El Enmascarado.

By Gil_Torrealba

21.9K 2.2K 631

-Quiero verte el rostro- Las palabras salieron de mis labios sin pensarlo. Mi respiración estaba entrecortada... More

SIPNOSIS
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12.
Capitulo 13
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
EXTRA
Capítulo 18
Capítulo 19
Capitulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24

Capítulo 14

406 37 5
By Gil_Torrealba

                Capítulo 14: ¿Amigos?

Polly.

—¿¡Dónde está mi hermano!?— grito sintiendo mi garganta arder.

—Podría matarte e incluso sacarte las tripas, pero no vomites, me parece mucho más asqueroso— su voz es áspera, sonaba amenazante pero a la vez divertido. Me importaba muy poco sus amenazas, así que, por instinto, caminé con pasos firmes hacia donde estaba.

—¡Te acabo de hacer una maldita pregunta!— ya no soportaba la angustia, el corazón me latía tan frenéticamente que creí que en cualquier momento se saldría de mi pecho.

Le divertía mi actitud, lo demostraba a través del brillo de diversión de sus ojos y la sonrisa, pero cuando estaba apunto de llegar para darle su buena paliza, el maldito se guardó la pistola, cogió mi mano y me presionó contra sí de espalda haciéndome una llave, el dolor comenzó a hacerse presente en mi brazo que tenía sujeto y un fuerte quejido salió de mis labios.

—He de admitir que tu furia me enciende— dice cerca de mi oído para luego humedecerlo con su lengua haciéndome estremecer—. Lástima que no vine para eso— rebusca algo en su bolsillo y saca una daga. Aprieto los dientes porque el dolor en mi brazo sigue, mi respiración se acelera un poco y el temor empieza a presentarse.

—Muérete— digo con dificultad.

—Mira esta belleza— la daga la pone frente a mis ojos y me asusta lo filosa que se ve, pero no lo demuestro. Ríe—. Me gusta cuando mis víctimas intentan hacerse las valientes.

—¿Tus.. víctimas?— trago saliva nerviosa.

—Eres muy curiosa, Polly— la punta de la hoja filosa la proporciona en el brazo dónde no me sostiene—. Por eso, te dejaré una pequeña marca— empieza a deslizarla hacia abajo cortándome la piel, el corte no es tan profundo pero duele, así que sollozo.

—Por favor..— suplico para que se detenga, pero lo hace cuando culmina en la muñeca y me suelta por completo.

—Basta de juegos—. Se vuelve a sentar en la silla de ruedas de mi hermano y gruesas lágrimas se deslizan por mi rostro—. Si intentas escapar o hacer algo estúpido, nunca sabrás dónde estará.

Asiento, tendré que hacer lo que me pida si quiero recuperar a Peter.

—Hace un mes no tuve la oportunidad de presentarme. Mi nombre es Howard, puedes buscarme en internet, podría decirse que soy un poco.. famosillo— sonríe, nunca pierde esa sonrisa en su rostro. Y justo ahora estoy pensando en mil formas de quemarle la cara—. Vine en busca de información que tú me darás. Yo pregunto, tú respondes. Por cada respuesta correcta, habrán más posibilidades de encontrar a tu hermanito vivo.

Vuelvo a asentir con el corazón en la garganta.

—¿Te acuerdas de Sarah Fleming?

Quedo anonadada ante su pregunta, escuchar una vez más su nombre me causa un revoltijo de emociones.

—¿Qué pasa con ella?— las manos me empezaron a temblar.

—Odio que me respondan con otra pregunta— se pone de pié caminando a mi alrededor, me sentía como una presa ante su mirada acechadora— aún así tardaste en responder y eso me hace pensar que sabes mucho más de lo que creo— se posa en frente— ¿Quién es el de la dichosa máscara?

Ya no estaba jugando. Empecé a sentir miedo por su expresión, sus ojos oscuros me miraban fijamente y la mandíbula la tenía apretada.

—No tengo ni la menor idea de quién pueda ser— respiro hondo para tratar de calmar mis nervios.

—¿Te salvó la otra noche y ni siquiera sabes quién es?— sus dedos presionaron mi quijada con fuerza haciéndome mirarlo a sus oscuros ojos— ¿Sabes? También odio las mentiras— me lanza con fuerza a la cama y vuelvo a sollozar—.  Soy muy impaciente, querida Polly, es mejor que te dejes de rodeos si no quieres que te asesine después de que lo haga con tu hermano. No sin antes poner en práctica mis juegos de torturas— empieza a deslizar sus dedos por mi muslo.

—S-Sarah era mi compañera de trabajo y.. desapareció hace meses— digo con dificultad al sentir su asqueroso tacto—, no tengo la menor idea de cómo desapareció pero..— trago hondo sin estar segura de decir lo siguiente—; tengo una hipótesis.

—Imagino que ahí es donde entra el tipejo raro de la máscara— pronuncia con una voz cantarina al plasmar un beso en la parte inferior de mi muslo. Contento las ganas de lanzarle una patada, puesto que me gana en altura, peso y agilidad— vas bien, mi doncella.

—Él me utilizó para llevarlo ha-hacia Sarah y.. y.. secuestrarla— era la primera vez que lo admitía en voz alta, sintiéndome más culpable y sucia no solo por ser la responsable de ello, sino también por seguir siendo tocada por este maldito.

Paró en seco recomponiendo su compostura.

Aunque me sentía aliviada porque no siguió tocándome, no pude evitar sentirme intrigada por su actitud.

—¿Quién es él?— exclamó con suma seriedad.

—No lo sé— logré decir después de tanto aturdimiento. Era increíble cómo mi vida cambió en segundos. Antes mi única preocupación era sacar a mi hermano adelante.

Una cachetada me hizo volver a la realidad, mi mejilla ardía y el sabor a sangre se me incrementó en la boca.

—No mientas— abrí los ojos de la sorpresa, su respiración se aceleró y sus ojos destilaban ira. El terror se apoderó de mi cuerpo haciendo que me vuelva un ovillo en la cama sin dejar de sollozar.

—Si supiera quién es te lo diría, lo juro, lo juro— dije con desesperación, no quería que me golpeara más ni que le hiciera algo a mi hermano. Lo último no lo soportaría— ¡No miento! ¡No miento!

Howard estudiaba mi reacción con detenimiento sin parpadear ni un momento. De pronto, su respiración empezó a estabilizarse y, como si nada, peinó sus cabellos con una de sus manos para luego inhalar hondo.

—No mientes— dijo al fin.

Abrí los ojos despacio aún con el miedo de que me hiciera algo peor, aquella sonrisa tan serena y a la vez amenazadora volvió a adornar sus labios.

¿Me tengo que preocupar?

—Ya me tengo que ir, mi doncella— finge tristeza— vendré en otro momento, pero antes, te dejaré varias tareas— vuelve a pasearse a mi alrededor como un acechador— vas a averigüarme quién diablos es el de la máscara— empieza a enumerar con sus dedos—, si te vuelve a visitar no le dirás que me has vuelto a ver, de lo contrario, tu hermano mágicamente podría quedar paralítico no solo de piernas— amenaza— y por último, necesito saber quiénes son los padres de Sarah.

Me da un beso en la frente.

«— confío en ti— y con eso, desaparece de mi campo de visión dejándome sola y con ganas de meterme un tiro.

Me había quedado en la misma posición mirando a ningún punto en específico por varios minutos, de pronto, me acuerdo de mi hermano al ver la silla de ruedas.

Salgo corriendo de mi habitación como alma que lleva el diablo, al llegar a la suya, me acerco a la cama y compruebo que está en un profundo sueño. Howard no le había hecho nada a Peter, pero me dejó muy en claro que si llego a hacer algo en su contra, la próxima vez no tendrá compasión.

Siento que mi alma se devuelve al cuerpo y me dispongo a hacer lo último por esa noche.

Escribo «Howard» en el ordenador y presiono enter, aparecen varios links de noticias sobre él, paso gran parte de la noche llenándome de información. Cada vez que leía más, un escalofrío recorría mi cuerpo.

Lo más relevante era que trabajaba para un mafioso peligroso y sumamente sádico, era reconocido pero yo no lo conocía hasta ahora.

Y eso sólo me hacía pensar una cosa, el verdadero enemigo era el tipejo mafioso, no Howard, él sólo es su perrito faldero, y si éste era sádico, su jefe lo debe de ser mucho más.

Definitivamente tenía que prestarle más atención a los noticieros.

Howard es quien se encarga de hacer el trabajo sucio, estuvo encarcelado pero huyó durante el traslado hacia una cárcel de máxima seguridad, y lo acusan por infinitas actividades delictivas.

¿Qué querrá un mafioso de alguien como Sarah Fleming?

Definitivamente uno nunca termina de conocer a las personas.

                              ***

Regresar al trabajo se había vuelto sombrío, ya nada era como antes. Cada quien se mantenía ocupado en lo suyo y las charlas matutinas dejaron de existir.  Habían pasado meses pero el café seguía de luto por la desaparición de Sarah, todos aquí le tenían cariño a su persona, menos yo. Aunque dejé de odiarla un día antes de que fuese secuestrada.

Habían empleados nuevos y eran ellos los que charlaban en los momentos de descanso, una vez intentaron acercarse a mi pero no se los permití. Estaba en una etapa de mi vida que no quería socializar con nadie, mucho menos cuando son varios los problemas que me absorben.

He tenido la idea de mandar a Peter aunque sea unos meses a casa de los abuelos, ellos viven en una ciudad lejana y me pareció exelente apartarlo un poco de mi suciedad.

Porque así me sentía; sucia.

Ver a Boris limpiando las mesas luego de culminar nuestro turno me hizo sentir afligida, lleva días ignorándome después de lo que ocurrió aquella vez en mi casa. No negaré que sentí un rayito de felicidad al verlo, pero no podría permitir que conociera mi vida privada, las personas que lo hacían les terminaba causando lástima. Aún así, mis piernas reaccionaron lléndose hacia dónde se encontraba.

Porque si otro hecho no puedo sacarme de la mente, fué el día que noté su desesperación cuando subí al auto dispuesta a irme. Me dolió que no dejara de pensar en Sarah ni siquiera cuando me atreví besarlo y confesarle lo que sentía, pero me emocionó el hecho que se preocupara por mí.

—Hola— lo saludé tímidamente al posicionarme en frente.

—Hola, Polly— dijo serio sin dejar de hacer su tarea. Apreté los labios sin dejar de mirarlo, luego fijó sus ojos en los míos—. Pensé que no soportabas mi presencia.

Parpadeo varias veces confusa.

—Yo no..

—No me lo dijiste con palabras, pero sí con tus acciones. Como por ejemplo, aquella noche que fuí a visitarte— una sonrisa triste se asomó en sus labios y me dieron ganas de apretujarle las mejillas y abrazarlo.

—¡No! No fué eso— me apresuro a decir, me niego a que tenga un concepto erróneo de mí— realmente el problema no eres tú— rasco mi cabeza nerviosa, ¿La estaba cargando? ¡Oh, Dios! Claro que sí—, tú jamás serías un problema para mí. Verás, lo que quiero decirte es que...

—Vaya, creí que era así— dijo después de exhalar el aire contenido en sus pulmones— ¿Entonces cuál es el problema?— preguntó ansioso de mi respuesta.

—Aún no me siento preparada para decírtelo.. pero prometo que en algún momento lo haré.

—Bien.

—¿Bien?

—Si eso te hace sentir más cómoda, sí, bien. Estaré dispuesto a escucharte cuando quieras hablar de ello— me vuelve a regalar otra sonrisa, pero ésta vez, es relajada y sincera.

Me sigue causando el mismo efecto, jooder.

—Bueno, ahora que estamos en son de paz.. ¿Amigos?— le tiendo la mano un tanto nerviosa. Pero lo que hace a continuación, me deja perpleja.

Toma mi muñeca y acerca mi cuerpo al suyo para luego robarme un beso lento y tierno.

Muero.

Al finalizar la unión de nuestros labios, me un separo mucho más nerviosa y un poco acalorada que antes, si sus mejillas ahora están un poco teñidas de rojo, no puedo ni imaginar cómo están las mías.

—No pienso volver a la etapa donde soy amigo de quién me gusta— su confesión me hizo sonreír, acaricia mi labio inferior con su pulgar sin dejar de sostenerme con la otra mano mi cadera. No soy capaz de emitir palabras— ¿Quieres que te lleve a casa?

Mi expresión cambia de inmediato y me alejo por completo interrumpiendo cualquier tipo de contacto.

—Recuerda que tengo mi auto y..

—Cierto, el problema— se golpea levemente la frente— entonces supongo que nos veremos mañana.

—S-sí, nos vemos mañana— tartamudeo y me soy una cachetada internamente por mi idiotez. Esta vez soy yo quien le planta un casto beso en los labios para despedirme, pero cuando me doy la vuelta..

—Saludos a Peter— freno en seco al escucharlo.

—Sí, claro— luego, sigo caminando sin darle la cara.

No debió conocerlo, al menos aún no. Pero me tranquiliza que no haya hecho la típica pregunta ¿Por qué tu hermano está en sillas de rueda?, Como lo hacen todas las personas que lo conocen.

Y por primera vez tan tanto tiempo, conduzco con una sonrisa radiante a mi casa.

___________________________________________

A esta historia le haré varias modificaciones, la empecé a escribir hace bastante tiempo y mi mentalidad ha cambiado un poco. Ya luego se darán cuenta por sí solos.

Continue Reading

You'll Also Like

1.1K 77 19
Ashley Clerk es una joven de 17 años que regresa a su pueblo natal después de algunos años. Vuelve a reencontrarse con sus mejores amigos, su familia...
2.9M 365K 55
[SEGUNDO LIBRO] «Convertirme en un monstruo no me ha liberado del dolor de ser humano». Después de los crímenes cometidos por Victoria Massey, la jo...
91.3M 8.5M 65
El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y paut...
30.8K 2.1K 40
después de lo ocurrido en la mina MC , queda en shock respecto a lo que se entera por otro lado los chicos exigen muchas cosas a MC , pero una person...