El Enmascarado.

By Gil_Torrealba

22K 2.2K 631

-Quiero verte el rostro- Las palabras salieron de mis labios sin pensarlo. Mi respiración estaba entrecortada... More

SIPNOSIS
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12.
Capitulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
EXTRA
Capítulo 18
Capítulo 19
Capitulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 24

Capítulo 23

494 41 15
By Gil_Torrealba

Polly


—¿Estás segura de lo que estás haciendo?

—Nunca estuve tan segura de algo—. Respondo, neutra. La mirada de Thomas me observa expectante y a la vez asombrado bajo sus gafas de lectura, vuelve a dar un repaso a la hoja que le di hace un momento.

He venido a entregar la carta de renuncia, para mi fortuna hoy llegó de uno de sus viajes y no vi mejor ocasión para terminar con esto de una vez por todas.

—¿Conseguiste un jefe más agradable y menos panzón? — me hace sonreír.

—Aunque siempre estés ausente, no dejas de ser el mejor jefe del mundo— alzo mis hombros.

—Espero que esta decisión sea el comienzo de algo mejor, de igual formas es importante que sepas que Ricas Donas tendrá las puertas abiertas para ti si un día decides regresar.

—Gracias por todo, Thomas— digo con toda la sinceridad antes dedicarle una última sonrisa y encaminarme hacia la puerta trasera del local sin despedirme de nadie más.

La brisa del exterior golpea mi rostro y me detengo por unos segundos para procesar una vez más todo lo que tengo que dejar atrás, siento que la vida que construí se está yendo por la borda y no puedo hacer nada por alcanzarla.

Justo cuando llego a mi auto me jalan del brazo y no es posible que Boris me haya visto entrar ni salir del local cuando lo hice por la puerta trasera que, se supone, todo el tiempo se mantiene desolada.

Sin embargo, me quedo sin palabras cuando el rostro que veo es el de Cinthya quien me mira con un brillo de culpa en sus ojos. Recuerdo su extraña actitud de ayer y me zafo de su agarre.

—Tenemos que hablar— pude percibir el nerviosismo en su tono de voz.

Por un momento pensé que tiene que haber otra razón por la cual esté de ese modo, que posiblemente toda esta mierda me tiene tan paranoica y creo que Cinthya sospecha de algo cuando realmente no es así. De todas formas no estoy para asumir otro problema.

—Yo creo que no— espeto antes de subirme al auto e ignorar sus llamados cuando arranco el vehículo.

Sí, fui una hija de puta y no me interesa dar explicaciones. Hoy no sé si saldré viva de todo esto al terminar de contarle a Howard todo lo que pude averiguar y es lo único que ronda por mi mente, por eso, al llegar a casa lo primero que hago es marcar el número de Peter.

Hola, hermanitaresponde al tercer tono reprimo el nudo que se me forma en la garganta antes de responderle.

—¿Cómo anda todo?

Malísimo, no tenerte a mi lado se ha vuelto una terrible torturadramatiza.

—Mañana acabará tu horrible agonía causada por mi ausencia— le sigo el juego.

Oye, oye, aún no caduca el tiempo de mi estadía con los abuelos, ¿Eso quiere decir lo que creo que vas a decir?

—Si lo que crees que voy a decir es que me iré mañana a primera hora hacia allá, estás en lo correcto.

—¡Estoy tan emocionado que me dan ganas de saltar en una sola pierna!

—Peter..

Bien, bien, nada de humor negro sobre mi discapacidad. Pero espera un momento, ¿Y el trabajo?

—No te preocupes por eso.

Genial. ¡Abuelos! ¡Polly vendrá mañana!tengo que despegar el teléfono de la oreja porque faltaba poco para que el grito de Peter me dejara sin tímpanos.

—¡Eso si es una buena noticia! escucho decir a la abuela— tienes que traer al muchacho ese con el que estás saliendo. Prometo hacer una buena comida.

—¡Si traes a ese patán me aseguraré de que coma en los establos!grita el abuelo y niego con la cabeza.

Déjate de pendejadas Robert, sino el que comerá y dormirá en los establos serás tú. Ni siquiera conoces al muchacho y ya lo llamas patánlo riñe la abuela y empiezan a discutir graciosamente. Escucho a Peter reírse y luego alejarse de ellos.

Hablando de Boris..comienza a decir.

—No funcionó— le corto— y antes de que preguntes sobre si me hizo algo.. puedes estar tranquilo, no me hizo nada. Solo no funcionó.

—¿Tú estás bien?suena preocupado y una sonrisa triste adorna mis labios.

—¿Por qué no habría de estarlo?

Esa es mi chica.

—Me tengo que ir, hablamos luego, te quiero— no espero ni que responda y finalizo la llamada cerrando los ojos con fuerza. Ya no podía aguantar más y se iba a dar cuenta que algo anda mal, porque nadie me conoce más que Peter.

Me encierro en el cuarto de baño y lloro bajo la ducha no sé por cuanto tiempo. Howard tiene la costumbre de aparecer cuando cae la noche, por eso, me pongo cualquier ropa y me acuesto en la cama deseando que el tiempo transcurra lo más lento posible sintiendo que nunca estaré lista para enfrentarlo.

De pronto, mi mente viaja al recuerdo de la noche de ayer, precisamente en el momento que me entregué a Boris y tengo que luchar contra las ganas de coger el celular y marcarle.

La poca luminosidad de la habitación me da la advertencia de que está anocheciendo, el timbre de la casa suena y me pongo de pié con los pelos de punta.

¿Howard tocando el timbre? No lo creo.

El dichoso sonido vuelve a retumbar por toda la casa y sin preámbulos abro la puerta.

—¿Qué diablos haces aquí? — pregunto con el ceño fruncido al ver a Cinthya en frente de mi casa.

—¿Me dejas pasar?

—¿Cómo carajos conseguiste la dirección de mi casa? — cuestiono realmente molesta ignorando su petición. Verdaderamente la insistencia de esta mujer me sorprende.

—Eso es lo de menos, Polly. Necesito hablar contigo— pide una vez más.

—Vete.

—Por favor.. — la expresión de su rostro cambia radicalmente y presiento que llorará en cualquier momento. No me atrevo a cerrarle la puerta en la cara, tampoco soy tan mierda.

—¿Si te dejo entrar me dirás cómo conseguiste la dirección de mi casa y te irás casi de inmediato? — La veo dudar por unos segundos pero al final asiente, me hago a un lado para darle paso—. Habla— me cruzo de brazos cuando entra y se queda callada.

Su mirada recae a la zona de mi cuello y es ahí cuando me doy cuenta que traía una camisa de tirantes y que, por lo tanto, los moretones que me dejó Howard estaban visibles, pero Cinthya no se mostró alarmada o algo por el estilo. Mis ojos se abrieron de par en par y cuando al fin conectamos miradas, noté el mismo brillo de culpabilidad en sus ojos.

—Yo.. lo lamento— dijo dejándome desconcertada.

—¿Qué lamentas?

—Ví cuando él te.. te estaba obligando a.. y.. no.. congelada— de pronto empezó a desesperarse y tuve que sostenerla de los hombros para tratar de tranquilizarla. Aunque balbuceaba pude hacerme una idea de lo que quiso decir y comprobé que no estaba tan equivocada como creía.

—Hey, cálmate— la siento en el sofá y me dirijo a la cocina a buscarle un vaso con agua, se la toma casi de un sopetón y le doy un tiempo para que se estabilice.

—Ese día tuve problemas en casa y salí a caminar un rato para despejar la mente — comienza a hablar más calmada—, pero sentía tanta rabia que no quería volver esa noche. No tenía a nadie para decirle si me podía quedar en su casa y como me tocó turno en el trabajo el día anterior me había quedado con la copia de las llaves del local y no tuve otra opción que quedarme allí— hace una pequeña pausa antes de mirarme— te ví llegar con Boris en su auto, luego ví a ese extraño sujeto, Boris se fue y tú quedaste a solas con.. él.. y. todo pasó muy rápido, creí que era un amigo tuyo o qué se yo. Cuando te montaste en el auto él me vió y solo me guiñó el ojo antes de subirse él también y luego pasó lo demás— sus ojos se nublaron—. Del miedo y la impresión no hice nada, me quedé paralizada como una tonta. Me quedé en blanco.

»No dormí esa noche, me fui temprano a casa para que no me consiguieran allí y cuando regresé y te vi con esa bufanda lo recordé todo una vez más y la culpa no me dejaba en paz. Si no hubiese sido tan cobarde la situación sería diferente. Lo siento, Polly, lo siento mucho— la compunción reflejó el rostro de Cinthya en todo momento.

—Hiciste lo que tenías que hacer— la miro a los ojos con seguridad— créeme que si hubieses intervenido la situación sería peor. No te des mala vida por ello, no tengo nada que disculparte, Cinthya.

—Pero las dos podíamos contra él, o si hubiese llamado a la policía...

—Lo mejor es que te mantengas alejada de todo esto, vete y no digas ni una palabra de lo que viste.

Soy consciente de que Howard puede aparecer en cualquier momento y temo de lo que pueda hacerle a Cinthya.

El sonido de un auto se escucha desde el exterior y visualizo por la ventana a Howard saliendo del vehículo negro que acaba de estacionarse. Mis ojos se abren de par en par y acciono rápido tomando a Cinthya del brazo.

—El fondo a la derecha del pasillo se encuentra mi habitación, sal por la ventana y lárgate a tu casa. ¡Hazlo ya!— le grito al ver como se queda viendo a Howard caminar hacia acá con el mismo pasmo que yo, incluso peor.

—Pe.. pero tú— balbucea y la jalo empezando a caminar por el pasillo.

—Yo estaré bien, tú no lo estarás si te quedas. Lárgate de una buena vez y no digas ni una palabra de lo que viste— prácticamente la empujo hacia el interior de la habitación y justo cuando cierro la puerta escucho pasos en la sala.

Mi respiración se acelera por la adrenalina que mi cuerpo experimentó y trato de mantenerme serena suspirando aliviada antes de volver a la sala. Howard muestra sus dientes en una sonrisa amplia al verme y yo no puedo pensar en otra cosa que no sea en Cinthya. Espero que se haya ido.

—No te veo feliz de verme, ¿Debo preocuparme por eso? — pregunta el maldito psicópata enarcando una ceja.

—A lo que viniste— decido no mostrarme temerosa.

—Eres tú la que me debes información— toma una silla y se sienta en ella lo más casual posible, como si fuésemos a tener una conversación cualquiera— ¿Qué me averiguaste? — pregunta con su característica sonrisa repiqueteando los dedos en la mesa de madera.

Trago hondo antes de responder.

—No estoy muy segura de..

El golpe que le da a la mesa me sobresalta y su actitud violenta realmente me asusta. Howard se levanta y es que no le falta acercarse para intimidar porque con su estatura le basta.

—¿Tan poco aprecias a tu hermanito, mi lady? — por un momento había perdido el control, ahora solo me mostraba su característica sonrisa siniestra.

—¿Me prometes que después te diga todo lo que sé, la vida de mi hermano y la mía estarán aseguradas?

Recobra su compostura al escucharme volviéndose a sentar en la silla repiqueteando la mesa con los dedos.

—No prometo nada, solo te queda confiar en mi palabra— señala una silla al frente— ponte cómoda.

Con los nervios comenzando a hacer su aparición, hago lo que me pide sin rechistar pero con el mentón en alto.

—Al menos asegura que mi hermano estará bien.

Howard me da un breve repaso antes de responder.

—Todo depende de ti, mi lady— vuelve a sonreír y me indica que empiece a hablar. Trago hondo antes de empezar.

—El padre de Sarah desapareció cuando ella era apenas una niña, hasta el sol de hoy no se sabe absolutamente nada de él, la madre ahora mismo está internada en un centro de rehabilitación y Sarah fue secuestrada por el enmascarado— decido resumirle todo sin explicar detalles, quiero que se largue lo más pronto posible y acabar con esto de una vez por todas.

Howard se mantenía neutro.

—¿Quién es el maldito de la máscara? — soltó volviendo a sonreír actuando como todo un neurótico.

—No he podido descubrir su identidad, es muy meticuloso. Nunca se quita la dichosa máscara— y listo, no le voy a decir que él mismo me pidió que no le dijera nada relacionado a Sarah aunque ya lo haya hecho. Howard evalúa mi rostro asegurándose de que le esté diciendo la verdad y no me inmuto. Luego su mirada se desliza hasta llegar a mis senos viendo los moretones que me causó, ensancha más su sonrisa antes de conectar sus oscuros ojos a los míos.

Un fuerte escalofrío recorre mi cuerpo por la mirada que me dedica sin decir nada al respecto. Recorre la silla en la que estoy sentada con sus manos acercándome más hacia él y yo me quedo entumecida cuando sus piernas quedan a cada lado de las mías. Acerca sus labios a mi oreja a tal punto que siento su respiración.

—Queda por hacer una sola cosa— habla tenebrosamente despacio y cierro los ojos con fuerza antes de volverlos abrir, su lengua hace contacto con el lóbulo de mi oreja y me separo de inmediato levantándome.

—Ya te dí lo que querías, ahora lárgate— mi voz se quiebra presa del miedo recordando lo que me hizo en el auto.

—Ni se te ocurra— advierte cuando nota que poso los ojos en la puerta principal por unos segundos. Camina hacia mí y mi labio inferior tiembla.

—¡Dijiste que me ibas a dejar tranquila! ¡Me diste tu palabra!— le grito pero ni se inmuta de mi estado, solo sigue caminando hasta quedar lo suficientemente cerca.

—Ahora que no me sirves debo asesinarte, pero antes me quiero divertir un poco.

Mi cabeza choca cuando me empuja contra la pared.

—¡No! ¡Mentiroso de mierda!— sollozo del resentimiento negando con la cabeza.

—Me han dicho cosas peores, mi lady, sé más creativa— ríe antes de presionar su cuerpo contra el mío y sostenerme la quijada con fuerza— mírale el lado bueno, a tu hermano no le sucederá nada. Ahora ya deja de patalear—. Muerde mi labio inferior y aprovecho eso para propinarle un rodillazo en su entrepierna— ¡Maldita zorra!

Grita mientras inclina su cuerpo del dolor y empiezo a correr sin mirar atrás hacia la salida. Si me tiene sentenciada a muerte, no moriré presa del pánico, lucharé hasta el final si es necesario.

Justo cuando toco la manilla de la puerta, un jalón en mi brazo me tumba al suelo, Howard no me da tiempo de levantarme porque se viene encima de mí y arranca la camisa de tirantes que llevaba puesta, por suerte tenía brasier.

—¡NO! ¡BASTA! ¡ERES UN MALDITO CERDO! — mi garganta arde por causa de los gritos y no dejo de patalear.

—¡Déjala en paz!— aquél grito femenino me deja congelada en el suelo, no soy capaz de voltearla a ver, solo me quedo mirando el rostro de Howard que se había quedado observando hacia aquella dirección con un gesto confuso que casi de inmediato fue reemplazado por una de sus sonrisas. No creí que podía sentir más pánico hasta ese momento, me levanto siguiendo los movimientos de Howard cautelosos.

Cinthya estaba parada al comienzo del pasillo con el bate de beisbol de mi hermano en la mano, temblando.

No. No. No.

—¿Si no qué? — pregunta Howard amenazante dando unos pasos hacia ella, me interpongo de inmediato en su camino.

—A ella déjala fuera de esto— pido empujándolo pero no se mueve ni un milímetro, mantiene la mirada fija en Cinthya, ignorándome.

—A ti te he visto en algún lado,,, — entorna los ojos en su dirección, En mi interior rezo para que no la recuerde y ni le haga daño.

—V-vete de aquí s-si no quieres que te rompa el cráneo— escucho decir a Cinthya notablemente nerviosa. Howard se ría con burla y en un rápido movimiento le quita el bate.

—¡CORRE! — le grito a Cinthya y reacciona corriendo hacia mi habitación, pero Howard es más rápido y la alcanza agarrándola por el cabello cuando estaba a punto de salir por la ventana.

—¿A dónde vas, colibrí?— se burla Howard sin la mínima intención de soltarla y me subo a su espalda en un acto desesperación.

—¡Suéltala, animal!

El llanto de Cinthya me enloquece, la está maltratando y es algo que me niego a aceptar. La lanza hacia la cama con una fuerza descomunal que me hace caer de su espalda, luego voltea a verme y me empieza a dar una, dos, tres, cuatro, cinco patadas y me hago un ovillo en el suelo tapando mi cabeza y mi estómago. Termina de patearme cuando me nota desorientada y se vuelve hacia Cinthya que no paraba de gritar que me dejara en paz.

Siento un zumbido en mis oídos y me duelen las extremidades como nunca antes me habían dolido, intento levantarme y seguir luchando pero no lo consigo

—Ya me acordé de ti— escucho a Howard decir como si de un descubrimiento científico se tratase— eres la misma que nos veía a mi lady y a mí desde la ventana el otro día. ¿Te calienta observar a dos personas haciendo guarradas? eso es muy enfermizo de tu parte.

—Aquí el único enfermo eres tú— Cinthya le escupe y Howard sonríe limpiándose el rostro con el poco autocontrol que le quedaba. La tira enfrente de mí y lo único que hago es negar con la cabeza.

—Prepárate para la función—. La coloca de rodillas y una vez más demuestra que desconoce la palabra piedad cuando saca un puñal de su bota y se la coloca en el cuello.

—¡Te dije que te fueras, te lo advertí!— digo con la voz quebrada a Cinthya que no deja de mirarme con pavor.

—No quería cometer el mismo error— responde llorando.

—Haré todo lo que quieras, lo juro, solo déjala ir— me arrastro hacia Howard intentándolo una vez más, pero ignora mis súplicas rajándole la garganta a Cinthya, todo pasó como en cámara lenta para mí.

—¡NOOOOOOOOOOO!

Ver el cuerpo de Cinthya caer sin vida fue lo más doloroso y traumático que me ha tocado experimentar. El charco de sangre se esparció hasta llegar a mí y me sentí peor de lo que estaba, definitivamente esta fue la gota que derramó el vaso.

Sentirme culpable por un secuestro ha sido una tortura para mí, ahora ser culpable de una muerte es demasiado..

—No pierdas tu tiempo en llorarle, de todas formas era una entrometida— tiene el descaro de decir el maldito hijo de puta, lo que más me enerva es verlo limpiar el puñal con un trapo que sacó de su bolsillo como si nada.

—¡Su nombre era Cinthya y no hizo otra cosa más que tratar de defenderme de ti, maldito enfermo! — nada se comparaba al dolor interno que sentía, me levanto como puedo— ¿Qué?, ¿Ya no te pongo cachondo como antes? — me le voy acercando y ya no veo al Howard divertido, si algo sé de él es que odia perder el control no solo de la situación, sino también de sí mismo. Su mandíbula se aprieta mientras observa cada uno de mis movimientos—. Dime, ¿la polla no se te levanta porque ya no me estoy oponiendo, violador de mierda?

—Te picaré en pedazos y tus restos se los mandaré a tu hermano—. En sus ojos destilaba la furia que estaba sintiendo. Sus palabras me descolocaron por un momento pero recobré tan rápido mi compostura que no se dió cuenta.

Sonreí, sí, justo como él hacía siempre y eso oscureció más sus ojos de la ira.

—Primero me aseguraré que mi muerte te atormente el resto de tu puta vida, miserable— escupo.

—Y yo me aseguraré de acabar contigo rápido—. Se viene en contra de mi tumbándonos en la cama, saca un arma de su cintura y me la pone en la cabeza.

—¿Últimas palabras? — el cañón del objeto metálico me presionaba con fuerza pero aún así no desfallezco.

—Espero que ardas pronto en el infierno—. Cierro los ojos esperando el impacto, pero lo que sentí fue muy diferente a un disparo. Howard ya no estaba encima de mi y al abrir los ojos lo primero que capté fue una figura con capucha.

Trago hondo al ver el enmascarado atacar al maníaco dándole puñetazos en el suelo, el muy hijo de puta no se lo esperaba tanto como yo; tomarlo desprevenido fue lo mejor que pudo haber hecho. Le da golpes siniestros y certeros que estoy muy segura que si no lo mata, le dejarán bellos moretones, no sé en qué momento sucede pero Howard logra hacer una maniobra que lo hace escapar de las arremetidas quedando los dos frente a frente, no sabría confirmar quién es el más alto, los dos son realmente intimidantes y tienen porte de monstruos al estar furiosos.

—Te quitaré la maldita máscara, mal nacido— espeta Howard al enmascarado.

—Quiero verte intentarlo— le responde el encapuchado y esquiva el primer puñetazo con una destreza sorprendente, su contrincante gruñe furioso por no lograr su cometido y saca el puñal para volverlo a atacar, desvío mis ojos hacia el cuerpo sin vida de Cinthya por instinto y trato de ignorar la opresión de mi pecho cuando me acerco. Aún mantiene los ojos abiertos y se los cierro con la mirada nublada por las lágrimas.

—Descansa en paz...— susurro, a pesar de todo murió tratando de evitar que me hicieran daño y es algo que nunca me perdonaré a mí misma pero, que al mismo tiempo, siempre le agradeceré por no dejarme sola a pesar de que nunca habíamos tenido un acercamiento. Lástima que ahora no lo sabrá.

Súbitamente caigo en la realidad y veo al enmascarado evitando a toda costa que Howard le entierre el puñal, porque por más agilidad que tenga, el maldito psicópata también sabe pelear, a fin de cuentas es un criminal y trabaja con la mafia. Busco desesperadamente con la mirada un objeto que pueda servirme como arma y así poder ayudarlo, la pistola con la que Howard estaba a punto de matarme reposa a unos metros de distancia en el suelo e inmediatamente corro a alcanzarla. Nunca había usado una, pero me dejo llevar por lo que he visto en las películas y suelto el primer disparo que recae torpemente en la lámpara y me hace tambalear un poco, pero logro mi objetivo que es detener los ataque de Howard y dirijo el arma hacia su dirección. El enmascarado aprovecha su distracción para arrebatarle el puñal con una patada y hacerla deslizar por el suelo.

—Jaque mate, hijo de perra— espeto mirándolo fijamente.



***

Capítulo dedicado a @Jimena_RG12 <3



Continue Reading

You'll Also Like

1.5M 70.4K 66
La asesinaron un 23 de octubre, y desde entonces todos se preguntan: ¿Qué le pasó a Elizabeth Parker? Venus, la protagonista, tras el reciente asesi...
9.6K 148 4
Creí que lo único que nos separaba era la obsesión que tenemos uno por el otro. Me equivoco con frecuencia, esta vez no es la excepción. El apretón...
2.9M 365K 55
[SEGUNDO LIBRO] «Convertirme en un monstruo no me ha liberado del dolor de ser humano». Después de los crímenes cometidos por Victoria Massey, la jo...
93.4K 11.2K 33
⚠️Corrigiendo⚠️ Y es que nunca pude amar a alguien más con la misma intensidad con la que te ame a ti, te recuerdo día y noche. Jamás olvide nuestros...