CAPITULO 34

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AFECTO.


Los ojos de Draco estaban llenos de lágrimas, al igual que sus mejillas.

"Leev—"

"No," interrumpió ella.

Resopló y puso su brazo izquierdo sobre su rostro una vez más.

Se apresuró a mojar la toalla de nuevo y colocó hielo en el centro, formando una especie de bolsa. Luego volvió a la cama.

"Joder," gruñó él cerrando los ojos con fuerza mientras ella pasaba la toalla delicadamente sobre la piel de su brazo.

La marca.

La maldita marca que le hizo querer arrancarle el brazo sin importar nada.

Fue como arder desde el centro de su cuerpo.

Eran las doce y media de la noche y Leevanna se había despertado cuando sintió el brazo de Draco presionando contra su abdomen mientras resoplaba entre sueños.

Ella pensó que era una pesadilla y que él estaba tratando de buscarla, pero cuando sus fosas nasales sintieron el olor de la carne quemándose, se levantó lo más rápido que pudo.

Su marca también había comenzado a doler, pero tenía que cuidarlo primero.

Para ser sincera, la marca ardía todo el tiempo, por lo que pasaban largas horas con gasas heladas en los brazos para aliviarla. Pero hubo momentos en lo que fue simplemente agonizante.

Ese fue uno de esos momentos.

"Solo... Joder... Dios..." gruñó, tratando de controlar el deseo de empujarla a un lado y rascarse el brazo hasta dejarlo en el hueso puro.

"No te atrevas", suspiró antes de apretar los labios y suspirar. "No te atrevas a empujarme."

Ella presionó la toalla sobre su piel.

"Basta," gruñó sentándose en la cama. "Solo... Detente..." la tomó de la muñeca antes de que pudiera decir algo. "Detente, por favor... Detente".

"Yo... no puedo dejarlo... Draco..."

"Leevanna... Detente..." le rogó y ella asintió gateando para alcanzarlo.

Ella presionó sus labios sentándose sobre él. Sus ojos ardían y se llenaron de pequeñas lágrimas que pronto se deslizaron por sus mejillas.

"Necesito... Debe haber algo..."

"Está bien..." la tranquilizó apoyando su cabeza en la cabecera y atrayéndola hacia él haciendo que ella apoyara su mejilla en su pecho, sus rodillas la sostenían. "Estamos bien..."

Sus brazos la rodearon y su mano acarició su cabello suavemente mientras presionaba sus labios para evitar gritar por el dolor en su brazo. Sabía que ella sentía lo mismo, que también evitaba gritar.


El frío recorrió todas las partes de sus cuerpos, pero estaba bien. Fue reconfortante.

El silencio del Lago Negro en medio de la noche era reconfortante.

Ella fue la primera en sacar la cabeza del agua y nadar hacia él, él la tomó de la cintura con las manos antes de hundirlos a ambos.

Estaban en medio del agua, flotando.

El frío en sus cuerpos era reconfortante.

BLACK MAGIC - Draco Malfoy - (Español)Where stories live. Discover now