Bad (Good) Decisions; TKV

By kamieshiro

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♱Mis colmillos ansiaron tener un suave cuello en el cual enterrarse y succionar hasta perder la cordura♱ Jung... More

✧༺Introducción༻✧
✧༺Booktrailer + Antes de leer ༻✧
✧༺Primer capítulo༻✧
✧༺Segundo capítulo༻✧
✧༺Tercer capítulo༻✧
✧༺Cuarto capítulo༻✧
✧༺Quinto capítulo༻✧
✧༺Sexto capítulo༻✧
✧༺Séptimo capítulo༻✧
✧༺Octavo capítulo༻✧
✧༺Noveno capítulo༻✧
✧༺ Décimo capítulo༻✧
✧༺ Onceavo capítulo༻✧
✧༺ Doceavo capítulo༻✧
✧༺ Treceavo capítulo༻✧
✧༺ Catorceavo capítulo༻✧
✧༺ Quinceavo capítulo༻✧
✧༺ Dieciseisavo capítulo༻✧
✧༺ Diecisieteavo capítulo༻✧
✧༺ Dieciochoavo capítulo༻✧
✧༺ Diecinueveavo capítulo༻✧
✧༺ Veinteavo capítulo༻✧
✧༺ Veintiunavo capítulo༻✧
✧༺ Veintidosavo capítulo༻✧
✧༺ Veintitresavo capítulo༻✧
✧༺ Veinticuatroavo capítulo༻✧
✧༺ Veintiseisavo capítulo༻✧
✧༺ Veintisieteavo capítulo-Final༻✧
✧༺ Epílogo ༻✧
✧༺Extra 1༻✧
✧༺Extra 2༻✧

✧༺ Veinticincoavo capítulo༻✧

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By kamieshiro

—¿Vendrán?

Hoseok interrogó después de que Seokjin cortara la llamada con Namjoon, mientras seguía manejando el automóvil de su mayor.

El CEO de VanteBooks asintió con un movimiento de cabeza, soltando un suspiro de alivio ante la respuesta que le dio uno de los vampiros pertenecientes al consejo.

—Nam me dijo que avisaría a los demás, siendo muy cauteloso para no alertar a nadie indeseado. Yongsun noona y él estarán por aquí en menos de diez minutos, porque me dijeron que vendrían volando como murciélagos.

—Eso es genial, ahora me siento más tranquilo—aseguró, dejando de apretar el volante con tanta fuerza. Sus nudillos volviendo a la normalidad después de verse blancos por la presión.

—Sí, yo igual. Un problema menos.

El publicista estuvo de acuerdo con su jefe, manteniendo el silencio por unos cuantos minutos más hasta que arribaron a la casa del escritor. Sin pensarlo dos veces, salieron del vehículo estacionado en la calle contraria a la vivienda de Taehyung.

Los amigos quedaron frente a la fachada hecha de ladrillos, notando que no había ninguna luz encendida. El interior parecía desierto, comprobando que sus temores eran ciertos, porque Kim jamás dejaba que su casa no tuviera al menos un foco emanando luz en alguna de las habitaciones.

—Bien, entonces esperemos a que vengan.

—No podemos hacer eso, Hobi. Tenemos que enfrentarlo.

—¿Estás loco? —murmuró, asustado por su repentina determinación. Jin y él siempre fueron unos miedosos, por lo que esto no parecía una idea muy prudente—. No eres un vampiro, mucho menos un superhéroe, hyung. No nos metamos en problemas innecesarios.

—¿Y si para cuando los chicos vienen es demasiado tarde? ¿Podrías vivir con ello?

Ante esa interrogante, Jung se quedó pensativo. No sabiendo qué responder en el preciso instante.

Su amigo tenía la boca llena de razón. Existía una gran probabilidad de que la vida del escritor estuviera corriendo mucho peligro. Cada segundo podía ser valioso para su seguridad, pero si le hacía caso a su parte racional, esta le gritaba que no fuera impulsivo y se mantuviera quieto para que los vampiros que si contaban con habilidades especiales pudieran hacerse cargo de la situación y salvar el día.

Sin embargo, en el peor de los casos, existía una horrible posibilidad que lograba ponerle los pelos de punta. Provocando que se cuestionara que tan buena idea fue apoyar a Taehyung con su relación como Jungkook, cuando este todavía tenía asuntos graves que resolver.

Porque estar al acecho de un maldito loco en busca de venganza no era nada sencillo, y por obvias razones, era un peligro para la integridad del castaño.

—No tengo tiempo para esperar una respuesta, si no vas conmigo, iré solo.

La voz de Seokjin lo sacó de su ensoñación, mientras lo veía adelantarse a toda prisa hacia la puerta.

—Por un demonio, hyung...

Al ver que no podía evitar lo inevitable, Hoseok siguió de cerca a su amigo. Rogando para sus adentros no arrepentirse en el proceso.

Ni que ese impulso les costara muy caro.

—Espera, ¿qué vamos a hacer? —lo detuvo antes de que tocara la puerta—. ¿Vamos a pedir ingresar y ya?

—Sí, y debemos actuar como si nada. Muy naturalmente para engañar al impostor de Tae.

—¿Pero los chicos cómo sabrán que estamos dentro? —inquirió dudoso—. Podrían pensar que íbamos a entrar con ellos.

—Les avisé desde el inicio, tranquilo. Sabrán cómo manejarlo, confío en ellos.

—¿O sea que ya lo tenías planeado desde el principio?

—Por mis amigos hago lo que sea.

—Me agrada esa confianza, hyung—admitió con una leve sonrisa—. Hagámoslo.

Seokjin aceptó su propuesta, dando un toque en el timbre de la vivienda. Aquel sonido tan característico se pudo apreciar desde el exterior por varios segundos que parecieron eternos, hasta que finalmente se detuvieron.

El nerviosismo y la ansiedad no demoraron en agobiar al par de amigos que no obtenían la mínima respuesta. No obstante, antes de que dieran marcha atrás, la persona menos inesperada les abrió la puerta.

—¡¿Wooshik?!

Tanto el dueño como el publicista de la editorial de Taehyung exclamaron al unísono, impactados por el vampiro frente a sus ojos. No comprendían nada de lo que sucedía. ¿Acaso se trataba de un caso de traición? Eso era lo más lógico, pero no les cabía en la cabeza que alguien pudiera ser tan descarado como para mostrarse sin miedo a ser descubierto como el culpable.

—Hola, ¿quieren pasar?

Los humanos compartieron miradas rápidas, descubriendo con ese simple gesto lo que querían hacer. Debían seguirle la corriente a ese inmortal que parecía tener algo muy raro. El color de sus orbes escarlata justo ahora era negro como el carbón.

Muy extraño y daba muy mala espina.

Por lo que no era prudente preguntar por Taehyung en ese preciso instante, esperarían hasta llegar a la sala.

—Por supuesto...

Wooshik se movió lo suficiente para dejarlos pasar, cerrando la puerta detrás de ellos, sin imaginar lo que estaba a punto de suceder.

Mientras tanto, Jungkook no borraba la sonrisa de su rostro ante la presencia del humano que logró robarle el corazón. Fue una encantadora sorpresa verlo aparecer, a pesar de lo que le había dicho en un principio. Tenerlo a su lado siempre lograría levantarle el ánimo.

Durante las últimas horas se puso demasiado tenso por la cuestión del perseguidor, pero solo bastaba con pedirle un abrazo al escritor para sentirse mil veces mejor.

No obstante, cuando sus ojos se desviaron en búsqueda de ese objeto tan valioso para su familia, su expresión cambió radicalmente.

El precioso anillo de rubí no se encontraba en su lugar.

El dedo anular ajeno yacía vacío.

Y era imposible que se lo hubiera olvidado cuando le prometió no quitárselo sin importar nada más.

Ya tuvo una época en la que al castaño no le quedó de otra más que ocultarlo, pero ese ya no era el caso.

En definitiva, este no era su Taehyung.

—Jungkookie, ¿qué te sucede?

La pregunta se escuchó tan genuina, que por un instante hizo dudar al vampiro, pero cuando sus ojos se cruzaron con los de su acompañante, sus sospechas se confirmaron.

Podía verse como su pareja, podía escucharse como su pareja, y podía lucir tan convincente ante cualquiera, pero su mirada era muy diferente.

El brillo natural en los orbes avellana no existía.

Sus iris eran opacos, aunque su expresión fuera tranquila y pacífica.

Otra vez la historia se repetía.

Pero no era uno de sus mejores amigos, esta vez se trataba de la persona que se volvería su pareja de sangre.

¿Cómo pudo ser tan idiota?

Tan despistado.

Lo agarraron con la guardia baja y era inaceptable.

Su gente estaba en grave peligro. Debía actuar ya.

El falso Taehyung, al no obtener una contestación por parte del líder del clan Jeon, no perdió tiempo para querer acortar la distancia y tocarlo como planeó desde el inicio.

No quería correr el riesgo de que notara su verdadera identidad antes de que todo se fuera a la mierda.

—¡No te me acerques! —exclamó, tratando de disimular su agitación—. ¡Mantén tu jodida distancia, impostor!

—¡Cálmate, cariño! Soy yo...

Dio un paso más, pero antes de hacer otro movimiento, una ráfaga de viento lo mandó a volar contra la puerta. Uno de los poderes tan increíbles con los que contaba era la capacidad de mover los objetos sin necesidad de tocarlos, aparte de sus dotes vampíricas. No cabía duda de que era una habilidad sobrenatural muy útil para estos casos.

Jungkook vio cómo su mano se mantenía levantada en dirección al farsante que yacía inmóvil en el piso. El duro golpe del cuerpo ajeno chocando contra la superficie continuaba resonando en sus sensibles oídos.

Se quedó congelado cuando no lo vio moverse como si hubiera quedado inconsciente o muy herido en el proceso. ¿Existía la posibilidad de que su paranoia nublara su juicio? No era capaz de creerlo.

Cuando estuvo a punto de dejar su postura defensiva detrás del escritorio, el vampiro fue testigo de cómo una macabra risa inundaba el lugar, mientras su inesperado visitante se ponía de pie.

—Eres un idiota, Jeon.

—Eres tú...—confirmó, detallando de pies a cabeza al desgraciado que tomó la apariencia de su mate—. Maldición, debí notarlo más pronto.

El arrepentimiento no demoró en martillar su corazón agobiado. Era imposible determinar lo que sucedería dada su poca ventaja.

Esto fácilmente podría describirse como un acorralamiento en su propio territorio.

—Debiste hacerlo, pero por más que te dieras cuenta de mi farsa, eso no cambia que yo soy mucho más astuto que tú.

Con un ademán, Sangbum creó una barrera mágica que nadie lograría traspasar para ayudar a la persona que más odiaba en el mundo. Y en ese preciso instante, Jungkook supo que no había vuelta atrás.

Era un enfrentamiento directo y sin escapatoria para los dos. A menos que alguno de los dos saliera triunfador y eso solo sería cuando uno pasara a la otra vida.

—¿Preparado para lo que debes enfrentar?

—Desde nuestro último encuentro—confesó, aunque le diera una punzada en el corazón, al verle usando la imagen de su amado para dañarlo—. Jamás te perdonaré el suplicio que le hiciste vivir a mi gente.

—¿En serio? —musitó con burla—. Tenemos algo en común, un fuerte odio mutuo, cariño.

Recalcó el apodo con la única intención de hacerlo perder los nervios y vaya que lo logró, porque por casi nada consiguió esquivar una navaja que el líder dirigió hacia su cuello.

Algo así no lo mataría, porque era inmortal y de rápida curación.

Solo un objeto tan valioso como la piedra de krystallos podría dañarlo.

El perseguidor todavía no comprendía que detalle fue lo que lo puse en evidencia, pero ni siquiera pensaba preguntarlo porque era obvio que Jeon no se lo iba a decir.

—Cállate, no me digas así. No cuando eres tan osado como para aparecerte aquí con ese rostro.

—¿Qué? ¿De verdad te afecta tanto? Entonces mi plan para hacerte sufrir en el proceso fue muy bien pensado—se jactó con orgullo, moviéndose de un lado al otro en su propio sitio, mientras el lord no le quitaba la mirada de encima.

El azabache no podía permitirse descuidarse o no prever alguna de sus acciones.

—Deja de hablar y enfréntame, cobarde.

—Las cosas se harán como yo diga. No creas que, por estar aquí, no le pasara nada a tu querido Taehyung o a tu amada gente.

Era una mentira, pero el vampiro desconocía esa información. Obviamente, a Dae no le haría daño y del clan Jeon se encargaría después por satisfacción personal.

Quería verlos sufrir al sentirse derrotados, y desprotegidos por un líder al que solo verían si es que el infierno era una realidad. Porque esos bastardos chupasangres jamás deberían poder entrar al paraíso que algunos humanos aseguraban que existía después de la muerte.

Y eso bastó para que Jungkook fuera mucho más consciente de la magnitud de la situación en la que estaba atrapado.

—No te atrevas o te juro que no respondo.

—¿Crees que estás en posición de amenazarme?

—Te torturaré hasta la muerte, no desearás haber nacido y maldecirás la hora en la que te atreviste a irrumpir en la tranquilidad de este clan.

—Me parece tan contradictorio que tú lo digas, cuando en el pasado te jactaste frente a mí sobre que no entendías mis motivos detrás de mi venganza porque nunca me habían hecho nada, pero eso es una sucia mentira.

— A día de hoy sigo sosteniendo ese hecho, aunque ya no importa. Porque si quieres volver a lo mismo, no me tentaré el corazón cuando se trate de responderte como mereces.

— Ya quiero ver que lo intentes, maldito chupasangre—escupió con enojo, dedicándole una mirada de puro odio—. Él que te hará sufrir seré yo, pagarás por todos tus pecados y también los de tu especie.

No iba a negar que era horrible escuchar esas palabras tan hirientes de la boca de Taehyung. Pero debía ser fuerte y no dejarse amedrentar, porque no era su novio quien se las decía.

Justo ahora lamentaba que el escritor significara una gran debilidad para él. Sin embargo, lo que más le afectaba era no saber cómo ponerlo a salvo por estar atrapado con ese desgraciado en su propio despacho.

Si no hubiera sido tan confiado, esto no estaría pasando.

Un poco más de tiempo a su favor y otra historia sería.

Porque ya contaba con la pieza restante para llevar a cabo su plan para contrarrestar la dichosa venganza de ese brujo rencoroso.

—Por los míos haré lo que sea.

—Entonces, ven a mí.

🍷

Namjoon y Yongsun se encontraban viendo una película cuando el móvil del vampiro con hoyuelos comenzó a resonar con insistencia. La fémina vio a su primo incorporarse del sillón para tomar el dispositivo que se mantenía sobre la mesa más cercana.

—¿Jinnie? ¿Qué sucede? —no pudo evitar sonrojarse al notar que aquel apodo se le escapó de una forma tan natural y espontánea, ganándose una expresión sorprendida de su noona.

Pero su expresión cohibida no duró mucho al escuchar la voz agitada del humano que tanto le gustaba. La información que el CEO de VanteBooks lo dejó sin palabras, volviendo el ambiente tan tenso como nunca antes. Yongsun fue testigo de ello, preocupándose en demasía, porque Namjoon no se ponía tan serio a menos que fuera una buena razón.

—Demonios... Lo entiendo a la perfección, nosotros lo resolveremos.

Masajeó el puente de su nariz, mientras apretaba inconscientemente el teléfono que tenía en su otro mano.

—¿Quieren arriesgarse tanto? ¿Están seguros? Podrían esperarnos.

La chica de cabellos rubios se levantó de inmediato del cómodo sofá, ubicándose a un costado de su acompañante. La mirada asustada que le daba el otro vampiro, la puso incómoda.

Porque ya era capaz de imaginarse de que iba el asunto. No existía otra razón para ponerse así que no involucrara al desgraciado que arrebató la vida a tantos inocentes. Era una pena que el volumen del móvil de su primo fuera tan bajo, imposibilitándole a escuchar en su totalidad la conversación.

—Está bien, es obvio que no podré hacerte cambiar de opinión. Te prometo que no demoraremos más de diez minutos, porque nos transformaremos en murciélagos y de paso, les avisaremos a los demás.

La vampira, ni bien escuchó las últimas palabras de su familiar, decidió ponerse en marcha. Tomó su móvil, buscando el contacto de la pareja de Yoongi.

No había tiempo que perder.

Cuando el susodicho le respondió, lo único que salió de su boca fue lo siguiente:

"Vengan a mi casa de inmediato, es una emergencia".

Al otro lado de la línea, Park se quedó estupefacto por el tono tan rudo de su amiga. Dejó de abrazar a su pareja, extrañándolo por su comportamiento.

—¿Qué mierda pasa, Sunnie? —interrogó—. Acabamos de vernos hace poco y todo estaba tranquilo.

—Debemos aclarar unas cosas antes de actuar—explicó sin titubear—. El tiempo está en nuestra contra.

—De acuerdo, vamos enseguida.

Sin más que decir, Yongsun cortó la llamada al mismo tiempo que Namjoon. Los primos compartieron miradas que transmitían lo que pensaban al respecto, antes de salir de su hogar con verdadera prisa.

En menos de dos minutos, se reunieron con la pareja de vampiros en el punto de encuentro determinado por la rubia.

Namjoon les contó lo relatado por Seokjin, dejando de una sola pieza a los otros dos inmortales. Jimin apenas estaba cayendo en cuenta de lo tonto que fue al no sospechar del falso Taehyung, quien le dio la excusa más idiota del mundo cuando le llamó "hyung".

Pero no era hora de buscar culpables, no cuando la vida de varias personas corría grave riesgo. El consejo se puso de acuerdo para dividirse en dos, porque mientras los primos iban a rescatar a los humanos, la pareja pondría a salvo al clan y a la bruja, porque era obvio que el perseguidor quería encargarse primero de Jungkook.

No sería ninguna sorpresa que lo tuviera acorralado de alguna forma, pero sabían que su líder podría resistir y darle pelea mientras resolvían lo que estaba a su alcance.

Se desearon buena suerte y tomaron sus propios caminos, deseando no tener más inconvenientes en el desarrollo de su plan de último minuto.

El par de murciélagos llegó a la casa del escritor en tiempo récord. Después de asegurarse de que la zona se encontraba despejada, cambiaron su forma de murciélagos por la humana muy cerca de una de las ventanas que tenían a su disposición.

El vampiro con hoyuelos usó su habilidad sobrenatural para convertir en cenizas las bisagras del cristal, mientras su prima se encargaba de que esta no hiciera el mínimo ruido al no contar más con el soporte que la mantenía en su sitio.

Tratando de ser lo más cautelosos posible, ingresaron a la silenciosa vivienda.

Ninguno de los dos negaría que ese hecho los puso ansiosos, pero conforme avanzaban por el largo pasillo que les dirigiría la sala, pudieron escucharon cómo Seokjin iniciaba un interrogatorio a la persona a la que no alcanzaban a verle el rostro.

Sin embargo, eran capaces de escuchar lo que hablaban.

—Se puede saber qué haces aquí, ¿Wooshik?

Tanto Namjoon como Yongsun casi pierden el equilibrio en sus piernas por la pregunta de Seokjin. ¿En serio estaban siendo traicionados por uno de los suyos? No podía ser real, eso sucedió contadas veces y cuando se presentaba dicha situación, los involucrados eran vampiros en contra del mando de la familia Jeon.

En pocas palabras, se trataba de desertores por voluntad propia y en plena consciencia de su poca lealtad.

—Taehyung me pidió que cuidara su hogar, porque él debía salir a resolver un inconveniente. No me dio más detalles.

—Eso no tiene sentido, nos lo hubiera dicho a nosotros—intervino Hoseok.

—No lo sé, supongo que no quería preocuparles.

—De ser el caso, le esperaremos hasta que vuelva.

Seokjin se cruzó de brazos, dispuesto a cumplir su palabra. Su idea era distraerle lo más que pudiera.

—No creo que sea pronto, pero si gustan pueden hacerlo—respondió inmutable.

—¿Jungkook sabe?

Hoseok agradeció que su voz no se escuchara temblorosa, porque mencionar al líder del clan Jeon debía ser considerado un tema delicado. Pues era posible obtener una respuesta muy comprometedora por parte del inmortal.

—Desconozco eso. Ahora pueden quedarse aquí sin problema, pero no responderé más preguntas de las que no tengo respuesta. Solo estoy aquí por la razón que...

—Una pena que tendrás que decirnos todo lo que sabes o conocerás las consecuencias de tu traición de la peor manera.

Wooshik sintió cómo su cuerpo chocaba contra el piso, gracias a la superfuerza que la fémina poseía le era muy fácil someterle. La mano de Yongsun se apretaba contra su cuello para mantenerlo donde quería, mientras su primo felicitaba a los humanos por su valentía.

—Suéltame.

—Quisieras—contestó cortante—. ¿Dónde está Tae?

Wooshik cerró la boca, por obvias razones no podía decir nada. El control impuesto por Sangbum se lo imposibilitaba. Lo que necesitaba era ser liberado del hechizo, pero eso nadie lo sabía.

—Con que esas tenemos... Búsquenlo, chicos. Seguramente lo tienen aquí.

Namjoon, Hoseok y Seokjin acataron la orden de la vampira, buscando en cada rincón de la casa, hasta encontrar al castaño en el sótano.

Lo primero que notaron era que se encontraba desmayado y amordazado, pero seguía respirando. Esa era una muy esperanzadora señal.

—¿Tratamos de despertarle con alcohol?

—Algo me dice que este desmayo no es algo que se resuelve con un poco de alcohol, Jinnie. Esto debe ser brujería en su máximo esplendor.

—¿Qué podemos hacer?

—Justo ahora contamos con alguien que podrá resolverlo en cuestión de segundos, pero primero debemos trasladar a Tae a nuestro escondite, Hobi.

El publicista asintió con un movimiento de cabeza. Ayudaría en lo que fuera necesario, al igual que su otro amigo.

Cuando estuvieron de vuelta con la vampira, la susodicha ya tenía amarrado a Wooshik para imposibilitar cualquier intento de escape.

Después de que Seokjin ofreciera su vehículo para transportarse hacia su destino, intercambiar palabras entre ellos fue lo de menos.

Hoseok manejó lo más rápido que pudo hasta llegar a su objetivo, sin poder pasar en alto como los vampiros yacían ubicados en la parte exterior del escondite. Era una suerte que el lugar prácticamente fuera desierto, porque de lo contrario, llamarían mucho la atención.

—Jimin y Yoongi cumplieron su parte del plan, no podíamos arriesgarnos a que el perseguidor superara sus límites y dañara a alguien—comentó Namjoon con orgullo.

—Eso es genial, pero deben mantener la paz de nuestra comunidad hasta que todo termine. Yeonjun y su grupo también les van a ayudar.

—Ya veo, noona. Me alegraba escuchar eso, aunque igual es una tarea difícil.

—Lo es, Jin. Pero trataremos de acabar pronto para que la situación no se descontrole más de lo necesario.

El CEO de VanteBooks estuvo de acuerdo con esa promesa, sintiéndose más tranquilo con la idea. Ya quería que todo pasara y esto se convirtiera en una mala anécdota.

El automóvil se estacionó cerca de uno de los tantos grupos de vampiros que les hicieron espacio para que pudieran moverse con mayor facilidad por la zona. Ni bien pusieron un pie fuera del carro, la pareja encargada de salvaguardar al clan, los recibió junto a la bruja que colaboraría en gran medida para sacarlos de ese aprieto.

—Por todos los murciélagos, ¿Tae está bien?

—Está desmayado por un hechizo, Jieun debe ayudarnos a despertarle— expresó Namjoon, ayudando a Seokjin y a Hoseok a sacar a Taehyung del asiento trasero.

—La verdadera pregunta es que mierda hace Wooshik—recalcó Yoongi, mirando de arriba hacia abajo al otro inmortal, de la misma manera en que lo hacían los vampiros más cercanos—. Jamás me lo esperé de ti.

—Todo indica que nos traicionó, pero apenas fui consciente del tono apagado de sus ojos. Por lo que no descartó que pueda estar siendo controlado por ese desgraciado.

—Como siempre mi primo siendo observador.

—Es lo menos que puedo hacer después de que yo la jodiera—confesó, impresionando con sus palabras a los presentes—. Yo dejé salir a Wooshik.

No le fue complicado conectar los puntos tras analizar los detalles que tenía a mano.

—Maldición...

Jimin negó con la cabeza repetidas veces. Esta mierda estuvo demasiado bien pensada por ese desgraciado.

—Lo lamento...

—Ya no importa, Nam. Sabemos que no fue tu intención. Tampoco nos sirve culpar a nadie, debemos ayudar a Jungkook-ah.

El grupo asintió ante lo dicho por el vampiro de cabellera dorada.

—Eso es lo más lógico—concordó la bruja que se mantuvo callada durante toda su charla—. Vamos adentro y despertemos al humano para ver si se puede conseguir más información.

Todos los involucrados menos Yoongi y Jimin atravesaron el portal al escondite, yendo al edificio del consejo para poder actuar desde ahí.

Sin saber que en el momento que Taehyung abriera sus ojos, la misma caja de pandora se destaparía, sin manera de volverse a cerrar hasta conocer los oscuros secretos que resguardaba.

Continuará...

Quise cerrar el aniversario nro.10 de mis chicos con un capítulo revelador. Sin embargo, me guardaré mis opiniones, porque prefiero saber que piensan en los comentarios. Gracias por leer, nos vemos muy pronto. 

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