La sangre corre por mi muslo como un río denso y sucio, el machete que colgaba en la pared a forma de decoración fue muy útil para que Marcus Phillip lo usara para atacarme. Es una herida profunda, alargada hasta la rodilla creo poder ver algunos tejidos entre la visión borrosa. Atenea desapareció en cuanto comenzó el espectáculo, no dijo nada y durante veinte minutos de agonía no he sabido dónde puede estar.
Marcus Phillip, empresario, arrogante, repugnante, machista, atractivo, mafioso y con varios asuntos privados bien escondidos del FBI, además de sus diversos contactos en el mundo más perverso con trata de blancas. Zayn nos advirtió de no sacarle de quicio, tener cuidado con nuestras palabras y llegar a un acuerdo pero las cosas se han torcido un poco.
Miro a los alrededores, enfoco a los muebles de madera negra, las paredes blancas relucientes, los detalles en azul marino en algunos rincones y luego en la cara de Marcus; impecable, aseada, barba recortada, cabello sedoso, facciones duras, ojos oscuros y unos labios gruesos.
- Tu novia te ha dejado solito -Dice con un tono de pena sarcástico, desliza un dedo por el machete rojo y limpia la suciedad-. Que poca lealtad tienen las mujeres de hoy en día, ven un hombre vulnerable y desaparecen. Ellas quieren un héroe... ¿Styles? Bonito apellido, muy acertado, por cierto.
- Qué sabrás tú de mujeres -Río en su cara con gracia, dolorido mientras escupo a un lado.
- Así no -Chasquea la lengua advirtiendo de un error-. ¿No has aprendido cómo debes dirigirte a mí? Estoy seguro de que al señor Malik no le va a gustar nada verte llegar con esas pintas y sin ninguna solución conmigo.
- Está bien -Suspiro pesado, me levanto apoyando los brazos en varios muebles y me recargo en uno dejando correr la sangre al suelo-. ¿Puedes darme algo para parar la hemorragia?
- ¡Claro! -Alza las manos y da dos palmadas, en un momento aparece una chica joven de cabellos dorados en ropa interior sujetando entre sus manos varias vendas y gasas con alcohol-. Ella es Uri, a tu disposición.
Uri limpia con agua la sangre, presiona las gasas ardientes en mi piel y luego venda con fuerza y precisión todo el muslo izquierdo. Cuando termina desaparece con la aprobación de Marcus, luego me siento por fin en un sillón acolchado y descanso la pierna estirada en la mesa de cristal. No parece molestarle este gesto, se posiciona frente a mí en el sofá de cuero y enciende un puro llenando el espacio de humo gris.
- Cuéntame paloma mensaje, ¿Qué necesita un hombre como Malik de un aficionado como yo? -Se reclina con ambas manos en el respaldo, totalmente relajado.
- No le consideraría un aficionado -Dejo escapar una amarga risa entre dientes-. He escuchado muchas historias de usted, me sorprende que lo vea como un hobbie.
- Querido, tengo una empresa multimillonaria que debe mantener una imagen pública impecable, créeme, no es necesario un escándalo de vandalismo con mi cara en un cartel.
- Entiendo... Lo que Zayn quiere es que cooperemos.
- ¿En qué exactamente? -Eleva una ceja interesado.
- Su hermana, Scarlett Malik ¿La conoce? -Asiente haciendo un gesto con la mano para que no me detenga-. Ha desaparecido, bueno, está conspirando contra este equipo y no sabemos bien porqué. Nos tendió una emboscada en varias ocasiones, una casi le cuesta la vida a mi compañera y luego se fue sin dejar rastro con un hombre, también traidor.
- Entonces quiere que le ayude a encontrarla.
- Algo así, queremos unirnos para que cuando aparezca podamos asegurarnos de que no se escape y nos cuente hasta lo último que sabe.
- Debéis tener en cuenta, si acepto, los enemigos de ella son nuestros amigos y sus amigos nuestros enemigos. Zayn debe saber que si alguien la está ayudando interiormente... -Menea el puro de lado a lado indeciso-. Puede que sea una persona infiltrada en su equipo, a lo mejor os lleva ventaja por eso ¿No lo habéis pensado? Sabe vuestros pasos antes de que los deis. Y no sé si es un hombre dispuesto a disparar a su propia familia si lo está traicionando desde dentro.
- ¿Familia?
- Zeta Malik, ese muchacho que siempre anda con él.
Divago entre esos recuerdos, es cierto que Zeta es una persona callada e incluso tímida pero jamás pensaría que trama algo contra su jefe, que al parecer es... Su pariente. Zeta tiene buena puntería con el arco, lejos de eso no se le ha involucrado en ninguna misión y tampoco sé si cobra algo por mantenerse a la deriva de todo. Fuera como fuere Marcus tiene más información de la que creía.
- Zeta -La voz de Atenea resuena en el pasillo detrás de él quien se gira para contemplarla. Los tacones golpean haciendo eco a cada paso, una pequeña sonrisa me sale entre los labios al recordar cómo esta mañana no paraba de quejarse por tener que llevar ese calzado-. Inocente, ingenuo, introvertido, autista, tiene todas las papeletas para ser alguien poco sospechoso y el principal culpable.
- Piensas rápido -Alaga Marcus mostrado una sonrisa coqueta, ella toma asiento a su lado cruzándose de piernas-. Me gustas, eres inteligente.
- Y tú un bocazas impulsivo -Junto al sarcasmo muestra una sonrisa forzada dos segundos y vuelve a la seriedad-. Lo siento ¿Muy descortés? Le doy permiso para rajarme la pierna a mí también, aunque quizás se haya conformado con debilitarme al mejor compinche que se me puede ofrecer entre el equipo de pacotilla de Malik.
Sus palabras son duras y frías pero no paso por alto el cumplido tan extraño que ha dejado caer, quizás para ella insignificante pero sé que es verdad lo que dice, jamás miente, todo lo que piensa lo dice sin importarle consecuencias. La miro incrédulo intentando no llamar la atención demasiado y que Marcus note que no estoy acostumbrado a un trato tan amigable hacia mí, una lealtad de trabajo nunca vista en ella. Siempre tan independiente, tan manipuladora y calculadora, se las arregla sola ¿Qué necesidad de alargarme dentro de su amenaza?
- A veces pienso que las mujeres estáis mejor desnudas y rogando de rodillas -Me mira riendo para que le siga el juego, no lo hago, Atenea sigue con la mirada fija en él.
- Quizás te hago rogar de rodillas yo a ti.
Él gira la cabeza hacia ella con la boca abierta como si fuera una barbaridad lo que acaba de decir, Atenea ladea la cabeza sonriendo con dulzura, una dulzura tenebrosa que me hace temblar, es la advertencia de que un mínimo fallo y actuará.
- ¿No te han enseñado modales?
- He venido aquí por un cometido, si no lo obtengo por las buenas, tendré que demostrar porqué es mejor que decida rápido a que bando ir.
- ¿Insinúas que me obligarás a aceptar?
- Y a rogar de rodillas -Aclara levantando un dedo inocente.
Ambos se levantan en tensión, yo intento hacer lo mismo pero termino medio apoyado en un mueble para no caer. Sus caras están muy cerca, ella mantiene su semblante serio y tranquilo mientras que Marcus parece perder la paciencia respirando muy fuerte por la nariz. Alza una mano para capturarla del pelo pero lo bloquea con su antebrazo y vuelve a dejarla al lado de su cuerpo. Cambia la expresión aún más cabreado, impaciente.
- Eres un putita perversa ¿No es eso? Te gusta que te admiren, que te deseen, quieres tenerlos a todos...
Antes de que pudiera acabar la frase la mano de Atenea impacto contra el cuello, con ambas manos sujeta la cabeza y la gira haciéndola crujir sin partirle la columna, su rodilla impacta en las partes bajar de Marcus y lentamente se arrodilla dolorido, agacha la cabeza para apoyarla en el suelo pero ella lo sujeta por el pelo y lo deja arrodillado ante mí, con una daga en la nuez. Tiene la cara roja de ira pero en sus ojos veo el miedo, temor a que a la pirada que está jugando con el hilo de su vida le dé por rozar un poco más la cuchilla.
- Vas a tener que rogarle al señor Styles -Ronronea en su oído, toda una perversión para sacarlo de quicio-. Porque yo no te perdonaría la vida, pero él puede que sí. Si quieres seguir viviendo será bajo sus condiciones, de lo contrario, te dejaré llamar a tu mami para despedirte.
- Puta mal follada -Escupe.
- Te repito -Tira más de su pelo, veo la expresión de dolor y un chorro fino de sangre caer desde un coronilla-. A mí no me interesa tenerte vivo, el único que puede salvarte es él.
Me mira con sufrimiento en los ojos pero yo estoy totalmente sorprendido por la actitud de Atenea, este sadismo y su cooperación conmigo, que cuente conmigo para algo. Pienso con rapidez lo que debo decir, lo que necesito hacer para contentar a Zayn y sobre todo para no producir una masacre y salir ilesos de ahí.
- Yo te perdono la vida -Aseguro con el mentón bien alto-. A cambio de que tu equipo trabaje para Zayn, sin trampas, a mi compañera no le cuesta nada encontraros y acabar con todos, ya lo ha demostrado.
- Si es eso lo que quieres, es lo que tendréis.
- Ruégale -Espeta Atenea-. Ruega por tu miserable vida -Corta un poco el borde de su cuello.
- Por favor, señor Styles, lo siento por ser desconsiderado con usted, por favor... -El pecho le sube y baja con fuerza-. No volverá a pasar, tiene mi palabra, trabajaremos para ustedes.
- De acuerdo, ya basta.
La cara de Atenea es de descontento y molestia por intervenir en su diversión, rueda los ojos y se posiciona ante Marcus. La punta de su tacón se clava de nuevo en el escroto haciéndole rugir de dolor e inmediatamente clava la cuchilla en el muslo de este hasta el fondo y tira rajando hasta el muslo, mucho más lento, doloroso y profundo que lo que me hizo a mí.
- Le he dado a Uri el día libre -Dice con inocencia-. Espero que no te importe.
- ¡Hija de...!
- Es un pequeño recordatorio por si decides saltarte tu palabra, tú crees que las mujeres no servimos para nada y yo me deshago de los hombres por placer, por ahora solo ha supuesto una mejoría en el mundo. Y también -Saca la daga con fuerza-. Por mi compañero, sé que él se irá de aquí sin ningún rencor aparente, pero a mí me gusta el "ojo por ojo" ¿No lo crees justo?
Muestra un puchero victimista y se aparta cambiando a una amplia sonrisa, se quita los tacones y los tira frente al hombre. Ve que no me muevo, no puedo caminar por mi cuenta y corre para apoyar mi brazo en sus hombros y ayudarme a salir de aquella lujosa casa. En la calle está nuestro coche, entre de piloto y observa todo detenidamente. Según me ha explicado, no tiene ni idea de conducir, es por ello que siempre lo hago yo pero ahora debe hacerlo antes de que llegue la policía, un trabajador de Marcus o cualquier persona que se altere al ver mis vendajes llenos de sangre. Gruñe con rabia mientras arranca, se le ha calado cinco veces antes de llegar a la esquina pero después consigue mantenerlo en línea hasta llegar al bosque, nuestra casa.
Está Liam aquí, corre inmediatamente para ayudarme por el otro brazo para apoyarme hasta el sofá y acostarme con la pierna en alto. Zayn está en la cocina observando todo a distancia, el moreno que me ha ayudado quita las vendas rojas y las comienza a cambiar y a coser la herida.
- ¿Ha aceptado? -Pregunta desde el umbral.
- Sus amigos ahora son sus enemigos -Digo en agonía repitiendo sus palabras-. Aunque ha sido Atenea quien se ha encargado de cerrar el contrato.
La mira de arriba abajo, intacta y sin zapatos. Ella eleva los hombros quitándole importancia aunque él insiste en saber qué ocurrió con una ceja levantada.
- ¿A dónde mierdas te fuiste? -Espeto cuando siento la aguja entrar en contacto con la piel, intentando olvidar que Liam no tiene ni idea de medicina-. Me dejaste solo, sangrando con un perturbado sujetando un machete.
- Fui a buscar a Uri para que te vendara la herida -Informa, Zayn la mira con la boca abierta después de mis palabras-. Le ordené que fuera, incluso si Marcus no la hubiera llamado tenía que ir por orden mía, le prometí que si Marcus se interponía lo mataría inmediatamente.
- ¿Una orden tuya le bastó? -Estoy sorprendido nuevamente porque fuera a buscar ayuda y que no dudara en matar a una persona que podría ser clave en el equipo solo porque no permitiera que me ayudaran.
- Amenacé con arrancarle la ceja de raíz con la daga.
- Me lo imaginaba -Suspiro pesado, ya queda menos para que me vende la pierna completa-. Hoy te has lucido.
- He tenido un día bueno.
- Me alegro de que así fuera, no me puedo imaginar qué hubieras hecho en otra circunstancia.
- Que tiemble el mundo -Se burla Liam riendo mientras no pierde concentración en la herida.
Termina y la venda, esta vez no se tiñe de rojo. Los chicos se despiden de mí preocupados después de una charla profunda y detallada de lo que ocurrió. Zayn ha recibido una llamada de Marcus aceptando términos, condiciones y haciendo una lista de las personas que irán x días a su empresa para entrenarse y mantenerlo al día. Al final del todo puedo descansar en paz sabiendo que mis esfuerzos y los de Atenea no han sido en vano.
La observo bajar las escaleras en pijama, duchada con el pelo mojado, se prepara un sándwich y se lo come mirándome la pierna sentada en el suelo apoyando la espalda en la pared.
- No tenías que haber formado tanto barullo.
- ¿Te duele? -Con la cabeza señala mi pierna.
- Hace rato que no.
- Estabas a tres minutos de perder el conocimiento, si no hubiera aparecido Uri no creo que estuvieras aquí.
- Gracias -Susurro mirando el techo imaginándola correr por esos pasillos buscando a la rubia.
- Deja de darme las gracias por todo.
- Es que no dejas de hacer cosas por mí.
- No lo hago solo por ti, Harry.
- Sí, me has dado tu palabra, lo sé.
- También lo hago por mí.
- ¿Mmm? -Frunzo el ceño girando la cabeza para verla ahí relajada mirándome fijamente, cómoda con la situación y la incito a que lo aclare.
- No voy a permitir que te mueras, Harry. No por mi promesa de protección, sino porque yo no quiero que te vayas.