C a p 9

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Dios mío, me están robando.
No grité ni me defendí, más bien estaba metiendo mi mano en mi bolsillo para entregarle lo que me pedía.
—Nbfiayk
—¿Qué?! —preguntó enojado, esta vez dejándome hablar.
—No me queda plata ya —dije tratando de mantener la calma.
—¿CÓMO QUE NO TIENES PLATA? —me gritó.
Sin embargo, yo seguía tranquila.
—Ya no. Me la he gastado toda. Lo siento.
—LO SIENTO? MIENTES! —con su mano libre me hizo un ademán—. El celular.
— ¿Qué?!
—Dame tu celular.
—No puedo.
— ¿Cómo que no puedes?
—No puedo, estoy a punto de...
— DAME EL MALDITO CELULAR! —me empujó con fuerza contra la pared— AHORA!
Me di cuenta de que empecé a temblar y tuve ganas de llorar.
Ya estaba a punto de sacar el teléfono de mi bolsillo cuando me pareció escuchar una voz familiar.
—Déjala en paz, Mark.
Él se quedó petrificado al escuchar, aparentemente, su nombre.
— ¿Cómo demonios sabes mi...? ¡Matt, amigo! ¿Ya has salido? No me lo puedo creer.
¿Amigo? Estoy mareada.
—Sí, ya he salido. Estoy en libertad condicional. Ahora déjala en paz.
— ¿Por qué? La conoces?
—Sí, la conozco, ahora hazme el jodido favor y suéltala.
— ¿Quién demonios te crees para decirme qué hacer, maldita sea?
—Mark, estoy tratando de no perder la compostura contigo. Suéltala de una maldita vez.
— ¿O qué?
—No sé si has escuchado que estoy en libertad condicional.
—Sí, escuché imbécil, y qué quieres que haga con ello?
— ¿Y no sabes lo que significa?
—No y no me importa un carajo.
—Significa que me están vigilando de lejos y probablemente me estén siguiendo ahora y te verán así que déjala en paz idiota, o sabrás quién será el siguiente en ir a la cárcel.
Mark empezó a temblar y podría decir que se volvió paranoico porque comenzó a ver hacia todos lados.
—Está bien, dejo a tu jodida novia en paz. Espero no volver a cruzármela en mi camino porque no podré contenerme esta vez —dijo pasándome la lengua por la mejilla en cuanto terminó. Empecé a tener arcadas.
Matt pareció haber perdido la compostura, nunca lo había visto así. Antes de que llegara a hacer algo, escuchamos la sirena de la policía. Mark se echó a correr.
—MÁS TE VALGA QUE SEA LA ÚLTIMA VEZ QUE TE VEA MARK! DECLÁRATE POR MUERTO.
Me pareció ver un ademán de 'fuck you' por parte de Mark mientras se alejaba corriendo. Matt me miró y abrazó. Creo que estaba en una especie de shock mental post asalto, porque no me soltó por minutos y repetía "está bien, ya pasó" una y otra vez.

— ¿Te ha hecho algo? —preguntó, luego de ver que me encontraba en mejor estado.
—No, estoy bien. Quiso que le diera plata pero al contestarle que ya no me quedaba nada me pidió mi celular —expliqué ahora un poquito más tranquila—. Aparte de eso no fue nada.
Asintió, aunque no parecía muy conforme con mi respuesta. Su cara revelaba un tono de preocupación. Intenté cambiar de tema.
—Hola, no? Ha pasado un tiempo largo, ¿a que sí?
Me devolvió la mirada, excrutante.
—Bien, no me sale salvar momentos tensos, lo entiendo.
—No es eso, Valeria. Lo siento, es que...
Ahora el que parece tener shock post-asalto es él. Algo anda mal.
—Que ocurre, Matt? —inquirí. De nuevo, él sabía algo que yo no.
—La plata y el celular debieron de ser lo de menos para él.
Ahora sí que me perdí. «¿Cómo dices?»
— ¿A qué te refieres?
Matt pareció pensarse la respuesta, como si estuviera tratando de encontrar la forma no tan "directa" de decir la verdad. Quizá ya había experimentado esto antes...
—Mark... bueno, ese tipo... debe de haber estado siguiéndote hace un buen rato.

+ + +

Bien, con esto les confirmo que este personaje va a ser uno clave en esta novela, así que no le quiten ojo de encima! Espero que hayan disfrutado de este capítulo :)
Por cierto, ya casi llegamos a las 1.000 lecturas! Y como dije antes, voy a festejarlo con una maratón, probablemente un capítulo por día hasta el Martes.
Si les gustó este me gustaría que me lo hagan saber con un voto o comentario. Gracias por leer ♥

Recuerdos de un crimen © [PAUSADA]Where stories live. Discover now