CAPITULO 39

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 cuando veas el "•" pon la música si quieres.

ALMA GEMELA.


"Lhu," llamó la chica. Ella había regresado de su aislamiento hace unos días.

"Hola, cariño", dijo la de pelo rizado con una sonrisa.

"P-¿Puedo hablar contigo un segundo?" Cerró los ojos con fuerza tratando de respirar normalmente.

"Sí, por supuesto", dijo la chica levantándose del sofá. "¿Qué pasa? ¿Te pasó algo?"

"N-No, no es eso..." respiró y la miró. "Es estúpido... Pero... T-Tú— Sigues siendo mi mejor amiga, ¿verdad?"

"Por supuesto que lo soy", se rió suavemente. La de ojos verdes comenzó a derramar lágrimas. "Oh, Dios... ¡No llores! ¡No llores!" Rodeó su cuello con sus brazos abrazándola con fuerza.

"Es sólo—" jadeó. "Solo pensé que... tú... ya no querías..."

"¿Por qué no lo haría?" Dijo presionando sus frentes.

"T-pasas mucho tiempo con Pansy ahora y... pensé que eras su mejor amiga ahora y te habías olvidado de mí... yo..."

"Tú, niña tonta", se rió Lhu limpiando las lágrimas de la chica. "¡Nunca podría olvidarme de ti!" Ella sonrió. "Eres mi hermana, ¿recuerdas?" La chica asintió. "Pansy está teniendo mucho en este momento, al igual que tú hace unas semanas, solo la estoy ayudando con algunas cosas de las que no está segura".

"Oh, Dios... Ahora me siento estúpida", se rió disimuladamente secándose las lágrimas.

"Nunca dejarás de ser mi hermana, Leevy, te amo. Siempre".

Dio una larga calada a su cigarrillo, conteniendo la respiración unos segundos antes de soltar el humo de sus labios.

Ella miró hacia arriba, encontrando los pequeños puntos blancos que iluminaban el cielo negro y oscuro.

Esa mañana había muchas estrellas.

Cruzó los brazos sobre el pecho y volvió la cabeza.

"Te tomaste tu tiempo", murmuró antes de tirar el cigarrillo al suelo y pisarla para apagarla.

"Estamos en guerra, en caso de que no te hayas dado cuenta", respondió mirándola. "Y son las jodidas 2 am".

Ella puso los ojos en blanco sacando su dedo medio antes de colocar otro cigarrillo entre sus labios y cubrir la punta con la palma de su mano para encenderlo.

"Malos hábitos, ¿eh?" Se burló mientras ella se quedaba con el encendedor.

"Lo copié de ti", dijo en broma y enarcando una ceja. Él se rió suavemente.

"¿Cómo averiguaste dónde estaba?"

"Pequeñas pistas", se encogió de hombros.

"Me sorprende que confíes en alguien en estos tiempos", confesó metiéndose las manos en los bolsillos. "Es más, me sorprende que incluso confíes en alguien".

"Solo confío en cinco personas, si me traicionan, las quemo vivo", dijo antes de dar una calada. "Y sé dónde estaban tus lealtades... Adrian". 

BLACK MAGIC - Draco Malfoy - (Español)On viuen les histories. Descobreix ara