CORAZÓN DE ARENA | Neteyam

08

T'xiva los amenazaba de muerte si alguien se le ocurría desobedecerla.

No parecía una despedida, era algo así como un hasta luego.

Al camino al clan de T'xiva fue pasifico el primer día. Pararon en la misma cueva, pero esta vez no se enterraron. Eran demasiados para hacerlo.

—No se alejen—dice T'xiva viendo a Tuk caminar al fondo de la cueva. —Esto es un laberinto, se perderían o se quedarían atorados entre las rocas. La curva produce eco, aunque griten por ayuda no sabríamos de donde viene su voz.

—Este lugar es muy oscuro—comenta Kiri.

—sobreviviran sin luz—comenta T'xiva sin darse cuenta que una luz verde se aproximaba a ellos. Los azules se ponen en posición de ataque mientras la roja estaba en completa calma. —Dije sin comida...

—Sin olor—dice Yxiast yendo con las cosas luminosas a donde estaban ellos.

Eran larvas babosa que emanaba un color verde brillante, este toma una y se la pone en frente a Lo'ak. Este de forma dudosa la toma.

Las sigue repartiendo hasta llegar a Spider que veía asustado la larva.
Estaba igual de nervioso que Yxiast, no se atrevía a acercarse mucho.

—¿Él que come?—le preguntó T'xiva a Jake, viendo cómo Yxiast dejaba la larva en las manos de Spider y se iba.

—Creo que larva no—contesta Jake.

—No está tan mala cuando la pruebas—comenta Kiri que ya había mordido la larva como si estuviese acostumbrada a comer cosas vivas y babosas.

Lo'ak traga saliva viendo a su hermana comer. Neteyam veía a T'xiva comer. Spider no sabía que hacer con su larva. Tuk veía de todos los ángulos a su larva, como si verla por mucho tiempo la transformaría a algo rico.

Fue una noche larga. Jake sonrió agradeciendo por la comida en nombre de toda su familia.

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El día siguiente siguieron su camino, Jake del dio un comunicador a Yxiast y a T'xiva para qie pudieran hablar desde abajo con los que volaban en ikran, ya que estos no entendían sus movimientos de lanza. T'xiva veía hacia arriba para asegurarse de que Neteyam estuviese ahí. Por alguna razón imaginaba que se caería o fuera a desaparecer.

Estaba cuando tiene una vista parcial al fondo ve algo terrible. Una ave de metal y abajo muchas personas de arena tratando de derribarla, pero era el doble de grande del de la última vez.

—¡Atacan la madriguera!—grita Yxiast mientras acelera el vuelo con su hermana. Los que estaban arriba también estuvieron ahí para apoyar.

T'xiva vuela con Miszi, el ave de metal estaba muy arriba, los únicos que lo alcanzaban eran los voladores de ikran.

—¡Qué sucedió!—les grito T'xiva en su idioma mientras ellos apuntaban arriba explicando lo sucedido.

—¡Se llevan las semillas!—gritaban enojados.

—No podemos destruir el ave con las semillas dentro... —murmura asustada. —¡Yxiast!

T'xiva vio hacia arriba el gran ave de metal con su carga. Desesperada le grita a su hermano frente a ella.

—¡Tienen las semillas!—le grita mientras le hacía señas a los que estaban arriba. —¡Hermano lanzame!

—¿Qué!—pregunta asustado.

—¡Con P'tiru! ¡Ahora!—le grita.

T'xiva corre a donde estaba la cola del wix de su hermano y este lo hace girar hasta tener el impulso para poder lanzarla al ave.

Por mala suerte no alcanzó a agarrarse de algo, de no ser porque Neteyam la atrapó en el aire habría caído a la arena.

—Tenemos que quitarle las semillas—le dice agarrándose de la cintura de Neteyam tratando de no ver abajo. —Malditos ladrones...

—Papá, tenemos que recuperar las semillas de los rojos, las tienen en el avión—dice Neteyam en el comunicador. —Si lo dejamos caer las semillas se mueren.

—¿Qué dice?—pregunta T'xiva a Neteyam.

—Abriré el compartimiento. Yo lo haré, quédense lejos—escucho T'xiva y por instinto busco por todas partes hasta caer en cuenta que tenía el audífono en su oreja.

—Dile que voy a entrar a esa cosa demoníaca voladora yo también—le pide T'xiva a Neteyam.

—Papá, T'xiva todavía no entiende como funciona el comunicador, así que me pidió que de dijera que ella también entrará—informa Neteyam.

—En cuanto abra esa puerta van a disparar, alguien va a salir herido y no van a ser ustedes—escucha T'xiva. —Acabar con los que están dentro y solo así podrán entrar a recuperar las semillas, ¿entendido?

—Entendido—contesta Neteyam.

T'xiva gruñe de impotencia, no podía hacer nada, ella no volaba y su wix no llegaba a esa altura era demacrado pesado para sus alas.

—Confía, T'xiva. Confía en mí padre—le pide Neteyam siguiendo a Jake junto con todos.

T'xiva se da cuenta que Neteyam tiene en su ikran un arco y flechas. Sin preguntar las toma con preguntas de confusión por padre del chico.

—¿Que piensas hacer?

—¿Creías qué sólo sabía usar lanzas?—le pregunto preparando una flecha. —Si Jake Sully dice que atacaran en cuento de detrose la puerta... Estaré preparada.

Jake al frente hace que su ikran con sus garras destruya la cerradura abriendo la puerta. Lo primero que vieron los hombre de adentro fueron las fechas lanzadas por los na'vi de afuera.

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Jake fue el primero en entrar, había jaulas gigantes con escarabajos blancos en el. No parecían semillas.

—¿Están las semillas, ma'Jake?—pregunta Neytiri por el comunicador.

—No son semillas, son insectos.

—¡No son insectos!—le grita T'xiva por el comunicador, al aparecer ya averiguo como usarlo. —Son las semillas de nuestro árbol sagrado, son los mensajeros del alto Padre. Son los protectores de la sangre buena, ellos salvaron a su hijo, hágalo usted también...

Jake no la pensó dos veces para romper la cerradura y dejar ir volando las semillas del alto padre.

Todas volaron en enjambre rodeando a solos ikran. Era un problema menos, ahora quedaba derribar el avión y de eso se encargo Neytiri dejando a Tuk con Kiri y con dos flechas.

Las personas del cielo llegaron al desierto.