Destinados

By bar250

54.8K 5.4K 1.7K

Rin es una joven y brillante estudiante de negocios, que lleva una vida difícil y ocupada, sin ganas ni tiemp... More

Cap. 1: El amor no es lo mío
Cap. 2: Un rostro familiar
Cap. 3: Deudas saldadas
Cap. 4: Sesshomaru Taisho
Cap. 5: La pasantía
Cap. 6: Primer día
Cap. 7: A prueba
Cap. 8: Trato especial
Cap. 9: ¿Error?
Cap. 10: Sólo una noche
Cap. 11: En la boca del lobo
Cap. 12: Juntos
Cap. 14: La cita (Parte II)
Cap. 15: El día siguiente
Cap. 16: La verdad de Rin (Parte I)
Cap. 17: La verdad de Rin (Parte II)
Cap. 18: La verdad de Rin (Parte III)
Cap. 19: Hechizado
Cap. 20: A su lado
Cap. 21: Contratiempos (Parte I)
Cap. 22: Contratiempos (Parte II)
Cap. 23: Enmendando errores
Cap. 24: Pequeña Borracha
Cap. 25: Viaje (Parte I)
Cap. 26: Viaje (Parte II)
Cap. 27: El regalo
Cap. 28: Cumpleaños de Rin
Cap. 29: La primera
Cap. 30: Resistencia
Cap. 31: Punto de quiebre (Parte I)
Cap. 32: Punto de quiebre (Parte II)
Cap. 33: Punto de quiebre (Parte III)
Cap. 34: Mentiras y verdades (Parte I)
Cap. 35: Mentiras y verdades (Parte II)
Cap. 36: Nuevo trabajo
Cap. 37: El reencuentro
Cap. 38: Negociaciones
Cap. 39: La boda
Cap. 40: Corazones rotos
Cap. 41: Decisiones
Cap. 42: Sin arrepentimientos (Parte I)
Cap. 43: Sin arrepentimientos (Parte II)
Cap. 44: Sorpresa
Cap. 45: Idiota enamorado
Cap. 46: Destinados

Cap. 13: La cita (Parte I)

1.3K 131 19
By bar250


Kagome saludaba a su amiga que venía recién llegando a casa, la recibió como siempre, pero esta vez había algo distinto en ella, pudo notarlo enseguida. Al parecer estaba nerviosa por algo, y en sus ojos había un brillo especial que no veía hace mucho tiempo.

- ¿Hay algo que me quieras contar? - Le preguntó intrigada.

- ¿Ehm? ¿Por qué me lo preguntas?

- Te conozco Rin... podrás engañarte a ti misma, pero no a mi. - Le dijo riendo. La castaña se sonrojó.

- Sesshomaru me invitó a salir...

- ¿Qué? - Preguntó Kagome sin poder contener su asombro. - A salir como... ¿en una cita? - La castaña asintió. - ¿Y tú le dijiste que sí? - Asintió de nuevo. - Pero Rin... 

- No sé... no sé por qué lo hice, sé que es un error involucrarme con él, lo tengo claro, pero aún así no me pude negar... creo que me gusta, Kagome.

La mayor suspiró al caer en cuenta a qué se debía ese brillo especial en sus ojos.

- Bueno, entonces tienes que intentarlo... y si todo sale mal, aquí voy a estar yo. - Rin le sonrió aliviada al escuchar sus palabras. - Rin, es Taisho Sesshomaru... ¡¿Qué te vas a poner? ¿A dónde irán?!

- No sé, no me dijo nada de eso... no tengo idea ¡Necesito tu ayuda!

- Sabes, creo que tengo algo perfecto para la ocasión. - Dijo buscando entre su closet. - Lo compré un día sólo por impulso, la verdad es que no tenía cuando usarlo pero era tan precioso que no me pude resistir. Aquí está, toma. - Le entregó un precioso vestido negro. - Tú vas a estrenarlo. 

- Kagome... ¿Estás segura? ¡Es hermoso!

- Si, lo sé ¡Ya pruébatelo, quiero saber como te queda!

Rin hizo caso y se puso el vestido que le quedó a la perfección. Era de tirantes y mostraba su escote y hombros de forma provocadora y a la vez elegante, le llegaba un poco más arriba de la rodilla y se amoldaba perfectamente a su cuerpo sin quedarle ajustado, marcando su cintura y sus caderas justo lo necesario.

- ¿No es mucho?

- ¡No! Te ves preciosa Rin, Taisho se va a querer morir cuando te vea. 

Rin le sonrió sonrojada y terminó de arreglarse para cuando daban las 8.30. Se puso su abrigo y se despidió de su amiga.

- Suerte... Ah, y yo aprovecharé de ver a Sango, así que tendrás el departamento para ti sola cuando llegues. - Dijo Kagome guiñándole un ojo. Rin negó con su cabeza riendo y salió de su casa. 

Afuera la esperaba Sesshomaru, como siempre vestido con un traje que lo hacía ver deliciosamente guapo, estaba apoyado en un auto que no era el deportivo negro que usaba generalmente, era plateado, un poco más grande e igual o más lujoso que el anterior y quien conducía era el señor Jaken.

- Buenas noches señor Sesshomaru. - Lo saludó con una tierna sonrisa.

- Buenas noches Rin.

Le abrió la puerta del auto y luego él se sentó a su lado. Viajaron hasta el centro de la ciudad, donde estaban ubicados los restaurantes más exclusivos de la zona. Entraron en uno de ellos, subieron hasta un segundo piso, donde un mesero amablemente los llevó hasta su mesa junto a una ventana con hermosa vista, el lugar era realmente encantador.

- ¿Cómo hizo para conseguir una reservación en un lugar así a última hora? - Preguntó la castaña mientras Sesshomaru la ayudaba a sacarse su abrigo.

- El dueño me debía un favor. - Respondió y de pronto se sintió encandilado por la belleza que tenía en frente suyo. No pudo evitar mirar a su acompañante de pies a cabeza y fue como si las palabras escaparan de su boca. - Rin... te ves hermosa.

- Gracias... - Respondió sonrojada por sus evidentes miradas. - Y usted se ve muy guapo, como siempre.

Se sentaron y ordenaron su comida mientras les servían el vino. La verdad es que era una situación algo extraña para ambos, era la primera vez que Sesshomaru se daba el tiempo de realmente conocer a una mujer y no podía negarlo, habían muchas cosas de Rin que le causaban mucha intriga y curiosidad. Su personalidad era una de ellas; a veces tan segura y otras tan tímida, a veces parecía tener todas las respuestas y un sinfín de preguntas y otras veces simplemente se dedicaba a observar todo desde un costado. Y había algo más, algo en la mirada de la castaña que lo hacía sentir bastante extraño, como si se sintiera expuesto de cierta forma, como si con el simple hecho de mirarlo a los ojos, ella lograra ver a través de él. 

Desde ese momento en que se topó con ella en la universidad y cruzaron miradas mientras él intentaba recordar de dónde la conocía, sintió que esos profundos ojos color chocolate lo atravesaron y sin poder decir algo más, no tuvo más remedio que seguir su camino... Nunca antes había sentido algo parecido, de hecho siempre fue todo lo contrario, todos recalcaban que con su fría y seria personalidad casi inexpresiva, era prácticamente imposible saber lo que estaba pensando y era una barrera bastante efectiva, sobre todo en el rubro que desempeñaba... pero de pronto llegó Rin y con ella todo eso se fue a la mierda.

- No me imaginé que usted sería la clase de caballero que le abre la puerta del auto a una chica, le ayuda a sacarse el abrigo y le da cumplidos.

- Yo tampoco. - Dijo con una fría sinceridad que a ella le causó gracia. - Aunque no seré tan caballero para otras cosas... - Dijo con ese suave tono de voz que hizo que la piel de la castaña se erizara y sus mejillas se sonrojaran al instante, haciéndolo sonreír levemente de lado al ver el efecto que tenía sobre ella. - ¿Cuántos años tienes, Rin?

Ella lo miró extrañada, no se esperaba esa pregunta.

- 21, ¿Por qué? ¿Encuentra que soy muy joven para usted? - Le preguntó con una coqueta sonrisa de lado a la que él correspondió.

- No es eso... ¿Entonces tenías 16 cuando me llevaste a mi departamento?

- Ehm, si...

- ¿No eras algo joven para estar trabajando en ese lugar?

- Aceptan meseras desde esa edad...

- ¿Entonces sólo te dedicas a trabajar y a estudiar? Porque también tienes tu trabajo como ayudante en la universidad, ¿cierto? - Rin asintió. - ¿No es mucho para alguien de tu edad?

A Rin le pareció algo extraño, quizás era idea de ella, pero estaba casi segura que pudo notar un deje de preocupación en sus palabras.

- Estoy acostumbrada... Por qué mejor no me cuenta qué lo llevó a quedar en ese estado para que una joven de sólo 16 tuviera que llevarlo hasta su casa. - Le dijo sonriendo e intentando cambiar el tema. Él lo pudo notar pero decidió no insistir, al menos por ahora.

- Supongo que... problemas familiares. - Rin lo miró expectante, él suspiró al comprender que no podía esperar a que ella le contara su vida si él no decidía compartir algo de él con ella. - Mi padre murió.

- Oh, lo siento... 

- No importa, no éramos cercanos tampoco.

- ¿Y con su madre? Ese día que nos topamos en la universidad, ¿ibas a verla a ella?

- Si, pero no mantenemos una relación familiar si a eso te refieres. Irasue es algo especial...

- Se parecen mucho. - Él frunció el ceño al escuchar ese comentario. - Físicamente digo, de personalidad no lo sé, no la conozco, sólo hablé con ella cuando me dijo que mi pasantía sería con usted. 

- Creo que igual nos parecemos en personalidad... aunque probablemente de ella nunca vas a notarlo, sabe ocultarlo bastante bien. - Rin no pudo evitar reír. Era verdad, ella no parecía seria, fría y calculadora como Sesshomaru, sin embargo algo de ella la hizo sentir escalofríos. - ¿El idiota de ese día en el restaurante, era tu novio o algo así?

- Sólo salimos por un tiempo hace ya varios meses.

- ¿Y qué pasó? Para que terminara de esa forma.

- Supongo que... uno nunca termina de conocer a las personas. - Dijo encogiéndose de hombros. - Y usted, ¿ha tenido alguna relación alguna vez? 

- No. Nada serio por lo menos.

- ¿Sólo conquistas de una noche? - Preguntó divertida, él se limitó a asentir con la mirada. - ¿Eso es lo que soy yo también?

- No. 

- Puede ser sincero...

- Lo soy.

- ¿Entonces por qué no? ¿Qué me hace diferente? 

- No lo sé, podría hacerte la misma pregunta a ti, ¿Por qué aceptaste salir conmigo?

- Es verdad, podría preguntar lo mismo y creo que mi respuesta también sería la misma... No lo sé. 

- ¿De verdad no lo sabes?

Rin se sintió algo acorralada ante esa pregunta.

- Supongo que... en parte es porque sé que a usted tampoco le gusta perder el tiempo. Ya sabe que no tengo mucho espacio en mi vida para dedicarle a una relación... y sé que usted no está interesado en ese tipo de cosas.

- ¿Cómo estás tan segura de eso?

- ¿Me va a decir lo contrario?

- No lo sé, no eres como nadie que haya conocido antes, Rin... me tienes intrigado desde el primer momento, no sé por qué, pero no puedo sacarte de mi cabeza.

Rin abrió sus ojos con sorpresa, realmente no esperaba escuchar esas palabras.

- Señor Taisho, qué privilegio tenerlo por aquí, hace mucho tiempo no nos visitaba, espero que la comida haya sido de su agrado. - Saludó el dueño, interrumpiendo su conversación.

- Si, estuvo muy bien, gracias. 

- Me alegra ver que está muy bien acompañado, los dejo, espero que tengan una agradable velada.

- Sesshomaru... - Le habló Rin una vez el hombre se retiró. Él levantó su mirada para verla. - ¿Cuántos años tienes?

- 30.

- ¿No te molesta que te vean acompañado de una simple estudiante como yo?

- No me interesa lo que piensen los demás... y no tendría por qué molestarme tampoco. - Se paró y caminó hasta ella. - Lo que sí me molesta, es que desde que llegamos, absolutamente todos los idiotas que hay aquí se han girado a verte por lo menos dos veces. - Le dijo al oído, puso una mano en su nuca y la atrajo hacia él, atrapando sus labios en un profundo beso, que la dejó bastante sonrojada y sin palabras. 

Se separó de ella, la ayudó a ponerse su abrigo y salieron de ahí. Jaken los esperaba afuera y condujo hasta su departamento.

- ¿Quiere pasar? - Le preguntó tímidamente.

- ¿Estás segura? - Rin asintió. - ¿Y tu amiga? 

- No está... 

Ambos se bajaron del auto, cuando Jaken les habló por la ventana.

- Amo Sesshomaru, ¿Debería esperarlo? O...

- No se preocupe señor Jaken, vaya a descansar, el señor Sesshomaru va a pasar la noche aquí. - Le dijo Rin. Sesshomaru la miró de reojo con una leve sonrisa de lado que ella alcanzó a ver y le pareció terriblemente seductora. Le sonrió de vuelta levemente sonrojada y caminaron juntos hasta entrar en su departamento.

Continue Reading

You'll Also Like

150K 14.9K 25
Un cielo nevado llega a la vida del Genio de Konoha: Repentina, inesperada, divertida e irónicamente cálida. ¿Será lo suficientemente problemática co...
3.1K 245 14
El legado Uchiha, para muchos es sucio, peligroso y corrupto, para ellos, es la forma de proteger a las personas que amaban de los peligros que traía...
14.6K 540 64
(1&2 Temporada) Esta es una historia sobre una adolescente que cambia de cuerpo con una chica famosa, amiga de Justin . Por un CAMBIO DE CUERPOS cam...
62K 4K 26
Sasuke Uchiha conoce a una hermosa enmascarada en un baile de disfraces y lo único que pensó fue en besarla, cuando probó sus dulces labios, supo que...