Capri Persson ⸻ F1

12 // what do you have in mind for your future?

▶『 Faenza, Italia 』

Abril, 2023   

Volvi de Chamonix antes que el resto para poder hablar con Franz el lunes a primera hora. Había sido divertido salir un poco de la rutina, pasar el tiempo con todos y divertirme aprendiendo a esquiar. El sábado almorzamos en un restaurante ahí mismo y luego pasamos el resto de la tarde esquiando, y me siento orgullosa de decir que no pensé en absoluto en Abu Dhabi por lo que quedaba del día. Por primera vez desde que sucedió pude despegarme de ese recuerdo al menos un rato. Cuando llegamos al hotel para la hora de la cena hable con Franz y dijo que estaría en las oficinas el lunes por la mañana, por lo que preferí volverme el domingo temprano con Jean. En la hora del desayuno nos despedimos de todos y me hicieron prometer que no perderíamos contacto. 

Pasar desapercibida por el paddock ahora sería mucho más complicado y de tan solo pensarlo comenzaba a sentirme ansiosa al respecto. Cuando subimos al bus de regreso Jean me miró como si le debiera explicaciones, pero la verdad es que no sé qué quería de mí. 

―¿Si?―pregunté notando su insistente observación.

―Pensé que nos contabamos todo―respondio con cierta frustración. 

―Claro que sí.

―¡Claro que no, Capri! ¿Porque no me contaste lo de la fiesta?―cuestionó.

―Fue Lewis ¿Verdad?―palidecí. ―¿Que te dijo?

―Dijo que estaba divertidamente ebria y que discutiste con Verstappen, pero parece que ahora todo esta de maravilla porque hablan como si hace una semana no hubieras estado a punto de matarlo.

―Pasaron muchísimas cosas.

―Me alegra saberlo porque tenemos cuatro horas de viaje por delante―se acomodó en su asiento y rei. Sería un viaje entretenido mientras ponía a Jean al tanto de lo que había sido mi vida esta última semana riendome por sus reacciones. Le conté todo, absolutamente todo, desde cómo me negaba a ir a la fiesta hasta lo que Max me había contado el viernes por la noche cuando llego a mi cuarto incluyendo la semana de soledad de relleno. Jean me escuchaba como nunca nadie más podría escucharme, se interesaba por completo en lo que sea que le contaba y se preocupaba como solo ella podía preocuparse por mi. Jean era lo único que realmente tenía a mi lado, era la única persona en quien podía confiar. Jean era mi verdadera alma gemela.

―Pero lo besaste―sonrió con picardía.

―Ya lo sé, y fue un buen beso, pero es Max―respondí con frustración. ―No dejará de ser Max, nada va a cambiar eso. El lado positivo es que ahora comprendo mejor a la competencia, sus puntos débiles, sus posibles quiebres. Si Max continúa arrastrando esto está igual de débil o peor de lo que yo podría estar después de Abu Dhabi―le explique a Jean y ella me miro extraña. ―Solo necesito averiguar cómo mantenerlo cerca para saber como va con eso.