Stiles salió del sótano donde había torturado y luego asesinado a Monroe con la ayuda de Thomas. Los otros se habían quedado fuera esperando al equipo del CIA que se encargaría de llevarse todos los cuerpos además de lo que identificarían y desaparecerían junto con sus familias, si es que tenían.
- Todo listo, estarán aquí en veinte minutos. – dijo Minho mientras miraba la pantalla de su celular.
- Son más rápidos que antes. – comentó Gally limpiando la sangre de sus manos, ahora que estaban transformados en humanos y se había puesto unos pantalones deportivos podían ver mejor toda la sangre sobre sus cuerpos.
- Han esperado este día mucho tiempo. – limpió sus manos sin importancia – Esta misión ha terminado, ahora puedo concentrarme en mi asunto. – dijo Stiles de manera seria.
- Y nosotros te ayudaremos, hace una año solo le diste caza a uno de los grupos de esta cede criminal que te atacó, aún faltan varios y el más importante. – comentó Newt mientras cerraba los ojos un momento.
- Esos bastardos pagarán caro lo que hicieron, después de todo son simples humanos. – dijo Thomas mostrando sus ojos verdes.
- Saldremos en una semana, primero tengo que aclarar todo aquí. No podré volver en un tiempo, de nuevo. – dijo Stiles mientras se acercaba a las camionetas que acababan de llegar.
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Derek y los demás pudieron respirar tranquilos cuando Stiles entró a la mansión junto con los tigres. El humano tenía unas cuantas heridas pero nada grave, los tigres y él habían limpiado toda la sangre y se habían dado un baño profundo.
Stiles había decidido callar la masacre que hicieron del pequeño "clan" de Monroe, ya se enteraría la manada pero no era momento.
- ¿Todo bien? – le preguntó Noah a su hijo con preocupación mientras que Peter bajaba las escaleras con Alexis y Antonio a su lado. El pequeño lobo corrió hacía su hermano con una gran sonrisa en su rostro, el humano lo seguía más lento pero también estaba feliz por ver al castaño.
- ¡Mica, al fin regresaste! – dijo Alexis aferrándose a su hermano.
- Lamento hacerte esperar, deberías ir a dormir junto con Antonio. – le dijo Stiles mientras acariciaba las cabezas de los niños.
- Esta bien pero mañana tenemos que jugar juntos.
Stiles asintió y miró como su hermano tomaba la mano del pequeño humano y subían de nuevo.
- Todo esta bien, Monroe y sus cazadores no volverán a molestar. – les dijo el castaño.
- Ya no tendremos que preocuparnos por esos idiotas, me siento más tranquilo. – dijo Peter mientras se dejaba caer sobre uno de los sofás.
- Es verdad. ¿Cómo lo hicieron? – preguntó Scott un poco temeroso.
- Es clasificado, no podemos revelar tal información, - dijo Thomas de manera seria. No estaba muy de acuerdo con las decisiones de su líder y amigo pero lo apoyaría.
- ¿Qué sucederá ahora? – le preguntó Noah a su hijo.
- Nos quedaremos una semana, después tenemos que partir a una misión más importante. – suspiró al ver la cara de tristeza de todos pero más la de su padre y Derek – Trataré de visitarlos, esta misión será un poco larga pero no los dejaré en la oscuridad de nuevo. – les dijo Stiles de una manera más suave.
- Eso me deja más tranquilo, te extrañaría demasiado si no volvieras. – le dijo Noah con cariño.
- Bien, nos vamos a descansar. Vendremos mañana para aclarar unos cuantos detalles acerca de lo que sucedió. – les dijo Stiles mientras giraba para salir de la mansión.
- ¡Stiles! – le gritó Derek mientras lo seguía fuera.
- ¿Qué pasa, Derek?
- Necesito hablar contigo.
- Mañana.
Después de eso el humanos y los tigres se fueron de ahí.
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La semana pasó demasiado rápido, Stiles pasaba tiempo con su hermano y su padre además de que le seguía dando largas a Derek acerca de la conversación que quería que tuvieran. Stiles no era tonto y sabía que le quería decir el lobo pero aún no estaba listo para escucharlo, además ya lo sabía desde hace tiempo.
Los tigres se encontraban empacando en el loft.
- ¿Seguro qué así quieres hacerlo? Es mejor que se los digas. – le dijo Thomas al otro castaño.
- Seguro. Se mantendrán ocupados por unos días y tendrán tiempo para asimilar la información. – suspiró, mientras cerraba su maleta – Yo no puedo decírselos, no creo estar listo nunca así que es la mejor manera hacerlo de esta manera. – le dijo Stiles sin mirarlo no como los otros tres lo estaban haciendo.
Ver a los dos castaño discutir era como ver a dos hermanos haciéndolos y ellos tres sabían que eso es lo que se consideraban esos dos. Ellos tenían un lazo más profundo porque de cierta forma se entendía y podía comprende lo que otro sentía y sabían las razones detrás de las acciones del otros.
- Tardarás en regresar.
- Como dije tendrán tiempo.
Los tigres empacaron y antes de partir pararon en la mansión a pesar de que ya se había despedido el día anterior. Gracias a un pequeño dispositivo que Stiles estaba utilizando los lobos no los escucharía así que caminó hasta la puerta de la entrada y dejó un pequeño paquete frente a la puerta.
- No me odien. – susurró Stiles con dolor mientras colocaba una mano sobre la puerta.
El castaño volvió a la camioneta donde estaban los tigres y asintió. Ese era el adiós, de nuevo, solo que esta vez tuvo la oportunidad de despedirse de la manada y decirles que regresaría.
- Derek va a buscarte. – le dijo Thomas interrumpiendo el silencio.
- Lo sé.
Newt y Minho suspiraron, a veces esos dos eran demasiado estúpidos, rezaban porque Derek tuviera paciencia con el castaño.
Solo el tiempo y el compañero podrían las heridas tan profundas dentro del corazón de Mieczyslaw Stilinski. No hay mucho tiempo porque esas heridas lo consumirán en algún momento.