C a p 8

112 5 3
                                    

Debo confesar que no tengo un próximo movimiento, sólo quería saltarme ese parcial y hacer algo por mí de una vez por todas.
Estoy en Oxford, el condado donde se encuentra el colegio donde estudio, el GreenTempleton College, perteneciente a la Universidad de Oxford, por supuesto. Me encuentro caminando sin rumbo por el medio de un parque, Florence Park según lo señala el cartel, contemplando el verde que hay por todos lados. Me abruma la tranquilidad que hay en este lugar.
Decidí comprar en el Starbucks más cercano un frappuccino y esta vez quise probar un sabor nuevo, el cual ahora estoy disfrutando sentada en uno de los bancos del parque. Me pedí una cookie también, sólo por si las dudas, pero a decir verdad no tengo apetito. Sólo me compré el café para distraerme un poco, ya que el remordimiento por no haber asistido al parcial y haber ignorado las -incontables- llamadas de Phoebe empezaba a hacerse presente. Pensé que ya estarían por terminarlo y deseé de verdad que hayan repasado sin mi y que les esté yendo bien.
Prometí no pensar más en el instituto, al menos por hoy. En su lugar, otro tema se coló sin permiso en mi mente: Matt.
Comencé a revivir en mi memoria lo sucedido hace tres semanas. Es increíble cómo en dos días pueden pasar tantas cosas y cambiarlo todo. Bueno, dos días y una noche, ya que si mal no recuerdo fue él el que me dejó inconsciente aquella noche lluviosa en Londres, cuando volvía a mi apartamento.
Luego recordé cuando desperté en su cuarto, Matt y su expresión escrutante, esperando a ver mi reacción. Me acordé de cómo me imaginaba un secuestro y de mí misma pensando que justo esa situación se alejaba de eso. Me reí de ello, ahora era gracioso.
Luego las formas indirectas de decirme que era un delincuente. Porque ahora que lo pienso mejor, ya me lo había contado en cierta forma. Cómo ya sabía mi nombre, cuando dijo "estamos" y su tío nunca cuestionó nada, la forma en que manejaba, haber dicho su nombre como si ya lo hubiera repetido de esa manera miles de veces... Una frase que él mismo dijo vino a mi recuerdo: "dicen que cuando el cielo está gris es porque alguien en algún lado está ocultando algo, y no quiere que lo descubran". Lo había hecho, me lo había dicho sin ni siquiera hacerlo explícitamente.
«Cómo pude ser tan estúpida», pensé.
Encendí la pantalla de mi celular y busqué en mis contactos. Cuando encontré lo que buscaba me quedé mirando su nombre unos minutos, dudando si debería o no.
«Han pasado tres semanas ya», me recordé. «Esto definitivamente es algo importante».
Seleccioné su nombre y tecleé un "hola". No se me ocurrió algo mejor así que antes de pensarla más le di a "enviar", odiándome a mí misma por romper el supuesto trato. Seguramente en este momento esté enojado por ver mi nombre o peor aún, la policía lo leyó antes que él y le confiscaron el celular, sabiendo que era yo.
Ya estaba maldiciendo en mi mente cuando me vibró el celular:
> hola... pasó algo urgentemente importante?
Ya me lo imagino enfatizando esas dos últimas palabras.
> Necesito verte.
> No has respondido mi pregunta.
> No, no pasó nada "urgentemente importante". Sólo... tengo preguntas.
> Me imaginaba. Ahora no puedo. No tendrías que estar rindiendo ese parcial en este momento?
> Sí pero falté por esta vez, necesitaba un tiempo para mí misma. Puedes o no?
> Valeria... no deberías estar haciendo esto.
> No has respondido mi pregunta...
> He dicho que no puedo. Estoy ocupado en este momento.
> Significa que no nos veremos mas?
> Nunca dije eso. Ahora deja de mandarme mensajes porque ya sabes por qué. Será cuando yo diga y lo sabrás de alguna forma.
> Eso que has dicho del parcial... Estuviste siguiéndome en este tiempo?
> Nunca he dejado de hacerlo. Ahora deja de mandarme mensajes.

Genial, me quedé sin crédito. Estoy pensando seriamente en cargar más pero me quedé sin plata. Maldita cookie que no comí. Me doy cuenta de que estoy actuando como una idiota por el sólo hecho de pensar en pedir un préstamo para seguir con la conversación. "Nunca he dejado de hacerlo...". Habré leído esa parte unas cien veces y estoy sonriendo como una idiota. ¿Qué me está pasando?
Miro el reloj. Son las dos de la tarde. ¿Tanto tiempo he estado aquí? Tendré que ir caminando o encontrar un banco y sacar algo de efectivo para sobrevivir dos semanas más hasta que vuelva con mis padres por una quincena. No estoy segura de que exista una sucursal de mi mutual en esta ciudad así que decido pedir indicaciones. Cuando salgo de ese negocio pequeño, me doy cuenta de que el cielo está nublado. De vuelta. Ruego que no llueva esta vez, ya que no traigo el paraguas conmigo.
Comienzo a caminar hacia donde el vendedor de ese comercio me indicó hasta que veo una silueta sospechosa acercándose en mi dirección. Noto que estoy sola en esta calle y quiero pensar hacia dónde puedo ir para esquivarlo pero he perdido tiempo en ello.
El chico me tapa la boca con una mano y con la otra me apunta con un cuchillo contra la pared.
— Dame los objetos de valor que tengas y los dos ganamos.

+ + +

¡Hola! Ya el octavo capítulo. Este es uno impotante, ya que aparece un personaje que será clave en la novela. Espero que lo hayan disfrutado y si así lo hacen me encantaría que me lo hagan saber con un voto o comentario. Gracias por leer ♥

Recuerdos de un crimen © [PAUSADA]Where stories live. Discover now