La casa de Jimin era pequeña, todas las habitaciones tenían su propio propósito y estaban ocupadas, el sótano era pequeño y lleno de las cosas que alguna vez servirían, por lo que Jungkook no había podido trasladar su oficina a su nuevo hogar, aun tenía que volver a su antiguo hogar para tomar algunos papeles o libros que necesitaba, así era el día de hoy. Necesitaba unos papeles que había guardado en su oficina, por eso es que había conducido hasta el antiguo y frío hogar en el que había vivido hace un par de meses, al entrar a aquel lugar se dio cuenta que el piso estaba mojado, posiblemente una fuga de agua o algo de goteras, tenía que resolverlo antes de ponerla en venta.
Recorrer los pasillos de su antiguo hogar se sentía extraño, sentía frío en cada lugar; más que antes, tras inhabitar el hogar que con esfuerzo había comprado y tratado de construir para su propia paz se sentía ajeno a su realidad, ajeno a la calidez que vivía día a día junto a su pequeña familia.
Era nostálgico, un lugar frígido que alguna vez le dio acojo a su hija, un lugar en el que había vivido junto al monstruo que le arruino la vida.
No, no le había arruinado la vida, no logro con su cometido porque hoy más que nunca, se sentía vivo.
Al entrar a su oficina sintió algo extraño, tras encender las luces solo las del costado se prendieron y el piso también estaba mojado, donde pisaba estaba mojado. Cuando obtuvo los papeles que necesitaba escucho un sonido mecánico.
Había sido tan despistado, confiado, no se había fijado de la figura que se encontraba sentada en su silla, apuntándole con una pistola. Minho estaba en las sombras observando cada uno de sus pasos mientras tenía una pistola en sus manos.
"Buenas noches, señor Jeon." Saludo como si fuera un cliente más.
"¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar preso en tu casa?" Pregunto con claro miedo en su voz, un tono que alimento a Minho.
"Esta es mi casa, que no se te olvide."
"Tu no vives aquí." El corazón le latía a mil por hora, no dejaba de mirar la punta de la pistola que le miraba fijamente.
"Viví aquí, por lo que se podría tomar aún como mi domicilio." Se encogió de hombros, restando importancia a todo, como si no apuntara con una pistola a Jungkook, teniendo a un solo movimiento el fin de todo.
"¿Qué quieres?" Dio un paso sigiloso hacía atrás, distrayendo a Minho con su pregunta pues aún no quería terminar en un panteón por la mano de su loco ex esposo.
"Sh sh." Se levantó de su asiento, dando pasos hacia Jungkook impidiendo que vuelva a moverse, había notado su retroceder. "No te di permiso de que te movieras."
"¿Qué quieres?" Levantó las manos, dejando caer la razón por la que había ido hacía aquel lugar, mostrándose inofensivo ante Minho.
Todo lo escuchaba con un ligero pitido, la adrenalina corría y los nervios por no saber que hacer en el momento le asfixiaba. Tenía que pensar en algo rápido y efectivo, tenía que librarse de esta, tenía que vivir; Minho no podía arrebatarle su vida una vez más.
"Minho...baja el arma." Pidió aún con las manos arriba, una gota de sudor bajando por su frente.
"¿Por qué? De todas formas iré a la cárcel, ¿no?"
"Sí tu visita es por eso...puedo retirar los cargos." La negociación respecto a eso era intercambiar su justicia por su vida, no importaba ahora.
"Eso no me importa, no retires nada, déjame como el criminal que soy." Dijo, dando un paso hacía adelante. "Lo perdí todo, Jungkook, ¿tu crees que alguien contratará a un abogado que tiene una sentencia? No." Volvió a dar un paso hasta chocar contra el pecho de Jungkook, sintiendo el latido de su corazón fuerte y rápido. "Puedo perderlo todo pero no contra él."
"¿Contra quien?" Hacía tiempo, sabía de quien hablaba.
"Contra Jimin." Presiono un poco más el pecho de Jungkook. "Perderé todo, pero él tiene que perder. No desaprovechare lo último que tengo para hacerlo tan miserable como yo lo fui. Te perdí de mi lado, él vive su sueño de familia a tu lado y eso no puedo permitirlo, no cuando yo solo fui un niño cuando él me arrebato todo."
"La venganza unilateral te hizo perder todo, no Jimin."
"Fue Jimin." Dijo, perdiendo la fuerza en su apunte a Jungkook, distraído en las palabras de su ex esposo. "
"No, no lo fue." Sintió como se perdía la fuerza en su pecho, había envuelto a Minho en sus palabras, sabía como distraerlo. "Desperdiciaste toda tu vida al solo girarla en torno de Jimin, solo quisiste hacerlo miserable y de eso se ha tratado toda tu existencia, Minho." Dio un ligero paso atrás, queriendo tener la distancia prudente para arrebatarle la pistola. "Es una lucha unilateral que tuviste toda tu vida con tu hermano, no supiste salir de aquel ciclo vicioso en donde lo miraste con odio por cosas que él no tuvo la culpa. Todo en ti gira entorno a Jimin, todo tu existir es por Jimin."
"¡Eso no es cierto!" Se alejo un poco, perdiendo el control de la pistola. "¡Toda mi existencia es por mi y solo por mi!"
"No es así. Viniste acá solo para matarme y hacer más miserable a Jimin, ¿y luego qué? ¿qué más será de tu vida? estarás pagando en la cárcel por tus crímenes y Jimin podrá rehacer su vida mientras tu te la pasas en una celda."
"Bueno, es algo que no había pensado." Sonrió de lado. "Pero aún así, yo se que esta perdida a Jimin le dolerá toda la vida y siempre recordara esta noche en donde le quite, una vez más, al amor de su vida." Apunto. "Que bueno que ya te hayas mentalizado que te vaya a matar, ya no me sirves." Y puso la mano en el gatillo.
La adrenalina que corría en Jungkook era tanta que rápidamente se avalanzo hacía Minho para forsajear por la pistola, lo empujó con su hombro logrando que suelte la pistola en el piso, ambos cayendo al suelo en el mismo lugar.
"Hijo de perra." Tras una patada en el pecho Minho gateo hacía la pistola, siendo tomado de los tobillos por Jungkook.
Era una pelea de patadas y jalones, hasta que Jungkook se levantó, dándole una patada en la mandíbula a Minho, la sangre ya corría por sus rostros magullados, tras el intento de escapar de Jungkook hizo lo peor que pudo y le dio la espalda al omega quien aprovecho la oportunidad para levantarse, tomar la pistola y dispararle en la pierna izquierda.
El impacto fue doloroso para Jungkook, tanto que lo hizo caer al piso, una vez más estando a la disposición de Minho.
"Ah...hijo de puta." Suspiro con dolor, pisando en el lugar donde había disparado ganándose un grito de dolor de Jungkook. "¿Creíste que podías? ¿ah? Se te olvidaba quien dio toda su vida para hacer miserable al cualquiera de Jimin."
Jungkook se arrastro por el piso, escuchando las pisadas de Minho a su detrás, no podía ser el fin. Con la poca fuerza que le quedó se levantó del piso y apresuró el paso. Pero una vez más, Minho lo atrapó tomándolo del cuello y estampandolo contra la pared, le apunto en la cabeza.
"Este es nuestro último capítulo, Jungkook, si tan solo hubieras dejado las cosas como estaban, hubieras dejado que Jimin se arruinará la vida con Eunwoo, le hubieras quitado todo acceso con tu hija, nada de esto pasaría. Tu elegiste este camino."
"Ni siquiera tuve opciones."
"Claro que las tuviste, quedarte conmigo y alejarte de ese perro en cuanto volvió a aparecer en tu vida."
"Jamás lo hubiera hecho."
"Pues que mal que tu amor por ese omega te haya llevado a la muerte. Hasta que la muerte nos separe ¿no?" Y el gatillo fue tirado pero ni una bala salio.
Jungkook abrió los ojos en cuanto sintió que ninguna bala le quito el aliento, volvió a escuchar el gatillo y una vez más nada salió. Minho dejó de apuntarlo para ver cuantas balas le quedaban y en esa oportunidad el alfa lo golpeó con su codo, quitandolo de su camino para así escapar.
No tenía porque pelear ahora, solo tenía que huir, tenía que salir vivo de esta.
"¡Esto no acaba Jungkook!" Grito aún tirado, Jungkook no le dio importancia y siguió su camino aunque se le hiciera eterno. "Ardamos juntos en el infierno."
La última oración hizo que todo cobrará sentido, el piso mojado y las goteras que había encontrado, Minho había bañado su casa en gasolina, al darse cuenta de todo se quito el saco que estaba mojado con gasolina y se apresuró a salir del lugar.
Pero el fuego nunca espera a nadie, en cuanto Minho tiro un cerillo todo comenzó a arder y el fuego iba por Jungkook, las escaleras ya prendidas en fuego lo habían encerrado junto a Minho quien estaba mirándolo con una sonrisa.
"Digo yo que morir por una bala es más rápido y menos doloroso que morir quemado, pero son decisiones del destino ¿no?"
"Déjame ir."
"Vete, tienes las escaleras libres." Sonrió. "Sí tan solo tu...nunca me hubieras dejado."
"¿Y por qué me querías a tu lado? si jamas me amaste."
"Pero eras mío, Jungkook, eras de MI propiedad y él te arrebato de mi. No iba permitirlo." Dijo. "Solo la muerte nos podía separar y tu lo sabías, aún así decidiste retarme."
Jungkook se encontraba desesperado, caminaba de un lado para otro tratando de encontrar alguna salida, el humo ya iba invadiendo su olfato, con la pierna herida apenas podía movilizarse, todo lucia como una gran pérdida para él.
Quiso llorar en impotencia, porque todo le sería arrebatado una vez más, perdería la vida que tanto le costó reparar, perdería sin poder hacer nada.
Y no se despidió de su familia, no le dijo adiós a Jimin o a Yunjin.
Solo se apagaria en los escombros del lugar que alguna vez llamó hogar. Y aunque este arderá en llamas, aún se sentía como el Ártico.
amistades, adivinen quien ya esta en su semana final? este au :3