~Nueva York~
Magnus **
Paseaba tranquilamente por las calles de Brooklyn viendo diferentes estantes para un posible regalo. Esta noche es el cumpleaños de Isabelle, y para festejar no sólo su cumpleaños, sino también el inicio de la paz tras la derrota de Sebastian hace unas semanas, decidió hacer una gran fiesta en el Instituto. Y había sido muy clara respecto a una cosa: "No quiero nada de NUESTRO regalo" dijo para toda pareja invitada. Así que aquí estoy, viendo qué podría darle... cuando se me ocurrió.
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~Nueva York (Instituto)~
El Instituto estaba decorado con globos rojos, dorados y rosas, había algunos marcados con las iniciales IL y un fuego debajo, todo era muy elegante y los invitados igual. Los hombres con traje (Jace, Alec, Luke, Robert, Simon y yo) y las mujeres con largos y delicados vestidos (Isabelle, Clary, Maryse, Jocelyn, Maia, Catarina, Helen y Aline). La comida fue hecha por Maryse, por suerte, y estuvo realmente deliciosa.
Después llegó la temible hora de los regalos. Su padre le dio un libro, su madre una maceta con una rosa muy peculiar, Luke otro libro, Jocelyn un perfume de Channel, Catarina una pomada especial para heridas, Maia un vestido, Clary una blusa y Jace un pantalón. Isabelle reaccionó diciendo "Eso es trampa", pero de cualquier forma aceptó los regalos. Aline un collar y Helen un anillo. "Y esto sigue" se quejó Izzy. Alec le obsequió unas botas, y al final pasé yo.
–Más vale que no sean unos huaraches [*] –amenaza la festejada.
–No lo es.
Me acerco y entrego el frasco de vidrio sellado con un corcho, contiene un líquido verdoso y tiene un olor agrio, como azufre.
–¿Qué es esto?
–¿Recuerdas el hechizo que realice en tu látigo? –ella asiente y eso me da cuerda a continuar–. Este es como su complemento. Rocíalo sobre el látigo y se hará más poderoso o sobre otra arma y en combate se complementarán.
Mira de nuevo el liquido y esta vez sonríe complacida.
–Muchas gracias.
–Feliz cumpleaños, Isabelle Lightwood.
Todos repiten mis palabras y en ese momento las luces se apagan. En una pared al fondo aparece una proyección, un recuadro blanco decorado con las palabras Isabelle Lightwood en letras negras, y seguido, dan inicio diferentes fotos. Pasan unas tiernas de ella cuando era bebé, con un conejo de felpa sobre la cabeza. Y otras más intimidantes, como ella sosteniendo la cabeza decapitada de dicho conejo. También hay fotos donde salen Alec y Jace, pero yo sólo tengo ojos para el pelinegro.
–Te ves lindo de bebé –susurro a su oído.
–Gracias –responde igualando mi tono y puedo ver un poco de sonrojo aparecer en sus mejillas.
Seguimos viendo las fotos y parece una que hace que mi corazón se detenga. Ahí están los seis Lightwood: Robert y Maryse atrás, los tres adolescentes en un sillón y un niño sentado en el piso. Todos se ven pacíficos, sonríen orgullosos de su familia. La familia que se rompió.
La proyección acaba con una foto de Max e Isabelle durmiendo abrazados. Cuando las luces se prenden, veo que Izzy está llorando, pero son lagrimas de felicidad. Para arreglar este momento hago aparecer un pastel de fresas con crema y la invito a partirlo. Terminando el Happy Birthday, Izzy (que tuvimos que cantar seis veces ya que sólo Clary, Simon, Maia y yo la sabíamos), ella sopla las velas y todos aplaudimos.
–¿Qué deseaste? –pregunta Jace.
–Es secreto.
–Vamos, dinos –insiste Clary.
–No. Hasta que se cumpla.
–Se cumplirá lo cuentes o no –afirma Maia–. No te creas esas supersticiones.
–No importa, no lo diré.
–Como sea, sigamos –interviene Aline.
Pasamos el resto de la noche comiendo pastel y café en el comedor con una conversación muy agradable entre todos. Los buenos tiempos a penas comienzan.
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[*] Nombre con que se designa cierto tipo de sandalia en México, así como en otros países latinoamericanos.