T'xiva y si hermano preparaban sus wix en la superficie mientras los llamaban a sus ikran.
Una mujer lleva cuatro cantimploras como las que traían los rojos. T'xive toma dos y su hermano dos.
—Esto es agua—les explica T'xiva poniéndolo en la espalda de Neytiri. —Nosotros cuando exploramos llevamos uno así. Les tiene que durar estos dos días de viaje.
—¿Y comida?—pregunto Lo'ak.
—Sin comida, solo agua—dice Yxiast. —La comida atrae depredadores...
El líder camina a donde estaban sus hijos y pone una de sus manos en cada uno para darles unas palabras de aliento.
Después le dirige unas palabras a Jake y T'xiva traduce.
—Dice que sólo deja que Neteyam venga porque sabe lo que es alejarse de sus hermanos, pero que él regresará con el clan—Jake asiente.
—Ambos lo haremos—responde Jake.
—Que así sea—dice Esze've.
—Vamos...—dice T'xiva invitando a Neteyam a subir al wix. Este estaba encantado, pero voltea a ver a sus padres antes. —...Vamos a donde mismo, sube ya.
Neteyam ya no dudo mas y subió al wix.
El camino era le mismo que cuando lo llevó a su aldea, pero ahora con sombras encima de ellos hechas por los ikran de sus padres y su hermano.
—Cinco días de viaje—dice T'xiva.
—T'xiva—la llama Neteyam. —¿Porqué tu gente odia a la mía?
T'xiva no contestó de inmediato, necesito un segundo para poder aclarar su garganta.
—Nosotros no tenemos muchos recursos aquí... Ustedes tienen cazadores, nosotros exploradores. Iban al bosque para encontrar cosas, como plantas y comida que no soporta los climas extremos del desierto... Mira alrededor, ¿ves comida o animales?—cuenta T'xiva. —La gente del bosque nos llamó ladrones y comenzaron a matarnos. Nosotros nos enojamos... La gente de arena camino al bosque y le prendió fuego a sus casas, saqueo las aldeas y mataba a quienes los querían matar.
Neteyam frunce el ceño, era terrible.
—... Pudimos seguir, pero vieron a un volador, a Toruk, con un cazador en su espalda. Asesino a la mitad de los exploradores y los expulsó del bosque al desierto otra vez—dice T'xive totalmente sería. —No hubo tregua ni paz solo sangre y muerte, porque no teníamos que comer.
—Lo lamento—dice Neteyam.
—No hace falta. La gente de arena perdona, pero nunca olvida—dice T'xiva. Esta vio a un lado junto con Neteyam. Su hermano estaba haciendo movimientos extraños con su lanza.
Neteyam ve cómo T'xiva levanta su lanza también y comienza a hacer círculos en el aire. Hasta que ambos apuntaron a una dirección. Se desviaron. Cuando el azul vio arriba se dio cuenta que sus padres y su hermano también se desviaban.
—Hable bien los ojos y mira hacia allá—le pide apuntando con su lanza al lugar de donde se habían ido.
La arena comenzó a moverse y del suelo salió un animal enorme. Tenía un tamaño parecido al tulkun, pero este era las delgado, como una serpiente roja que bajó de nuevo al mar de arena y se enterró a sí misma.
T'xiva e Yxiast parecía alegrarle ver a ese animal. Levantaban las manos cuando esa serpiente salía de la arena para volver a meterse a la arena. La serpiente roja se desvío y los dejo solos, ahí Yxiast le grita algo a su hermana sonriendo.
—¿Qué dijo?—le pregunto Neteyam.
—Dijo que cuendo muera, regresará en uno de esos—le traduce T'xiva. —Se llaman Xaltoka. Son animales muy inteligentes, recuerdan la cara de sus enemigos y les dicen a los otros Xaltoka como son. Se cuidan entre ellos y pueden matar a voladores.
—Es como el Karsza...
—No. El Xaltoka respeta a las personas rojas, mata para comer y alimentar a lo suyos. El Karsza mata porque le gusta la sangre y a las criatura que mara no se las come...
—Eso es aterrador—comenta Neteyam. —¿Hay más criaturas como los Karsza?
—Un par—responde. —El Urroa que te quería comer cuando llegaste.
—Eres muy cruel—dice Neteyam riendo. T'xiva no reía, de hecho no entendía porque reía si no había dicho nada gracioso.
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Llegando la noche T'xiva y Yxiast les enseñaron a los Sully enterrarse en la arena. Habían parado cerca de unas cuevas rojas. Los ikran no podían enterrarse en la arena, así que necesitaban un lugar para esconderlos y que el Karsza no se los llegara a comer.
Los hermanos T'xiva y Yxiast durmieron en el mismo agujero, Neytiri y Jake en otra, y Neteyam con Lo'ak.
—Ey, ¿Neteyam?—llamó Lo'ak.
—No hay que hacer mucho ruido—le contesta mientras se escucha algo en la arena, Neteyam sabía que era Miszi, pero Lo'ak no. —Calma, es Miszi, poniéndose a nuestro alrededor para protegernos si algún depredador viene...
—Sabes mucho de esto—dice Lo'ak. —¿Qué querrán de ti los rojos?
—No lo sé. T'xiva casi me mata cuando me encontró...
—Eso me recuerda a algo—le dice sonriendole. —¿Recuerdas lo que nos contó mamá cuando conoció a papá?
—¿De qué trató de matar a papá cuando lo conoció?—preguntó y Lo'ak asintió. —No digas tonterías... Debiste verle la cara cuando iba a apuñalarme...
—Del odio al amor solo hay un paso...
—Ya callate y duérmete—le dice cerrando los ojos. —Mañana tenemos un largo camino.
—Si, esta bien. Pero tienes que admitirlo, ella te ve como si le pertenecieras.
—Alucinas—le contesta permaneciendo con los ojos cerrados.
—De ninguna manera—comenta acomodándose en la arena. —Creo que le gustaste.
—Apenas la conozco—le dice abriendo los ojos para voltear y verlo.
—Ya la conocerás—dice también abriendo los ojos para verlo.
—Me encantaría hablar contigo toda la noche, pero mañana tenemos un viaje largo—le dice sonriendo.
—Que noche tan fría.
—Mañana llegaremos. Ya quiero llegar, extraño el agua—le dice Neteyam.