Taehyung mantenía su boca abierta por la impresión. Porque lo que Jungkook le contaba era una completa locura. Su historia fácilmente podría ser comparada con una montaña rusa que posee tantas curvas, pues dicho el relato estaba lleno de giro de trama que su mente jamás pudo haber ideado.
Sin embargo, cuando el inmortal finalizó su detallada narración, el castaño supo que no hubo mejor idea que pedirle que se la contara. Ya que en ese preciso momento se sentía lo suficientemente inspirado como para sentarse frente a su laptop y escribir hasta el cansancio.
Aunque eso no sería posible por el simple hecho de que cierto vampiro estaría vigilando que no descuidara su salud, porque según él a partir de ahora le cuidaría.
Solo el tiempo le confirmaría que tan cierta era esa promesa. Pues al castaño le bastaba con que su huésped hubiera aceptado su loca propuesta de ser su fuente de inspiración para escribir su nuevo libro del género drama sobrenatural.
—Y eso fue lo que sucedió...
—Es jodidamente impresionante.
—Sí, para un humano debe ser algo muy increíble, pero lastimosamente sigue siendo una pesadilla de la que no podré escapar hasta que ese desgraciado pague por lo que hizo.
La mirada de Jungkook se oscureció rápidamente gracias a los horrorosos recuerdos de su pasado manchado por la sangre de víctimas inocentes. De esos mártires que estaban a su cargo y que no fue lo suficientemente fuerte como para proteger con su propia vida.
El humano notó aquel detalle y no pudo evitar sentirse mal al imaginar que con su sincero comentario hirió de alguna forma al azabache. Porque su intención jamás fue querer minimizar los terribles hechos que continuaban atormentándolo, era todo lo contrario.
—Hey, no lo digo en mal plan—aclaró, incorporándose de su asiento para quedar frente al susodicho. Hace unos minutos había terminado su desayuno, dejando la vajilla sucia en el fregadero y decidiendo acomodar su silla más cerca del joven de piel nívea—. Es un relato que cualquier persona calificaría como un invento, pero eso no significa que yo lo vea de esa manera.
—¿De verdad? —Lord Jeon interrogó, levantando su rostro para encarar al bonito chico—. ¿Lo dices en serio?
—Muy en serio. Fue algo desastroso y de todo corazón espero que le den una lección al bastardo del perseguidor, quien parece ser un ser que solo se deja llevar por el odio y no por la razón.
El joven de piel canela explicó con determinación, haciendo sonreír levemente al vampiro que notó como sus manos que descansaban en su regazo eran masajeadas por las del contrario, en un claro gesto de apoyo y consuelo.
—No tenía por qué desquitarse de esa forma con que gente que nada tenía que ver con lo que sucedió tiempo atrás. La venganza jamás será la respuesta, porque te puedo confirmar que por muchas vidas que haya tomado, seguirá sintiéndose infeliz.
—Gracias por esas palabras, Tae. Yo sé que mis padres tampoco eran blancas palomas, pero en esa época era vivir o morir. Y no es por victimizarnos, pero nuestra especie por el simple hecho de ser distinta a la suya, se encontraba en desventaja...
—Porque el miedo a lo desconocido siempre causa desgracias, ¿verdad?
—Triste, pero cierto—concordó, relajando su expresión—. Aunque ya no se puede cambiar el pasado, esta vez me aseguraré de que mi gente pueda vivir su futuro en paz. Porque no es nuestro afán estar metidos en problemas con nadie.
—Eso es muy admirable de tu parte, se nota que eres un buen líder que piensa en los suyos. De verdad te agradezco que me lo contaras a pesar de ser un tema difícil.
—No hay de qué, me transmites la confianza necesaria para eso. Y solo sigo los pasos de mis padres—admitió con honestidad, relamiendo sus labios—. No es algo fuera de este mundo.
—Para mí sí, porque tuviste oportunidad de hacer las cosas a tu manera, pero decidiste dejarte guiar por lo que ellos te enseñaron. Y por eso confió en que donde sea que estén deben estar muy orgullosos de ti, lord.
—Muchas gracias, lirio.
—No es nada—el castaño le restó importancia, poniéndose de pie y soltando esas manos que eran tan frías como el hielo. Aunque gracias a su calor corporal se habían vuelto tibias—. Ahora quita esa carita triste, y vamos a que te cambies de ropa, mientras yo me voy a duchar.
—Espera un momento.
El inmortal detuvo con sus palabras al chico que ya se había alejado lo suficiente de donde él se encontraba.
—¿Hay algún problema?
—Yo también quisiera tomar un baño.
—¿Los vampiros se bañan?
—¿Pensabas lo contrario? —inquirió indignado ante el rostro cargado de sorpresa del humano—. Nosotros somos muy limpios a pesar de que no los necesitemos. Ya que no expelemos ningún aroma corporal como ustedes los humanos. Pero, aun así, no te haces una idea de la ilusión que me causa quitarme la sensación de incomodidad por estar un siglo sin tomar un baño.
—Es asombroso como uno aprende cosas nuevas cuando menos se lo espera—le respondió con una pequeña sonrisa tirando de sus labios de corazón—. Buen día para tener dos regaderas disponibles.
Jungkook no pudo evitar soltar un travieso comentario solo para molestar a Taehyung.
—Que mal, y yo que esperaba que nos bañáramos juntitos—dramatizó como si eso realmente lo afectara, provocando un sonrojo en el escritor—. Y nos enjabonáramos la espalda mutuamente.
—¡E-Eres imposible!
—Pero así aprenderás a tenerme aprecio—aseguró con obviedad—. Solo espera y verás.
—Como sea. Mucho hablar y poco hacer. Sígueme, lord.
—Tus deseos son órdenes para mí, lirio.
El castaño resopló y fue a buscar las cosas necesarias para que el inmortal pudiera tomar su baño, para luego dirigirlo hacia el cuarto donde podría asearse y cambiarse tranquilamente de ropa. Mientras Kim repetía dicha acción al otro extremo de su hogar, todavía analizando la verdad detrás del vampiro azabache.
Teniendo muy presente lo cruda que había sido su situación, pero aun así no cediendo y queriendo luchar por lo que era importante para él.
Jungkook era digno de admirar, y Taehyung se encargaría especialmente de retratar eso en su obra.
🍷
El azabache se encontraba terminando de deshacerse del jabón que cubría su cuero cabello, masajeando la zona con suavidad, mientras la lluvia artificial mojaba su anatomía, llevándose cualquier residuo espumoso.
Esto era lo que deseó con fervor desde que Taehyung le hizo la propuesta de quedarse con él, y se sentía pletórico por haberlo conseguido.
Por lo que cuando cerró la llave del agua no pudo reprimir la sonrisa que brotaba tan naturalmente gracias al sentimiento de satisfacción absoluta.
Sin embargo, al momento en que luego de secar cada parte de su cuerpo con la toalla color azul, detalló la ropa que el humano escogió para él.
Obviamente era suya, pero eso no quitaba el hecho de que se veía muy cómoda. Además de que ambos tenían una contextura y altura parecidas que los beneficiaría en ese aspecto.
El conjunto estaba conformado por una camisa negra, un pantalón de chándal gris, unas pantuflas peludas en lugar de zapatos y ropa interior nueva, ya que seguía estando dentro de un empaque plástico.
Que oportuno y considerado de su parte.
No demoró menos de cinco minutos en cambiarse, cuando su increíble sentido del olfato percibió una tenue fragancia emanar de las prendas.
Era el especial aroma a lirios que tanto amaba. El cual muy seguramente no se desvanecía de la ropa por el simple hecho de ser una pertenencia del escritor, por mucho que fuera lavada incontables veces.
Igualmente, no se veía capaz de quejarse, porque en su expresión se mostraba lo contento y encantado que se sentía al ser resguardado por dicho olor.
Cualquiera de los vampiros que pertenecían al clan Jeon jamás podría imaginar dicha situación, pues para ellos solo existía el líder serio, protector y estratega.
Pero como dicen por ahí, las personas verdaderamente especiales son las que consiguen ver facetas únicas que no se conocen de uno mismo.
Y eso sería el castaño en la vida de Lord Jeon.
Taehyung también había acabado de vestirse, usando unas pantuflas negras a juego con blancas del inmortal, un pantalón de mezclilla café y un buzo color vino con cuello alto que ayudaría a cubrir la marca de mordida del más pálido.
Ya que desde ahora debía acostumbrarse a ello, para que las personas no se asustaran y comenzaran a hacer preguntas que no quería contestar.
Salió de su habitación en búsqueda del inmortal cuando de camino a la sala se encontró al vampiro luciendo su ropa, la cual vale recalcar le quedaba muy bien al hacer contraste con su lechosa piel.
—¿Estás cómodo con lo que elegí para ti?
—Sí, muchas gracias. Fue una buena elección.
—Los colores oscuros te hacen lucir más. Debe ser porque eres un vampiro.
—Puede que sí, pero yo creo que debo agradecer que mi apariencia es considerada atractiva para muchos.
—¿Narcisista?
—Yo prefiero el término sincero.
—Como digas, señor atractivo—Taehyung le molestó, y luego contó el destino de sus prendas al azabache—. Ya metí tu ropa a lavar, así que en unas horas estará lista. Sin embargo, te recomiendo dejarla guardada hasta que debas irte.
—¿No te gusta?
—Muy anticuada y si alguien te ve con ella es probable que crean que estás disfrazado.
—Cierto, los tiempos han cambiado y debo acostumbrarme—coincidió, porque había olvidado dicho detalle, además de que el escritor tenía la boca llena de razón—. Por lo que despreocúpate por eso.
—Bien, me gusta cuando los chicos son inteligentes y obedientes.
Antes de que Jungkook pudiera responder, el joven de piel canela lo tomó del brazo solo para llevarlo hacia el cómodo sofá en que habían estado horas atrás. Sin la mínima intención de oponerse ante la repentina acción, pero estando sumamente curioso por el comportamiento del contrario.
—¿No se suponía que debías trabajar?
—Por supuesto que sí, pero antes de eso quiero enseñarte algunas maneras en las que puedas distraerte aparte del móvil.
—¿En serio? —el inmortal interrogó, obteniendo un asentimiento—. De verdad estoy apreciando mucho las molestias que te estás tomando por mí.
—Ya te dije que no es nada. Lo único que quiero es que mi huésped se sienta cómodo por el tiempo que se quede en mi casa.
—Créeme cuando te digo que es más que obvio que será así.
—Gracias—el humano canturreó, tomando el control del Smart TV que estaba frente suyo—. Una vez más, te pido que me prestes atención.
—Toda tuya.
Taehyung no contuvo la expresión orgullosa que se instaló en su rostro, mientras iniciaba su explicación con respecto a la fina pantalla negra que despertaba el interés de Jungkook.
El escritor le contó sobre las distintas apps para ver series, películas o videos de cualquier tema, además de la posibilidad de sintonizar canales de diversos lugares en el mundo.
Dejando gratamente al vampiro que entendía muy rápido y que guardaba la nueva información como si todo un siempre hubiera estado en su cerebro.
Hasta que, sin pretenderlo, la conversación se desvió hacia otro tema que el castaño había perdido la oportunidad de mencionar con anterioridad.
—Me comentaste que estuviste dormido un siglo, por lo que ese suceso se dio en 1922, ¿cierto?
—Sí, ¿por qué?
—Es que perdón si te lo digo, pero es demasiado extraordinario que te conserves tan bien cuando eres un viejito.
—Eso es grosero—el inmortal se escandalizó por el apodo, porque él no era ningún viejito—. No es mi culpa que ustedes los humanos tengan un tiempo tan finito que termina siendo reflejado en las arrugas y canas que les aparecen cuando son mayores.
—Ya, lo lamento. Retiro lo de viejito, pero tú me entiendes.
—Exacto, a la perfección. ¿Hay algo más que quieras saber?
—¿Qué edad aparentas? —interrogó divertido—. No te pongo más de veinticinco.
—Adivinaste. Mi tiempo se detuvo a la edad de veinticuatro años, pero ya sabes que mi edad es más de la que puedas imaginar.
—Lo entiendo, sin embargo...
El azabache le analizó interrogante, esperando porque el chico completara la oración.
—Técnicamente yo sería el hyung porque tengo veintiséis años.
—¿Acaso todo este interrogatorio fue para sacar esa conclusión?
—¿Algún problema?
—Ninguno, ninguno—se retractó con regocijo, al ver el puchero y entrecejo fruncido de su acompañante—. Si te hace sentir mejor, te dejaré serlo.
—Gracias. Pero solo porque soy bondadoso no te exigiré que me trates con formalidad, Jungkookie.
—Ya creo que era demasiado tarde para eso, si hasta me llamas tan confianzudamente.
—Tú fuiste el que inició llamándome lirio, así que no te quejes.
—No era una queja, bonito.
El susodicho soltó un suspiro, ignorando lo mucho que le estaba gustando ser apodado de esa manera. Incorporándose en silencio para conectar un dispositivo que el vampiro no conocía de nada.
—¿Qué traes ahora entre manos, lirio?
—Te mostraré una forma muy divertida que las personas usamos en el mundo actual para distraernos.
—Interesante, cuéntame más...
Jeon se acomodó en el sofá, estirando sus brazos en el proceso, mientras miraba fijamente de arriba hacia abajo al escritor que parecía querer mostrarle otro nuevo mundo en tan poco tiempo.
—Esto es una consola de videojuegos. Y te ensañaré a cómo manejarla, para que te vuelvas mi nuevo compañero de juegos. ¿Te gusta la idea, lord?
—Me encanta, si eso significa que podremos ponernos competitivos.
—¿Te gusta ser así?
—No te haces una idea.
—Bien, porque yo no me quedo atrás—Kim le extendió un joystick, luego de tomar el suyo—. Y no me tentaré el corazón si es que deseas que te dé una tegua.
—Eso jamás. Tienes mi permiso para ser rudo.
—De acuerdo, entonces luego no te vayas a quejar.
—Lo dudo, Taehyungie. Ven con todo hacia mí, tigre.
El dúo se compartió una sonrisa cómplice después de que Kim se acomodara a un costado del joven que parecía disfrutar de llamarlo por miles de apodos, iniciando lo que sería una partida de prueba en uno de los muchos juegos que le gustaban.
La cual no demoraría en convertirse en una batalla campal por descubrir quién sería el mejor jugador, gracias al magnifico entendimiento del inmortal.
Ronda tras ronda se pasaron volando, y por ese motivo Taehyung supo tras luego de quedar empatados que las semanas venideras sin duda serían especialmente entretenidas. Porque cuando dos personas competitivas se unían, jamás podrían ser detenidas. Y ellos estaban más que bien con eso.
Los dos encontraron a su otra mitad en los videojuegos, y quizá algo más que más pronto que tarde dejarían de ignorar.
Continuará...
Un capitulo muy tranquilo porque ya vamos a ir avanzando con el fic. Gracias por leer y comentar. Los quiero mucho, nos leemos pronto.