Medicine

evabetancortg द्वारा

69.6K 4.7K 431

Después de tantas mentiras, es hora de contar la verdad aunque con ello le cueste vida. A cada paso suyo es u... अधिक

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45

Capítulo 17

1.4K 108 3
evabetancortg द्वारा

En mi mente resuena como un eco la palabra "Emboscada" en mil idiomas y diferentes voces a lo lejos. Después del gran momento que tuve que improvisar con Harry para no levantar las sospechas de ahora el difunto señor Holps, viene la impredecible de Scarlett ha tendernos una trampa. No tengo tiempo para pensar en los labios del moreno, ni en su mano recorriendo mi cuerpo o sus dedos vagando por mi zona privada, ahora eso era lo de menos, nuestras vidas volvían a pender de un hilo sin saber qué o quién está al tanto de esta nueva noticia. Quizás los de la mesa de al lado, los que tienen la cortina corrida para tapar sus guarrerías estén esperando una señal para dispararme en el pecho, o alguna stripper bien pagada tiene un arma en el escote y no ve el momento perfecto de tirárseme encima.

Bajamos a paso lento, con cautela mirando a cada persona que se nos cruza, Yery va delante de mí casi dejándome invisible al ojo público con esos enormes músculos pero al menos impone físicamente lo que yo impongo al abrir la boca. Harry va detrás de mí asegurándose de que Malfoe no se quede muy atrás y de que nada me atraviese de nuevo. Salimos de la estancia violeta, la música queda callada a nuestras espaldas y nos miramos mutuamente durante un momento, los dos chicos miran a Harry esperando que digamos qué ha sucedido y porqué tiene pintalabios en la boca.

- No es que sea de vital importancia -Dice Yery cruzándose de brazos y pasando el peso de pierna en pierna-. Pero me gustaría saber qué ocurrió ahí dentro.

- Si no hubieras desaparecido lo sabrías -Expreso con rabia por ser tan inapropiado.

- A mí no me parece que os lo hayáis pasado tan mal sin mí -Enarca una ceja mientras hace un ademán de limpiar la boca para que Harry lo imite.

- Más vale que cuides las formas si no quieres que te atraviese el ojo con un destornillador y te cuelgue del tejado de tu madre para que te recuerde cada navidad como una guirnalda en el tejado.

Los varones me miran sorprendidos por mi repentino comportamiento, no me decanto en mirar a ninguno y emprendo la marcha. La música clásica sigue sonando abajo, las escaleras brillantes nos dan paso para llegar y ver toda la multitud bien vestida con las máscaras más elegantes que pudieron escoger. No puedo identificar si Scarlett está ahí pero si ella nos ve no es difícil percatarse de una mujer rodeada de tres hombres pegados al culo. Camino resonando los tacones hasta que una delicada y suave mano me detiene, toma mi brazo hasta llegar a mi mano y obligarme a girar en su dirección. Es un chico de cabello dorado, tiene los ojos profundamente negros, una amplia sonrisa y hasta ahí puedo ver, sin saber quién es, apenas se me hace conocido.

- Milady -Dice con una sonrisa que le llega a los ojos-. ¿Me permite un baile?

- No -Responde Harry quitándome la palabra de la boca y además tirando de mí para soltar su mano.

- Eso ha sido muy grosero -Recrimino mientras andamos hacia fuera cada vez más rápido.

- ¿En serio querías bailar con ese pringado?

- Cualquier cosa es mejor que tener que soportarte a ti.

- Y ahí está, la Atenea de siempre, ya pensaba que tenías fiebre.

Bufo cuando una bocanada de viento llega hasta mi cuerpo, aire fresco, al fin. El coche de Yery está aparcado frente al jardín así que no tardamos en subirnos y mantener un silencio inquietante. Hemos frenado una masacre y hemos conseguido salir sanos y salvos, hay varios cadáveres en una zona de la mansión pero no creo que a la criada le cueste mucho sacar la mancha de sangre. Scarlett anda cerca, no visible y tampoco ha sucedido nada en nuestro camino hacia la salida así que podría decirse que está hecho, Zayn se pondrá muy contento y le pagarán una buena cantidad por evitar que el champán de fiesta fuera la sangre de hombres y mujeres ricachones sin culpa.

Aparcamos en el edificio de Malik, en él viven varios trabajadores, hay un gimnasio y obvio vecinos normales que no saben que conviven con delincuentes en busca y captura. Al tocar la puerta número 375 me quito la máscara cuando nos abre el moreno en calzoncillos con los pelos revueltos. Esboza una sonrisa de alivio al examinarme y no ver marcas ni sangre, luego estira sus brazos en forma de abrazo al que me incluyo en seguida. Sé que los demás esperan poder entrar contemplando la escena con extrañeza, es raro que tu jefe te abrace y se alivie al verte pero la conexión con Zayn ha sido diferente, especial. Al principio era imposible entendernos más allá del trabajo, pero cuanto más me alejaba de Harry más tiempo invertía en Zayn y nos terminamos conociendo, ambos con un pasado atroz, ninguno fue capaz de juzgar al otro al escuchar nuestras historias, incluso llegamos a sentirnos orgullosos y admirar a quien sería nuestro nuevo amigo por tiempo indefinido. Me suelta agarrándome por los hombros y me sacude con ternura para adentrarme, tras de mí el resto.

- ¿Ha sido difícil? -Pregunta cerrando la puerta con llave y sentándose en su cómodo sofá frente a la pantalla plana que contiene un partido de fútbol en silencio.

- Que te cuente Atenea -Espeta Yery mientras busca una cerveza en la nevera.

- ¿Y bien? -Insiste enarcando una ceja en mi dirección cuando me siento a su lado.

- Detectarlo fue fácil -Digo con tranquilidad viendo a los jugadores correr-. Estaba tirando billetes a la nada cuando lo encontré, en una sala llena de prostitutas, su grupo de amigos bebían y se distinguían del resto por unos anillos plateados. Me senté con él ha darle charla, nada interesante pero me di cuenta que era mejor no cabrearle, una chica pasó por allí y se negó a bailar frente a la barra, por poco la tira por el balcón -Trago duro recordando el maltrato que le hicieron frente a mí-. Yery desapareció y no vi a Malfoe, fue Harry el que vino a cubrirme las espaldas.

- Muy bien Styles, por primera vez de ciñes al plan.

- Cuestión, que se puso insistente con que le bailara y luego quiso que Harry bailara conmigo, nada del otro mundo, aproveché la distracción para disparar.

- ¿Y nada más? -Insiste con el codo-. Porque no sabía que Harry se pintara los labios de rojo, ¿Le prestaste el pintalabios?

- Dije que fue una distracción, eso incluyó besos sí, él los pidió y si me negaba a lo mejor sospecharía que tampoco me tenía comiendo de su mano como creía -Digo irritada y me levanto repentinamente cansada de actitudes infantiles-. De nada, hombre muerto, fiesta viva.

Hace un gesto de agradecimiento con la cabeza y sigue mirando la televisión sin pasar de canal, luego Yery y Malfoe se despiden con unas cervezas en la mano y bastantes contentos.

- Podéis quedaros a dormir -Informa sin mirarnos-. El apartamento es grande, hay una habitación libre al fondo a la izquierda, es muy tarde para que andéis hasta el bosque.

- Gracias -Susurro cansada mientras busco una habitación.

- Lo único es que compartiréis cama, os apañaréis bien -Guiña un ojo antes de desaparecer.

Harry y yo nos miramos, estoy tan cansada que apenas tengo fuerzas para discutir o decidir, si él quiere dormir en el sofá que se quede donde está pero yo me dirijo al cuarto mientras en el camino me descalzo a tropezones. Me sigue de cerca sin decir nada, sorprendentemente. Se desnuda en silencio en una oscura esquina de la habitación y se adentra en la cama, me quedo mirando la zona unos instantes hasta que tiro del vestido y quedo en tanga ya que no tengo sujetador puesto. No me molesto en taparme, él ni siquiera mira en mi dirección y cuando toco las sábanas frías está de espaldas a mí.

La cama está helada, al principio me cuesta relajarme hasta que me adapto y coge algo de calor corporal con ayuda del cuerpo de Harry. Este se gira sobre sí quedando ahora viendo mi desnuda espalda, de repente siento una caricia. Es leve, corta e insiste en otras partes, soy consciente de que recorre las cicatrices de la zona pero no me aparto, apenas puede verlas con la luz que entra de la luna.

- ¿Cómo te hiciste estas? -Pregunta bajito como si no quisiera que me asustara al escucharle.

- Me azotaron -Escucho cómo traga duro al escuchar eso, viaja hasta otra cicatriz más larga y la dibuja, el cosquilleo hace que arquee la espalda lejos del contacto pero espera para seguir por otra.

- ¿Lo ordenó la doctora Quintanilla?

Frunzo el ceño ¿Porqué él creía eso? Giro sobre mí quedando mirando hacia el techo, oscuro, negro en la penumbra, silencioso como mis pensamientos. Me relajo en ello, vuelvo a ser consciente de que mis pechos están fuera de la manta y ahora sé que los mira, siento sus ojos en ellos pero no me incomoda.

- Lo hizo mi padre -Suelto un suspiro por la nariz-. Padre de acogida -Corrijo. Un silencio se forma entre ambos, ahora mira mi cara que está tan quieta e indiferente como le ordeno.

- ¿Por qué?

- Es difícil para una hija pensar que un padre ha errado -Aprieto los labios con fuerza-. Pero fue por una tontería.

- ¿Por qué lo hizo Atenea?

- Apunté a su mujer, mi madre de acogida, con un cuchillo de cocina porque no me dejaba salir a la calle -Elevo los hombros como si no fuera importante y esbozo una sonrisa ante el recuerdo-. Al menos eso fue la primera vez.

- ¿Lo ha hecho más veces?

- Todas las que quiso -Giro hacia él, aprieto mis pechos entre sí pero no parece querer mirar de nuevo. Observo esos ojos esmeralda profundos que investigan dentro de los míos, mantiene el ceño fruncido con algo de pena en la mirada, viaja de un lado a otro intentando explicarse algo a sí mismo-. No solo él, mi hermano de acogida también lo hacía por placer, por odio.

- Y te mandaron al psiquiátrico, hijos de...

- Ellos no han quemado a nadie vivo ni han matado a una decena de personas -Digo tan suave como puedo-. Ellos no son asesinos, solo castigaban a una bestia dormida.

- Me gusta la bestia despierta.

- A mí también.

Ambos soltamos un suspiro unísono y cerramos los ojos hasta poder dormir con el sonido de nuestras respiraciones.

Nos contemplamos entre la poca luz, ha relajado las cejas pero no deja de mirarme. Su pierna hace contacto con la mía, está ardiendo. Se acerca lentamente hasta rozar su pecho con el mío, todo su cuerpo emane calor a comparación del mío, su mano se posa en mi cintura desnuda y traza círculos imaginarios sobre ella. Mira mis ojos, mis labios, uno por uno, las pecas, la nariz, hasta tentarse a rozarlo todo. Sus labios se posan en mis pestañas, rozando cada centímetro de mi cara hasta jugar con mis labios, la otra mano está en mi mandíbula inclinando mi cabeza a su gusto, dando también caricias. Impacta su boca con la mía al tiempo que aprieta su mano en mi cintura y me pega más a él, la mano en mi cara recorre mi cuello y se para en mi pechos, juega con ellos hasta detenerse en el pezón que retuerce para sacarme leves gemidos que opaca con su boca.

- Ahora sé porqué nunca dormimos juntos -Admite entre mis labios soltando una leve risa.

- No vamos a tener sexo -Digo mostrando una sonrisa.

- ¿Ah no? -Se aleja para que vea cómo eleva una ceja insinuante-. Porque a mí me parece... -Su dura, suave y caliente mano viaja por todo mi abdomen hasta llegar a la ropa interior, tira del elástico pero se mantiene fuera mientras recorre la zona por encima del tejido-. Me parece que piensas lo contrario.

- Para nada -Jadeo maldiciendo esos brazos tatuados, esos dedos gloriosos ¿Hace cuánto necesitaba algo así?

De pronto he despertado empapada en sudor, con el pecho subiendo y bajando sin control alguno. Estoy enredada en mantas, sigo con los pechos al aire pero no parece haber sucedido nada entre nosotros, me da la espalda a mí y a la luz del día que entra por la ventana. Tiene el cabello alborotado y respira con normalidad, no parece percatarse de que me he levantado. Tiro de la sábana hasta llegar a la ropa, me la coloco de nuevo y pienso que es algo inapropiado para la mañana siguiente pero salgo al pasillo hasta el comedor para encontrar a Zayn tomando el desayuno.

- Buenos días -Anuncia con cariño y entusiasmo-. Que guapas te pones para desayunar.

- Buenos días -Bufo.

- Uy que mal humor mañanero, te haré un café.

- Gracias -Me siento frente a él en la mesa viendo cómo me coloca el líquido.

- ¿Qué tal has dormido? ¿Acaso has dormido? -Eleva una ceja.

- Sí, por dios -Llevo la taza a mis labios.

- Se escucharon murmullos, no sabía sí...

- Hablábamos -Digo con inocencia y dignidad-. Como personas normales.

- Ya bueno, no sé si te has olvidado que estabas haciéndole el voto de silencio.

- Sí y sigo esperando a pillarle con la guardia baja.

- ¿Vas a matarle?

- Ojalá pudiera.

- ¿Qué te lo impide? -No es sorprendente ver a un asesino que contrata asesinos diciéndome que me decante ya por acabar con la vida de alguien.

- Le di mi palabra de protegerle.

- No hay contratos con los muertos, una vez muerto qué más da si rompes tu promesa.

- No puedo, no lo haré. Buscaré la manera de hacerle pagar.

- Mejores personas han muerto en tus manos por mucho menos.

- No me tiendes a añadirte a la lista.

पढ़ना जारी रखें

आपको ये भी पसंदे आएँगी

23.6K 1.8K 18
Fragmento: Esta es la historia del Sombrerero. La más triste que he escuchado. Tarrant Hightopp era su nombre, Sombrerero de vocación. Él vivía en In...
202K 10.3K 71
Aqui encontraras frases unicas de algunas películas famosas de disney, os espero y te guste.... Vos si te gustan no olvidéis votar y comentar!! ¡¡...
2.9K 79 4
Historias diferentes por días especiales cuando dos personas se unen o se reencuentran en circunstancias algo peculiar. Espero que les guste como las...
602K 26.2K 46
¿Como algo que era incorrecto, algo que estaba mal podía sentirse tan bien? sabíamos que era un error, pero no podíamos estar sin el otro, no podíamo...