—¿Saben en donde están Jimin y Jungkook? — Yoongi recibió una negativa —Llevo buscando a Jungkook desde hace rato pero no lo encuentro.
—Si lo buscas a él, ¿por qué buscas a Jimin? — preguntó Namjoon mientras acariciaba la cintura de Jin que se encontraba sobre sus piernas.
—Porque en dónde Jimin esta es seguro que ahí estará Jungkook — dijo con obviedad —Él me pidió que le ayudará con algo de la casa hogar y quería avisarle que todo salió bien pero no lo encuentro.
—Pronto aparecerán, no te preocupes tanto por eso —Zico le tomo por la cintura para después rodearle con ambos brazos y dejar un beso en su mejilla que poco después se puso rojita —Las cosas no han ido muy bien para Jimin, debe querer su espacio para poder estar con Jungkook y asimilar todo.
—Jiho tiene razón — vieron a Jin que sonreía con melancolía — Por ahora hay que darle su espacio, tienen mucho que hablar y es mejor que tenga privacidad a ese par.
Su pareja y la otra asintieron dándole la razón, se acomodo mejor entre los brazos de Namjoon y vio por la ventana la parte de su jardín en donde recientemente habían sido cortadas algunas flores de esmeraldo.
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—¿Hacía donde me llevas? — en respuesta recibió una risita traviesa —Si no me dices a dónde vamos tomaré esto como un secuestro.
—Eres un exagerado — Jimin golpeo suavemente el brazo de Jungkook y después se abrazo a este.
—Solo temo por mi vida — recargo su cabeza sobre la del castaño e inhaló su rico aroma, hace algunos días noto un cambio muy diferente pero no pudo hablar bien con él ya que se han mantenido muy ocupados
Con la lenta recuperación de Daesung, Jimin se pasa la mayor parte del tiempo en casa de la curandera de la manada, cuando Seunghyun regreso a la manada del oeste pidió a Sooyon que fuera a ayudar a los lobos que se encontraban heridos. Las heridas de Jungkook por suerte no fueron graves al igual que la de la mayoría de los demás.
Eran muy pocos los que se encontraban en estado crítico. Según palabras de Sooyon, por la cantidad de veneno y la zona en la que las garras fueron metidas, la intención de Youngbae era acabar con la vida del alfa de la manada pero no pudo lograrlo, las inmensas ganas de vivir ayudaron a Daesung que ya estaba fuera de peligro, lo más difícil era que sus heridas sanarán y el veneno abandonará por completo su cuerpo.
El alfa estuvo sufriendo mucho y Jungkook tomo la decisión de beber su dolor logrando sacarle del peligro que le amenazaba, su suegro no había estado del todo feliz por la manera en que se expuso pero poco después le agradecio por ese gran gesto.
—Ya casi llegamos — dijo Jimin acomodando las flores de esmeraldo en su brazo libre.
Poco tiempo después llegaron al cementerio, Jungkook vio con detenimiento por dónde iban pasando, tiempo después se detuvieron frente a una lápida y volteo a ver con confusión al Omega.
Park MinMi.
—Jimin...
—Jungkook, quiero presentarte a alguien muy importante para mí — quitó la maleza que comenzaba a cubrir la lápida para después acomodar las flores —Ella es mi mamá.
No supo que decir, no se esperaba que el castaño le traería a este lugar para presentarle a su madre, se sintió feliz de que quisiera mostrarle el lugar en dónde descansaban los restos de ella, era algo muy privado que ahora le estaba compartiendo. Después de la reciente muerte de Geonhak las cosas han estado algo tensas y no había querido hablar mucho con Jimin sobre ello porque sabía que era un tema muy duro, ambos tuvieron un distanciamiento que aunque no le gustará decidio respetar, su Omega necesitaba su propio espacio y estaba dispuesto a hablar sobre todo lo sucedido cuando se sintiera listo.
—Es un gusto conocerla, señora Park — hizo una reverencia hacia la tumba —Desgraciadamente no pude conocerla en vida pero estoy seguro que fue una persona maravillosa y una gran madre.
—Y lo fue — Jimin veía con una sonrisa llena de nostalgia la tumba—fue una gran madre y persona, hubieras quedado encantado con ella, todos lo hacían al conocer su personalidad tan dulce y su enorme corazón.
—Ya veo, entonces por lo que me dices — llamo la atención del castaño que volteo a verle —Ambos son iguales, tu personalidad es muy dulce y tienes un enorme corazón que ama a las personas y perdona todo el daño que te han hecho.
—No es verdad — negó avergonzado.
—Lo es, con todo este tiempo que hemos estado juntos se que tienes un enorme corazón lleno de bondad y amor — acaricio los cabellos castaños —Es algo que me gusta mucho de ti.
Jimin se sonrojo por esas palabras que solo lograban enamorarle cada vez más, Jungkook era un chico demasiado maravilloso que a pesar de todo lo sucedido se mantuvo a su lado.
Se sentía fatal por estos días que tomo distancia pero fue para poder poner orden a sus pensamientos, tantas cosas que sucedieron solo lograron descontrolarle.
Tenía miedo de que el alfa se aburriera y cambiará de opinión pero hizo todo lo contrario, había esperado pacientemente diciéndole que hablarían cuando se sintiera preparado dándole su espacio cuando quizá lo único que quería era estar a su lado.
—Sabes — jalo suavemente la camisa del pelinegro haciendo que dejara de ver el cielo —Estos días he estado pensando en todo, en lo que pasó con Youngbae, con ambas manadas, también he pensando en Geonhak — suspiro al sentir como se tensaba —Pero lo que más se ha mantenido en mi mente es el pensamiento de nosotros y nuestra relación.
—Creo que hemos compartido los mismos pensamientos.
—Es probable que si — metió sus manos en las bolsas de su abrigo, el invierno pronto llegaría y en esos momentos la temporada helada ya estaba llegado anunciando el cambio de época —Todo este tiempo viví creyendo en un amor que tuve en mi adolescencia, mi primer experiencia amorosa que me marco en muchos aspectos, si bien no termino como una relación normal, guardo ese recuerdo como algo muy preciado. Ame a Geonhak y cuando volví a verlo me di cuenta de algo.
—¿De qué te diste cuenta? — preguntó temeroso, temía lo peor pero aún así tomo el valor para hacer esa pregunta.
—Que todo este tiempo viví creyendo algo erróneo — apretó sus puños para después dejar de hacerlo tratando de calmar el latido desbocado de su corazón — Geonhak no era mí destinado, nunca lo fue — una pequeña sonrisa adorno su rostro confundiendo más al pelinegro —Todo este tiempo estuve al lado de mi destinado pero no me di cuenta hasta hace unos días, me siento tan bobo.
Una suave risita se escuchó en medio del silencio que se formo, Jimin sonreía grandemente debido a la sorpresa del alfa en su rostro, se veía tan tierno en ese momento en dónde le costaba asimilar lo escuchado y es que no se lo podía creer, Jungkook siempre creyó que él tendría que hacerle esa confesión a Jimin.
—¿Hablas en serio? ¿De verdad te diste cuenta? — el Omega asintió y sus ojos se cristalizaron por las lágrimas —No me lo puedo creer, en verdad no puedo.
—Pues créelo por qué es verdad, te amo tanto Jungkook y estoy agradecido con la diosa Luna por ponerte como mi destinado, me dio el mejor regalo poniéndote en mi vida como mi alfa.
—Soy tan feliz — admitió emocionado.
—Y creo que tu felicidad crecerá aún más — el pelinegro alzo una ceja al escuchar las palabras del menor —Frente a mi madre quiero darte está noticia que no estoy seguro como la tomarás, es algo que no habíamos planeado pero estoy seguro que alegrará nuestras vidas — tomo con fuerza las manos del alfa para ganar seguridad —Jungkook, estamos esperando un bebé. ¡Vamos a ser papás!
En el momento que escucho esas palabras creyó que la felicidad que sentía no podría ser más grande pero estaba muy equivocado, su lobo correteo emocionado ante la noticia y Jungkook soltó las manos de Jimin para después tomarle entre sus brazos y abrazarle mientras le alzaba en el aire.
—Dios, no me lo puedo creer — abrazo fuertemente al Omega que estaba en sus brazos —¡Seremos papás! Tendremos un pequeño cachorro — sollozo sonriendo.
Jimin aún siendo alzado por el mayor limpio sus lágrimas y besos sus labios con ternura.
—Te amo — susurro aún sobre sus labios —Te amamos demasiado, nuestro alfa.
Se sorprendió mucho en el momento que vio como uno de los ojos de Jimin cambiaba, verde y azul brillaban con intensidad al mismo tiempo, su parte animal estaba hablando al mismo tiempo que su parte humana.
—Yo también los amo — suavemente le dejo en el suelo y con una mano acaricio su vientre mientras lo veía fijamente, alzó su mirada y con su mano libre acaricio las orejitas blancas que habían hecho aparición —Gracias por toda esta felicidad — tomo su mentón y junto sus labios nuevamente —Gracias por ser mi Omega y ser el dueño de mi corazón.
—Lo mismo digo — después de que se separaron del beso acaricio las mejillas del mayor —Si tú no hubieras aparecido en mi vida quizá no habría vuelto a amar, seguiría estancado en los recuerdos de mi pasado, por eso estoy feliz de tenerte a mi lado. ¿Sabes algo?
—¿Qué?
—A parte de ser mi alfa destinado, también eres el amor de mi vida.
Jungkook rozo sus narices enternecido por las palabras del menor, beso sus mejillas y le abrazo protectoramente siendo correspondido.
—Frente a tu madre prometo que te haré feliz, velare por tu salud y bienestar, también por la de nuestros futuros hijos — acaricio con delicadeza el lugar en dónde se estaba formando la vida de su pequeño cachorro —Quiero que sepa que no debe preocuparse, soy tu compañero y siempre estaré para ti amándote y cuidándote.
—Ella te amaría — coloco su cabeza su pecho escuchando el latido del corazón del pelinegro —Eres un alfa encantador.
—Por mi Omega lo soy — beso su cabellera disfrutando el rico y suave aroma que desprendía a frutos rojos mezclado ahora con la esencia de bebé —Te lo mereces, mi pequeño.
Ambos se quedaron abrazados disfrutando la compañía y calor del otro, se sentían bien, se sentían completos y muy felices por haber dicho como se sentían. Todo miedo y preocupación se desvanecio con esa conversación que estuvo llena de tantas sorpresas. Finalmente la felicidad llego a sus vidas y esta vez era para quedarse.
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