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Un año después.

Estaba caminando por las calles de Londres de vuelta a mi departamento. Había empezado a llover y agradecí haber tomado mi paraguas justo antes de salir, sólo por las dudas.

Hoy era la última clase de este semestre y mañana tendría que entregar el trabajo final. Agradecí haberlo terminado la semana pasada, hoy estaba muy cansada y no tenía ganas de nada más que de dormir.

La ciudad estaba totalmente iluminada, era deslumbrante; a lo lejos se veía el famoso Big Ben y se oía el ruido que hacían los autos cuando pasaban por un charco salpicando a los alrededores, bocinas de aquellos que estaban apurados y la sirena de la policía rondando la zona. Parecían en busca de algo. Me pregunté qué habrá pasado, si estarían persiguiendo a algún sospechoso o era simplemente una inspección diaria para asegurarse de que todo estaba en orden.

Pero por donde yo caminaba estaba oscuro, ya que no era en pleno centro de la ciudad y a mi entender ése era uno de los barrios donde la mayoría de los que lo habitaban eran personas mayores y solían ir a acostarse temprano, por lo que casi todas las luces estaban apagadas. Creí ver alguna de las luces de algunos patios prendidas pero era una luminosidad tenue, apenas podía distinguir la transición del color amarillo hacia el rojo que señalaba el semáforo de la siguiente cuadra.

La calle estaba totalmente vacía, oscura y llovía cada vez más. Sentí una extraña sensación de que alguien me estaba siguiendo, pero había descartado la idea en cuanto me di vuelta a comprobarlo hacía cinco minutos.

Y pasó la policía. Apenas pude notarla porque alcancé a ver el intermitente que iluminó la estrecha calle. Iban rápido. Entonces, empecé a escuchar movimientos, que se anulaban en cuanto me daba vuelta.

Apuré el paso. «Vamos Valeria, quedan sólo cuatro cuadras, te estás volviendo paranoica», pensé. Sólo quería llegar al departamento enseguida y lo menos empapada posible.

La policía volvió a pasar, esta vez retomando el uso de la sirena y pararon en la esquina. Parecía que andaban en círculos, era la segunda vez que pasaban. Creí que se iban a bajar del auto y por un momento pensé que estaban buscándome, pero ese miedo desapareció en cuanto me di cuenta de que pararon sólo porque el semáforo estaba en rojo.

Casi estaba llegando al cruce en donde el semáforo volvió a marcar el verde y la policía reanudaba su marcha, cuando sentí un ligero pellizco en la zona de la nuca.

No recordé nada más entonces, sólo supe que estaba inconciente.

+ + +

¡Hola! Les traigo el primer capítulo de la novela. Por ahora van a ser un poco cortos, pero a partir del quinto ya empiezan a ser más largos, ya verán por qué ;)
Voy a subir capítulo nuevo todos los viernes, espero que la vayan siguiendo, les guste y se enganchen con la historia. Gracias por leer!

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Recuerdos de un crimen © [PAUSADA]Where stories live. Discover now