BLACK MAGIC - Draco Malfoy - (Español)

CAPITULO 10

                             PUÑETAZO

Ojos azules helados.

Eso es lo único que Leevanna había pesado durante un mes y ahora dos semanas.

Un mes y dos semanas sin hablar con Draco, tocarlo o incluso respirar junto a él.

¿Por qué tenía que ser tan importante para ella?

¿Por qué le importaba tanto?

¿Por qué lo necesitaba tanto?

¿Por qué dependía tanto de él?

Un puto mes llenándole los ojos de lágrimas y su cerebro con millones de preguntas.

Un puto mes empujándose al límite de la locura hasta que gritó y tiró cosas.

Un puto mes luciendo como una maldita psicópata por la tormenta en sus ojos fríos.

Un puto mes en el que había aumentado su ansiedad.

Un puto mes en el que se mantuvo colocada casi todo el tiempo para evitar llorar y pensar.

Ella estaba drogada en ese momento.

"Vamos, George..." se quejó antes de reír suavemente.

"No, Leev, es suficiente hierba muggle", dijo antes de mirar a su novia.

"George tiene razón, Leev", dijo Lhu pasando la mirada a su novio ya su mejor amiga. "Has estado así durante semanas."

"No seas aburrida", dijo resoplando y rodando los ojos. "Un poco más no me va a matar... Vamos ..."

Lhu suspiró. "No", dijo con firmeza. "Me preocupo por ti y no soy..."

"¡¿Y por qué diablos te importa ?!" Gritó Leevanna.

Las lágrimas se acumulan en sus ojos.

"Porque-"

"¡Tienes todo lo que quieres!" Gritó interrumpiéndola. "¡Tú y tu vida son jodidamente perfectos!" gritó la chica de nuevo comenzando a respirar con dificultad. "¡NADIE TE HA DEJADO! ¡NADIE TE HA HERIDO!"

Dependencia emocional.

"Te desprecio..." gritó Leevanna.

Lhu se acercó a ella y la abrazó con fuerza.

"¡NO ME TOQUES!" Leevanna gritó luchando contra su pecho para que la soltara. "¡No me toques! ¡No me toques! Por favor..." gritó.

Pero Lhu no la escuchó y la abrazó aún más fuerte, presionándola contra su cuerpo mientras seguía luchando.

"¡Te desprecio!" Leevanna gritó golpeándose el pecho con la palma de sus manos. "Te desprecio... te desprecio..." y la de ojos verdes dejó de pelear y comenzó a aferrarse a su ropa mientras lloraba contra su pecho.

"Despreciame todo lo que quieras, cariño", suspiró Lhu acariciando su cabello. "Pero no voy a ir a ninguna parte".

Lhu nunca iría a ningún lado.

Los gemelos y Lee se miraron tratando de entender lo que había sucedido y cómo Lhu podía controlar y entender a Leevanna tan bien como para no tomarse en serio todas las cosas que le decía cuando estaba enojada.

Leevanna estaba teniendo un mal día.

"¡Aquí estás!" rió un Lhu de doce años.

"Ahora no, Lhu, no estoy de humor", murmuró la chica sin dejar de leer.

"Oh, vamos", se rió Lhu. "Algunas chicas de Slytherin y yo iremos de compras a Hogsmeade y pensé que podrías venir y luego tú y yo podríamos ir a tomar un chocolate caliente"