Cada uno de los vampiros del consejo habló acerca de los temas restantes, mientras Jungkook y Taehyung escuchaban con atención, incluyendo la manera en la que sobrevivían desde la partida de su lord. Además de uno que otro detalle que los anteriormente mencionados brindaban.
Al haber quedado a la deriva, al clan Jeon le tocó iniciar desde cero con su comunidad. Construyendo ellos mismos cada uno de los hogares que los refugiarían en tiempo récord. Por suerte, contaban con el dinero suficiente para conseguir los recursos necesarios, por lo que eso no fue la mayor complicación.
Al contrario, el sufrimiento y el temor por el perseguidor fueron el pan de cada día para los vampiros que eran regidos por Jungkook, pues muchos se arriesgaron voluntariamente a ayudar a su gente y salir adelante. Sin embargo, la vida les recompensó evitando más perdidas de las que ya tuvieron en un pasado, logrando levantarse de las cenizas como el ave fénix, hasta que el ansiado reencuentro con su líder llegará.
Lo que finalmente sucedió gracias al accionar desinteresado del escritor de varios best-sellers que supo acoger al inmortal de cabellos azabaches.
Pero dejando eso de lado, adaptarse a vivir en las sombras no había sido tan difícil porque ellos ya estaban acostumbrados a pasar desapercibidos entre los humanos.
Y a pesar de que escaparon de su hogar con muy pocas cosas, poco a poco fueron recuperando lo que perdieron.
Jungkook podía afirmar que el orgullo no le cabía en el pecho. Su gente supo cómo defenderse, mientras él se recuperaba en la cueva. Y aunque la culpabilidad de no poder hacer más por ellos le atacó constantemente desde que sus párpados se abrieron, al oír los testimonios de sus amigos supo que no todo fue tan malo.
—Gracias por haber resistido en mi ausencia.
—Se hizo lo que se pudo según nuestras posibilidades—el vampiro de hoyuelos reconoció con una sonrisa en sus labios—. Ya pasó lo peor y estando nuevamente juntos, el perseguidor no nos tomará con la guardia baja.
—Nam tiene razón, por lo que cuando quieras puedes volver con nosotros.
—¿Volver?
Sin querer la pregunta escapó de sus labios ante el comentario de Yoongi. El azabache se sentía tan estúpido por decirlo en voz alta, más al ver la expresión apagada del castaño. Realmente quería aferrarse a la idea de que esa reacción se debía a que también se acostumbró a su presencia en su hogar.
A la rutina tan linda y divertida que le dio color a su monótona vida.
Regresar con los suyos fue lo primero que Jungkook quiso hacer cuando despertó, pero ahora que Taehyung se había hecho un lugar en su cotidianidad no estaba tan seguro.
Al menos no quería que todo terminará ahí. Volviendo a ser dos desconocidos que se concentrarían en lo que el destino preparó para ellos.
No se sentía bien por una razón que todavía se negaba a aceptar, pues el miedo al rechazo era muy fuerte.
—Sí, volver a casa—aseguró Namjoon con determinación—. La casa que te pertenece te espera desde hace tanto tiempo, lord.
—Ya veo...
Jimin era muy observador, por lo que no pudo ignorar el particular comportamiento de su líder. Era obvio que no quería irse de lado del escritor ni así le pagarán. Y si era sincero, si tiempo atrás hubiera estado en la misma situación con Yoongi, Jimin no se lo pensaría dos veces para quedarse con él, así tuviera que darle la espalda a su gente en el proceso.
Porque el amor nos vuelve ciegos. Mucho más si se trata de un amor verdadero en el que sabes que puedes confiar sin importar qué.
No obstante, la situación de Jungkook era más complicada por ser el "jefe" de un clan. En otras circunstancias, quizá hasta podría ser juzgado por querer poner sus deseos personales antes que los de su gente, pero en ese preciso instante contaban con la excusa perfecta para salvarlo.
"Soy tan inteligente. Ya luego me lo agradecerá".
Jimin sonrió para sus adentros, y antes de que el azabache pudiera responder a lo dicho por el vampiro de hoyuelos, este se le adelantó.
—Podrán decirme loco, pero si traje a Jungkook acá fue solo para que conversáramos un rato, no para que se quedará desde ya.
—¿De qué estás hablando, Jiminnie?
—Se me ocurrió un plan más efectivo, Yoon. Claro, si es que Taehyung-ssi quiere ayudarnos una vez más.
El mencionado salió de su propia ensoñación al ser nombrado por el rubio. La misma yacía cargada de pena, porque tendría que volver a acostumbrarse a la rutina que tenía cuando el vampiro de orbes escarlatas todavía no aparecía en su triste vida para ponerla patas arriba.
—¿Yo? ¿En qué puedo ayudarles?
Los inmortales del consejo observaron a Jimin con la intriga pintada en sus rostros al no saber que rayos era lo que tramaba. No entendían cuál sería el punto de tanto esfuerzo si su líder no volvía donde se suponía que debía estar.
—En que sigas manteniendo a Jungkook en tu hogar.
—¡¿Qué?!
🍷
La sala nuevamente se quedó en completo silencio, como si les hubieran robado las voces a los presentes, hasta que el mismo Jimin hizo intervención tras aclararse la garganta.
—Lo que escucharon—el rubio reafirmó su idea a Jungkook y a Taehyung, quienes apenas compartieron miradas, porque su atención no podía desviarse de la pareja de Yoongi o creerían que les estaba jugando una broma—. Lo más importante para nosotros es la seguridad de nuestro líder, y mi instinto me dice que, si continúa con el estilo de vida que ha mantenido hasta ahora gracias a Taehyung-ssi, podremos seguir preparándonos con calma. Ya que, a fin de cuentas, Jeon Jungkook no existe para las personas normales.
Park hizo referencia a la identidad falsa que el castaño les contó que le había otorgado a su líder.
—Aunque eso no significaría que no nos pudiera visitar cada que quiera, ya que le daremos la llave que le corresponde para que entre por el portal.
—Pero Jiminnie, quizá eso puede ser una molestia para Taehyung-ssi.
Namjoon recibió una mirada filosa por parte de su amigo. El inmortal de hoyuelos se quedó paralizado al entender el mensaje implícito, por lo que no tardó en corregirse.
—B-Bueno, sería mejor escuchar al principal involucrado. ¿Qué es lo opinas tú, Taehyung-ssi?
—No sería ninguna molestia—aclaró, porque ciertamente no lo era. Su boca no tardó en dar respuesta al ser motivada por su corazón. Sin embargo, la última palabra no la tenía él—. Pero Koo, ¿tú estarías de acuerdo con eso?
Lord Jeon se lo pensó por un momento. ¿De verdad podía permitirse ser egoísta, poner sus deseos antes que a su gente?
¿En serio tendría el gusto de seguir compartiendo su día a día con el castaño que últimamente adoraba llamarlo por ese diminutivo que en otras circunstancias hubiera repudiado con su alma?
No comprendía la sugerencia de Jimin, por el simple hecho de que jamás se le pasaría por la mente que su amigo se había armado una película en su mente. Creyendo que ya era la pareja de Taehyung, al que eventualmente llevaría a vivir con él, para presentarlo con su gente como el nuevo líder.
Sí, así de drásticos eran los vampiros. Para ellos no existían las medias tintas, o era blanco o era negro, no importaba el caso.
—Si quiero. Estaré nuevamente a tu cargo si me lo permites, Tae.
El vampiro le regaló una pequeña sonrisa, amando corresponder con un diminutivo de ese nombre que le encantaba pronunciar. El humano no pudo no corresponder felizmente, mostrándole esa sonrisa cuadrada que al vampiro le parecía una obra de arte digna de ser retratada.
—De acuerdo, será un gusto que me sigas haciendo compañía.
Jimin quería celebrar a lo grande por el gran favor que estaba haciéndoles.
—Con eso aclarado, deberían analizar si quieren seguir como mates, ya que aprovechando la ocasión podrías ir llevándote unas cuantas pociones para sobrevivir con eso, Jungkook-ah.
—T-Tampoco me molestaría—informó, impactando gratamente al rubio—. A decir verdad, ya me he acostumbrado. Y si quiere seguir haciéndolo, por mí no hay problema.
—¿Lo juras, Tae? No quiero que lo hagas por presión.
—Me cuidas mucho, más de lo que alguna vez yo hice. Así que no hay razón para preocuparme de que me vaya a pasar algo malo.
Los vampiros del consejo no pudieron evitar sentir ternura por esa declaración, sin duda el escritor había vuelto un encanto a su líder. Ni rastro del inmortal que parecía ser más frío que un tempano de hielo. Definitivamente estaban adorando las interacciones ajenas, que denotaban el romance floreciente. Ya querían verlos juntos oficialmente, no les daban más de un mes antes de que confesaran lo que sentían por el otro.
—Entonces ya está dicho—Taehyung y Jungkook asintieron al mismo tiempo—. Hay que esperar a que pronto esta situación se resuelva, para volver a la normalidad y vivir en paz.
—Hablando de eso, noona, ¿hay alguna información del paradero del perseguidor?
—Sí, algunas de mis amigas brujas me comentaron que hace un mes atrás lo vieron al otro lado de Seúl. No ha estado tan desaparecido como imaginamos desde un inicio, pero sabe de sobra cómo esconderse. El desgraciado es muy escurridizo como una cucaracha.
—Ya veo. Y, ¿ya tienen una idea de cómo podremos enfrentarlo?
—Sí, pero eso podemos conversarlo en tus próximas visitas—la vampira le restó importancia para no estresarlo y que terminará cuestionándose más de la cuenta—. No tienes de qué preocuparte, Jungkook-ah, porque hemos hecho un buen trabajo en lo que te recuperabas.
—Y lo agradezco tanto. No se hacen una idea.
—No hay de qué—Yoongi se encogió de hombros con un semblante sereno—. Pronto habrá que hacerte una fiesta de bienvenida, pues tampoco me parece justo que ocultemos tu regreso a los demás.
—Yoon tiene razón, estaremos en contacto aprovechando que cuentas con tu propio móvil, Lord—Jimin mencionó ese hecho del que tuvo constancia antes de irse del hogar de Taehyung, donde aprovechó a intercambiar números con el azabache que ya era un maestro de la tecnología—. Yo te estaré avisando el día y la hora para que nos acompañen.
—¿Yo también? —el escritor interrogó al escuchar que el rubio habló en plural—. Solo pregunto...
Jimin asintió repetidas veces, con un entusiasmo que era capaz de animar a cualquiera.
—¿No ha quedado claro, Taehyung-ssi? ¡Todo el clan querrá conocerte!
—Ya veo, entonces estaré gustoso de venir. Pero aceptaré con la condición de que no me traten con tanta formalidad y que me digan si tendré que ir a comprar una ropa que se adapte a la que ustedes usan.
—Podemos cumplir con la primera—Namjoon fue el que respondió, y con curiosidad le hizo saber su duda al humano—. Pero... ¿A qué te refieres con lo de nuestra ropa?
—Me fue inevitable no fijarme en que aquí dentro usan ropa un tanto antigua, a diferencia de Jimin-ah que parece más adaptado a la modernidad.
—Ohhh ya veo, eso se debe a que le tenemos aprecio a nuestra vestimenta tradicional. Pero todos los vampiros contamos con la ropa que usan los humanos, pues como ya te lo habíamos dicho, también salimos al exterior y ahí no nos conviene que crean que estamos tratando de interpretar a un personaje.
—Justo ahora que lo mencionas, cuando llevaba a Jungkook a mi casa tuve que mentirle al taxista sobre que íbamos a una convención de disfraces—relató conteniendo la risa, que gran actor fue ese día—. A mis amigos también les tuvimos que decir que usaba lentes de contacto para que no dudaran de mis palabras.
—A veces nos toca ser creativos para evitar meternos en problemas—mencionó la fémina, muy divertida por el relato—. Que bien que supieron cómo llevar la situación, a nosotros también nos ha tocado inventar cada excusa.
—Me hago una idea, noona, pero creo que lo mejor será que nos vayamos—el azabache anunció de la nada—. Fue muy bueno volver a verlos después de tanto tiempo—Jungkook se levantó al ver la hora que su reloj marcaba. Taehyung no había dormido casi nada y eso era inaceptable, debía velar por su bienestar o podría enfermar—. Estaremos conversando.
—Eso ni lo dudes.
Jimin copió el accionar de su líder, y luego propuso con amabilidad—. Yo los llevaré de vuelta, ya es muy tarde.
—Pero antes de que se vayan, toma esto—Yoongi se incorporó de su lugar y tomó la caja que prepararon con anterioridad—. Aquí dentro está la llave, ya viste como Jiminnie la usó, por lo que solo deberás acostumbrarte.
—Gracias hyung, la usaré responsablemente.
—Sabemos que así será, Lord.
Los presentes se despidieron los unos a los otros, prometiéndose un pronto reencuentro. Jungkook tomó de la mano a Taehyung que sintió como con ese sencillo garre le transmitía mucha seguridad y paz. Su corazón no pudo evitar agitarse frenéticamente por ese hecho, tanto que ni siquiera reparó en el momento que estuvieron de vuelta en su casa gracias al risueño Jimin, con el que parecía que se llevaría de maravilla.
—Ah, estamos en nuestro hogar.
Aquel comentario del inmortal provocó que la ceja del escritor se levantará, ¿escuchó bien?
Bueno, no importaba, porque le daba vergüenza indagar. Ya habían sido muchas emociones por ese día.
Mientras tanto, Jungkook agradecía estar unos pasos más adelante que el castaño para que no viera como su piel pálida se encendía en rojo. Acaba de dar a entender que era el hogar de ambos, pero rogaba que Taehyung no le prestará importancia al verdadero sentido de sus palabras y que mejor creyera que estaba haciendo referencia al lugar que compartía por ser huésped y hospedador.
Nada más que eso.
—Si...
—Deberías ir a dormir, Tae, esto ya te quitó mucho tiempo de descanso—aseguró, sin hacer contacto visual con el humano—. Ten buenas noches.
—Espera, Jungkook.
La mano de Taehyung tomándolo por el antebrazo lo hizo detenerse en seco.
—¿Qué...?
—Gracias por la manta y por guardar el documento—el azabache cedió y sus ojos se encontraron con los del escritor. Ambos compartían el sonrojo en sus mejillas gracias a la situación que estaban experimentando—. De verdad aprecio los gestos que tienes conmigo.
—No es nada, somos buenos amigos, ¿no?
En cuestión de segundos, el comentario del vampiro terminó con el ambiente cálido que los rodeaba.
—Claro, muy buenos amigos—Kim coincidió, deshaciendo el agarre—. Tú también ve a descansar, Koo.
Pero por más que esa realidad doliera en el alma, no era ninguna mentira y tampoco podría quejarse, porque ya era una suerte seguir teniendo más tiempo a lado del vampiro.
El único con el que podía conversar sobre cualquier cosa y jamás aburrirse.
Se despidieron con un ademán y cada quien se fue por su lado, con rumbo a sus habitaciones, siendo cada vez más conscientes de que se engañaban con lo que realmente sentían.
¿Hasta cuándo resistirían?
Continuará...
Gracias por leer cielos, de verdad aprecio todo el amor que le están dando al fic, no olviden recomendarlo. Ténganle paciencia a mis niños, les prometo que serán muy bien recompensados.