Al ser un vampiro, Jungkook no necesitaba dormir como era el caso de los humanos. Sin embargo, desde que el azabache compartió cama con Taehyung le era inevitable no relajarse lo suficiente como para entrar en un trance de descanso absoluto.
Por ese motivo, cuando abrió sus párpados y no encontró a su costado al joven de piel canela, la preocupación invadió cada uno de sus desarrollados sentidos, porque no fue consciente del instante en que se quedó solo en la habitación.
Tan dormido había estado como para ignorar que lo que abrazaba no era el cuerpo del escritor, sino una esponjosa almohada.
Se incorporó del mullido colchón, poniéndose las pantuflas que tenía a su disposición para ir en búsqueda de su lirio. Quería suponer que lo encontraría preparando un rico desayuno, pues ya eran pasadas las nueve de la mañana. Sin pretenderlo en su mente ya lo veía usando un bonito mandil con un divertido estampado de tigrecitos, mientras tatareaba alguna canción de moda que sonara en la radio.
Esa era una encantadora vista que no deseaba perder por nada del mundo, porque Jeon adoraba que su novio se comportara de una forma despreocupada, con una sonrisa cuadrada dibujada en sus rojizos labios.
En definitiva, anhelaba tenerlo así para toda la eternidad, siendo el único capaz de ver esa faceta en el contrario.
Cuando ingresó a la amplia cocina, no vio ni la sombra de su chico. El lugar se encontraba desolado.
¿Dónde podría estar? Fue la pregunta que rondó su mente hasta que una lógica respuesta la reemplazó en cuestión de segundos.
"Oh, quizá debería buscarlo ahí".
Sus pisadas resonaron con fuerza, por lo que Taehyung salió de su estado de concentración cuando se fijó en que se acercaban con prisa hacia donde se encontraba.
La puerta de su estudio fue abierta por su lord, quien parecía angustiado.
—Buenos días, bonito. ¿Por qué esa cara?
—Me dejaste solo en nuestra habitación...
—Perdón, Jungkookie—Taehyung dejó a un lado el bolígrafo y la libreta en la que estuvo plasmando varios de sus pensamientos—. Ven acá, quiero mostrarte algo.
El humano dio unas palmadas sobre sus muslos, indicándole a su pareja lo que quería que hiciera a continuación.
Con auténtica obediencia, el líder se acercó al mortal con rapidez, sentándose en su regazo mientras el brazo contrario envolvía su fina cintura con posesividad.
—Lamento si acabo de escucharme muy dramático, pero me causó cierta impresión que tu rostro no fuera lo primero que mis ojos vieran cuando los abriera.
—Que dulce de tu parte—con su mano acunó la mejilla nívea, acariciando la zona con ternura con su pulgar—. Puedes estar tranquilo porque no pienso irme de tu lado, lord Jeon.
—Debes responsabilizarte de tus palabras, Tae.
—Con gusto.
La extraña preocupación que sintió en su pecho, se desvaneció en un santiamén, al mismo tiempo que el dócil tacto sobre su rostro se detenía con la intención de descender hacia una de sus piernas, la cual fue masajeada con delicadeza.
Como si no fuera un vampiro y en realidad se tratará de un pobre cachorrito, Jungkook se acurrucó en el pecho ajeno, dejando un beso en la nuez de adán impropia. Justo ahora era una necesidad ser mimado por el humano, un detalle que no pasó desapercibido para el susodicho que con gusto cumpliría cualquier deseo de su hermoso inmortal.
Los minutos pasaron con tranquilidad mientras el castaño arrullaba al vampiro, dejando varios besos sobre su cabeza, hasta que notó como el azabache se separaba lo suficiente para crear contacto visual con Kim.
—¿Qué querías mostrarme, Taehyungie?
—Mmm... Seguí tu consejo acerca de mi bloqueo creativo.
—Oh, ¿y ya pudiste escribir algo? —preguntó animado, sin embargo, se desanimó cuando recibió una negación por parte de su pareja—. ¿Entonces qué fue lo que hiciste?
—Todavía no escribo, pero me siento listo para seguir haciéndolo y todo es gracias a la técnica que decidí aplicar después de las reconfortantes palabras que me disté anoche. Fuiste un gran apoyo para mí.
—Me alegra escuchar eso, ¿se puede saber cuál es esa estrategia?
—Mírala por ti mismo—indicó, dándole la libreta en la que estuvo escribiendo por una hora y media—. Y disfruta mucho de su contenido, cariño. Es un regalo de mí para ti.
A primera instancia Jungkook no comprendió lo que Taehyung expresó, pero cuando se dedicó a leer con atención cada línea de aquel texto, todo cobró un nuevo sentido.
No se trataban de palabras al azar, mucho menos algo que tuviera relación con la trama que se mostraba en el libro en el que seguía trabajando.
Lo que ahí yacía escrito era la más dulce poesía que alguien alguna vez pudo dedicarle.
El humano se tomó el atrevimiento de describir cada una de sus cualidades, rasgos y acciones que le caracterizaban, comparándolas con cosas preciosas, por lo que fue sencillo determinar que se trataba de su persona y no del vampiro que aparecía en su historia que también estaba inspirado en él.
Se sentía tan propio, sincero, y, sobre todo, rebosante de ese amor que le demostraba desde que se dieron su primer beso.
Las mariposas revoloteaban en su estómago, contagiándolo de una emoción tan gratificante como la alegría.
No cualquiera se daba el tiempo para elaborar un detalle tan lindo como ese.
Así fuera una simple estrategia para salir de un bloqueo del escritor.
—Tae...
—Quizá a este gesto se le reste el romanticismo porque fue la manera que encontré para conseguir un poco de inspiración, pero cada palabra escrita aquí es la más pura verdad, Jungkookie.
Confesó con seguridad. Jeon era su preciada fuente de inspiración. Una que no estaba dispuesto a compartir con nadie, porque ese vampiro se adueñó de su corazón de una forma que debería ser considerada ilegal.
—Nunca me han dado un regalo así. Esto ya significa un mundo para mí, mi lirio.
—Entonces prometo hacerlo seguido—propuso con una sonrisa ladina, sonrojando a su acompañante—. Si con eso consigo verte tan feliz como ahora.
El vampiro le devolvió la sonrisa, por lo que dejó la libreta en la superficie de madera, inclinándose para dejar un beso en la boca ajena, deslizando su lengua por el belfo inferior con el objetivo de que el chico le diera paso libre a su cavidad. Cuando esto sucedió, la pareja se fundió en un contacto demasiado fogoso como para derretir a ambos y mantenerlos con los párpados cerrados. Gozando en silencio del sabor mágico de sus labios, como si fuera el elixir que los guiaría a probar la mismísima gloria.
Jungkook agarraba por la nuca a Taehyung mientras este apretaba el muslo del inmortal con ganas, subiendo su mano con una desesperante lentitud hacia el pecho impropio. Los largos dedos del escritor se escabulleron por debajo de la ropa del joven de piel nívea, pellizcando los pezones que se pusieron erectos gracias a su estimulante tacto.
El castaño recibió un sonoro gemido en pleno beso, excitándose al instante por ese sonido tan tentador que provocó gracias a la inmediata dominancia que mostró cuando sus lenguas entraron en ese juego tan delicioso.
¿Era normal ponerse tan duro por un sonido?
Los pulmones del escritor no tardaron en exigirle oxígeno para continuar, por lo que con mala gana se separó de su novio que quería seguir comiéndole la boca.
Sin imaginar que, en un abrir y cerrar de ojos, el líder se bajaría de encima suyo para ubicarse debajo del escritorio, en medio de sus piernas cubiertas por el fino pantalón de dormir que usaba.
—Después de tu regalo lo justo es que te dé una recompensa, ¿no lo crees?
Con mucha destreza, el vampiro tomó el elástico del pijama de su pareja para bajarlo junto a su ropa interior, descubriendo la intimidad que yacía media despierta gracias a los besos compartidos. Se veía tan apetecible, ya la quería meter a su boca.
—¿Ya te pusiste así solo con mis labios? —le molestó con voz seductora mientras envolvía el miembro con su mano, subiendo de arriba hacia abajo. Calentándose al instante por la respiración errática del humano—. Mi boca hará el trabajo restante.
Luego de esa declaración, dejó una tímida lamida sobre la punta hinchada que empezaba a segregar presemen antes de descender con su lengua por la bien dotada longitud, repartiendo besos y leves succiones sin dejar de mirar al joven que se descomponía con la felación que estaba llevando a cabo.
—Maldición...
La mano de Kim se enganchó en los cabellos oscuros, jalándolos con firmeza a lo que el vampiro abrió la boca por inercia, pues sabía la intención detrás de esa imperiosa acción. Un movimiento de caderas por parte del escritor fue lo que Jeon necesitó para engullirlo en su totalidad. Las estocadas no se hicieron esperar en mojada cavidad, mientras el inmortal se esforzaba para recibirlo de forma adecuada, evitando hacerle algún daño con sus colmillos y afianzándose en las pantorrillas del escritor para que su cuerpo encontrara el soporte adecuado para proseguir con la felación.
Aquel miembro estaba yendo tan profundo en su garganta, que de ser humano lo más seguro es que se sintiera ahogado. No obstante, los constantes jalones en su cabellera conseguían que pudiera acompasarse con las embestidas que la pelvis de su lirio ejercía, volviéndolo más satisfactorio.
Jungkook no sabe cuánto tiempo se la paso satisfaciendo a su chico, pues se desconectó de la realidad cuando notó como sus rodillas se adormecían al estar en una misma posición por un tiempo considerable.
Se encontraba hecho un desastre, la saliva escurría por la comisura de su boca, mientras Kim examinaba su expresión con lascivia. Los ojos entrecerrados y cristalizados por el placer que el vampiro experimentaba le llenaban de orgullo, teniendo muy presente lo masoquista que este podía ser.
La sensación en su vientre bajo lo puso demasiado ansiosos, pues no faltaba mucho para dejarse ir en esa boca. Aguantó lo mejor que pudo el querer liberarse, aunque la estampa frente a sus ojos fuera digna de apreciar como la pintura más magnifica que podría encontrarse en una galería de arte.
—Quiero que te tragues todo—advirtió con rudeza, disimulando su estado impaciente—. No dejes caer ni una jodida gota.
Un sonido ahogado fue la respuesta que obtuvo y eso bastó para que luego de cinco embestidas se corriera con violencia hasta sentirse vacío. El azabache tragó la espesa esencia sin rechistar o poner algún tipo de resistencia, separándose de aquel apetitoso miembro cuando este dejó de expulsar semen a borbotones.
Relamió sus belfos rojizos e hinchados, limpiando cualquier rastro que hubiera manchado la zona bajo la profunda mirada avellana de su mate.
Antes de que inmortal pudiera emitir algún comentario sobre la mamada que acaba de hacer, el escritor se agachó lo suficiente como para unirse mediante un beso en el que castaño probó su propia semilla, mezclada con la saliva de su acompañante.
—Gracias por esto, Jungkookie. Eres increíble.
—Cuando quieras, Tae...
Su voz salió más ronca por el maltrato que su garganta sufrió, haciendo suspirar al humano que después de arreglar su ropa hasta cubrir su intimidad, se dedicó a acomodar su cabello desordenado y a limpiar su boca con una de las toallitas húmedas que estaban en el cajón de su escritorio.
Nadie imaginaría que uno de los escritores más famosos de la última década fue el causante de la lujuriosa ruina en la que Lord Jeon se vio envuelto por querer mostrarse osado y desvergonzado.
Jungkook recibió mimos en su frente antes de que Taehyung lo ayudara a ponerse de pie para abrazarlo con cariño.
—Me gusta tenerte entre mis brazos.
—Y a mí me encanta estar entre ellos.
—Lo sé, mi lord. Pero... ¿sabes qué me gusta mucho más?
—¿Qué cosa, lirio?
—Cuando muerdes mi cuello y te alimentas de mí.
—Oh...
El tono aterciopelado del mortal fue como una caricia directa a su sentido auditivo gracias al susurro que contenía tan conmovedora declaración. ¿Qué vampiro no se sentiría en las nubes al escuchar eso de la persona que más quería?
—¿Puedo beber tu sangre antes de que hayas desayunado?
—Sé que prefieres que esté en ayunas para eso, así que cuentas con mi absoluto permiso, bonito.
—Sí, pero también me preocupo por ti, mi amor. No quiero que te descompenses tanto al darme de comer en estas condiciones, Tae.
—No lo haré, te lo juro. Ayer comimos mucho, por eso no tengo tanta hambre. Pero para que estés tranquilo, luego voy a beber un té y comer galletitas.
—De acuerdo, pero me aseguraré de que lo hagas y si te veo muy pálido, te tomarás tus vitaminas, ¿sí?
—Trato hecho, Kookie.
El mencionado afirmó con un movimiento de cabeza, consiguiendo una sonrisa cuadrada por parte de su novio. Sin perder el tiempo, acomodó su rostro en el hueco del cuello al que dio un beso antes de clavar sus filosos colmillos, rompiendo la tersa dermis acanelada.
Un gemido se escapó de los labios contrarios mientras succionaba el líquido rojizo y de sabor metálico con gusto por varios segundos que se sintieron eternos, pero al mismo tiempo celestiales.
Dejó una mimosa lamida sobre la marca, esperando que cicatrizara pronto. Levantó su rostro, conectando miradas con el chico que le observaba con complicidad.
—Delicioso como siempre. Soy un privilegiado por comerte de ambas formas.
—Vaya, despertaste sin filtros, me encanta esta faceta tuya.
—Solo porque eres el único que es testigo de ella.
—Exacto.
—Eres un caso, mi bello lirio—escuchó la risita de su pareja, contagiándose de ella hasta que cambió de tema—. Aprovechando tu inspiración, te dejaré tranquilo por ahora para que escribas todo lo que tengas en tu creativa mente.
—Cuando me desocupe volveré a hacerte compañía y haremos lo que quieras. Deséame suerte, mi lord.
—Todo la que quieras.
El joven de piel nívea se alejó de su pareja, sonriendo con suavidad, mientras tomaba su propio camino hasta desaparecer del campo visual impropio.
—Gracias, vampirito.
Sí, después de esta maravillosa experiencia ya podría ponerse a trabajar.
🍷
Tres días más tarde, la pareja se encontraba volviendo a su casa luego de una larga charla con los vampiros pertenecientes al consejo. La razón de la visita se debía a que no los veían desde el día en que se dio la celebración de Lord Jeon. Desde ese momento, Jimin había estado preguntándoles que cuando volvían a verlos, pero tanto Jungkook como Taehyung se excusaban diciendo que pronto lo harían, pues el castaño primero quería encargarse de entregar unos cuantos capítulos de su nuevo libro, mientras su líder le daba apoyo moral.
El vampiro más bajito lo dejó pasar por el simple hecho de que no creía del todo que eso fuera mentira, aunque no evitaría estar al pendiente porque algo le decía que existía una parte de la historia que no le estaban contando.
Cuando los susodichos se presentaron ante ellos en la sala en la que siempre se reunían para conversar, dedicándose miradas coquetas en el proceso, creyendo que nadie se fijaba en dichas acciones, Park no demoró en conectar los puntos, hallando la oportunidad perfecta para exponerlos.
—Y ustedes... ¿Por qué tan juntitos? —les cuestionó con curiosidad, llamando la atención del resto—. Parecen más unidos que de costumbre.
—Q-Qué...
Taehyung murmuró, viendo de reojo a Jungkook, quien estaba igual de sorprendido que él por el escrutinio de Jimin. Ambos se tomaron unos días hasta sentirse preparados para revelarle al consejo que se convirtieron en una pareja oficial, pero la repentina pregunta los tomó desprevenidos.
No había escapatoria.
—Somos amigos...
El escritor musitó lo primero que se le vino a la cabeza, indignando al líder vampiro que no tardó en encararlo por la tonta afirmación que había hecho, importándole muy poco la presencia de sus amigos.
—¿Amigo? Preséntame bien.
La timidez se desvaneció en un dos por tres gracias a ese comentario.
Los demás inmortales presentes en la sala abrieron los ojos en grande, esperando por la respuesta que estuvieron deseando fuera verdad desde que vieron a ese par interactuar.
—P- Perdón, fue la costumbre—se disculpó apenado, tomando la mano de Jeon entre la suya, entrelazando sus dedos—. Jungkookie es mi novio, espero me acepten.
—Ah, con qué era eso—dijo Namjoon con si no fuera nada relevante—. Felicidades, ya nos los veíamos venir. A ustedes les consta o... ¿piensan negarlo?
—¡Nam! —Solar reprendió a su primo, dedicándole una mirada demasiado ruda para gusto del susodicho—. No le hagan caso, muchas felicitaciones, chicos.
El inmortal de hoyuelos rio con suavidad, mientras Jungkook y Taehyung negaban con la cabeza, divertidos con la situación provocada por Namjoon.
La fémina se acercó a darles un fuerte abrazo que los novios aceptaron con gusto, contentos por su reacción.
—Gracias noona y hyung.
Lord Jeon agradeció con simpleza, permitiendo que los demás vieran como su rostro brillaba por lo contento que se sentía.
—A todos nos alegra mucho que estén juntos y esperamos que sea por muchísimo tiempo—Yoongi intervino, siendo abrazado por la cintura por su pareja—. ¿No es así, Minnie?
—Por supuesto Yoon. De todo corazón deseo que su caso sea igual que el nuestro.
Jimin hizo referencia a su romance con el vampiro de ojos gatunos, dejando un casto piquito en sus finos labios, a la par que la nueva pareja les agradecía por sus lindos deseos.
—Awww, como siempre comiendo en frente de los pobres.
Namjoon soltó un bufido cansino, pero al instante recibió un codazo por parte de la chica de cabellos dorados.
—Ya Nam, no eres el único que está más solo que un desierto.
Solar recalcó con el ceño fruncido, provocando una nueva ronda de risas en consecuencia a las pequeñas discusiones de los primos Kim. Sin embargo, lo que sacó de la burbuja a la chica fue cuando sus orbes escarlatas se desviaron hacia la mano del escritor.
¿Acaso Jungkook no consiguió darle el anillo familiar y solo le propuso una relación tras confesar sus sentimientos?
Nueva duda desbloqueada que se encargaría de resolver muy pronto.
—Oigan tortolitos, tengo una pregunta...
—¿Qué sucede, Solar noona?
Taehyung cuestionó a la mayor que parecía no encontrar las palabras para formular su interrogante.
—¿Ustedes piensan revelarle esto al clan o prefieren mantenerlo en secreto por el momento?
—Oh, nos leíste la mente—aceptó el azabache, recargando su cabeza en el hombro de Kim—. Tae y yo decidimos contárselo solo a ustedes para no alborotar a nuestra gente con esta inesperada noticia. Pero pronto se los diremos.
—Ya veo, me parece perfecto.
Solar consintió esa decisión como la más acertada, comprendiendo que quizá a eso se debía que el humano no portara el anillo si es que Jungkook consiguió dárselo como muestra de lo serio que iba con él.
—Pero bueno, mejor cuéntennos los detalles.
Ante el buen ánimo de la vampira, el mortal fue el que decidió tomar la palabra, contándoles una versión que practicó junto a su novio como la ocasión en la que tuvieron que mentirles a los amigos del castaño, pues en los planes de ambos no estaba contarle al cien por ciento como fue que se resolvieron las cosas entre ellos.
Al resolver las dudas del consejo, el tema cambió a otro muy distinto, hasta que en un determinado momento en el que Jungkook, Solar y Yoongi se quedaron solos, porque el resto decidió salir a conversar con los otros vampiros que permanecían en el mismo edificio, la rubia se dispuso a preguntarle unas cuantas cosas a su dongsaeng.
—¿Le diste el anillo? ¿Lo aceptó?
La cara de la pareja de Jimin se volvió un poema, ¿hablaban de esa importantísima sortija?
—¡Noona! ¡Shhh!, que me da vergüenza...
—Perdón, la curiosidad me está matando. Además, sabemos que de Yoon no saldrá ni una palabra, ¿verdad?
—Por supuesto que no, pero... ¿se refieren al anillo de los Jeon? —el involucrado le dio la razón al instante—. Wow, ¿de verdad se lo diste? Sí que vas con todo, Jungkook.
—Estoy enamorado de Taehyung, sentí que era lo correcto, pero...
—¿Dijiste, pero? No me digas eso, Jungkookie.
—No creo que sea tan malo, porque no me rechazó, noona.
—¿Entonces qué sucedió?
—Debe pensarlo, mi propuesta le tomó desprevenido, hyung.
El azabache explicó a detalle lo que su novio le dijo. Si era honesto, no le reprochaba que le pidiera un tiempo, porque era una situación complicada. Taehyung no podía tomarse a la ligera cambiar su vida para siempre cuando apenas iban a iniciar su relación. Sin embargo, quería confiar en sus dulces palabras, pues Jungkook estaba más que convencido de que ese escritor era la persona con la que la luna de sangre bendecía a los vampiros escogidos para vivir un amor honesto e intenso.
—Tiene mucho sentido lo que nos has dicho. Su relación apenas inicia como para adelantarse tanto, no es como Jiminnie y yo que nos tomamos varios años hasta dar el gran paso.
—Eso mismo, hyung. ¿Qué opinas tú, noona?
—Que es muy lindo de tu parte que te pongas en sus zapatos, Jungkookie. Cuando un vampiro muerde a su amado se forma un vínculo para toda la eternidad, el cual solo funcionará si las dos partes están comprometidas con el otro, ya que ninguno podrá beber sangre de otro ser que no sea su pareja. Pero sé qué harás muy feliz a Taehyungie, y él te lo devolverá con la misma reciprocidad, confío en eso.
El líder no pudo evitar sentir una tranquilidad interior gracias a lo dicho por la fémina, agradeciéndole con una sonrisa labial. Ya solo era cuestión de esperar cómo se irían desarrollando las cosas mientras disfrutaba de la paz que no sabía pronto desaparecería.
Al ingresar por la puerta de la vivienda, Taehyung soltó un suspiro después de esa tarde tan entretenida en compañía de esos vampiros que se ganaron una parte muy importante en su corazón.
—¿Te divertiste?
—Siempre me divierto conversando con ellos, son muy entretenidos y tienen tantas anécdotas que contar sobre cualquier cosa, Koo. Sin contar lo feliz que me hace tener su apoyo.
—Estoy igual que tú. Pero ahora que estamos solos, quiero disfrutar un poco de mi novio—insinuó, acorralándolo contra uno de los muebles de la sala—. Déjame probarte.
—¿En qué sentido lo dices?
Kim lo molestó, haciéndose el desentendido. Le gustaba tocar esos botones en su chico, era divertido verlo comportarse como un niño berrinchudo.
—No seas así, Tae.
Jungkook abultó su labio inferior con cierta frustración, mientras sentía como el chico lo envolvía con sus brazos, pasando sus manos por su espalda.
—Está bien, mejor cállame a besos.
—Ya no quiero—musitó con fingida indignación, queriendo separarse del abrazo de Taehyung—. Acabas de cortar el momento sugerente que se estaba desarrollando entre los dos.
—¿Piensas dejarme así, lord? No me ignores, cariño.
El escritor se inclinó lo suficiente para dejar un beso en el lóbulo de la oreja del vampiro, quien por un instante creyó que las piernas le fallarían por dicha acción. Esa parte de su cuerpo era muy sensible para él, por lo que su pareja le sacaría provecho.
—Eres cruel, lirio.
—Mientras no te canses de mí...
—¿Cómo podría cansarme de ti? —cuestionó con seriedad, restregándose con la anatomía ajena. Sus miembros endureciéndose con el simple roce—. Si solo haces que me enamore cada vez más.
—Pruébalo, hazme sentir tu amor como llevas haciendo estos últimos días...
El tono seductor fue lo que animó al inmortal a tumbar en el sofá a su pareja. Kim soltó un jadeo al notar como su enamorado se posicionaba encima suyo, mostrándose tan dominante frente a sus ojos que hasta podría pedirle perdón por existir.
—Ojalá no te arrepientas de lo que pides.
—Jamás—contestó retador, mordiendo su labio inferior—. Puedo con eso.
—Entonces primero déjame hacer esto...
Jungkook le mostró sus filosos colmillos, a lo que Taehyung le dio acceso a su cuello para que se los enterrara hasta el fondo. Quería sentir ese placer que surgía del dolor, el cual conoció gracias a su lord. El vampiro inhaló la fragancia a lirios del humano con fascinación.
Lástima que antes de que su mordida pudiera adornar la piel canela, un fuerte grito resonaría en el lugar, sacando de su ensoñación a la caliente pareja.
—¡¿Hobi?!
Continuará...
Espero hayan disfrutado mucho los momentos hot de este capítulo y ojalá les quedarán las ansias por leer que es lo que sucederá en la próxima actualización. Gracias a los que siguen leyendo este fic, tienen mi amor eterno.