Capri Persson โธป F1

By phoebeegreenchastain

355K 39.4K 19.4K

โœฎ ยซ ๐Ÿโœบ ยฐ๐Ÿ† ยซ . *๐ŸŽ โŠน โ‹†๐Ÿšฅ * โญ‘ ยฐ ๐ŸŽ ๐™›1 ๐™ญ ๐™˜๐™–๐™ฅ๐™ง๐™ž๐™ฅ๐™š๐™ง๐™จ๐™จ๐™ค๐™ฃ โœจ ๐™š๐™ฃ๐™š๐™ข๐™ž๐™š๐™จ ๐™ฉ๐™ค... More

โธบ introduction
โธบ news
โ‡ข i'm Capri Persson
โ‡ข first day
โ‡ข the ghost
โ‡ข no victory
01 // back on track
02 // i don't wanna talk
03 // about the team
04 // my biggest fear
06 // i know how it feels like
07 // alone at home
08 // you came
09 // why are you so afraid of him?
10 // your worst traitor
11 // ski slope
12 // what do you have in mind for your future?
13 // obsession
14 // the accident
15 // i don't wanna go
16 // this is life
17 // the blonde liar
18 // never a 10
19 // we are the same
20 // i just feel it
21 // our eternal moment
22 // the world is unfair
23 // the meeting
24 // do you want it?
25 // take the risk
26 // an italian evening
27 // i care about you
28 // i'm sorry
29 // what if he loves me?
30 // silverstone
31 // historic day
32 // play dirty
33 // heal and help
34 // why not?
35 // it feels like home
36 // ghost eyes
37 // victim of her own obsession
38 // i don't wanna be strong anymore
39 // starting from scratch
40 // schumacher's way
41 // the old track
42 // that winter
43 // life is wonderful
44 // sunrising
45 // rivals and lovers
46 // on the way to netherlands
47 // a birthday lunch
48 // no way out
49 // afraid of losing
50 // maybe...
51 // the problem
52 // my wish and hope
53 // regrets
54 // bees never give up
55 // accept the truth
56 // surprise
57 // sign of a liar
58 // it's not easy to know
59 // you're a coward
60 // kintsugi
61 // stewart
62 // nobody would understand
63 // i been there before
64 // how i deal with it?
65 // try again
66 // you're insane
67 // eye of the tiger
68 // the end of the mystery
69 // it was my choice
70 // last lap
71 // a new motivation
72 // turn 16
73 // love and war
โ‡ข ๐— ๐—ฌ ๐—ช๐—”๐—ฌ
agradecimientos

05 // female disappointment

6.5K 630 247
By phoebeegreenchastain



▶『 Melbourne, Australia

Abril, 2023   


"Se que es muy probable que termine recibiendo esto de vuelta porque te niegas a ir, pero de todas formas me gustaría que te lo quedes. También se lo que estás pensando, no te preocupes por el dinero, aunque sostengo que la ropa de mujer debería ser más barata y equivalente a la de los hombres. Tómalo como un buen regalo de parte mia y de Laila que se tardó más de dos horas en decidir cual sería mejor para ti. Si tan solo supiera que lo único que usas son pantalones y un uniforme con ese casco. Espero verte ahí y suerte con la carrera.

 -Mick."

Decía la tarjeta que venia con la bolsa blanca de marca elegante que habían dejado en mi habitación mientras no estaba. La releí un par de veces viendo el sol ponerse desde la ventana del hotel y sobre la vista que tenía del circuito mientras me mordía las uñas. Saque el vestido que la pareja amiga me había regalado que venía doblado perfecta y meticulosamente en una caja con papel especial. Era un vestido negro de tiras con los bordes del escote ovalados y lentejuelas pequeñas y prolijas que le daban un brillo especial por la manera en la que parecían invisibles en la oscuridad. No estaba mal, supongo. No solía usar vestidos normalmente, si debía vestir elegante siempre eran trajes de dos partes y vestuarios cómodos y que no mostraran demasiado. El que Laila había elegido para mi era largo sobre las rodillas y ajustado en el torso. Cuando me lo probé halague el buen ojo de la novia de Mick, pero me sentía sumamente extraña, aunque en el fondo sabía perfectamente que no era por el vestido.

Un maldito ataque de pánico sobre el monoplaza me había hecho perder el primer puesto. 

En cuanto el personal médico del equipo que me atendía se retiró de la habitación del motorhome tras deducir por lo que les dije que sentí que se trataba de un simple ataque de pánico, Jean me observo en silencio con el rostro pálido. Sabía que por dentro se moría de ganas de decirme "te lo dije" por todas las veces que me repitio ir a ver a un psicologo despues del final de temporada del año pasado. Pero yo siempre le restaba importancia, aunque eso no significase que no me importe. Era extremada y estúpidamente importante para mi y por eso me parecia una tonteria. ¿Que se supone que deba decir cuando me siente frente a un psicologo y me pregunte porque creo que me encuentro allí? ¿"Perdí una carrera importante y termine en segundo lugar"? ¿En serio? Me parecia demasiado absurdo como para consultar con alguien más algo que sabía que podía arreglar por mi cuenta. Y la única forma de arreglarlo por mi cuenta era enfrentarlo y superarlo. La única forma era ganar sin importar cuánto perdía en el camino. Porque el asunto era... que ya lo había perdido todo en esa última curva, entonces todo lo que estaba arriesgando no era más que el fantasma que aún no se iba de todo lo que ya había perdido y creía aún poseer.

―John te estuvo llamando segundos antes de terminar por el radio y no respondiste―comentó apoyando su espalda en una de las paredes frente a mi cruzándose de brazos. Tocaron la puerta.

―Persson, soy yo, Franz―dijo del otro lado y Jean no me dio tiempo de contestar.

―Danos un momento, Franz―respondio aun con la puerta cerrada y sin moverse de su lugar. Hizo una pausa y un silencio que me permitió escuchar como mi corazón intentaba calmarse. ―¿Será así toda la temporada? ¿O te harás cargo de esto y asumirás que necesitas ayuda?

Sólo pude mirarla a los ojos, porque las palabras no salían de mi boca.

Jean negó con la cabeza y salió de la habitación dejándole el paso libre a Franz quien cerró la puerta en cuanto entró con John. Ni siquiera me había quitado el uniforme.

―¿Qué sucedió?―preguntó Franz tomando una de las sillas para sentarse frente a mi con los codos apoyados sobre sus rodillas.

―Es una tontearía, no volverá a pasar―le reste importancia. ―De todas formas remontamos lo sucedido en pits, hay que celebrar―pretendí que todo estaba bien, porque es raro cuando tu jefe y tu ingeniero te miran con extrañeza, sumamente confundidos. ¿Cómo era posible que había adelantado 19 posiciones en 26 vueltas y había terminado de esta forma? Estaba segura de que ambos fueron informados sobre el veredicto acerca de lo que había sucedido, pero no sabía cuán grave lo veían. 

―Controlaremos lo que sucedió y lo hablaremos con el equipo ¿Si? Fuera de eso... Solo tengo felicitaciones para ti, Capri. Grandes y emocionantes felicitaciones. Lo que hiciste en esa pista, no tiene precio―sonrió Franz intentando animarme y yo le devolví la sonrisa con los labios apretados sabiendo que me esperaba un largo escrito sobre mi perspectiva de la carrera para la prensa.

"Hubiera sido muchísimo mejor si tan solo hubiera adelantado a Max y no me hubiera bloqueado de esa manera" pensé al sonreír. Y después de un par de horas, era en lo único que pensaba sentada en la cama de la habitación de hotel con el vestido puesto que Laila y Mick me habían comprado para asistir a la fiesta después de la carrera. Mi cabello se veía en las peores condiciones y mi rostro ocultaba una sensación amarga entre los labios de culpa, decepción y dolor. 

No quería irme a dormir esa noche, porque si los recuerdos venían a mi completamente lúcida y despierta, no quería imaginar cómo sería si dormía. Pero tampoco me atrevía a sentarme en una esquina de la habitación en silencio y revivir ese momento una y otra vez involuntariamente. Entrenar toda la noche iba a matarme, además de que dudo que me habiliten el gimnasio del hotel toda la noche. Caminar hasta el amanecer tampoco era una opción, así que observe la botella de champán que habían traido a mi habitación en cuanto llegue como felicitaciones y la abrí aun con el vestido puesto y el cabello despeinado. Le di un largo sorbo aguantando las ganas de respirar, hasta sentir que era suficiente. Media botella ya se encontraba en mi sistema.

Encendí mi teléfono y le marque a Mick.

―El vestido es muy lindo―comentó en cuanto contesta. ―Pero no podre usarlo si no me das la dirección de la fiesta.

―¿Hablas en serio? Ya te envio la dirección ¿Quieres que pasemos por ti?―habla con entusiasmo.

―Te aviso cuando este llegando. Nos vemos ahí―cuelgo la llamada y me quito el vestido para darme una ducha. No estaba lista para enfrentarlo por mi cuenta esa noche.

***

Si hay algo por lo que no me creía piloto, era por el lujo excesivo y desagradable que cada uno de ellos manejaba. Los relojes, las marcas, los atuendos, la actitud, las casas, los departamentos, las fiestas, lo autos. Máquinas sumamente veloces que pasaban mayor parte del tiempo guardadas en garajes por ser demasiado costosas y que esperaban el momento de las fiestas extravagantes para hacer su gran aparición. 

Cuando Mick me mando la direccion de donde sería la fiesta, no dude en hacer una investigación antes. No era una discoteca, pero tampoco un salon de eventos, sino lo que se posiciona entre medio. Se trataba de un último piso en uno de los edificios más lujosos de la ciudad Australiana con vista a todas partes y que contaba con una gran azotea. Al terminar de ducharme, pedí un taxi y al llegar la calle desbordaba de autos lujosos y de alta gama. 

El salario de un piloto de carreras dependía de su rendimiento y su escudería, y rondaba unas siete o seis cifras altas. La gran mayoría derrochaba todo eso en grandes ostentosidades, y aunque no me consideraba la excepción, aun no era totalmente consciente de todo lo que ganaba porque en parte prefería las donaciones a caridad y en parte no tenía el control de mis cuentas. Después de un largo debate, Jean y yo acordamos que tendría un asesor de finanzas que se encargaría de eso. Si bien tenía cierto estilo de vida que mantener a la par de mi carrera, no necesitaba otras cosas de las que el resto de los pilotos dependían como lo era la imagen que mantenían. 

No podía negar que se sentía extraño bajar de un taxi en una esquina mientras todo aquel que entraba a dicho edificio bajaba de autos deportivos y excesivamente caros. Pero no tenía nada que demostrar, ahí simplemente era una más del montón y mi objetivo era no caer en el bucle de pensamientos que comenzaban a atormentarme. Mientras los mantenga alejados, podría con ello.

Lewis Hamilton bajaba de su particular Ferrari y le otorgaban las llaves al botones de la entrada mientras sonreía a un par de cámaras con discreción. Pude ver como creía que era una fanática del deporte que intentaba sacarme una foto con él mientras entrabamos, pero al notar que no continuaba con el acto esperado el momento se sintió sumamente incómodo. En la recepción, Mick me esperaba para entregarme mi pase VIP. No había una palabra para describir cuánto odiaba todo esto.

―Laila está arriba―me advirtió mientras me colocaba la pulsera y saludaba a Lewis quien lo espero para subir en ascensor. Pasé el sector de seguridad rápidamente y seguí a ambos pilotos. ―Lewis, ella es...

―América―me apresure a decir al ver la incertidumbre de Mick en su mirada.

―Un placer―dijo Lewis con una sonrisa aceptando mi mano en forma de saludo. ―¿Nos hemos visto antes?―frunció el ceño luego de observar mi rostro con detenimiento en el ascensor.

―Trabajo para AlphaTauri hace un par de años―confesé.

―Oh, genial. Están teniendo una temporada muy particular. Felicitaciones por lo de hoy, de hecho. Persson no deja de sorprender―halago él y Mick tuvo que esconder su sonrisa mirando al frente.

―Si, es muy bueno―asentí. ―Pero podría haber terminado primero hoy.

―No se si mi contrato me lo permita, pero entre nosotros, creo que Capri Persson es de los mejores corredores actualmente―agrega Mick con simpatía y Lewis ríe como si fuera gracioso. Volteo a ver a mi amigo un tanto confundida y él me guiña un ojo. A veces era necesaria la calidez e inocencia de Mick en un mundo tan duro como este.

Los tres atravesamos un pasillo para llegar a donde sería la fiesta y la música se podía escuchar desde el ascensor en los tres pisos previos a este. Los saludos y halagos hacía ambos pilotos no tardaron en llegar. El podio de hoy había sido muy especial, pues después de la foto con los premios (Max primero, yo segunda y Lewis tercero), un portal saco un articulo llamado: "Capri Persson y el final de la disputa entre Verstappen y Hamilton". A grandes rasgos se trataba de cómo mi presencia en AlphaTauri comenzaba a abrir mucho más la brecha entre ambos pilotos y ambos equipos llegando hasta aliarse para detener al mismísimo Persson en pleno ascenso. Era divertido leer todo el circo de la prensa del deporte y la industria, lo duros que eran con todos y lo dramáticos que eran los títulos de artículos con historias mediocres y mayormente falsas. Pero no podía negar que volvería a leerlo para levantarme el ánimo y la confianza luego de toda esta mala racha.

Mick me dirigió hasta donde se encontraba Laila para saludarla y me alegró verla. Aunque me dolía en el alma que Mick deba mentirle acerca de esto, él aceptó que era algo que debía hacer y que prometió desde el minuto que aceptó guardar el secreto. Probablemente eso era lo que más me pesaba de todo esto, que las personas que conocían la verdad deban mentir sin descaro a todo el mundo. Pero él continuaba repitiendo que era algo que todos admitían con Capri.

―Dios, te ves hermosa con ese vestido―me tomo Laila de la mano para lucirme frente a ella.

―¿Yo? ¿Acaso todavía no te viste a un espejo? Laila estas extremadamente hermosa―opino devuelta.

―Ay, no lo digas dos veces. Me subes el humor.

―Lo diré cuantas veces sean necesarias, nena. Si Mick no te trata como debe, sabes mi numero―sonreí bromeando y Mick abrió sus ojos con sorpresa junto a nosotras mientras reíamos.

―¿Podrían dejar de coquetearse frente a mi?

―¡Micky!―escuchamos una voz gritar de fondo entre la gente y la música. Con su sonrisa tan pelicular, mayormente conocida como "la sonrisa de la parrilla", Daniel aparece saludando entre la gente y sonriendoles a quienes lo interceptaron de camino a nosotros.

―Danny―lo abrazo Mick en cuanto el australiano llegó a nosotros. ―Ya conoces a Laila―señaló Schumacher a su novia y ella saludó. ―Ella es América, trabaja para AlphaTauri.

―Soy Daniel, pero llamame Danny―clavó sus ojos sobre mí sonriente, y cuando le ofrecí mi mano él la tomó arrastrándome a un abrazo, o más bien un incomodó choque de hombros. Alguien más llamó a Mick llevándose toda su atención y Laila me dijo que la buscara luego para bailar antes de alejarse con su novio. Danny se acercó a mí ―¿Cómo es que nunca te vi por aquí? Siempre hay ingenieros, mecánicos, pilotos, asistentes... ¿Eres nueva?

―Algo así―comente. ―Trabajo hace un tiempo en la escudería, pero no suelo recurrir estos lugares.

―¿Que puesto tienes?―preguntó casi gritando sobre la música.

―Asistente.

―¿De...?―frunció Daniel su ceño. 

―Capri Persson―respondí con seguridad. Ese era el telón y el cuento que el mundo se comía alrededor de América, y ese era el telón que debía mantener hasta que decida lo contrario. Daniel hizo una mueca muy graciosa compadeciéndose de mí antes de reír.

―¿Dia duro?―preguntó divertido.

―Horrible―confesé y sin darme cuenta era extremadamente fácil hablar con Daniel.

―Déjame encargarme de eso―se relamió los labios y sonrió con picardía. ―¿Puedo?―pregunto tomando mi mano y por un momento me asuste de lo que fuera a pasar luego. Media botella de champán me había hecho terminar aquí, por lo cual ahora debatía si era buena idea o no mezclar mi poca tolerancia al alcohol y mi ciega obsesión por las malas decisiones. Pero Daniel fue muy caballeroso al preguntarme si podía tomar mi mano y arrastrarme hasta la barra. ―Para ser asistente de Persson aun tienes mucho cabello, y muy hermoso, además―bromeó y asentí. De hecho este invierno había tenido una abismal pérdida de cabello.

―No es tan malo como crees.

―¿No?―frunció el ceño. ―Pide lo que quieres, invita la casa―ofrece y aunque desisto no puedo evitarlo. 

―Algo fuerte―le pido al bartender haciéndome oír sobre la música y vuelvo a mirar a Daniel. ―Capri no es un monstruo―agregó.

―¿Lo conoces?

―Supongo―sonrió sin mostrar los dientes y nuestros tragos son apoyados sobre la barra. Pensar en Capri me hacía pensar en Abu Dhabi y en esa misma tarde. Pensar en Capri era pensar en el segundo después de Verstappen. Pensar en Capri era pensar en todo lo que había perdido y me encontraba perdiendo, era pensar en el dolor del solitario invierno y en la angustia dentro del monoplaza. 

Después de un gran sorbo de lo que sea que haya pedido, ya no quería pensar en Capri. No quería pensar en las carreras, los pilotos, los segundos puestos y los ataques de pánico.

―Uhh, amo esta canción―exclamó Danny moviendo los hombros con placer y sonreí.

―¿Que esperas?―le tendí mi mano y Daniel sonrió con gracia y diversión al momento en el que nos deslice hasta el centro de la pista de baile, bajo las luces de colores y las bolas disco brillantes. No reconocía la canción, pero América no necesitaba reconocer la canción para bailarla. América no se privaba de bailar con extraños en publico. América era divertida, sarcástica y extrovertida. América no pensaba en las carreras o en su fracaso. América no se parecia mucho a Capri. Y en vez de pensar en los problemas que eso traía, me solté en una pista llena de desconocidos, con los que probablemente trabajaba todos los fines de semana, en un club de Melbourne. 

No sé por cuánto tiempo exactamente nos mantuvimos en un limbo temporal bailando con desenvoltura frente a frente sin ningún tipo de contacto físico o visual. Los dos estábamos en nuestra propia burbuja sintiendo el efecto del primer trago pero sin alejarnos del otro, como si cumplieramos un trato tácito nunca antes acordado. Cuando la música bajó su intensidad yo tome mi cabello con mis manos para alejarlo de mi rostro y permitirle a mi cuello un respiro.

―Sígueme, te presentare al grupo―me dijo Daniel en el oído y palidecí. No estaba sumamente interesada en intercambiar palabras con nadie con quien compitiera y aunque Daniel era la excepción por ser piloto de reserva de Red Bull esta temporada, no pretendía llegar más lejos que eso. Pero está levemente ebria y necesitaba aire, así que no me vino nada mal el tomar su mano y dejarme guiar por el australiano hasta la gran azotea.

Al salir, una fresca y aliviante brisa me envolvio como frazada en la cama y respire con placer siguiendo los pasos de Daniel hasta un sector más privado del lugar con sillones acomodados en rondas, una barra VIP y un ambiente desbordado de pilotos, mecánicos y gente del rubro.

―¡Danny!―gritó divertido a quien reconocí de inmediato. Era Pierre.

―Pierre Gasly―exclamó Daniel riendo y todos giraron a vernos. Daniel aun llevaba mi mano sobre la suya y cuando Pierre se acercó a nosotros me dio una mirada curiosa y confusa.

―Sé que te conozco―entrecerró sus ojos hacía mí. 

―Que rapido―río Carlos señalando nuestras manos unidas y de inmediato le tendió su mano abierta a Checo Pérez quien negando con la cabeza sacó un par de billetes para entregárselos. ―Nunca decepcionas, Danny. Acabas de hacerme ganar un par de dólares.

―No, no. No es así, ella es América―desenlazo nuestras manos y puso la suya en mi espalda. Ahora fue Checo quien le tendió la mano a Carlos para que le devuelva los billetes. ―Es la asistente de Persson.

―¡Claro!―habla Pierre sonriendo. ―Lo siento, debe ser por el alcohol, no te reconocí―se acercó a saludarme.

―¿Persson?―frunció el ceño Lando sentado junto a Carlos.

―¿Puedes creerlo?―rio Danny.

―Mira que existen trabajos malos, pero elegir ser la asistente de Capri Persson... Cuanta valentia―admitió Charles y se inclinó hacia nosotros para ofrecerme su mano. ―Charles, un placer.

―Muy difícil no saberlo―sonreí de vuelta. ―Fuiste muy fácil hoy.

―Oh, la chica si que sabe―bromeó divertido Carlos. ―Carlos, pero puedes llamarme como gustes. Ya me caes de maravilla―tambien acercó su mano para saludar y apreté mis labios al sonreír. ―Ven, siéntate con nosotros. Debemos interrogarte sobre Persson.

―Dejenla tranquila ¿No ven que necesita un respiro?―la escuche detrás de mí y gire rápidamente al oírla. Carmen me sonrió y se acercó a abrazarme como saludo. ―Es bueno verte, Am.

―Gracias, de nuevo―suspiro y ella hace un movimiento con la mano restándole importancia. 

―Bueno...―interrumpe Daniel. ―¡¿Y donde esta el campeon?!―exclama y un cambio de luces nos advierte de su llegada. Todo pasó muy rápido, y segundos después Max entraba a la azotea con el premio en mano y todos lo aplaudían y halagaban. 

Yo me quede estática ahí mismo. América no podía evitar eso. Nada ni nadie podría evitarlo. Porque había una sensación de acidez en mi pecho y el recuerdo de mis manos con ese cosquilleo en el monoplaza y esa noche en Abu Dhabi viendo el coche quemarse frente a mis ojos a metros de la meta viendo la serpentina caer en la pista y los fuegos artificiales brillar en el cielo oscuro sobre el campeón.

El ego masculino era una cosa. Abundaba completamente en una competencia como esta. Todos gritaban, golpeaban y se quejaban si era necesario. Ese ego masculino era tan superficial y halagado que nadie jamás lo denigraría. Pero la decepción femenina era algo muchísimo más poderoso.

El ego masculino creaba pilotos llenos de ira y ambición listos para destruir cada pieza de su monoplaza si perdían. Pero la decepción femenina, mi decepción femenina, veía mi monoplaza quemarse entre las llamas y al hombre cruzar la meta. Esta decepción femenina observaba y cultivaba en silencio, era sigilosa y para nada agresiva ni notoria. Esta decepción te mataba lenta y dolorosamente, para dejarte morir en las cenizas de las cuales te forzaba a revivir. No había ira ni ambición, solo la grieta y el duelo de mi decepción. 

Y ahí estaba yo. Sintiendo las llamas de esa decepción femenina dentro de mi. Me había quemado por completo ese invierno y había juntado cada ceniza con lo que quedaba de mi alma para reconstruirme en soledad y frialdad. Pero ahora podía sentir las llamas del fénix de mi decepción estirarse al verlo cruzar delante mio con esa sonrisa y ese premio y ese... ego masculino.

No se que haría si no ganaba este campeonato. Pero esa noche estaba segura de lo que haría, porque no quería volver sola a ese cuarto de hotel sumida en recuerdos y decepción de un duelo que creí haber superado. 










▶▶▶

¿Que les esta pareciendo la historia? ¿Que es lo que ven de aqui a un par de capitulos? Me encantaría leer que opinan, pero mientras tanto...

MEME TIME!!




Jean viendo a Capri sufrir el ataque de panico despues de que le haya dicho miles de veces que debía tratar ese tema:



Capri cuando Franz le pregunto que paso en la pista:


Mick halagando a Capri en frente del GOAT:


Mick viendo como Capri y Laila se coquetean frente a él:


Capri cuando Danny le tomo la mano:


Carlos ganando la apuesta con Checo de que Danny sería el primero en ligarse a alguien:


Capri escuchando a Danny preguntar por el campeón:

Continue Reading

You'll Also Like

103K 5.6K 95
No importa si no sabes quien fue Schumacher, Lauda o Senna, aquรญ te vamos a explicar todo lo que como Millennial debes saber para entender las nuevas...
10.3K 763 15
Lilium lapillus, comรบnmente conocido como lirio morado. Cuando regalamos lirios morados queremos transmitir un deseo incontrolable por la persona que...
75.3K 5.7K 70
โ™ช "...๐˜š๐˜ฐ๐˜ง๐˜ช๐˜ข ๐˜ฌ๐˜ฏ๐˜ฐ๐˜ธ ๐˜ต๐˜ฉ๐˜ข๐˜ต ๐˜บ๐˜ฐ๐˜ถ ๐˜ข๐˜ฏ๐˜ฅ ๐˜, ๐˜ด๐˜ฉ๐˜ฐ๐˜ถ๐˜ญ๐˜ฅ๐˜ฏ'๐˜ต ๐˜ง๐˜ฆ๐˜ฆ๐˜ญ ๐˜ญ๐˜ช๐˜ฌ๐˜ฆ ๐˜ข ๐˜ค๐˜ณ๐˜ช๐˜ฎ๐˜ฆ..." โ™ซ -๐˜๐˜ฏ๐˜ด๐˜ฑ๐˜ช๐˜ณ๐˜ฆ๐˜ฅ ๐˜ฃ๐˜บ ๐˜ต๐˜ฉ๐˜ฆ ๐˜ด๐˜ฐ๐˜ฏ๐˜จ ๏ฟฝ...