Seokjin analizaba los últimos informes que su secretaria le había llevado en esa cálida mañana. Detallando el satisfactorio hecho de que los libros que salieron de la editorial en el último mes estaban siendo muy bien recibidos por el público. Por lo que tendrían que mandar a hacer más impresiones de los mismos para cubrir la alta demanda por parte de las librerías.
Estaba tan satisfecho con esas estadísticas, además de que no podía estar más feliz por las ventas digitales y de los audiolibros.
Sin duda VanteBooks gozaba de su mejor época, y con el próximo best seller de Taehyung dicho éxito seguramente seguiría aumentando.
Una sonrisa tiraba de sus labios de forma inconsciente. Ansioso por comunicar la buena nueva a Taehyung. Pero antes de si quiera marcarle a su número móvil para comprobar que estuviera llegando al lugar, un toque en la puerta de su oficina lo sacó de su trance.
—Pase por favor.
Su voz firme fue la clara indicación para que del otro lado giraran la perilla y dos personas ingresaran a su espacio de trabajo.
No fue difícil reconocer a su mejor escritor y buen amigo. No obstante, el susodicho yacía siendo acompañado por un joven de piel tan blanca como la nieve, de ojos grandes de una tonalidad escarlata muy poco común y sedoso cabello azabache.
En su vida el castaño le habló acerca de algún amigo con dichas características. Y si lo hizo seguro fue cuando estaban tomando soju o cualquier otro alcohol fuere como para hacerle olvidar los temas que fueron parte de su charla.
Sin embargo, no quería sonar descortés con el invitado imprevisto. Motivo por el cual ignoró sus ganas iniciales de cuestionar el motivo de su presencia y la relación con el joven de piel canela.
A fin de cuentas, confiaba en el buen juicio de su amigo, y si de alguna manera la presencia de aquel azabache tenía el más mínimo grado de importancia, era obvio que se lo haría saber.
—Buenos días Jin hyung.
—Buenos días, Tae...
El castaño no tardó en reaccionar al percibir la incertidumbre en los orbes claros del mayor. El momento había llegado y no existía retorno.
—Él es An Jungkook—le presentó con una cordial sonrisa, y el susodicho dio un paso al frente para extender su mano hacia el joven de hombros anchos, quien la recibió con absoluta amabilidad—. Un buen amigo que hice tiempo atrás.
Taehyung se sintió orgulloso porque su voz no saliera inestable de sus labios. Delatando lo mucho que le costaba mentir.
El plan que armó junto al vampiro debía salir a la perfección y este era el primer paso. Cada movimiento estaba fríamente calculado.
El cambio del apellido Jeon por An fue uno de los detalles que tuvieron que resolver primero, pues de alguna manera eso garantizaría la seguridad de la identidad real del líder del único clan vampiro de Corea del Sur.
El mismo azabache fue el encargado de escogerlo, porque según sus propias palabras debía ser uno que fuera de su agrado.
El humano había rodado los ojos por lo quisquilloso que el inmortal podía ser con cosas tan banales como esa, pero evitó llevarle la contraria al respecto ya que se trataba de un asunto de mucha importancia.
Además, el inmortal se veía muy feliz por su elección. Y él no era nadie para quitarle esa alegría. No después de que de manera tan emocionada le explicara que su significado era "pacifico", un término que a pesar de todo definía muy bien a su gente y a él mismo.
Lo que también influía a que se sintiera cercano a las personas de las que se alejó por protección y no por elección. Ya que un verdadero líder jamás abandona a su gente.
Teniendo ese detalle resuelto, el escritor no se lo pensó dos veces antes de usar sus maravillosas habilidades de edición para falsificar todo tipo de documentos que pudieran ser necesarios mientras Jungkook vivieran con él.
Evitando levantar sospechas innecesarias a toda costa.
—Un gusto, Seokjin-ssi. Lamento que mi visita fuera totalmente inesperada, pero Tae podrá explicártelo más adelante.
—Oh, entiendo. Entonces tomen asiento.
Un intrigado Seokjin hizo un ademán para que la particular pareja de "amigos" tomara asiento en frente suyo, luego de que se colocara detrás de su escritorio lleno de papeles.
Su curiosidad estaba a tope después de como el tal Jungkook pronunció el nombre de Taehyung con un diminutivo, ya que el castaño permitía eso a gente de su absoluta confianza.
Realmente la situación era muy interesante, y su cerebro le exigía por respuestas prontas. Aunque algunas interrogantes estuvieran muy claras en su cabeza.
Entre ellas, quería saber si Hoseok tenía conocimiento de esto, porque de darse el caso de que así era, no podría evitar sentirse desplazado al creer que era el único que se estaba perdiendo de algunas cuestiones que parecían estar sucediendo en la vida de su amigo.
Ojalá ese no fuera el caso.
Y lo bueno era que el mencionado también debía de estar arribando a su oficina en los próximos minutos según el mensaje que le envió hace una hora aproximadamente.
—De acuerdo, hyung, suelta todo lo que me tengas que decir sobre mi nuevo libro—Taehyung le incitó con una sonrisa llena de confianza y esperando volver a escuchar los halagos que ya había leído en formato de mensaje en su correo electrónico—. Soy todo oídos.
—Bien, primero que nada, si te cité aquí es porque quiero felicitarle por tu excelente trabajo en "I swear on my blood". Siempre logras sorprenderme TaeTae, tu imaginación es increíble y la manera en la que desarrollas los sucesos es exquisita, me dejaste con ganas de leer más sobre Lord Ryu y su clan.
Jungkook no pudo evitar sacar pecho muy orgulloso de sí mismo al ser alabado indirectamente por el personaje del libro de Taehyung en el que estaba inspirado.
De sobra sabía que era increíble, pero escucharlo de vez en cuando de boca de otras personas era lo mejor del mundo. Porque su ego se levantaba más alto que el Everest.
Aunque últimamente los halagos de Taehyung fueran los que le llenaran más. Pero eso no debía saberlo nadie.
—Muchas gracias. Estaba un poco bloqueado, pero sin esperarlo la inspiración terminó por alcanzarme.
El castaño dedicó una mirada de reojo al joven que mantenía a su costado que no pasó desapercibida para el dueño de la oficina.
"¿Y así se dicen solo amigos? Qué raro".
—Ya veo... Eso es bueno, estuve preocupado por un instante, pero me alegra que pudieras resolverlo. Lamento si te meto mucha presión.
—En este trabajo es normal, hyung, es el precio de vivir de lo que amas. Solo que espero después de este libro tomar un descanso.
—Lo harás, te doy mi palabra.
—Con eso me quedo más tranquilo. Haré mi mayor esfuerzo hasta que ese momento llegue.
—Confió en que así será—le respondió con calma, y se aclaró la voz para continuar con el siguiente punto que quería desarrollar en la conversación—. La segunda cosa que te quería informar es acerca de lo bien que van las ventas. Tengo los documentos en físico, pero sé que prefieres analizarlos con tranquilidad, así que ya pedí que te mandaran una copia en tu correo electrónico.
—Gracias hyung, me conoces bien. ¿Algo más?
—Eso sería lo más relevante, además de que extrañaba verte por aquí. Sé que últimamente prefieres trabajar en la comodidad de tu casa, pero tu oficina sigue disponible para que la ocupes cuando gustes.
—Y créeme que lo aprecio, hyung. Me disculpo por ser un ermitaño en este último tiempo, pero mi casa ese el único lugar en el que me concentro de mejor manera, y mi nuevo libro es la mejor prueba de eso.
—De acuerdo, ya no insistiré más con ese tema, Tae.
—Soy feliz por contar con tu comprensión, hyung.
—No es nada, pero con eso aclarado supongo que ya puedes contarme a qué se debe la presencia de Jungkook-ssi.
El vampiro se mantuvo callado como una tumba en ese tiempo en el que intercambiaban palabras. No obstante, su cuerpo se tensó al escuchar ser mencionado por la voz ajena. Esta era la señal para iniciar la segunda etapa en la actuación, la que vale recalcar era la más importante para que sonaran muy convincentes.
—Claro, como te dije al inicio...
Pero antes de que el castaño siguiera el hilo de la conversación, la puerta se abrió de golpe.
—Hola, lamento llegar tarde. Mucho tráfico.
Hoseok apareció en el campo visual de todos. No era de sorprenderse la manera en la que entró al lugar, así que ninguno de los amigos dijo nada, porque conocían de sobra su mal hábito de ingresar sin anunciarse. Sin embargo, al joven de sonrisa brillante le cambió la expresión al notar a un tercero que no conocía de nada.
—Hola... ¿Quién eres tú?
El azabache no tardó en presentarse, siendo correspondido con suma cordialidad por parte de Jung, mientras Taehyung invitaba a que su publicista se acercara lo suficiente para que darle el mismo contexto que a Seokjin.
—Llegaste a tiempo, Hobi. Justo le iba a contar a hyung acerca de Jungkook.
—Que bien. Por fin llegó puntual a algo interesante. Continúa por favor.
Y esa petición bastó para que la particular pareja soltara sus mentiras como si fueran la más pura verdad.
🍷
Durante algunos minutos ambos contaron por turnos que se habían conocido en uno de los viajes por la firma de los libros de Taehyung que hizo en Busan, la supuesta ciudad natal de Jungkook. Pareciendo tan lógico según los otros dos presentes, pues ellos no acompañaban en dichas travesías al escritor.
Un día de esos el azabache se encontró con el escritor en un supermercado y la amistad no demoró en fluir con naturalidad. Por lo que terminaron compartiendo sus números y de vez en cuando conversaban en KakaoTalk.
Alcanzando a la actualidad, en donde el joven de piel nívea le pidió de favor a Taehyung que le permitiera ser su roommate por un tiempo, y siendo su ayudante a modo de devolverle el favor hasta que su familia volviera de viaje por un tema que prefería no tocar, para que él pudiera trasladarse a su hogar con ellos.
Tanto Hoseok como Seokjin sentían que había algo raro en todo esto, pero ninguno terminó por cuestionarlo ya que se trataba de una decisión de su amigo. Y aunque no conocieran a Jungkook en profundidad, le dieron su voto de confianza por la manera tan amena en la que lo trataba, además de los datos que eran proporcionados por el susodicho como su edad, gustos y su pasado obviamente inventado.
Los amigos de Kim estaban seguros de que no se sorprenderían si al final era una mentira y la realidad trataba de que aquel azabache era el novio del escritor. Pero por cuestiones de vergüenza prefirió montar todo ese show ya que el castaño siempre había sido muy reservado con sus cosas.
Tanto que si hacían la más mínima mención se alteraba diciendo que estaba dedicado a su carrera como escritor profesional y que no tenía tiempo para cursilerías o romances que pudieran distraerlo de sus objetivos.
Pero uno nunca sabe lo que el destino prepara entre manos.
Así era Kim Taehyung y lo aceptaban y amaban sin importar qué.
Después de unos minutos la conversación se desvió hacia otros temas triviales, por lo que Seokjin no se lo pensó dos veces antes de interrogar al azabache acerca del color tan peculiar de sus orbes.
—¿Son reales o son lentillas? ¿Prefieres usarlas en lugar de un par de anteojos?
Taehyung sonrió con suficiencia al haber previsto esa interrogante, ya que su hyung era demasiado curioso y si no lo preguntaba él, muy probablemente Hoseok lo haría.
—Mmm, sí. Son lentillas. Nunca me han gustado los anteojos...
—Ya veo, sería muy raro que tuvieras ese tono tan peculiar, pero ¿por qué lo escogiste?
—Siempre me ha gustado el color rojo escarlata—argumentó con seguridad—. Por ese motivo terminé por decidirme por ellos.
—Entiendo. Buena elección.
—Muy buena, te hace parecer como un vampiro—comentó el publicista con naturalidad—. El ser tan pálido te ayuda mucho más a dar esa impresión, ¿no lo crees Tae?
—Y que lo digas...
El castaño rio con suavidad, acomodando su brazo por sobre el hombro del inmortal para parecer mucho más convincente, aunque Jungkook creyera lo contrario, pero el contacto con su mate no le desagradaba en lo absoluto. Tan solo esperaba que los amigos de su lirio no le dieran gran importancia.
Porque si supieran que eso era cierto se caerían patas arriba.
—Lo comprendo.
Seokjin les devolvió la sonrisa e hizo una propuesta que ninguno se vio capaz de rechazar.
—¿Les parece dar un recorrido por la editorial para que Jungkook-ssi conozca más a fondo este mundo ahora que será tu asistente? ¿Tú qué opinas al respecto, Tae?
—Sí, así lo presentamos con el resto—Hoseok se involucró en la conversación, sonando muy animado por la idea—. Acepten por favor.
—Estoy de acuerdo, hyung. Pero tú Jungkook-ah, ¿lo estás?
—Yo voy donde vayas, Tae.
El escritor le dedicó una suave mirada al contrario que no pasó desapercibida para sus amigos, procediendo a tomarlo de la mano para guiarlo hacia el exterior de la oficina. Sin embargo, nadie diría nada al respecto porque cuando algo es obvio, no se pregunta.
Mientras tanto, en otro lugar muy lejano y oculto de los curiosos ojos humanos. Un grupo de vampiros escuchaba con atención el relato de Jimin sobre la desaparición de su líder, determinando en el proceso una estrategia definitiva para comenzar con su exhaustiva búsqueda.
Ya que no se podían dar el gusto de no hacer hasta lo imposible para que regresará con ellos, con su querida familia.
Necesitaban a Jungkook y ninguno estaría en paz hasta reencontrarse con su Lord.
Continuará...
Gracias por leen, en serio aprecio mucho el cariño que le están dando a este fic. No olviden recomendarlo, eso me haría muy feliz. Y oficialmente entramos a la siguiente etapa de la historia de nuestro lord y su lirio, espero la disfruten mucho.