C a p 13

72 3 1
                                    

—No —negué con la cabeza, incrédula—. No es cierto, tienes que estar de broma, no es posib...

—Sí, sí es posible Valeria. Deja de negarlo. Sólo empeoras las cosas.

—Matt, ¡no me estuvo siguiendo! No entiendo por qué no me crees.

—¿Y por qué debería hacerlo?—espetó desafiante—. Dime una razón por la cual aseguras de que no lo estuvo haciendo y lo haré.

—No lo vi —contraataqué firmemente.

—¿Y qué hay con eso? ¿Acaso no se te cruza por la cabeza la idea de que eso era lo que él pretendía?Es un criminal, Valeria, uno profesional. Sabe lo que hace. Además lo vi con mis propios ojos.

—¿Lo viste dijiste? ¿No era que esta semana no me ibas a andar siguiendo?

—Eso no viene al caso.

—¿Y qué viene al caso entonces? Prometiste no hacerlo de nuevo.

—Valeria...

—¿Qué? —pregunté histérica. No entendía por qué era capaz de ponerme así.

—Tendrás que venir conmigo.

—¡Ni lo sueñes! Eso no sucederá —rechacé fuertemente.

—¿Por qué no? ¿Por qué siempre evitas este tema?

—Pues porque no quiero! ¿Por qué esa manía de protegerme tan de repente?

—¡No quiero perderte de nuevo! —gritó dolido. Al parecer eso que dijo nos sorprendió a ambos—. Dime, ¿hice algo malo?

«Oh, no lo hagas por favor, no lo hagas».

—Oh Matt, por favor. No empieces.

—¿Empezar con qué? —preguntó divertido.

—Ese jueguito tuyo de hacerte el herido y que te sale muy bien.

»No quiero porque me parece muy apresurado —dije defendiendo mi postura—. Además... no sé nada de ti. ¿Cómo me iría a vivir con una persona a la que apenas conozco?

Le acabo de dar un golpe bajo, lo sé. ¿Pero es que no lo entiende? Todo esto era una locura. Una exageración apresurada. Aunque ya haya pasado un mes, todavía no logro acostumbrarme a todo eso. Él debe comprenderlo.

—Si prometo ir contándote cosas sobre mí de a poco, ¿lo pensarías al menos?

Cielos, de verdad estaba dispuesto a lo que sea. No me lo puedo creer.

Ir a “vivir” con Matt. Una idea bastante tentadora aunque arriesgada y aterradora. ¿Quién sabe qué podría pasar en todo ese tiempo? Bueno no será por mucho, ya que el plan era hasta que encontremos a Mark… ¿Pero cuándo será eso?

«Pruébalo, tienes bastantes puntos a favor». Mi conciencia tenía razón. Estaría protegida, fuera del alcance de ese tipo no menos lunático que Matt y además podría conocer más del enigma en persona que ahora me estaba observando paciente en espera de una respuesta concreta. Tres pájaros de un tiro.

—Está bien, acepto ir contigo pero sólo si cumples con tu promesa —concluí enfatizando "sólo".

La sonrisa que se dibujó en su cara era una que jamás había visto.

—Qué feliz me haces, Valeria. Gracias, gracias, gracias —dijo abrazándome. ¿Pero qué demonios han hecho con él? Este no es Matt—. Lo prometo, te contaré lo que más pueda. Ahora vamos, te llevaré a tu departamento así buscas tus cosas.

«Oh Dios, oh Dios, oh Dios. Qué he hecho».

Me encuentro en mi departamento buscando mi valija para comenzar a empacar. Matt se la pasó hablando todo el viaje, estaba entusiasmado. Nunca lo había visto así. ¿Todo eso lo ocasioné yo? Imposible de creer.

Sonó el primer bocinazo. Dios, qué tipo tan impaciente. Corrí hacia la ventana que daba a la calle, la abrí y le grité que recién empezaba. Que se calme.

Ahora, ¿dónde diablos había metido a esa valija? La última vez que la usé fue cuando volví a mi casa en España para pasar las vacaciones de verano allí. Había llegado muy cansada y como mis padres habían vuelto para acompañarme en la vuelta, dejé que mi mamá se ocupara de ordenar todo mientras yo me acosté a dormir. Si me hubiera encargado yo misma quizá no estaría en este problema ahora. Quise llamarla y preguntarle pero empezaría a hacerme preguntas y quisiera evitar eso en estos momentos.

Visualicé todos los posibles lugares de su paradero y emprendí mi búsqueda.

No estaba en la cocina, ni en el living ni en mi dormitorio. ¿Cómo es que en un departamento tan pequeño no fuera capaz de encontrar semejante objeto? Obviamente en el baño no iba a estar así que lo descarté de inmediato. El ropero fue el único lugar que no revise y efectivamente, estaba ahí dentro, escondida entre los abrigos. ¡Aleluya! Sólo me quedaba meter cosas dentro de ella y ya estaba.

He tardado más en buscarla que en llenarla. Sólo metí en él un pijama, mis pantuflas, el poco maquillaje que utilizaba, elementos de higiene personal y un par de prendas de ropa. Si necesitaba algo volvía a buscarlo y listo.

Repasé lo último que me faltaba: las llaves, el cargador de mi móvil, mi billetera, los apuntes y libros que iba a necesitar de momento y un libro por si las dudas. ¡Faltan mis auriculares!Busco y busco hasta que me acuerdo que los había guardado en el pequeño cajón de mi mesita de luz. Lo abro y evidentemente estaban allí.

Pero algo me llamó la atención en cuanto los saqué. Abajo de ellos se encontraba un papel de color rosado, casi parecido a los post-it y que sé que no fui yo la que lo metí ahí.

Con curiosidad lo despliego para poder ver su contenido y me encuentro con una pequeña nota que me dejó paralizada:

"Así que te irás a vivir con Matt? Muy bien, que empiece la diversión.

d o s".

+ + +

Ese final... Les quiero avisar que me voy a ir de viaje por un poco más de una semana, por lo que es probable que el viernes ni tampoco el martes que viene haya capítulo. Lo que sí pienso hacer es subir dos juntos, uno el jueves y otro el viernes, como correspondería la actualización. ¡Mil disculpas! Prefiero avisar a prometer algo que capaz no podré hacer.

Otra cosa, estoy pensando en hacer un book trailer para la novela y ya tengo bastante material para hacerlo y algunos personajes, pero justo me faltan los de Valeria y Matt, así que en cuanto los encuentre, ¡tendremos book trailer de Recuerdos de un crimen!

Espero que hayan disfrutado leer este capítulo como yo al escribirlo, que a partir de acá las cosas se ponen muchísimo más interesantes. Nos vemos el próximo Jueves! Gracias por leer ♥ 

Recuerdos de un crimen © [PAUSADA]Where stories live. Discover now