CAPITULO 31

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CORONA DE FLORES.


"Mi vida... Por favor," imploró Draco con lágrimas corriendo por sus mejillas.

"¡No!" Leevanna lloró y gritó.

"Por favor", suplicó de nuevo tratando de levantarla del suelo.

Habían estado así durante veinticinco minutos.

"¡No te vayas!" ella lloró. " ¡Quédate!"

"Mi vida, levántate..." le suplicó.

Era 27 de julio y los Mortífagos tenían la misión de ir a buscar a Harry Potter mientras la Orden del Fénix lo rescataba de Privet Drive para mantenerlo a salvo. Se suponía que Draco y Leevanna también debían irse, pero la segunda había sido salvada por Severus Snape, quien había dicho que ella no movería ni un pie de la mansión ese día hasta que llegara el día de regresar a Hogwarts.

Leevanna sostuvo los bordes de la chaqueta de Draco con fuerza tratando de mantenerlo de lado, ambos estaban todavía en el piso, de rodillas mientras él intentaba levantarla.

"Leevy", le rogó. "Por favor."

"¡No! ¡Por favor! ¡No me dejes!" Ella lloraba aferrándose más a él.

Draco tomó sus muñecas con cuidado y asintió con la cabeza, ella lo miró con los ojos hinchados y llenos de lágrimas con la esperanza de que él dijera que se quedaría mientras todo su cuerpo temblaba. Ambos se levantaron del piso lentamente y él soltó sus muñecas, dejándola confundida por un segundo antes de caminar hacia atrás rápidamente y salir por la puerta.

Corrió hacia la puerta mientras él la cerraba rápidamente.

"¡No!" Gritó golpeando la puerta con la palma de sus manos tratando de salir. "¡Draco!"


Sus manos estaban llenas de su sangre. El agua seguía cayendo por todo el baño y los sollozos de Myrtle se mezclaban con los de la pelinegra.

"Está vivo, Leev, está bien..." Severus trató de calmarla. Sus manos temblaron mientras acariciaba las pálidas mejillas de Draco.


El rubio tomó aire profundamente y se limpió las lágrimas de las mejillas escuchando los gritos de súplica de su esposa al otro lado.

"¡Draco! ¡Déjame salir! ¡No te vayas!"

Tomó aire una vez más y cerró los ojos tratando de ignorarla. Sacó su varita y apuntó hacia la puerta.

Caminó rápidamente por el largo pasillo tratando de encontrar la puerta de la habitación de sus padres, y golpeó el marco cuando no los vio allí. Draco se pasó una mano por su cabello rubio platino con exasperación, su cuerpo comenzó a temblar sintiendo cómo la ansiedad se apoderaba de él.

Bajó corriendo las escaleras con la esperanza de encontrarlos abajo, lo cual hizo.

"Mamá", la llamó haciéndola girar al instante. Estaban en la sala de estar. Su padre no podía mirarlo, pero mantuvo la cabeza erguida. Bellatrix no estaba en casa.

"¿Qué pasa, Draco?" Preguntó dulcemente tratando de contener las lágrimas.

"Me voy a quedar", dijo cerrando los ojos. Aunque había puesto Muffliato en la puerta de su habitación, su mente seguía reproduciendo, una y otra vez, los gritos y golpes de Leevanna tratando de salir de la habitación. "Leevy... Ella... No se siente bien... Y... tengo que... No puedo dejarla".

BLACK MAGIC - Draco Malfoy - (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora