Varios Wix estaban preparados para ir a la madriguera de la frontera. Los jóvenes iban cada 20 días para llevar provisiones. Era un buen ejercicio para entrenar su exploración. En el camino buscarían rocas kuk para llevarlas a la madriguera.
T'xiva le costó un par de intentos, pero logró convencer a su padre de dejar a los azules ir con ella junto con los demás jóvenes... Entre ellos Xakin, Teté, Ichen del clan Mormetet y muchos más, eran casi 30 jóvenes rojos listos para irse.
Neteyam caminaba para ir con su ikran, sin embargo se detuvo al pasar a un lado de T'xiva que estaba preparando a Miszi.
-Para que nos podamos comunicar haya arriba—dice dándole un comunicador. Esta lo ve y lo toma en sus manos. —Sigues sin saber ponertelo, ¿Verdad?
—Es una cosa demasiado extraña, Neteyam—dice dejándose que Neteyam tomará el comunicador y se pusiera con delicadeza en su cuello. —¿Como puedes hacerlo ver tan fácil...?
—Es igual a como tu dices—dice poniéndole el audífono en su oreja. —Practica.
—Me faltan varios intentos me parece—dice T'xiva. Esta le pone otra Ve atención al Miszi, al parecer no era muy buena en las relaciones afectivas así que Neteyam tomaría la iniciativa.
—¿Cuando podremos montar uno de estos?—pregunta Neteyam haciendo que T'xiva lo viera.
—Los Wix son criaturas sagradas. Lo que tu ikran es para ti, mi Wix es para mí...—dice T'xiva viendo a Miszi. —Solo hay una forma de que se vincule contigo.
—¿Cual es?
—Tienes que soportar su veneno—dice T'xiva. —Si te enfermas no es para ti, si no te hace nada, es tuyo...
—¿Hay algo fácil en el desierto?—pregunto Neteyam y T'xiva sonríe un poco.
—Y no te he dicho la mejor parte—le dice acercándose a él, le gustaba verla tan interesada en algo. —El proceso de buscar a un Wix puede ser largo... A veces tienes que dejar que te piquen un par para por fin encontrar tu Wix destinado... Y dejame decirte... El veneno es muy doloroso.
—¿Cuántas picaduras soportaste?—pregunto Neteyam sonriendo mientras está ve la cuerda de su cantimplora floja. Está toma los cordones y los ajusta con la mirada de Neteyam en ella.
—Unas 3 picaturas... Algunos mueren tratando—confiesa haciendo el último ajuste de la cuerda.
—¿Crees que moriría? Se sincera
—Yo siempre soy sincera—dice entrecerrando los ojos. —Y creo que morirías.
—Eres cruel—le dice acercándose a su cara, T'xiva sonríe poniendo sus manos en el pecho para empujarlo después.
—Ya nos vamos—dice sonriendole. —¡Todos prepárense! ¡Xa, Xa!
Los jóvenes t'wenxyie subieron a sus wix, los Sully a sus ikran... Menos Tuk y Spider, ella todavía demasiado joven para acompañarlos y él era humano, se quedaría con los avatares rojos y Tsanj, querían ayudarlo a sobrevivir tanto tiempo en el sol, en un clima así le estaba causando problemas, y por último, los Mormetet sólo se llevaron a un Mürt para todos.
T'xiva dio la señal y comenzaron a irse. Los ikran de los Sully le hacían sombra a los Wix en la arena.
—¡Cholka Ru'in!—grita un joven a un lado.
—¡Cholka!—le sigue Xakin sonriendo mientras apuntaba a un bulto de arena. El aire no la disipacipaba.
Con más atención vio a los animales que corrían en enjambre. Llegaron y rodearon a los Cholka. Animales de pies largos, veloces y con dos brazos erguidos de color rojo.
—Vamos a seguir a los Cholka, donde van ellos están las rocas Kuk—dice T'xiva en el comunicador.
—Esta bien—responde Neteyam.
Estos siguen a los Cholka. El Mürt caminaba veloz a pesar de su tamaño y peso, pero no lograba espantar a los Cholka.
—¡Acantilado!—gritan al frente. Así corren la voz. Los wix podían con un acantilado, ¿los Mürt podrían?
T'xiva ve arriba en donde estaban Neteyam con sus hermanos.
—Llegamos—dice por el comunicador. —Bajaremos el acantilado.
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Los Sully del cielo veían con atención a las criaturas corredoras que llamaban cholka. Se sorprendieron al ver como los cholka estiraron una piel de sus costillas y comenzaron a planear para legar al final del acantilado.
El Mürt salto, este busco otra manera de bajar, pero todos los voladores pudieron hacerlo. Abajo estaba lleno de rocas negras. Estas eran con las que hacían sus armas.
Bajaron a la arena fina a recoger rocas.
—En la canasta—decían algunos lanzando las rocas a los que tenían las canastas amarradas en sus wix.
—Vamos a esperar al Mürt, ellos podrán cargar el doble de piedras—dice T'xiva mientras la arena se levantaba.
Los Sully la levantaron cuando sus Ikran tocaron tierra.
—¡Lo siento!—grita Lo'ak bajando de su ikran.
—¿Como ayudamos?—pregunto Neteyam. T'xiva tomó una roca y se la puso en su mano.
Este con un pequeño quejido la deja caer al suelo sorprendiendo a los que estaban a su alrededor.
—¿Que sucede?
—Esta caliente—dice Neteyam a T'xiva que está lo veía preocupada.
—Neteyam, te quemaste—T'xiva toma la mano de Neteyam y la examina. La quemadura no era grave, pero si parecía arderle al azul.
—No es nada, T'xiva. Está bien—dice Neteyam cerrando la mano.
—¿Qué le pasa al uxotsio? ¿No soporta un poco de calor?—pregunta un chico tomando una roca en sus manos sin siquiera quejarse.
—Cierra la boca, Tso'jo—le dice Teté, uno de los que fue amigo de Roj.
—¿Porqué? Estos azules son débiles... No podrían sobrevivir en el desierto sin ayuda—dixe Tso'jo.
—Son mis invitados...—dice T'xiva poniendo a Neteyam detrás de él.
—Nosotros una vez fuimos sus invitados—dixe Ju'xi. Al parecer una amiga de Tso'jo. —Hasta que morimos uno tras otro.
—No tengo ningún problema con ustedes—les dice Neteyam mientras T'xiva trataba de convertirse en su escudo.
—Los que se aferran a historias del pasado están condenados a quedarse ahí...—dice Yxiast acercándose mientras entre Kiri y Lo'ak. —Avanzar es la clave de supervivencia. La más antigua de todas.
—Ni siquiera pueden cargar una roca, ¿porque deberíamos ayudarlos?—Dice Tso'jo.
—Cuida tus palabras, Tso'jo. El líder no permitirá estas ofensas al niño del Alto Padre—dice Xakin acercándose al escándalo.
—No estamos en casa...—dice Tso'jo. —, y el líder no esta aquí.
—Atrás azules...—les pide Yxiast haciéndolos retroceder. La única que obedeció fue Kiri, mientras que Lo'ak aparta la mano de Yxiast para caminar a donde estaban los que lo amenazaban.
—Escuchame, rojito patas largas. Podemos contra ustedes—le dice Lo'ak apuntandolo. Justo en el momento, Yxiast lo toma por la cintura para hacerlo retroceder antes de que una chica lo tomará del brazo.
—No te atrevas a tocarlo.
—Pero si el dijo que podía, ¿no es así? ¡Xolema!—grita de forma amenazante Tso'jo.
Antes de que la pelea comenzará el Mürt de los Mormetet llego llamando la atención de todos, estaba asustado y los na'vi que estaban arriba gritaban que tenían que irse.
—¿Que sucedió?—pregunta T'xiva.
—¡Y'rriki!—gritan apuntando arriba.
—¿Y'rriki?—murmuró Lo'ak para después entender de lo que hablaban, aviones... Sobrevolando el lugar.
—¡Vámonos!—grita T'xiva. —Ya, corre a tu ikran—le dice a Neteyam dándole un pequeño empujón para que se fuera.
Este se sube a su ikran escuchando como les decía que dejara todo y se fueran. Pero lo que pasó después ni siquiera se lo imagino.
Las rocas comenzaron a moverse, así recobro su memoria. Los avatares rojos habían dicho que los t'wenxyie le habían enseñado sus costumbres un año, y que aprendieron rápido. Ellos sabían que iban a ir ahí. Lo supieron todo ese tiempo. Los aviones elevaron un par de sojas...
Los wix no volaban mucho, muy pocos lograron salir y el Mürt era demasiado grande pero rápido, logró salir antes de que la trampa se elevará.
Todos los jóvenes T'wenxyie que no lograron salir de la zanja se elevaron. Ni siquiera los wix pudieron salir. Neteyam no espero a que se alejaran, fue volando con su ikran.
Los aviones se juntaron y así impidieron que los na'vi rojos saliera de ahí.
—¡T'xiva! ¡Dónde estas?—habla desde su comunicador.
—En la trampa—escucha a T'xiva haciendo que se paralizar a un segundo. —No podemos movernos...
Este cambia enseguida de canal par hablarle a su papá o a alguien que pudiera ayudarlor. Se habían robado a los jóvenes t'wenxyie.