Estaban perdiendo muchos recursos, solo les quedaban dos naves de carga, un estractor y muchos heridos. Era ridículo.
—¡Doctora Grant!—Grito uno de los científicos. La doctora Grant era la directora del proyecto. Ella misma había descubierto las propiedades de las semillas que ayudarían al ser humano a sobrevivir en Pandora.
—Si me tras buenas noticias te escucharé, de lo contrario da la vuelta y retirate—dice Grant.
—Contamos 732 semillas...
—¿Y?
—Con ellas podríamos hacer 3 gramos de aceite—dice el científico.
—Dime, Larry... ¿Con esos tres miserables gramos podremos hacer que toda la humanidad pueda vivir en Pandora?—le pregunta Grant volteando a verlo. Larry no contestó. —No podemos seguir solos, llama Ardmore. Dile que necesitamos refuerzos.
—¿Los rojos ya volvieron?
—Si, acaban de llegar... —dice apuntando a la ventana, llegaba el tractor con cuatro avatares rojos con uniforme de camuflaje. —Llama a Ardmore.
—¿Cree que traera a sus azules?—le pregunto.
—Esperemos que si, pero tendrán que ser buenos si no quieren morir en el desierto—dice Grant.
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Coronel Pamela Wilson, la primera militar en un cuerpo de na'vi del desierto, caminaba a donde estaba la doctora Grant. Había escuchado que pediría ayuda.
—Abandonaron el proyecto casi desde que empezó, ¿porque crees que vendrán ahora?—pregunto Wilson acercándose a Grant.
—Porqué ahora tenemos especímenes, 700 de ellos... Podemos comenzar con eso, pero no será suficiente... Todavía no logro averiguar cual es su reproducción, si lo supiera no tendríamos que capturar mas, así que... —le responde la doctora volteando para después ver hacia arriba y así verla. —Tienes trabajo al igual que ella y yo... Ademas de que tu escuadrón no puede, ¿cuántos han muerto?—Wilson ya no contestó. —En cada viaje hay más bajas y no traen casi nada...
—Recuerda quien te trajo a esos insectos endemoniados, Doc—dice Wilson frunciendo el ceño. —De no ser por mi, esos malditos elefantes habrían destruido a tu gente. Conozco el terreno, si traen gente nueva seria empezar de nuevo...
—Se nos acaban los recursos, Wilson. Abre los ojos, estamos perdiendo y no podremos contra los nativos con solo 15 de ustedes—le dice la doctora haciendo que Wilson. —¡Si quieres tener éxito tendrás que llevarte bien con Quaritch!
—Ya los llamaste, ¿Verdad?
—No iba a esperar tu aprobación, soldado. Soy la encargada de este laboratorio y directora del proyecto. Tu solo eres el cuerpo de seguridad, ¿captas?—pregunto y Wilson disgustada ya no dice nada. —Prepárate para recibirlos y controla a tus soldados... No quiero problemas.
—Como diga, Doc—dicd fastidiada. —¿Cuando llegan?
—Tienes un dos semanas para hacerte a la idea de que pasaras mucho tiempo recibiendo ordenes—le dice para irse y dejarla atrás.
—Ya me las dan—murmura con la mirada perdida.
Wilson la ve irse junto con sus cerebritos detrás de ella. No le gustaba que interfirieran en su trabajo. Tomó el respirador que tenía en el cuello he inhalo un poco, recordaba lo fastidioso que era traer el casco para respirar, pero no lo era tanto como tener que adaptarse a su nuevo cuerpo.
Camino a la choza de madera afuera del laboratorio donde estaba en escuadrón de avatares rojos. Al entrar estaban los que quedaban ilesos y los que estaban recibiendo atención médica. Habían llevado al desierto a casi 50 voluntarios para transferir sus conciencias a nuevos cuerpos, ahora sólo quedaban 15... Adentro del laboratorio estaban otros cinco en desarrollo para complementar el escuadrón... Era verdad que estaban muriendo demasiado rápido.
—¿Paso algo, Coronel?—pregunto Lewis Pot. Uno de los primeros en despertar después de Wilson.
—Van a traer gente de la base—informa Wilson. —Es probable que el escuadrón de azules de Quaritch venga, así que...
—¿Porqué?—le pregunto Jessica Lillis, que era otra de las soldados miembros de su escuadrón. —¿Creen que no podemos o qué?
—Han muerto más de la mitad, no creen que lo vayamos a lograr solos—les informa. Iban a reclamar cuando Wilson levanta la mano haciéndolos callar. —Esta decidido, ya no se puede hacer nada. Así que, cuando lleguen los azules comportence. Se vería muy mal una pelea el primer día.
—¿Cuando llegarán?
—Será una carnicería allá afuera—comento Pot.
Era verdad, los azules sobreviven menos en el desierto.
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Los gritos de las personas de arena pedían sangre, sangre de sonambulos. Greta y Steve estaban amarrados en la entrada al lado del cadáver sin piel que habían visto al llegar.
Los Mormetet y los T'wenxyie estaban presentes viendo al líder Esze've preparándose para quitarle la piel a los avatares.
—¿Porqué va a hacerlo? ¿No han hecho nada?—le dice Neteyam a T'xiva al lado de él. Esta lo ve confundida.
—Su gente lo hizo, se disfrazan descaradamente de nosotros para tomar nuestro hogar. Les quitaremos el disfraz para que el Alto Padre los juzgue—le dice T'xiva sin dejar de verlo.
—No han hecho nada...
—No veas si no quieres—le dice T'xiva volviendo a ver a su padre levantar la cuchilla.
—Debe haber otro modo de saber sus intenciones... Debe... —en eso Neteyam corre a donde estaba el sacrificio sin que T'xiva pudiese detenerlo.
—¡Neteyam!—le grita. T'xiva persiguiendolo.
Antes de que Esze've se acercara a Steve, que sería el primero, Neteyam se pone en frente de él haciendo que la multitud se escándaloce.
—¿Que crees que haces?—pregunta Esze've a Neteyam.
—Debe de haber otro modo de saber si son de fiar—dice mientras T'xiva corre a un lado de él.
—T'xiva, llevártelo ahora—le ordena.
—Neteyam, sal del camino—le pide Jake del otro lado. Este ya se había resignado a que no podria contra Esze've, así que solo estaba protegiendo a Tuk de ver la sangre.
—Pero debe haber otra manera—dice mientras T'xiva se lo llevaba y los demás lo veían haciendo si sonido "tss" tratando de repeler al muchacho.
—Neteyam, no se puede. Vamos—le dice T'xiva tomándolo de la mano.
Esze've estaba por apuñalar a Steve. Neteyam ya estaba a un lado, pero seguía pidiendo que hicieran algo distinto.
—Debe de haber una manera, ¡sin sangre!—grita.
Esze've apuñalar a Steve al estómago y cuando cae la primera gota, el suelo comienza a temblar asustando a todos.
Neteyam al lado de T'xiva se acachan para no caer por el movimiento. Todos estaban viendo a todas partes sin saber lo que pasaba, los Mürt estaban asustados al igual que ellos.
El temblor duró varios minutos y cuando el temblor se fue, Esze've vio a Neteyam y después su daga.
El elegido del Alto Padre le había pedido que no hubiera sangre en la arena y este la derramó...
Esze've vio a su gente asustada y levantó la daga.
—¡El Alto Padre no quiere más sangre en la arena!—anuncia. —Lo dijo a través del niño, y yo no escuche... —ahí comenzaron los murmullos.
Un azul había sido elegido por el Alto Padre, eso era algo que les asustada.
T'xiva al lado de Neteyam lo ayuda a ponerse de pie, estos no se soltaba de la mano, todavía estaban recuperándose del temblor.
—Sin sangre—escucharon a Toke, el nuevo líder del clan Mormetet.
—Sin sangre—escucharon a Yxiast.
—¡Sin sangre!—grita Lo'ak y Kiri, seguidos de Tuk.
—Sin sangre—Neytiri y Jake siguieron que sonreían a su hijo.
—Sin sangre—le dice T'xiva a Neteyam viendolo. Este notó su mirada y le sonrió poniendo su otra mano en el hombro de ella.
Así todos comenzaron a decirlo: sin sangre.