[🌼] ------------------- |•| ------------------- [🌼]
El silencio de mis pensamientos era muy cómodo, incluso sentía que podía decidir hacia donde quería ir, aunque era aun más satisfactorio quedarme observando aquel punto blanco en el centro de todo. Se siente como si no tuviera que pensar y solo concentrarme en mirarlo hasta que mi vista se quemase. No duré mucho observando dicho punto, pues en pocos segundos sentí a alguien sacudiendo mi hombro para que reaccionara, entonces el punto blanco y el resto de mi visión se aclaró. Estaba comiendo una pizza y me había quedado dormido en la mesa de la cocina, ¿cómo fue eso posible? Yo siempre prefiero mi colchón a esa mesa dura y fría o cualquier otra parte del restaurante.
—¿Mucha pizza? —me preguntó Chica.
Despertarme a la mitad del día era muy difícil, por lo que actué como si no la hubiese escuchado, aunque sabía que continuaría sacudiéndome hasta que me levantase. En la mesa estaba un plato con una pizza a la mitad y un poco de mi saliva. Entonces, para evitarme de esas sacudidas incómodas y que ahuyentan el poco calor que he reunido, levanté mi cara de la mesa. Chica estaba al lado con sus manos en su cintura.
—¿Por qué te quedaste dormido aquí? Mi pizza nunca te ha dado bajones así.
—No lo sé —respondí mientras tallaba mis ojos y acomodaba el pelaje de mi rostro—. ¿Qué hora es?
—¿Las 5 A. M? Debemos enlistarnos antes de que el restaurante abra, así que ¿por qué no vas a tu cuarto a tomar un baño? —Entonces cambió el tono de su voz—. Si quieres podrías pedirle a Bonnie un poco de ayuda con eso.
—¿Bonnie? —pregunté un poco confundido.
—¿O acaso quieres que yo te ayude? —Se volteó a verme con una risa burlona.
—No, creo que dejaré que Bonnie lo haga —dije para parar la burla.
—Eso pensé. Date prisa.
Me levanté de la mesa y dejé todas mis cosas sobre esta; esperaba que Chica limpiara todo como siempre lo ha hecho. Al salir de la cocina pude encontrarme con el restaurante oscuro y ligeramente iluminando por la luz de la luna que entra por la puerta de cristal de enfrente. Afuera había muchas casas cubiertas con nieve y personas esquiando por pequeñas colinas de nieve que se acumuló. No estaba nevando, ni siquiera hacía frío, pero por seguro que el abrir la puerta haría que todo el lugar comenzara a desarrollar cristales de hielo por todas partes. Cuando me giré hacia mi cuarto, pude ver que las cortinas de la cueva de Foxy se estaban moviendo, lucía como cuando Chica y él tienen sus momentos privados, pero Chica estaba en la cocina. Caminé hacia esta para verificar el ruido. Dentro de esta pude encontrar a Foxy sentado en la tarima mientras comía restos de pizza en varios platos.
—¿Qué haces? —pregunté mientras abría las cortinas y dejaba entrar algo de luz a su cueva oscura.
—Solo comiendo lo que las personas dejan al final del día, ¿algún problema con eso, papa bear? —preguntó con una papa frita saliendo de su boca.
De hecho esas papas a la francesa lucían tal cual como un poutine.
—No, solo que tú no acostumbras a comer muchas de esas papas.
—Quería sentir que les ayudaba en algo por aquí. ¿Por qué no vas a ver si Bonnie necesita ayuda con algo más? Debe estar en la oficina del lugar.
Me giré hacia esta para verificar que la luz estaba encendida, hasta la puerta estaba abierta, pero no podía escuchar nada. Me volví a Foxy para agradecerle, después me retiré hacia la oficina. Me sentía un poco nervioso de que iba a ver otra vez a Bonnie; quiero decir, he notado que cuando él viene a verme se pone un poco nervioso y su rostro siempre se torna rojo, pero ahora siento que yo poco a poco tomo su papel y me siento más tímido cuando voy a hablar con él. Siempre es una sorpresa saber cómo terminará una de nuestras conversaciones. Cuando estaba afuera de la puerta pude ver que estaba sentado y escribiendo en esa vieja computadora. ¿Bonnie acostumbra a usarla? Creí que yo era el único que la usaba para verificar números y cuentas de papeles entrantes. No notó mi presencia afuera de la puerta, así que toqué la pared disimulando golpear una puerta. En cuanto hice eso, él se volvió hacia mí y me sonrió.
—Hola, Freddy —dijo con la misma sonrisa que me cautiva—, ¿qué haces despierto tan temprano?
—Parece que me quedé dormido en la cocina, nunca antes me había pasado eso.
—Debiste haber comido mucha de la pizza de Chica, ¿no? —Volvió a mirar al monitor.
—Tal vez, no lo sé. —Reí un poco—. Y… ¿en qué estás trabajando?
—Estaba investigando un poco acerca de los clientes del lugar, he notado que las bajas temperaturas han hecho que menos personas vengan al restaurante. Quizás si aumentamos la temperatura podamos darles una mejor experiencia.
—¿Tú crees? —Me acerqué un poco más a él.
—¡Claro! Incluso está dentro de nuestro presupuesto el uso de más calefacción, nada por lo que debamos escatimar en otras utilidades. ¿Qué te parece?
Antes de que pudiera expresar mi opinión, caminé hasta estar detrás de su asiento y tomé sus hombros. Comencé a estrecharlos como para darle un masaje.
—¿Qué haría sin ti? —Reí un poco, así como acerqué mi rostro un poco más cerca al suyo.
Él hizo una risilla y dejó que me acercara, pero en cuanto el pelaje de nuestros rostros se juntó, se levantó y comenzó a caminar hacia el pasillo por el que llegué. En la entrada de este me hizo una señal para que lo siguiera. Solo he visto a Bonnie una vez con esa actitud retadora, pero no quisiera decir que ese era el verdadero Bonnie, pues estaba bajo efectos de la pizza de Chica. Sonreí y caminé con él. No miró hacia atrás, pero en cambio se enfocó en seguir una línea recta que llegara hasta su puerta. Dejé que fuera un poco más delante de mí para que pudiera contemplar su trasero y su espalda. En cuanto Bonnie entró a su cuarto y cerró la puerta detrás de él, yo me mantuve unos segundos afuera desempolvando mi pelaje y revisando que mi ropa no tuviera ninguna imperfección, además de estar lista para removerla con facilidad.
Bien, todo parece estar en orden, creo que podemos empezar el espectáculo. Miré al picaporte un poco inseguro, pero después lo giré y abrí la puerta enfrente de mí. Lo primero que vi fue un lugar oscuro y sin nada alrededor, tal y como si estuviera abriendo las puertas del vacío. No pude resistir mi curiosidad, así que de cualquier forma entré y cerré la puerta detrás de mí. Por alguna razón era capaz de verme a mí mismo, pero el alrededor continuaba siendo negro y sin algún objeto alrededor. En cuanto di mis primeros pasos más hacia allá, noté que el cuerpo de Bonnie había aparecido en el medio de este; estaba parado de espaldas mientras usaba la ropa que yo le regalé y que siempre usó en MoonLight.
—Bonnie —lo llamé.
Cuando me escuchó, giró su cabeza hacia mí, pero su rostro no era el mismo, sino que estaba cambiando como una masa moldeable. En pocos segundos había tomado la forma de mi rostro, excepto que los colores de su pelaje seguían siendo los mismos. Estaba sonriéndome, pero de pronto dejó de hacerlo, así como sus ojos se tornaron negros con pupilas blancas.
—¿Bonnie? —Di unos pasos más hacia él.
Se volvió hacia enfrente dejando de mirarme, después habló.
—No soy Bonnie. —Su voz era profunda—. Pero quiero que me escuches.
—¿Entonces quién eres?
—Sé que no era su intención pasar por esto, y que entre animatrónicos deberíamos ayudarnos para que tengamos una buena vida hasta la muerte. No te culpo por no haberme ayudado, soy mucho mayor que tú, pero te culpo por mantenerme lejos de aquí.
Ya sabía quién era este sujeto, pero no podía evitar responder a lo que sea que dijera.
—Sabes bien que no era posible hacer un lugar para ti aquí, la reputación de Matías era demasiado mala que si llegabas aquí volverías a esparcir el pánico.
—¿Cómo estás tan seguro de eso? Su rostro no está pegado al mío.
—Su rostro no, pero su nombre tal vez. A donde quiera que tú fueras, ibas con su nombre como un gafete. Oye, lamento no poder haberte ayudado, sé que tuve la oportunidad de mejorar las cosas entre nosotros y que pudiéramos pasar un buen futuro en Freddy’s, pero las cosas han cambiado, debemos continuar por nuestros caminos.
—Lo sé, nada aquí es igual. —Giró su cabeza un poco más hacia arriba—. Quiero disculparme contigo, Freddy.
—¿Conmigo?
—No era mi idea hacer esto, pero por lo menos tuve la oportunidad de regresar y arreglar un poco las cosas. No le dije nada a ese idiota, y si le dices te arrepentirás de haber recibido mi ayuda, ¿entiendes lo que digo?
—Creo que sí.
—Perfecto. Tú no sabes dónde estás, pero cuando lo sepas no quiero que te enfoques en gastar tus neuronas tratando de descifrar el nombre del lugar, solo trata de tomar un camión y bajarte cuando sea necesario. Ahora tienes más ropa.
Revisé mi cuerpo y noté que ahora tenía puesta más ropa de invierno.
—No dejes que te vean si no quieres que acaben contigo. Estás muy cerca, así que sigue así y lo lograrás. Me tengo que ir.
Entonces ambos dejamos que nuestros cuerpos cayeran como si nos hubieran apagado al mismo tiempo.
Mientras trataba de abrir mis párpados, escuché que viajaba en un camión. Por una pequeña ventana en el área de carga pude confirmar que me estaba alejando de una montaña con nieve, así como mi alrededor era verde y con poca nieve.
[🌼] ------------------- |•| ------------------- [🌼]