca, comenzando a mecerme sobre ella.

Chloe deja salir un pequeño gemido cuando froto mí erección contra su sexo. Puedo sentir su calor y humedad a pesar de tener aún nuestra ropa interior puesta.

-Quiero hacerte el amor...- le susurro contra su boca con mí respiración sumamente alterada.

-Hazlo...- me responde jadeante, trasladando su mano hasta el elástico de mí boxer y jalándolo hacia abajo. Gruño al sentir como libera mí erección completamente. Es un total alivio, estoy demasiado dura y la prenda me presionaba mucho.

Me alejo de su cuerpo y con un movimiento rápido retiro mí boxer por completo, lo lanzo a cualquier parte del cuarto. Chloe dirige su mirada deseosa hacia mí pene erguido, siento un pinchazo de deseo al verla contemplarme de esa manera. Me excita que mi novia me mire, me gusta que aprecie lo que ella provoca en mí cuerpo, porque estoy así de dura por ella, por ella y nadie más.

Llevo mis manos al borde de su pequeña pantaleta y la deslizo hacia abajo a lo largo de sus suaves piernas hasta retirarla se su lindo cuerpo.

Me quedo embobada observando su cuerpo completamente desnudo sobre la cama, la luz de luna que entra por la ventana y que ilumina en este momento el hermoso cuerpo de mi novia la hace ver mucho más angelical ante mí vista.

Me inclino hacia ella nuevamente juntando nuestras bocas una vez más.

Nuestros cuerpos desnudos se apegan deleitándome con la sensación de sentir su calor y los fuertes latidos de su corazón contra mí pecho.

Entrelazo una de mis manos con la de Chloe y la ubico a la altura de su cabeza, mientras la beso miro de soslayo la bella alianza que está ubicada en su dedo, sonrío contra sus labios, Chloe no se quita el anillo que tenemos a juego por nada del mundo, lo que me parece demasiado tierno y encantador.

-Mia...- jadea cuando me froto contra ella y traslado mí boca hacia su cuello, muerdo ligeramente el punto sensible que tiene en el, noto que se estremece bajo mí cuerpo.

Bajo lentamente por su cuerpo, repartiendo besos húmedos en su suave piel, guio mí boca hacia uno de sus pechos y le doy una lamida a su erecto pezón, Chlo jadea y posa su mano en mí cabeza para atraerla mucho mas hacia su seno, chupo su pecho y delineo con la punta de mi lengua su dulce pezón. Me balanceo sobre ella, rozando su intimidad con mí erecto pene, me maravillo al sentir que su humedad aumenta contra mí erección.

-Ahh... Mía...- gruñe elevando ligeramente su pelvis para que nuestros sexos tengan más contacto. Sonrío contra la piel de su pecho.

Al cabo de unos minutos luego de haber besado, mordido y lamido sus dos senos a mí antojo, desciendo por su cuerpo hasta llegar a la altura de su vientre, me quedo unos segundos apreciándolo con adoración, dentro de el está resguardado nuestro bebé. Quiero que el tiempo pase rápido para poder conocerlo y tenerlo entre mis brazos.

-Mia...- murmura mí linda novia, centro mí atención en su rostro, me está observando con una bella sonrisa en sus labios pero de igual forma noto un dejo de impaciencia en su mirada, suelto una pequeña risa y me inclino hacia su vientre para dejar un tierno beso en el.

Me incorporo hasta quedar de rodillas entre sus piernas y observo más que excitada la totalidad del cuerpo desnudo de mí hermosa novia. Chloe me mira aún recostada sobre la cama, tiene su cabello algo desordenado sobre su almohada. Su pecho sube y baja con rapidez, su boca esta roja y ligeramente abierta para dejar salir su respiración pesada. Me endurezco aún más al ver las marcas levemente enrojecidas que deje por todo su cuerpo.

Dirijo mí mirada hacia su sexo y me muerdo mi labio inferior, tengo una ganas enormes de saborearla, pero más grandes son mis ansias de hundirme en ella y que su vagina se apriete alrededor de mí carne.

Llevo mí mano hacia su monte de Venus y comienzo deslizar mi toque hacia abajo, toco su escaso vello hasta hundir las puntas de mis dedos en sus pliegues, me maravillo con la sensación de su calidez y humedad que con los segundos aumenta.

Chloe lleva una mano a su boca para reprimir un fuerte gemido en el momento que encuentro su punto más sensible, con su otra mano empuña fuertemente la sábana que está bajo su cuerpo mientras eleva su pelvis para que la toque con más intensidad.

Sonrio de medio lado, froto su clitoris con mí pulgar e ingreso dos de mis dedos en su vagina.

-Ahhhmmm...- ahoga un gemido contra su mano cuando comienzo a hundir mis dos dedos en su interior. ¡Es demasiado cálida y apretada! Mí pene palpita ansioso por sentir la misma deliciosa sensación que están sintiendo mis dedos. ¡Ya no aguanto más! De solo ver cómo Chlo se estremece de pasión siento que me vendré en cualquier momento.

Retiro mis dedos de su cavidad ganándome un gruñido en modo de queja por mí acción, tomo mi erecto pene y ubico la punta en su entrada, lo froto lentamente contra sus pliegues mezclando nuestra humedad mientras llevo mí mirada hacia su rostro. Chloe esta observando fijamente nuestra unión con impaciencia, se muerde su labio inferior y se remueve inquieta sobre la cama, entrelaza sus piernas alrededor de mí cintura para acercar mucho más nuestros sexos.

-Mia...- murmura con su respiración pesada.

Le sonrio encantada. Con una de mis manos agarro con firmeza mí pene erguido y con otra le sujeto uno de sus muslos para tener mejor estabilidad, con mí mirada fija en su lindo rostro lentamente me comienzo a mover hacia adelante, traslado mí mirada hacia nuestra conexión y me maravillo al ver cómo mí miembro entra de manera lenta en su vagina, cierro fuertemente mis ojos por unos segundos al sentir lo caliente y apretada que esta. Es segunda vez que hacemos el amor, y está vez la puedo sentir en su totalidad sin un condón de por medio, tengo que reprimir las enormes ganas de venirme que tengo, no puedo correrme tan rápido, al menos no antes que Chloe.

Mí novia deja salir un fuerte gemido que es reprimido por su mano en el momento que la lleno por completo.

Nuestras respiraciones están agitadas y el ambiente de la habitación se siente pesado.

-Me... Me moveré...-le aviso luego de unos segundos a mí linda novia quien solo me asiente levemente con su cabeza. Retiro mí cadera hasta solo dejar la punta de mí pene en su interior y luego me hundo centímetro a centímetro nuevamente en ella con un movimiento lento, jadeo fuerte al sentir como su vagina me aprieta al momento de querer salir. ¡Mierda, se siente tan bien!

Centro mí atención en el rostro de Chloe, sus preciosos ojos color miel me miran con deseo mientras muerde su labio inferior para impedir que algún gemido salga de su boca en el momento que la penetro.

Ubico mis manos en sus muslos y me sostengo con firmeza para luego hundirme en su vagina con un movimiento rápido, salgo y entro de su interior con movimientos ondulantes y constantes, repito los movimientos una y otra vez.

- Mí... Mía...- jadea con desesperación, sus piernas alrededor de mí trasero se aprietan mucho más contra mí, gimo al penetrarla más profundo.

-¿Te... gusta?- le pregunto entre jadeos.

-¡Dios, si!- deja salir moviendo sus caderas al compás de mis penetraciones, le sonrío apreciando su hermoso rostro, se ve preciosa retorciéndose de placer, no olvidaré esta imagen por el resto de mí vida.

-Besame... por... por favor...- me dice con súplica y extendiendo sus brazos hacía mí.

Me inclino sobre su cuerpo guiando mí boca hacia la suya sin esperar un segundo más, Chlo me envuelve entre sus brazos mientras nuestras lenguas se enredan de una forma deseosa y apasionada.

Incremento la velocidad de mis penetraciones, tragándome los gemidos de mí linda novia cada vez que siente mis duras estocadas. Nuestros jadeos y gemidos se mezclan con el lascivo sonido que hacen nuestros sexos al chocar.

Sus uñas se clavan en mí espalda sudorosa, lo que me excita mucho más.

-Córrete conmigo, mí amor...- jadeo sobre sus labios al momento que la siento apretarse alrededor de mí pene, ella no me responde, solo vuelve a unir nuestras bocas en un beso lento y perezoso, las piernas de Chloe comienzan a perder fuerza en el agarre que tiene alrededor de mí trasero, lo que me indica que está próxima a su orgasmo.

Me clavo lo mas profundo que puedo en su vagina y comienzo a incrementar mucho más la velocidad de mis penetraciones.

-Te amo tanto...-jadeo sobre su boca sin dejar de mover mis caderas. Chloe se retuerce bajo mí cuerpo mientras siento como sus paredes vaginales se aprietan fuertemente alrededor de mí pene, a Chloe se le escapa un fuerte gemido en el momento que llega a su orgasmo, su cabeza cae hacia atrás y su espalda se curva ligeramente.

Retiro mí cadera de su interior y la penetro con un brusco movimiento, repito esa acción un par de veces hasta que siento un intenso estremecimiento en mí miembro seguido de muchos espasmos, sostengo sus caderas con firmeza para inmovilizar su cuerpo mientras me vacío en su interior. Dejo salir un sonido gutural al llegar a mí propio clímax. Siento tantas olas de placer recorriendo mí cuerpo que me marean, mis brazos seden dejándome caer exhausta sobre el bello cuerpo de mí novia.

Con mí cara hundida en el hueco de su cuello, trato de normalizar mí respiración. Chlo está en la misma condición que yo, con su respiración sumamente acelerada. Traslada sus manos hacia mí cabeza y me brinda unas dulces caricias, elevo mí mirada hacia sus ojos y la encuentro observándome con adoración.

-Yo... también te amo tanto...- me dice con dificultad, aún luchando con regular su respiración.

Sin poder aguantarme guio mí boca hacia la suya y le doy un dulce beso lleno de todo mí amor posible.

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-No creo que sea buena idea que me vaya- Mía mira a su alrededor un tanto afligida, le doy un pequeño apretón a su mano que está entrelazada con la mía, ella de inmediato traslada su mirada hacia mí y me sonríe dulcemente.

-No tienes que preocuparte, nosotros no permitiremos que le hagan o le digan nada malo- suelta Math inflando su pecho y mirando amenazadoramente a todos los que se encuentran a nuestro alrededor en la entrada de la escuela.

Me sonrojo al sentir todas las miradas posadas en mi, ya es un hecho que todos en la escuela saben de mi embarazo, el escándalo de la fiesta fue de la única cosa que se habló el fin de semana pasado en las redes sociales del plantel estudiantil, fue horrible, tuve que restringir los comentarios en mis redes sociales porque personas que ni siquiera conozco o he visto una que otra vez en los pasillos de la escuela comenzaron a escribir pesadeces y a criticar.

Cuando Mía se dio cuenta de esto, se molesto de sobremanera e incluso comenzó a responder los mensajes ella misma, defendiéndome.

Por eso está hoy acá conmigo en la entrada de la escuela, incluso cuando no debería estarlo, los de su grado ya no tienen clases, por ende, no tienen que venir a la escuela como nosotros de menor grado, solo tienen que asistir en dos días más cuando se realizará la ceremonia de graduación.

Mady, Math y yo, que pertenecemos a grados inferiores nos quedan dos semanas más de clases, lo que me angustia un poco, será muy triste asistir a clases y no estar con Mía en los recesos o verla en los pasillos.

-Deja todo en nuestras manos, yo vine preparada para patear traseros... - suelta Mady decidida dando pequeños saltitos en su lugar y elongando sus brazos hacia el cielo, sonrío al verla.

-No tienes que preocuparte, estaré bien- centro mi atención en mi novia y la miro a los ojos, ella hace un pequeño puchero para luego atraerme hacia su cuerpo y envolverme entre sus brazos.

-¡JURO QUE MATARÉ A LAS PERSONAS QUE HAGA SENTIR MAL A MI CHLOE! - grita en medio de nuestro abrazo para que todos los que están cerca la escuchen, observo por sobre su hombro a nuestro alrededor, todas las personas que nos miraban en un principio con interés, ahora desvían sus miradas un tanto nerviosas, otras siguen su camino hacia el interior del recinto sin intentar mirarnos.

-Mia, estaré bien, no tienes que preocuparte- le digo inhalando su dulce perfume mientras me abraza, ella se aleja ligeramente de mi y me observa a los ojos.

-¿Me avisaras si sucede algo malo? - le asiento con una pequeña sonrisa, ella suspira con resignación y posa delicadamente sus labios sobre los míos, cierro mis ojos disfrutando de la sensación que me brinda el besar a mi novia, lastima que en esta ocasión la sensación es demasiado corta a mi parecer, el sonido de la campana que da inicio a clases suena a nuestro alrededor, bufo por la interrupción.

-Nos vemos a la salida... - Mia me da un último beso fugaz en los labios y se separa de mala gana de mi.

-Nos vemos- le respondo sin siquiera tener la intención de moverme de ahí.

-Si... Si... nos vemos, blaaa blaaa...- Mady me sostiene la mano y me comienza a arrastrar hacia el interior de la escuela, Mia ríe divertida mientras me hace un gesto de despedida con su mano, le devuelvo el gesto alejándome cada vez más de ella.

Mientras caminamos por los pasillos de la escuela en dirección a nuestros respectivos salones, me percato de una que otra mirada sobre mi, pero sorpresivamente no son miradas mal intencionadas, sino más bien de mero interés.

-ya está, sana y salva en su salón... - proclama Math al llegar a la puerta de mi salón, rio por la reverencia que hace al decir aquellas palabras.

-no creo que pase nada, ya que Jasmine es la única que podría hacerte o decirte algo y ella ya no está rondando por acá... - comenta Mady observando a nuestro alrededor, le asiento en acuerdo de sus palabras, además que desde que se entero de mi noviazgo con Mía, la chica había dejado de coquetearle a mi novia.

-Yo no bajaría la guardia, ella no era la única interesada en Mía y hasta en ti, Chloe... - Math observa un punto en específico del pasillo, centro mi mirada hacia donde él está viendo y a lo lejos me encuentro con un grupo de chicos observándome descaradamente, enrojezco cuando uno de ellos me guiña el ojo con una sonrisa ladeada al ver que los miro ¡¿Qué demonios pasa aquí?!

-¡Aléjense, buitres! ¡Esta chica ya está tomada! ¡Y BIEN TOMADA PARA QUE SEPAN! - les grita Mady posándose frente a mi para impedir que el grupo de chicos siga mirándome, siento mis mejillas arder.

-Están más lanzados que de costumbre... - agrega Math posando sus manos en mis hombros y volteándome para que nos los mire.

-¿Cómo que de costumbre?- le pregunto sin poner ninguna resistencia a su acción, realmente no me interesa ver a esos chicos.

-¿Nunca has notado cómo te miran los demás? - suelta divertida Mad.

-Eres guapa, Chloe, llamas la atención y más desde que estás con Mía... - dice Math sonriendo, lo miro pasmada ¿Cómo es eso posible? Bueno, nunca lo he notado, ya que toda mi atención siempre ha estado en una persona.

-Es mejor que entres al salón, nos vemos en el receso... - agrega Mady dándome un pequeño empujón para que comience a caminar hacia el interior de mi clase, le asiento aún un tanto choqueada por lo que me dijeron.

Apenas ingreso a mi salón sé que lo de mi embarazo no será un tema, todos mis compañeros se comportan con normalidad e incluso algunos me preguntan como me siento, lo que me saca un gran peso de los hombros, bueno, por lo que sé no soy la primera adolescente que se embaraza estando en la escuela.



-Eso sería todo chicos, recuerden que la próxima clase es la última y necesito que los que me deben informes, me los traigan a más tardar mañana... - suelta la profesora de literatura con fingido enojo, yo ya he entregado mi informe y ya estoy libre de esta asignatura, es mi asignatura favorita.

-¿Chloe, puedes venir un momento por favor? - la profesora Leticia llama mi atención cuando estoy terminando de guardar mis cosas en mi bolso, le asiento y con nerviosismo camino hacia ella.

-¿Todo está bien? ¿Cómo te sientes hoy?- me pregunta luego de cerciorarse que no haya nadie en el salón, excepto ella y yo.

-Me siento muy bien, gracias- le respondo con las mejillas sonrojadas, la profesora me sonríe enternecida.

-Me alegra mucho saber eso... - me mira con empatía- la directora me pidió que te dijera que te dirijas a su despacho al finalizar mi clase- hace una mueca que no pasa inadvertida para mi, mis nervios comienzan a aflorar con sus palabras.

¿Para qué querrá verme la directora? ¿Será por lo de mi embarazo? ¿Me querrá expulsar? ¡Oh por Dios!

-ahora... ahora mismo iré- le respondo a la profesora quien me mira afligida.

Camino lento hacía la dirección y mis nervios aumentan con cada paso que me acerco, miles de situaciones pasan por mi cabeza y nuevamente el rostro triste de mi padre se me viene a la mente, no podré cumplir con lo que le dije, siento unas enormes ganas de llorar de solo pensar en él.

¿Qué hare si me quieren echar de la escuela?

"Dirección" leo el elegante letrero que yace en la gran puerta de roble frente a mi. Trago el nudo que se me forma en la garganta y me dispongo a llamar a la puerta.

-¡Adelante! - escucho desde el otro lado después de golpearla, obedezco de inmediato. - Señorita Iglesias, la estaba esperando... - me dice la directora en cuanto me ve ingresar a su despacho- tome asiento por favor- me indica uno de los asientos en frente de su escritorio, con nerviosismo le asiento con lo cabeza y le obedezco. - Ya se imaginará el porque la mande a llamar... - su semblante es serio mientras me observa desde su asiento.

-Por... Por lo de mi embarazo... - le respondo con nerviosismo, mi corazón se acelera más al ver que ella asiente en afirmación a lo que digo, con nerviosismo comienzo a jugar con el dobladillo de mi blusa y agacho mi mirada hacia el suelo.

-Esta mañana la directiva del establecimiento se reunió para debatir sobre su situación... -empuño fuertemente mi blusa con mis manos a la espera que me diga la terrible noticia, definitivamente me echaran de la escuela, lágrimas de impotencia se comienzan a juntar en el borde de mis ojos.

-Quiero que sepa, que ya está en marcha el protocolo que usamos para estos casos... - elevo mi mirada de golpe y observo la pequeña sonrisa que me brinda la directora, la miro con desconcierto.

-ya todos los inspectores, enfermeras y auxiliares están al tanto de su condición, si llegara a sentirse mal en algún momento, no dude en informarnos- la miro pasmada.

-pensé... pensé que me expulsaría- le digo luego de salir de mi estupor.

-Claro que no, eso no es legal en este estado, además que no lo permitiría- la directora frunce el ceño con horror, me vuelve el alma al cuerpo al escuchar sus palabras.

-Gracias... - suelto con la voz quebrada, ahora quiero llorar, pero de felicidad.

-No tienes que agradecer, como docentes nosotros debe-¡NO PUEDEN ECHAR A MI HERMANA! ¡¡DEMANDARE A ESTÁ ESTÚPIDA ESCUELA SI SE LES OCURRE EXPULSARLA!! - espeta Vero entrando estrepitosamente en la habitación, abro mis ojos como platos al verla, se supone que a esta hora tendría que estar en el hospital, su estado jadeante y su bata blanca desarreglada me hace pensar que corrió hasta venir aquí.

¿Pero como se entero que yo estaba con la directora? Miro a las espaldas de mi hermana y esa pregunta se responde al instante, Dinah disimuladamente asoma su mirada por el borde de la puerta para mirar hacia el interior, río bajo, lo más probable es que ella le haya avisado a mi hermana, un sentimiento de absoluta alegría invade mi corazón, puede que Vero aun esté molesta conmigo pero aun así se preocupa por mi.

-Señorita Iglesias, si gusta puede tomar asiento... - dice la directora con toda calma, Vero la observa algo extrañada, con su ceño fruncido toma lugar en el asiento libre al lado del mío, repentinamente con delicadeza me sostiene una de las manos y me sonríe levemente, mi corazón salta de alegría.

-Señorita Hansen... ¿Usted también tomará asiento?- suelta la directora al darse cuenta de la presencia de Dinah.

-¡NO! Yo... Yo solo pasaba por aquí... y... y ahora tengo clases que dar, así que... adiós- la Polinesia suelta rápidamente al ser descubierta, río internamente al ver como se marcha con rapidez del lugar.

La directora niega divertida al verla.

-No esperaba su visita, señorita Iglesias- finalmente la directora se dirige a mí hermana.

Mi hermana aclara su garganta y observa con seriedad a la directora, al parecer en un intento de intimidarla.

-¿Podemos dejar las banalidades a un lado? - Vero sostiene con firmeza mi mano que tiene sujeta, centro mi mirada en su rostro mientras le réplica a la directora. Vero vino a defenderme, mi corazón se llena de alegría al saber que aun le importo a mi hermana, no he tenido oportunidad de hablar a solas y seriamente con ella, desde que se entero de mi embarazo se a comportado un tanto distante lo que me tuvo preocupada y angustiada todo el fin de semana. - Estoy aquí para impedir que expulsen a mi hermana de esta escuela... - Vero le sigue reclamando a la directora, quien solo permanece atenta a todo lo que mi hermana dice- En este estado es ilegal que expulsen a una alumna por estar embarazada... - suelta Vero con severidad, rio bajo al ver como la directora le da la razón asintiéndole con la cabeza, pero mi hermana no se percata de esto por estar tan ensimismada en su discurso. - No pueden negarle la educación a una persona por el hecho de que va a tener un bebé... - Tiene toda la razón- la interrumpe la directora, Vero se sobresalta un poco al oír las palabras de la directora.

-¿La tengo? - suelta incrédula al percatarse que la mujer mayor le da la razón.

-Así es, señorita Iglesias- Vero me dirige una mirada escéptica, desconfiando un poco de lo que dice la directora, suelto una pequeña risita- cuando llegó precisamente le estaba explicando a Chloe que ya se implementaron las medidas para estos casos- agrega la directora al mismo tiempo que abre una gaveta de su escritorio y saca dos folletos, nos los entrega con una ligera sonrisa.

"Medidas de apoyo para estudiantes embarazadas "

Leo luego de recibirle el folleto, centro mi mirada en Vero y está igual de sorprendida que yo por la información que nos acaba de entregar.

En la hoja salen diversas medidas que la escuela toma para las alumnas que están en mi misma situación, como flexibilidad en la asistencia, en los horarios por controles prenatales, hasta flexibilidad en las evaluaciones entre otras cosas.

-Vaya, sinceramente no me esperaba esto... - dice Vero con la mirada fija en el folleto, su postura se relaja notablemente.

La directora suelta una pequeña risa por las palabras de mi hermana - En lo personal, me alegra mucho que Chloe no interrumpa sus estudios, en la gran mayoría de los casos las chicas deciden dejar sus estudios cuando se enteran que están esperando un bebé... - comenta la directora dirigiéndome una sonrisa sincera, le correspondo su gesto.

-Es reconfortante que Chloe tenga una familia y una hermana que la respalda... - esta vez la directora dirige su sonrisa hacia Vero, me percato que las mejillas de mi hermana se tornan de un tono rojizo al escucharla.



El silencio que ahora reina por los pasillos de la escuela es muestra de que todos los alumnos ahora mismo están en clases, es donde debería estar yo, en una de mis ultimas clases de ciencia.

Miro de reojo a Vero que va caminando a mi lado, con obvias intensiones de dirigirse a la salida, suelto un pequeño suspiro, sólo a penas hace unos minutos mi hermana estaba de lo más habladora en la dirección con la señorita Ximena, pero en cuanto salimos de la dirección volvió a su habitual estado silencioso y molesto, bueno, no es de extrañar, últimamente solo se muestra molesta y callada cuando yo estoy a su alrededor.

-¿Hermana, podemos hablar?- murmuro al mismo tiempo que detengo mis pasos y sujeto la bata blanca de Vero para que deje de caminar.

Miro hacia el piso esperando su negativa a mí pregunta, quizá es muy pronto para hablar las cosas con Vero.

-Esta bien...- elevo mí mirada sorprendida y veo el rostro algo avergonzado de mí hermana.

Vero toma mí mano y nos encamina hacia el patio de la escuela, observo su rostro mientras caminamos y no puedo evitar sonreír.

El que quiera hablar es muy buena señal.

Al llegar al patio nos sentamos en una de las bancas que está bajo la sombra de un gran árbol.

El clima es espléndido, corre una ligera y refrescante briza, solo se puede escuchar el cantar de los pajarillos a nuestro alrededor, no obstante se que está tranquilidad pronto se terminara cuando suene la campana y todos los alumnos salgan de los salones.

-Vero, yo quiero...- ¿Puedo hablar primero?- me interrumpe cuando me disponía a hablar, le asiento con la mirada gacha.

-Lo siento...-escucho su voz acomplejada y elevo mí mirada hacia su rostro- Siento el haber reaccionado como una estúpida cuando supe que estabas embarazada...- veo de reojo como mi hermana empuña su bata blanca entre una de sus manos, al parecer molesta con ella misma, Vero centra su mirada en un punto lejano del patio, no es capaz de mirarme al rostro- Todos estos días he pensado... meditado en que soy una hermana mayor horrible...-la miro sorprendida, se me forma un nudo en la garganta al saber que piensa eso de ella misma, Vero para mí es la mejor hermana que se puede tener.

-No lo eres...-logro decir con angustia.

-Lo soy- finalmente me mira a los ojos y me sonríe levemente, acerca su mano a mí rostro para retirar una lágrima que corre por mí mejilla, ni siquiera me di cuenta que estoy llorando.

-Necesitas a una hermana mayor que te apoye, que te reconforte por todo lo que estás pasando, así como Mila reconforta a Mia. No una neandertal como yo...-rie con amargura.

-Yo te falle, te decepcione, es comprensible que actuaras de esa forma...- digo con angustia.

-No digas eso...- se acuclilla frente a mí y me toma de las manos- hice mal en imponerte el como debías comportarte.-me mira arrepentida- siento el haberme tomado la atribución de dirigir tu vida... yo solo quería... yo solo quiero que tengas una vida feliz...- con asombro veo como en los ojos de mí hermana comienzan a salir lágrimas, nunca la había visto llorar.

-Soy muy feliz...-llevo mí mano a su mejilla y retiro las lágrimas que ruedan por ella- En especial en este momento...-traslado mí mano libre a mí vientre y la dejo descansar en el. Vero sigue el movimiento de mí mano con sus ojos y sonríe levemente.

-Te prometo que desde ahora seré una buena hermana mayor- centra su mirada en mi rostro e igualmente retira las lágrimas de mis mejillas con su mano- y también la mejor tía del mundo...-posa su mano delicadamente sobre mi vientre. Le sonrío encantada observando su rostro, me dirige una leve sonrisa mientras le da caricias a mi vientre.

-Vero, no quiero que tu relación con Mia se arruine por esto- le comento la preocupación que hace días está en mi cabeza. Mí hermana deja salir un pequeño suspiro- Tranquila, ella y yo tenemos una conversación pendiente, pero ten por seguro que mi cariño hacia ella no desaparecerá... eso es imposible- sonríe ligeramente, le devuelvo el gesto. Lo que dice me deja mucho más tranquila, no me gustaría que Vero y Mia se distanciaran, su relación siempre ha sido muy linda.

-Vamos, tienes que ir a clases...- me dice mientras se incorpora.

Le sonrio para copiar acción.

-Te quiero, hermana...-le digo para luego abrazarla. Vero me corresponde el gesto y me abraza protectoramente.

-Yo también, mí pequeña...- dice estrechándome aún más contra su cuerpo, sonrío más que feliz. Me alegra mucho el haber aclarado las cosas con Vero, en serio no podía estar ni un día más alejada de ella.



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-¿Están listas?- nos pregunta con dramatismo la doctora Helen a punto de poner la pequeña maquinita del ecógrafo en mi vientre, Mía a mi lado asiente con entusiasmo a su pregunta y yo rio bajo.

Ha pasado una semana desde que Mía se enteró de la venida de nuestro bebé y hoy es primera vez que lo verá en vivo y en directo. Habíamos tratado de agendar una hora lo más pronto posible para una nueva ecografía con un obstetra, pero desgraciadamente la mas próxima era la semana que viene y mi novia claramente no podía esperar tanto, así que Lucy se comunico con la doctora Helen para hacernos el favor de repetir la ecografía anterior y así mi novia pudiera ver a nuestro bebé. Mia prácticamente contó las horas, hasta los minutos para la llegada de este día, realmente estaba emocionada por ver a nuestro hijo.

-Ahí lo tienen... - dice la doctora recorriendo mi estómago con el pequeño aparato, mis ojos se clavan en la pantalla donde se vislumbra la imagen de mi bebé, mi corazón late eufórico de felicidad.

Traslado mi mirada hacia Mia y siento como mi corazón se llena de mucho más amor por ella. Sus ojos brillan con intensidad enfocados en la imagen de nuestro bebé, no dice ninguna palabra, solo se mantiene estática, viendo con adoración a nuestro hijo o hija a través de la pantalla. Sonrio y sostengo su mano que está sobre mi camilla, solo en ese instante ella reacciona y me mira.

-Chlo... e... es... muy lindo...- me dice con la voz entre cortada y con sus lindos ojos llorosos posado en los mios.

Le asiento con mi cabeza soltando una risita, en la pantalla solo se muestra una pequeña manchita no tan diferente a mi primera ecografía, pero al parecer para Mía es la manchita más linda que puede existir, ver lo emocionada que esta al ver a nuestro bebé me llena de alegría.

-¿Quieren saber el sexo? - pregunta la doctora al mismo tiempo que eleva el volumen del ecógrafo provocando que se escuchen los latidos de mi bebé en todo el cuarto, Mía se sobresalta y mira aun más encantada la imagen de nuestro bebé.

-¿Esta segura que es solo un bebé?- le pregunta esperanzada a la doctora.

-Mía... - rio bajo sosteniendo una de sus manos cariñosamente.

Ella me mira aun con sus ojos brillantes.

-Estoy segura que es solo UN bebé...- le afirma la doctora divertida por la pregunta, mi novia al escucharla hace una pequeña mueca desconforme.

-¿Y bien?- dice la doctora refiriéndose a su pregunta anterior.

- yo quiero saber... - respondo emocionada.

-yo también- responde Mía luego de haberlo meditado unos segundos, le sonrió mirando sus lindos ojitos que no han dejado de brillar en ningún momento.

- Perfecto... lo que si, recién a las 18, 22 semanas de embarazo se puede saber con exactitud qué será, hoy sólo les puedo decir el quizá. Cuando comiences tus controles con un obstetra te lo confirmara de todas formas... - dice sonriendo la doctora mientras nuevamente recorre mi vientre con la pequeña máquina del ecógrafo.

Mía nuevamente dirige su mirada hacia la pantalla, solo veo emoción y amor en su expresión cuando observa la imagen.

- por lo que veo y muestra este pequeño ser... - la doctora habla con total suspenso, Mía se inclina más hacia delante en su asiento, arrastrando su silla con ella, al parecer en un intento de querer escuchar con más claridad a la doctora, sonrío enternecida, mi novia esta totalmente concentrada en cada una de las palabras de la doctora. - Es una niña- concluye finalmente la doctora riendo bajo al ver el rostro de Mía. Observo la pantalla del ecógrafo encantada, es una niña, nuestra hija, siento unas tremendas ganas de llorar y mi corazón retumba fuerte contra mi pecho.

-Mía, es una ni... - mi frase queda a medias al centrar mi mirada en mi shockeada novia.

-Una... Una niña... - murmura riendo como boba, la miro enternecida al ver todo el amor que desborda su mirada.

-Debo aclarar, que debido a tu historial médico y el de tu familia, si confirmamos que es niña en unas semanas más, hay una pequeña posibilidad de que la bebé nazca con tu misma condición... - comenta la doctora ganándose la atención de mi novia, en mi interior revolotean millones de mariposas al escucharla, una bebé igual de especial que mi Mía me fascinaría.

-¿Quiere decir que hay una posibilidad que mi bebé sea intersexual?- Mía al parecer se quiere serciorar de las palabras de la doctora.

-Así es... - le dice nuestra doctora- Pero como les comente, su obstetra les confirmara todo lo que yo les estoy diciendo...- nos sonríe encantadoramente.

-Eso me encantaría- suelto sin darme cuenta, de inmediato Mía me observa y ríe ligeramente al ver que me sonrojo, se inclina hacia mí rostro y une nuestros labios en un pequeño beso lleno de ternura.

-No lo creo, si el bebé tiene el gen de nuestro Karlos, ya se le notaria de alguna manera... - repentinamente se escucha desde la puerta de la consulta. Con Mía centramos la mirada hacia dicho lugar, y vemos como Dinah asoma su mirada por la pequeña rendija de la puerta que está entre abierta.

-Eres una idiota... ¿No podías mantenerte en silencio?- vemos como la regaña Lauren, también asomando su verde mirada atreves de la puerta.

-No podía quedarme callada, si la bebé tiene un Karlitos, se notaria, ocuparía todo el espacio de... -¡Basta de idioteces!- Mi hermana la interrumpe abriendo bruscamente la puerta de la consulta e ingresando a la sala.

La doctora las mira un tanto desconcertada.

-Hola... - aparece Mila a las espaldas de Vero agitando tímidamente su mano en modo de saludo, mi novia le devuelve el saludo con entusiasmo y una gran sonrisa, rio bajo, realmente tendría que haber esperado que vinieran todas este día, solo faltaba mi madre y las Nonas de Mia.

Y como si leyeran mis pensamientos, las susodichas aparecen en el umbral de la puerta.

-¿Oí bien, es una niña? - pregunta mi madre emocionada acercándose hacia dónde estoy recostada, le sonrio al ver que esta a punto de llorar.

-Bueno, por ahora si, mamá, es niña... - le respondo al momento que llega a mi lado y sostiene mi mano con ternura, sus lágrimas comienzan a brotar de sus ojos lentamente.

-¡Que maravilla, nuestra primera bisnieta!- suelta encantada la señora Clara a una igualmente emocionada señora Sinú, que esta a punto de llorar a su lado.

-Disculpen, pero esto es una consulta privada y no pueden en... ¡¿Mamá, que haces aquí?! - la doctora Helen se escandaliza al ver como una señora llega y se sitúa a un lado de la mamá de Camila.

Río al reconocerla, la señora Abi es muy amiga de la señora Clara y la señora Sinú, ella siempre las visita y toman el té juntas, e incluso van al salón de belleza y de compras una vez por semana.

-¿Ahora no puedo visitar a mi hija en su trabajo? - le responde dolida y con fingido dramatismo, la doctora Helen la mira incrédula.

-Con razón Marta no me aviso sobre esto... - murmura la doctora para si misma. Marta es la recepcionista.

-Lo siento Helen, se supone que no interrumpiríamos...- mi cuñada entra a la habitación y se disculpa con la doctora.

-Si no fuera por Dinah y su gran bocota... - Lauren replica nuevamente en contra de la Polinesia.

-No es mi culpa ser bien dotada... - contrataca la rubia mirando con superioridad una de sus manos.

-No fue un alago, idiota...- Lauren rueda los ojos.

-No me digas idiota, idiota- Dinah le hace un mohín.

-Yo te digo como quiero... ¿Y que haces aquí a todo esto? - la ojiverde la interroga de mala manera.

-Mani y Ally no pudieron venir, estoy aquí en su nombre... y para recaudar información importante- la última frase la dice en un susurro esquivando la penetrante mirada de Lauren.

-¿Información para qué?- La interroga la ojiverde demandante - ¿Dinah, no me digas... - ¿Ya supieron que sexo es? ¿Quién ganó? - papá entra a la habitación algo cansado y acalorado, a penas entra me mira y se acerca a la camilla donde estoy recostada - siento la tardanza, Cielo...- me dice inclinándose para besarme cariñosamente la frente.

-¿Están con las estúpidas apuestas otra vez? - suelta incrédula Lauren mirando con desagrado a Dinah.

-a mi me pareció una genial idea, no le veo nada de malo - le responde papá guiñándome el ojo, en realidad papá tiene razón y a mi no me molesta para nada que las hagan.

-No deberías quejarte, Culona... esta vez es Mila la que gano-dice DJ mirando con fastidio a Camila que esta a un lado de Mía junto a mi.

La ojiverde mira sorprendida a su esposa que al sentir su mirada le sonríe encantada.

-Es... Es la primera vez que puedo apostar- la morena mayor responde emocionada, mi novia ríe a su lado. Todas las apuestas anteriores fueron sobre el sexo de los sobrinos de Mía, la última apuesta fue sobre Ethan, al parecer a Mila no le parecio correcto apostar sobre el sexo de sus propios hijos.

Esta de más decir que con los embarazos de Lucy, Mani e incluso Ally no hubo ninguna apuesta. Siempre he pensado que Vero y Dj las hacen solo para sacar de quicio a Lauren, como ahora.

-¿Entonces, es niña? - pregunta papá con clara emoción en su voz.

-En un par de semanas se confirma, pero todo indica que si- le responde la doctora Helén, papá le sonríe al mismo tiempo que su rostro se ilumina mucho más.

-¿Y todo está bien? ¿Está sana? - las preguntas de mi hermana resuenan en el cuarto, Vero apenas ingreso a la habitación se acerco al ecógrafo y fijo su mirada en la pantalla, no aparto su mirada de ella por nada del mundo .

-Es una bebé fuerte y sana de casi 10 semanas - le responde la doctora, solo el ese momento Vero traslada su mirada hacia mí y me sonríe hermosamente.

-Me alegra mucho...- dice con honestidad, me percato que le guiña uno de sus ojos a Mia, quien le sonríe encantada por el gesto.

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Seis meses después

Pov Vero

-¿Sarah, que demonios es eso?- observo con incredulidad el adorno ostentoso que dos hombres han puesto en medio del patio sobre un pedestal de mármol.

-Para mí está bastante claro, Verónica...- me responde mientras se acerca con un paño a la escultura con todas las intensiones de sacarle brillo.

-¿No crees que es mucho?- le digo con cautela.

Sarah me dirige una mirada mordaz al escucharme- No, es el baby shower de mí nieta, es lo mínimo que se merece...- me responde con molestia para después comenzar a sacarle brillo a la escultura de mármol que mando a hacer, la escultura es la última ecografía que se hizo Chloe a sus 37 semanas de embarazo.- Clara y Sinú, se morirán de envidia...- murmura Sarah para si misma, la miro con incredulidad y rio al ver su sonrisa boba mientras está contemplando la figura de mármol de mí sobrina.

Cómo estaba planeado hace meses, hoy realizaremos el baby shower de mí sobrinita, mí padre y Sarah son los más emocionados con todo esto, han organizado una enorme fiesta en su casa, con más de cincuenta invitados, Sarah quería más pero gracias al cielo, Chloe la convenció de que no fuera así. Miro con incredulidad a mi madrasta, esta clarísimo que recibió consejos y ayuda de Sinu y Clara, porque no me explico de que otra forma salieron estas decoraciones tan "extravagantes".

-¡¿Mamá, que es eso?!- Chloe se acerca hacia nosotras y mira la figura con recelo.

-Otra más... ¿Acaso no es claro que es mí nieta? -le replica a mí hermana, Chloe rueda los ojos mientras posa sus manos en su vientre abultado.

-Suegra... ¿Dónde pongo los demás banderi... nes?- Mía queda maravillada cuando se acerca y ve la figura de mármol, ruedo los ojos. Es idéntica a Camila.-¡Es preciosa!- se escandaliza sumamente emocionada.

-¿Verdad?- Sarah se emociona al encontrar una aliada, con Chloe rodamos los ojos.

-¡Chlo, es... es nuestra bebé!- le dice observando maravillada la imagen tallada.

-Si, es muy linda...-le responde mí hermana. Observo su interacción enternecida. A pesar de que en un principio no estuve muy de acuerdo en su relación, Mía ha demostrado estar a la altura de la situación y amar demasiado a mí hermana.

Durante el embarazo no se ha despegando ningún día de ella, incluso aún teniendo que viajar casi cuatro horas para asistir a sus clases en la universidad todos los dias y también en su tiempo libre trabajar media jornada con Michael en su empresa.

Creí que no sería capaz, pero nos ha demostrado que puede hacerse cargo de su propia familia. Chloe también no se ha quedado atrás en ese aspecto, mí hermana ha sabido mantener sus calificaciones es la escuela con sobresalientes e incluso termino el taller de madres primerizas con muy buenos reconocimientos.

-Le hubiera mandado a tallar el nombre, pero como ustedes no nos han dicho como se llamará, no pude...- dice Sarah en modo de queja.

- Solo Chlo lo sabe...- le responde Mía abrazando por la espalda a mí hermana y depositándole un tierno beso en su cuello, Chloe se sonroja intensamente por su muestra de cariño.

-Es... Es una sorpresa...- nos dice avergonzada.

-ugh no soporto tanta muestra de cariño- suelto haciendo una mueca.

Mia deja salir una una risita al escucharme, mientras Chloe se sonroja aún más entre sus brazos.



Pov Mia

-Te amo...- le murmuro a Chlo en el oído para después darle otro beso en el cuello, la siento estremecerse entre mis brazos.

-No soporto esto. Iré a ayudar a mí esposa...- espeta Vero con una mueca, dejo salir otra risita divertida y me apego mucho más a mí chica desde la espalda, Chloe ríe bajo al ver la reacción aniñada que tiene su hermana.

Los últimos seis meses Vero ha tenido un cambio radical en su comportamiento hacia nosotras, mejor dicho hacia mí, ya no me dirige miradas asesinas o ha hecho intentos de querer matarme cuando me acerco cariñosamente a Chlo, increíblemente nos ha dado nuestro espacio y libertad de demostrar cuanto nos amamos, aunque una que otra ocasión, tal como ahora, se siente incómoda al presenciar nuestras muestras de cariño.

Mi relación con ella que por un momento creí que se arruinaría, gracias al cielo no fue así, me sorprendí de grata manera la vez que la latina se disculpó por haberse comportado como un ogro cuando supo del embarazo de Chlo y desde ahí nuestra relación volvió a hacer la misma de siempre.

Veo como Vero se acerca hacia Lucy que está al otro extremo del patio acomodando sobre una mesa algunos aperitivos para los invitados. Sonrio al ver que la latina abraza por la espalda a su esposa al igual que lo estoy haciendo yo con Chlo.

Me aferro más al cuerpo de mi novia y poso mis dos manos en su barriguita de treinta y ocho semanas y media, me maravillo al sentir que mi hermosa bebé se mueve ligeramente en el interior de su madre,

Chloe gira levemente su rostro hacia mí, lo que provoca que sus deliciosos labios estén a mí alcance para besarlos, cosa que hago de inmediato, le doy un corto y tierno beso en su maravillosa boca, mí novia se sonroja como ya es costumbre.

-¿No crees que es algo exagerado?- Chlo me murmura bajo dirigiendo nuevamente su mirada hacia su madre que está ensimismada sacándole brillo a la hermosa escultura de nuestra hija.

-No, es hermosísima...-le respondo soltando una risita baja al ver que mí suegra termina con su tarea y ahora observa orgullosa la figura tallada.

Sarah insistió en ocuparse ella misma de la organización del baby shower de nuestro bebé, estaba tan emocionada que no pudimos negarnos con Chloe, y no nos equivocamos en eso, mí suegra se ha esmerado demasiado en hacer esta fiesta, la decoración con la imagen de nuestra bebé, el gran escenario dispuesto en el otro extremo del patio, los meseros, los juegos inflables para los más pequeños, la banda en vivo y hasta contrato a un chef para preparar la comida.

Observo a mí alrededor, ya todo está casi en su lugar para conmemorar la pronta llegada de nuestro bebé y a pesar de ser diciembre el clima está idóneo para la celebración al aire libre. Prácticamente todas nuestros seres queridos y familia estarán reunidos hoy aquí, lo que me tiene inmensamente feliz.

El nacimiento de mí hija está programado para las próximas semanas, lo que me tiene más que extasiada, gracias al cielo todos sus controles han salido de maravilla, en su último control la señora Abi nos dijo que la bebé estaba en óptimas condiciones para salir de la barriguita de Chloe y que solo queda esperar, lo que me hizo tremendamente feliz, estoy demasiado ansiosa por tenerla ya entre mis brazos.

Estos últimos seis meses reconozco que no ha sido fácil, sobre todo el hecho de tener que asistir a clases a una universidad en Chicago que prácticamente queda a cuatro horas de vuelo de distancia, una solución a eso sería quedarme en la residencia de la universidad pero eso conllevaría a dejar a Chloe sola en casa y eso no lo haré por nada del mundo, aunque no está completamente sola porque desde que nos estamos quedando en casa de mí hermana y Laur, ellas y mis suegros no le han quitado el ojo de encima, para que hablar de Verónica y Lucia que todos los días la visitan, incluso Daph, Ian y Karla siempre la acompañan, todos ellos han sido de gran ayuda y no nos han dejado solas, les estaré eternamente agradecida por eso.

Gracias al cielo esta celebración y la llegada de mi bebé topó con las vacaciones de invierno, así que por este mes no me tengo que preocupar por las clases y el hecho de que estaré lejos cuando mi novia comience con su trabajo de parto.

Chlo por su parte hace dos meses que dejó de asistir a clases presenciales, por su barriguita se le dificultan algunos movimientos así que nuestra obstetra nos indicó que mejor recibiera clases en casa, el apoyo de la directora y de los profesores ha sido primordial también para nosotras.

-Iré a ayudar a la cocina...- dice Chloe deshaciendo nuestro abrazo, la frunzo levemente el ceño y le tomo la mano antes de que se escabulla.

-No, princesa... usted no puede hacer nada- Chlo ríe ligeramente por su intento fallido de huida- ¿Te duelen los pies? Has estado de pie mucho tiempo...- le digo arrastrándola de la mano hacia la mecedora donde ha estado sentada gran parte del día.

-Mia... me saldrán raíces aquí...- se queja pero dirigiéndome una hermosa sonrisa mientras toma asiento.

-Eso no es cierto, y si te llegarán a salir, es porque eres la flor más hermosa de este jardín- agrego acuclillándome frente a ella y tomándole uno de sus pies, al sacarle sus sandalias noto que sus pies no se han hinchado, lo que me alegra mucho.

-El embarazo te tiene extremadamente cursi...- dice Math acercándose con unos obsequios entre sus brazos. Ruedo los ojos por su comentario.

-No molestes, Evans- me incorporo y le doy un ligero empujón con mí cadera que lo hace destabilizarse, él solo ríe tratando de equilibrar las cosas que tiene encima.

-¿Como te has sentido?- le dice a Chlo cuando su risa se detiene.

-Muy bien...- le responde mí linda novia- ¿Vienes solo?- agrega con una ligera sonrisa.

-No, con Mady pasamos al aeropuerto por Alice, están sacando los demás regalos del porta equipaje...- comenta dirigiendo su mirada hacia la entrada de la casa donde se supone pronto deberían aparecer mis dos mejores amigas.

Me emociona enormemente que Al haya venido a la celebración, hace cinco meses que no la vemos y la hemos extrañado como un demonio.

La ojiazul está residiendo definitivamente en Nueva York, es algo que decidió a los dos meses de asistir a la escuela de moda, cosa que nos entristeció a Chloe y a mi, pero si es por su bien y su crecimiento como profesional, nosotras la apoyamos de corazón.

-Viene con Chris- agrega Math en modo de chisme, río al ver su semblante divertido, él no le tenía nada de fe a esa relación y menos por el hecho de que se hayan ido a vivir juntas. Pero contra todo pronóstico la relación de Al y Christine a durado hasta ahora, cosa que me hace muy feliz.

Con Alice siempre hablamos, ya sea por mensajes o llamadas y se nota que está muy feliz en su nueva vida de pareja. Lo que me resulta extraño es que en todo este tiempo solo ha venido de visita una sola vez. Es como si estuviera evitando venir a la cuidad, porque siempre que la hemos incitado a venir, ella pone excusas. Quizá solo son ideas mias y simplemente esta ocupada con sus estudios.

-Iré a ayudarlas- les digo inclinándome hacia mí novia y depositando un pequeño beso en su frente, Chlo me dirige una hermosa sonrisa mientras se le sonrojan las mejillas.

-¿Y Eric?- escucho que Chlo le pregunta a Math mientras me alejo.

Cuando salgo por la puerta de la casa hacia la entrada principal, a lo lejos observo a las chicas sacando unos enormes obsequios del porta equipaje del auto de Math con algo de dificultad. Decido acercarme con sigilo para asustarlas, me están dando la espalda así que ni cuenta se han dado de mi presencia.

-¿Madison, te puedes callar? Este tema lo hablamos desde hace tiempo. Pensé que ya habíamos quedado en un acuerdo...-mientras me acerco escucho la voz un tanto irritada de Alice.

-Es que son nuestras mejores amigas y tengo unos enormes remordimientos cada vez que las veo...- suelta angustiada Mady mientras intenta sacar un regalo que se atasco en la cajuela.

¿De que están hablando? No es que quiera espiar su conversación, pero... ¿Están hablando de Chlo y de mí?

Alice suelta un suspiro de desgana al escuchar a nuestra inquieta amiga.

-¿Y que quieres hacer? ¿Quieres decirles después de TODO este tiempo que están esperando a su bebé por nuestra culpa?- agrega con enfado la ojiazul, abro mis ojos con asombro ¡¿Pero qué demonios?!

-Claro, tú lo tienes más fácil, porque estás a cientos de kilómetros y no las tienes que ver todos los días...-le replica Madison.

-Chicas, por favor, no discutan- interviene Christine que está al lado de Alice.

-Si les decimos a las chicas en este momento, es muy probable que se molesten mucho, incluso puede que nos dejen de hablar. Y Vero... Vero nos matara, para que decir el señor Iglesias...- agrega asustada la ojiazul.

-¿De que están hablando?- finalmente me hago notar acercándome los últimos pasos para quedar a su vista, las tres chicas se sobresaltan y me miran con horror.

-Mia... ¿Qué..-Ya escuché todo, solo quiero que me lo expliquen bien...- interrumpo a Alice mirándola con desconfianza, ella me observa avergonzada.

-Todo es mí culpa, Mía...-dice Mady mirándome afligida.

-Es culpa de las dos- la corrige Alice.

-Iré adentro, las dejo a solas...-comenta Chris para luego comenzar a caminar hacia el interior de la casa, Al solo le asiente con agradecimiento.

-Esa vez en el lago, hicimos todo ese plan para que pudieras estar a solas con Chlo...- asiento con mi cabeza, de eso si estoy enterada y se los agradecí en su momento, sin ellas no habría tenido la mejor noche de mi vida junto a mi princesa.- resulta que...- ¡Los preservativos! En vez de comprarlos donde correspondía, se me olvidaron y los compré en esa tienda de conveniencia que nos topamos camino al lago- agrega con rapidez Mady- y resulta que estaban vencidos hace más de diez años... por mi culpa Chlo quedó embarazada- dice acongojada- lo siento mucho, Mía-la voz de Mad se quiebra y agacha su mirada hacia el suelo sumamente arrepentida- Si no fuera tan tonta y olvidadiza, ustedes no habrían pasado por toda esa angustia... Yo...-a pasos agigantados me acerco hacia ella y le brindo un gran abrazo, Mady al principio no reacciona, al parecer asombrada por mi reacción, Al a nuestro lado está igual o más sorprendida que nuestra rubia amiga.

-No tienes que preocuparte por eso, en serio, sé que no lo hiciste con mala intensión- me alejo levemente de ella para mirarla a la cara- además, gracias a eso estamos esperando a nuestro bebé, que es lo más hermoso que tenemos con Chloe en nuestra vida...- les sonrio a ambas con sinceridad- Muchas gracias, chicas, por todo...- está vez incluyo a Alice en el abrazo, quien está un poco ida al parecer por mí reacción.

-¿Así que condones caducados?- con las chicas damos un pequeño respingón al escuchar una voz conocida y muy querida para mí.

Con lentitud deshacemos el abrazo y dirigimos nuestras miradas hacia la fuente de dicha voz.

-¿Cómo no se nos ocurrió antes?- miro con pánico a mis dos Nonas que nos observan con diversión.

-Tranquilas, chicas, nuestras bocas estás selladas ¿Cierto, Clara?- dice Nona Sinu con picardía.

Mad y Alice palidecen, de seguro están preocupadas por si papá o Vero se enteran de esto, bueno, Mady debe estar más preocupada por si Mani se llega a enterar, la castigaría por el resto de su vida.

-¿Cariño, de casualidad no te quedarán de esos dichosos condones?-le pregunta Nona Clara a Madison, quien le asiente con vehemencia al escucharla.

Finalmente mis Nonas accedieron a guardar silencio con la condición de que Mady le entregara los condones caducados que aún mantiene guardados en el mueble de su habitación.

Ni siquiera quiero pensar para que los utilizarán las dos mujeres. No creo que sean capaces de engañar a Camila con ellos para tener más nietos, además mí hermana y Laur ya no les reciben ese tipo de cosas a ninguna de las dos.

Lo más seguro es que Chris, Tay o Sofi sean las posibles víctimas de las temibles señoras.

Chris tiene solo a sus gemelos y he oído en más de una ocasión quejándose a Nona Clara por ello.

Tay lleva medio año en una relación estable con un chico llamado James que conoció en Inglaterra cuando hizo su magister, según me contó Nona Clara, esa relación tiene muy buen futuro. Y por su parte Sofi, está recién comenzando una relación con un compañero de trabajo, cosa que no le gustó mucho a mí Nono Alejandro pero si tiene el visto bueno de mí Nona Sinu.



Pov Chloe

-¿Nana Inés, gusta de más pastel?- le pregunto extendiéndole un plato rebosante de pastel de chocolate y banana, es el sabor que se me ha antojado los últimos dos meses, así que Mía insistió en que el pastel del baby shower de nuestra bebé sea este.

-Gracias, mi niña- me observa con cariño, a pesar que la mujer mayor ya no trabaja para la familia Jáuregui ya que jubiló por su avanzada edad, siempre es incluida en las fiestas y eventos especiales, ella es una parte importante de nuestra familia y siempre tendrá un lugar en ella.

-Mia, se enojara si te ve sirviendo a las personas...- me dice Camila acercándose a mi lado trayéndole una taza de té a Nana Inés, le guiña un ojo a la mujer mayor quien le sonríe divertida.

Llevo mi mirada hacia mi novia que está en los juegos inflables feliz de la vida jugando con su sobrinita Samantha, dejo salir un suspiro, mi morena gracias al cielo no me ha visto. Mia este último tiempo ha estado mucho mas aprensiva que de costumbre, prácticamente no me deja hacer nada, y la entiendo en cierto modo, hasta encuentro tierno el esmero con el que me cuida, pero hay veces que encuentro que es algo exagerado, no estoy enferma, solo estoy embarazada.

-Solo quería estar un tiempo de pie...- le respondo a Mila, quien deja salir una risita baja al escucharme.

-Yo también me escabulliría estando en tu lugar...-de repente llega Lauren y abraza desde la espalda a su esposa- espera, yo ya lo he hecho- ríe divertida al referirse a las ocasiones en las que ella ha estado embarazada y Mila se ha comportado de la misma manera que Mia- estas morenas son idénticas...- suelta divertida para luego girar alrededor de Camila hasta quedar frente a ella, me percato que mi cuñada se sonroja a más no poder- adorable...-Lauren le da un tierno beso en los labios, al separarse Mila esconde su rostro avergonzado en el cuello de su esposa.

-¿Sucede algo?- llega mi linda novia trayendo de la mano a su pequeña sobrina, le niego a su pregunta con mi cabeza. Sam al percatarse que sus dos madres están abrazadas, frunce su pequeño entrecejo, se suelta del agarre de Mia y corre hacia ellas para separarlas.

-¡Noo! ¡Mami, mía!- dice la pequeña haciendo el intento de deshacer el abrazo, pero sus madres intensifican su agarre y se juntan aún más, impidiendo que la pequeña logré su cometido.

Río al ver su adorable puchero, quizá así sea mi pequeña cuando tenga la edad de Sam. ¡Por Dios, ya quiero tenerla en los brazos!

-¡Chlo!- espeta de repente Mia, centro mi mirada en su rostro a unos metros de dónde estoy yo, está completamente pálida con su mirada fija en en algo que está bajo mis pies, retrocedo dos pasos hacia atrás para ver lo que ella está observando, por mi vientre pronunciado no puedo ver ni mis propios pies. Abro mis ojos sorprendida al percatarme que estoy pisando una enorme posa de un líquido translucido, al parecer mi fuente se rompió. Mi corazón comienza a latir eufórico contra mi pecho.

-¡Oh, por Dios!- suelta mamá desde la mesa que está a unos metros de distancia, se pone de pie de un salto al igual que las Nonas de Mia que estaban con ella tomando té. -¡Henry!- llama a papá que esta al otro extremo del patio sentado en otra mesa conversando de lo más entretenido con el señor Alejando y el señor Mike. Al escuchar el grito de mamá, se incorpora de inmediato y prácticamente corre hacia nosotras.

-¡¿Qué demonios pasa?!- llega Vero en traje de baño, mi hermana aprovechando que ya se habían ido la mayoría de los invitados, se había metido al jacuzzi que esta al costado de la piscina para disfrutar de la tarde junto a Emi y Lucy. Al verme abre sus ojos como plato.

-¡Por el amor de Dios, muévanse!- espeta Lauren al percatarse que todos se han quedado en shock, incluso su esposa, mi hermana y mi padre que por trabajar en el área de medicina deberían estar acostumbrados a estás situaciones.

-¡MIAAA!- Madison se acerca a mi novia y atina a zarandearla, recién ahí la madre de mi hija reacciona y despabila.

-¡Chlo! ¡Nuestra bebé! ¡Ella... ya... ya viene!- suelta mientras se acerca hacia mí, se nota que está sumamente nerviosa, me percato que su cuerpo tiembla ligeramente cuando me toma de la mano. Trato de respirar pausadamente, no he tenido ninguna contracción así que debo tranquilizarme.

-Vero, llama a la doctora Palmer y avísale lo que está pasando...- Lucy le indica con urgencia a mí hermana, Vero con Emi entre sus brazos camina rápidamente hacia el interior de la casa para hacer lo que le indican.

-Cariño, tienes que estar tranquila, te llevaremos al hospital- me dice mi cuñada, solo le asiento con mi cabeza, siento mi corazón en la garganta.

-Yo las llevo...- se ofrece Math con rapidez.

-Amor, todo estará bien... ¿Puedes caminar o te tomo en brazos?- me dice Mia con su tono de voz un poco más apacible, aunque se cuerpo demuestra todo lo contrario, aún la noto temblar.

-Puedo... Puedo caminar- le respondo dando un paso hacia adelante, siento como el líquido aún escurre por mis piernas. -El bolso...-digo con preocupación, el bolso que habíamos preparado para este día estaba en casa.

-Tranquila, esta en el maletero del auto, lo eche por precaución... - me responde mi hermosa novia. No me extraña que sea precavida, Mía siempre está al pendiente de todo respecto a nuestra bebé y de mí.

Con ayuda de Math y de Mia, camino lentamente hacia el auto de mi novia que está apartado cerca de la entrada de la casa y me subo con todo cuidado en la parte de atrás junto a ella, Math es el encargado de manejar y mamá es su copiloto, papá está muy alterado para manejar, así que Mila y Lauren se ofrecen a llevarlo al hospital.

Nunca pensé que la llegada de mi bebé sería este día, mi parto estaba programado a partir de la semana que viene, solo espero que todo salga bien.

Mia sujeta mi mano todo el camino hacia el hospital, me observa con una mezcla de preocupación y emoción en sus hermosos ojos marrones. El camino hacia el hospital gracias al cielo no tarda más de treinta minutos. Math logro maniobrar el auto con agilidad entre todos los vehículos que transitaban por la concurrida av. principal de Miami hasta llegar a nuestro destino.

Cuando Math estaciona el auto en el aparcadero del hospital respiro con algo de alivio, a lo lejos en la entrada principal de establecimiento veo a las doctora Palmer junto a una enfermera que trae una silla de ruedas.

-Con cuidado...- me indica mi novia ayudándome a salir del auto con la ayuda de mamá, Math corre hacia la cajuela y saca el bolso que teníamos preparado para este día.

-Chloe, por acá...- la doctora se acerca hacia nosotros, me hace sentar en la silla de ruedas que trae la enfermera a su lado.

-¿Has tenido contracciones?- me pregunta con mi expediente en sus manos.

-No...- le respondo con preocupación, el que no las haya tenido y se me rompiera la fuente, obviamente no es lo normal.

-Vamos...- dice escribiendo en la hoja mientras comienza a caminar hacia el interior del hospital.

La enfermera empuja la silla siguiéndola, Mía sujeta mi mano con firmeza y me dirige una sonrisa tranquilizadora.

Math y mamá nos siguen los pasos apresurados.

-Alguien tiene que ir a recepción para llenar los datos de Chloe...- comenta la doctora cruzando el umbral de la entrada.

-Yo iré- dice mamá rápidamente para luego prácticamente correr hacia la barra de recepción.

-Tienen que quedarse aquí...- ordena la doctora al llegar al área de neonatología, Mía le frunce el ceño e intensifica su agarre en mí mano.

-No quiero dejarla sola...- se queja.

De repente se escucha un enorme bullicio proveniente de la entrada del hospital. Mi hermana, mi cuñada, Camila, Lauren, papá, los señores Jauregui, los señores Cabello, Mady, Alice, Ally y su esposo Troy, hasta Dinah y Maní llegan al hospital, provocando un enorme escándalo.

La doctora observa incrédula como el gran tumulto de personas se acerca hacia nosotros.

-Yo ya estoy lista para ayudar en el parto- suelta mi hermana al llegar a nuestro lado.

- y yo...- comenta papá.

-yo también...- agrega Camila.

-yo también quiero...-suelta Dinah, Mani le da un pequeño zape, dejo salir una pequeña risita.

-primero que todo tengo que examinar a Chloe, necesito que se tranquilicen y que se queden aquí...- dice la doctora en tono profesional y dirigiendo su mirada al final hacia mi novia.

-segundo... ustedes tres no pueden entrar. Tú menos en esas fachas, Verónica- agrega la doctora mirando con incredulidad a mi hermana. Todos los presentes centramos la mirada en ella. Vero solo trae puesto su bikini de dos piezas e incluso viene descalza, río al verla, al parecer salió tan apresurada de casa que ni siquiera se puso una playera encima, mi hermana suelta un bufido al percatarse de su aspecto.

-Solo será un corto tiempo- dice la doctora al ver qué Mía está reacia a soltar mi mano, la miro enternecida, sus ojitos reflejan mucha preocupación.

-Todo estará bien, mi princesa...- me dice con ternura luego de unos segundos- prometo que en cuanto pueda estaré a tu lado- agrega llevando mi mano a su boca para besarla con dulzura.

-Te amo...- le digo cuando deshace el agarre.

- ¡Yo más!- me grita a la distancia cuando la enfermera comienza a empujar mi silla de ruedas, alejándome de ella.



Pov Mia

-Vamos, Dinah...-dice Vero con insistencia por milésima vez.

-Ya te dije que no, pídeselo a alguien más...- suelta la Polinesia un tanto molesta a unos pocos asientos de distancia del mío.

Muevo mi pie con nerviosismo contra el suelo mientras sigo observando su pequeña discusión.

-Tu eres la única que tiene casi mí misma medida de brassier. Dame tu ropaaa- espeta con frustración jalándole la blusa a su mejor amiga.

-¡Pervertida! Confiesa, solo me quieres ver desnuda...- dramatiza DJ abrazándose a si misma y dirigiéndole una mirada de horror a mi hermana.- Manilove, dile algo...- le dice a su esposa, quien simplemente la ignora y continua hablado con Lauren.

Vero bufa indignada, todos los demás ruedan los ojos al ver al par de desesperantes chicas.

-Vero, aunque te vistas, la doctora dijo que no podías entrar- la regaña Lucía, la latina se deja caer en su asiento derrotada al escuchar a su esposa. Centro mi atención en Camila y mi suegro que están igual de cabizbajos en sus asientos, al parecer por la misma razón, río internamente. El que la doctora les haya prohibido asistir al parto de mi bebé se lo pedí yo expresamente, estoy segura que Chlo se sentiría mucho mas intranquila y nerviosa con ellos tres ahí dentro.

Llevo mi mirada hacia el reloj de mi celular y veo la hora, luego traslado mi mirada hacia cada una de las personas que están conmigo esperando en la sala de espera, todos se ven impacientes y nerviosos. Yo estoy aún peor, ha pasado media hora desde que entro Chlo y aun no me han dicho nada. Muevo mi pie sobre el suelo con nerviosismo.

-Mia...- me pongo de pie de un salto y me acerco rápidamente hacia la doctora Palmer que está en la entrada de neonatología.

-¿Cómo están?- le pregunto apresurada.

Siento como mis suegros, Vero y todos los demás llegan a mis espaldas para escuchar lo que dice la doctora.

-Ambos están bien...- me sonríe genuinamente, me vuelve el alma al cuerpo- lo que sucedió es que estamos ante una rotura prematura de membrana.- agrega con tono profesional.

Examine a Chloe y su cuello uterino está dilatado listo para dar a Luz. Tú bebé nacerá muy pronto, Mia- mi corazón da un salto de felicidad. ¡Al fin tendré a mi pequeña en mis brazos!- Lo que si, aún no comienza el trabajo de parto, si en veinticuatro horas no comienzan las contracciones tendremos que inducirlas mediante medicamentos...- Le asiento con entendimiento.

-¿Podemos pasar a acompañarla?- dice mi suegra un tanto afligida.

-Lo siento, Sarah. Por el momento solo la otra madre del bebé...- me guiña el ojo, le sonrío encantada. - Vamos...- me dice encaminándose hacia un largo pasillo, la sigo sin esperar un segundo más- Chloe esta haciendo algunos ejercicios que ayudan a estimular las contracciones, como caminar, subir y bajar escalones o sentadillas, claro está, todo con ayuda de las enfermeras, pero como estás ahora tú aquí, la puedes ayudar...- me dice ingresando a una habitación y dándome paso, le asiento con la cabeza a lo que me dice, hare todo lo posible por ayudar a mi novia. En cuanto entro al cuarto me topo con la imagen de mi linda chica en bata haciendo unas pequeñas sentadillas con la ayuda de una enfermera. A Chloe en cuanto se percata de mi presencia se le ilumina el rostro, le sonrío encantada.

-Margaret, Mía tomara tu lugar...- le dice la doctora a la enfermera, ella solo le asiente con una sonrisa. Antes de que se marche de la habitación le agradezco por su ayuda al igual que Chlo.

Luego la doctora me explica con detalle los ejercicios que Chloe debe hacer. Le ayudo a caminar a paso lento alrededor de la habitación, a hacer algunas pequeñas sentadillas como también la ayudo a subir y bajar los peldaños de la pequeña escalera que esta situada bajo la alta camilla. Pero lamentablemente ninguno de los ejercicios provoca alguna contracción.

-Solo queda esperar, chicas...- nos dice con pesar la doctora Palmer luego de ubicar a Chloe en su camilla, suelto un suspiro y yo que creía que esto sería más rápido, miro la hora en el reloj que cuelga de la pared de la habitación, han pasado dos horas desde que llegamos al hospital.

-También pueden probar con algo más...- dice con suspenso la doctora ganándose nuestra completa atención- algo que solo las involucra a ustedes dos...- nos dirige una mirada pícara- las dejare a solas por un largo tiempo, pueden cerrar por dentro y no se preocupen por los ruidos, pueden llamarme por el intercomunicador que está a tu lado, Mía...- nos dice de forma insinuante, la veo pasmada al igual que Chlo ¿Está sugiriendo que tengamos sexo? Centro mi atención en mi novia y está de un rojo incandescente.

Con una risita divertida nuestra obstetra abandona la habitación dejándonos aún en estado de shock.

-¿Mí... Mía... es mi idea o la doctora Palmer... ¡¿Qué estás haciendo?!- Chlo suelta escandalizada al percatarse que sin que se diera cuenta me acerque hacia ella e hice el amago de levantarle la bata que cubre sus piernas. Si el orgasmo es algo que ayudara a que mi bebé nazca de una vez por todas, yo con gusto se lo provocare a mi chica.

-Lo que la doctora nos indico...- Le respondo simplemente, el solo pensar que la puedo saborear se me hace agua la boca- Ohh entiendo- le digo posicionándome rápidamente entre sus piernas mientras desabrocho mis pantalones y los bajo apresurada, Chloe abre sus ojos como plato al verme con mis boxer de capitán américa frente a ella, quizá de esta forma sea más efectivo. Miro extrañada a Chloe que aun me observa anonadada, ninguna palabra sale de su boca.

-Mia... yo... ¡AAAY!- abro mis ojos sorprendida al ver que Chloe se retuerce en la cama con dolor, se sujeta fuertemente de las sábanas.

Corro hacia el intercomunicador con rapidez y a tropezones por tener mis pantalones hasta las rodillas.

-Eso fue rápido, chicas...- bromea la doctora al entrar nuevamente en la habitación, me sonrojo de sobremanera y subo mis pantalones avergonzada.

-Doctora... Chlo... ella...-¡MÍA!- grita nuevamente al sentir otra contracción, me ubico a su lado y tomo su mano, ella aprieta mi agarre con fuerza ¡Mierda! Contengo un gruñido de dolor, el dolor que Chlo está sintiendo es mucho más intenso que esto.

-Al fin...- comenta la doctora ubicándose entremedio de las piernas de mi novia para examinarla- al parecer de repente su bebé tiene prisa con salir. Tienes 8 cm de dilatación. Te transferiremos a la sala de partos. Mia tu ve a alistarte ¡Rápido!- espeta con prisa, mis nervios se incrementan de golpe.

-Llego la hora, amor... En menos de un minuto vuelvo- le digo a Chlo quien solo me asiente con su rostro con claros rasgos de dolor, le beso su frente y salgo prácticamente corriendo fuera de la habitación.

El alistarme para la llegada de mi bebé fue realmente rápido, solo obedecí a todas las indicaciones que me dio una de las enfermeras, la misma que luego de haberme desinfectado y estar con mi traje quirúrgico, mi gorro me dirigió hacia la sala de partos. Mi corazón no ha parado de latir acelerado contra mi pecho, me estoy muriendo de nervios, sé que debo estar a la altura de todo esto, Chloe me necesita y en estos momentos debo transmitirle tranquilidad, así que debo estar apacible cuando me vea.

-¡DIOS, MÍA!- escucho el grito desgarrador de Chlo en cuanto entro en la habitación, está sobre una camilla con la piernas abiertas y sujetando fuertemente las barandas de sus costados con sus manos.

La doctora Palmer ya está ubicada entre las piernas de mi novia sentada en un taburete.

Me acerco rápidamente al lado de mi chica y sostengo una de sus manos. Observo su hermoso rostro, su cabello se le adhiere a la frente por el sudor que baña su carita.

-Mía... ubícate detrás de ella- me ordena la doctora, le obedezco de inmediato encaramándome arriba de la camilla. Chlo al sentir mi cercanía se deja caer hacia atrás apegando su espalda a mi pecho, la abrazo y le tomo una de sus manos, con la otra trato de apartarle el cabello de sus ojitos.

-Chloe, llego el momento de pujar en la siguiente contracción...- dice la doctora observando entremedio de las piernas de mi novia.

-Tu puedes, mi princesa...- la aliento besando el costado de su frente. Chloe no me responde, solo jadea con su respiración acelerada y con notable dolor reflejado en su rostro.

- Respira profundo, amor...- le recuerdo lo que nos enseñaron en nuestro curso de madres primerizas, Chloe hace lo que le indico, apretando con fuerza la mano que le tengo sujeta.

Con el primer puje Chlo suelta un grito mucho más desgarrador que el anterior, su agarre en mi mano se aprieta tan fuerte que siento que me molera los huesos, pero me aguanto el dolor, no es nada comparado con el dolor que está sintiendo ella. Observo como su vientre se contrae y en su carita hace una mueca de dolor cada vez que la doctora le pide pujar, le murmuro palabras de amor y apoyo mientras que con mi mano libre le acaricio su rostro rojo y sudoroso. Mediante pasan los minutos sus gritos y sus pujes se vuelven muchos más fuertes y prolongados.

Siento que mi corazón se le saldrá en cualquier momento de mi pecho, es frustrante no poder hacer nada para aminorar el dolor que ella está sintiendo

-¡Chloe, solo un poco más!-suelta la doctora. Chlo grita fuerte y puja una vez más, beso su frente y aparto su cabello que se le adhiere a su hermoso rostro por la transpiración, me angustia enormemente que este sintiendo todo este dolor.

-¡Vamos, Chloe, solo un puje más!- espeta la doctora ¡Por un demonio, mi bebé ya está por salir!

-Vamo, Chlo, solo un último esfuerzo...- la animo con todas mis fuerzas, mi novia me dirige una bella sonrisa y me asiente con su cabeza.

Toma todo el aire posible hacia sus pulmones y puja con todas sus fuerzas, su carita se arruga por todo el esfuerzo y la fuerza con la que puja, me aguanto nuevamente el dolor de mi mano que Chlo tiene sujeta, es lo mínimo que puedo hacer por todo lo que ella está pasando.

Repentinamente el llanto de mi bebé se escucha a nuestro alrededor, es un llanto fuerte y lleno de vigor. Mi corazón salta de felicidad, es lo más hermoso que mis oídos han escuchado. Trato de incorporarme para ver aún que sea un poco a mi bebé, pero por la posición no puedo, Chloe se deja caer hacia atrás contra mi pecho extremadamente exhausta y con su respiración muy acelerada, la sujeto con cuidado y le brindo unas pequeñas caricias a su carita.

-Gracias...- le digo sintiendo un gran nudo en mi garganta, Chloe gira levemente su rostro y me brinda una hermosa sonrisa, me inclino sobre ella y dirijo mi boca hacia la de ella para besarla con lentitud, disfrutando del sabor de su boca.

-Siento interrumpir, pero acá está su bebé- deshago nuestro beso y mi mirada de inmediato va hacia la enfermera que trae entre sus brazos a mi pequeña bebé, la miro maravillada y mi corazón se detiene por un segundo para luego comenzar a latir con intensidad.

La enfermera posa a nuestra bebé sobre el pecho de Chloe con todo cuidado, mí hermosa novia envuelve cariñosamente el pequeño bultito que es nuestra hija entre sus brazos. Se ve tan pequeñita y frágil, no puedo dejar de mirarla ¡Es preciosa!

Chlo comienza a llorar mientras la estrecha contra su pecho.

-Hola, mi amor... con mami te estábamos esperando con muchas ansias...- dice con ternura acariciando dulcemente la mejillita de nuestra hija. Comienzo a llorar de felicidad también, las rodeo con mis brazos y me aferro mucho más al cuerpo de Chlo por su espalda, de seguro puede sentir los fuertes latidos de mi corazón con claridad.

Chloe se percata de mi estado y traslada su mano hacia mi rostro para retirar las lágrimas que corren por mis mejillas.

-Te amo...- me dice dulcemente, poso mi mano sobre la suya para que permanezca un minuto más en mi mejilla, cierro los ojos y disfruto de la sensación y calidez de su toque.

Mi corazón en este instante está desbordado de amor hacia ella y nuestro bebé.

-Elisa...- abro mis ojos y la miro sorprendida - Ese es su nombre...-dice mirándome con todo su cariño ¡Dios, la amo tanto!.

Centro mi mirada en mi bebé que tiene su hermosos ojitos achinados puestos en nosotras -Elisa...-llevo una de mis manos a su pequeña nariz y se la acaricio con tan solo un roce de mi dedo. Que se llame igual a mi madre me hace inmensamente feliz y dichosa. -Gracias por hacerme la persona más feliz del universo...-le digo a mi novia escondiendo mi rostro en su cuello.

Pov Chloe

-¡Santo cielo, Verónica! ¿Puedes soltar a la bebé?- veo desde mi cama como mamá regaña a mi hermana por milésima vez, dejo salir una risita baja. Fui trasladada a una habitación hace una hora para descansar y hace media hora que me trajeron a mi bebé luego de ser examinada minuciosamente, todo en ella es perfecto según la doctora, es una bebé completamente sana de casi tres kilos y medio, y de cuarenta y nueve centímetros.

En cuanto fui trasladada a la habitación para descansar mis padres y todos los demás vinieron a verme y a felicitarnos, aunque están más interesados en conocer a nuestra bebé, sobre todo Vero que no ha dejado que nadie la sostenga en brazos desde que la tomo.

-Se parece mucho Chloe...- mi hermana ignora el reclamo de mamá y mece con ternura entre sus brazos a mi hija mientras la mira embobada. La observo enternecida.

-Es mi turno...- dice papá impaciente al lado de mi hermana, Vero le dirige una mirada de desgana.

-No... No... me toca a mi- suelta Camila desde el otro lado de Vero, extendiendo sus brazos hacia mi hermana para que le entregué a mí hija.

-En tus sueños, Culobello...-Vero esquiva a la morena y camina hacia el otro costado de la habitación meciendo a mi bebé entre sus brazos.

-¿Cómo te sientes, Cariño?- centro mi atención en Lauren que me mira con preocupación.

-Muy bien, aunque algo adolorida y... y cansada- le respondo con una ligera sonrisa, ella me acaricia la mano que está sobre mi cama.

-Me imagino, deberíamos irnos para que descanses...- dice con comprensión, le niego con mi cabeza, a pesar que estoy agotada, quiero pasar tiempo con ellos y que todos puedan conocer a nuestra pequeña Elisa.

-Mi nieta es preciosa- comenta con orgullo mamá a mi lado, le sonrío. Me hizo muy feliz su reacción cuando vio y sostuvo entre sus brazos a su nieta, se nota que consentirá mucho a nuestra pequeña Elisa.

-No hay como negarlo, es una preciosidad, muchas felicidades, mis niñas...- nos dice Nona Clara genuinamente, con Mia le sonreímos agradecidas.

Ella, la señora Sinu, Don Alejandro y el señor Mike, quedaron encantados al conocer a nuestra bebé, incluso pudieron sostenerla entre sus brazos un instante, claro, antes que mi hermana la acapara.

-Se acabará el tiempo y yo soy la única que no ha podido sostenerla. ¡Ustedes tres ya lo hicieron!- se queja DJ apuntando con su dedo acusadoramente a mi hermana, papá y a Mila. Los tres le dirigen un mohín al escucharla.

Todos en la habitación incluida Maní, Ally y Troy dejan salir una carcajada al ver a la Polinesia enfurruñada, la rubia tiene mucha razón, todos han tenido su tiempo con nuestra Elisa, menos ella.

Normalmente no se admiten tantas personas en la habitación pero gracias a la influencia de las Nonas de Mía, se logro que entrarán todos al mismo tiempo.

Aunque Alice, Math y Mady siguen esperando su turno en la sala de espera.

-Ya es suficiente, Verónica. Dame a la bebé- Lucy le ordena demandante a mi hermana mientras se acerca a ella con decisión. Vero con un puchero en su boca no se resiste y le entrega a mi bebé con sumo cuidado en sus brazos. Mi cuñada se queda un par de segundo observándola maravillada para luego entregársela a Dinah.

La Polinesia le saca la lengua infantilmente a mi hermana cuando finalmente tiene a nuestra bebé entre sus brazos.

-No puedo creer que esta cosita hermosa haya sido creada por nuestro Karlos Jr.- comenta mientras sujeta la manita de mi bebé con uno de sus dedos. Siento mis mejillas sonrojarse con intensidad, veo a mi novia a mi lado y está igual de roja que yo por el sutil comentario de DJ.



-Al fin llego nuestro turno y se fueron los ancianos...- dice Madison cuando ingresa a la habitación, río bajo al igual que Mía, quien esta al lado de mi cama sosteniendo a nuestra bebé entre los brazos.

-Felicidades, chicas...- dice Math con varios regalos colgando entre sus manos.

-Muchas gracias...- le digo sonriéndole encantada, el ojiazul sitúa los obsequios con los demás que nos trajeron nuestras familias para luego acercarse hacia mi cama y abrazarme con cariño, Alice y Mad hacen lo mismo.

-¿Cómo te sientes? ¿Muy cansada?- me pregunta Al entremedio de nuestro abrazo.

-Algo...-le sonrío ya sintiendo mis párpados muy pesados.

-Entonces será una visita muy corta ¡Dámela!- suelta Mady extendiendo sus brazos hacía Mía para que le entregué a nuestra bebé.

Mía soltando una risita baja le obedece y con todo cuidado traspasa a nuestra hija desde sus brazos a los brazos de nuestra rubia amiga.

A Mady se le ilumina el rostro a penas sostiene a mi pequeña.

-¡¡Mi creación!!- suelta nuestra inquieta amiga elevando con su dos manos el pequeño bultito que es mi hija en el aire, cual si fuera Simba en la película del rey León. Palidezco al ver el brusco movimiento, Mía está igual o más blanca que yo, pero antes de poder reclamarle vemos como la baja y la sostiene ahora si con todo su cuidado entre los brazos. Me vuelve el alma al cuerpo.

-¡Idiota! - Alice le da un pequeño zape en la nuca a la rubia- casi las matas del susto...- suelta señalándonos a Mia y a mí.

Suelto un suspiro de alivio y centro mi mirada en mi bebé, no se ve afectada por lo que pasó, es más, podría decir que lo disfruto, tiene sus ojitos bien abiertos mirando el rostro de Mady.

-Dámela...-le ordena Alice.

-No lo haré, no han pasado ni cinco minutos...- se queja Madison apartándose desconfiadamente de la ojiazul- tengo que pasar más tiempo con mi ahijada...- suelta de la nada. Dejo salir una risita baja, sabía que esto tarde o temprano sucedería.-Me quedo preciosa ¿Cierto?- agrega Mady haciéndole pequeñas muecas graciosas a la bebé.

-¿Cómo que ahijada? Yo seré su madrina...-suelta Alice con decisión- yo conocí mucho antes que tú a las chicas, me corresponde por derecho...- espeta indignada.

-¡Yo la cree! Accidentalmente, pero así fue... Yo seré su madrina- suelta decidida Madison.

La miro extrañada ¿A que se refiere con eso?

-Luego te cuento- me dice Mia al mirar mi rostro desconcertado, le asiento observando divertida a las chicas.

-¿Y yo?- trata de intervenir Math en la pequeña discusión.-¡Tú no te metas!- sueltan las dos al mismo tiempo, río al ver el rostro derrotado de mi mejor amigo.

Definitivamente esta discusión tendrá para largo, de lo que estoy segura es que sea quien sea la madrina o padrino de mi bebé, si es cualquiera de ellos tres, mi pequeña Elisa tendrá la mejor madrina o padrino del mundo.





*Una vez más muchas gracias por todo y perdón por toda la espera u.u, espero que les haya gustado este especial.

Me queda un especial por subir, pero no diré cuando lo hare porque aun no me siento conforme con el (No insistan >.<), lo que si, me di cuenta que los votos y comentarios de este especial no concuerdan con las lecturas -.-, así que no subiré el especial restante si no votan, ni comentan. Si, ahora los extorsiono descaradamente xD.

*Que tengan un hermosa noche n.n

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