Las 5 Fases De Mi Plan

9.- La paz ante todo

– Nos vemos mañana Futarou–. Miku se despidió de él antes de cerrar la puerta de la habitación.

Solo entonces, el pelinegro apagó las luces y se recostó sobre el blando colchón, sin embargo, dicha suavidad le resultaba algo incómoda, por lo que tardó un poco en encontrar una buena posición para dormir.

Pasaron las horas, y cuando finalmente parecía que podría conciliar el sueño, la puerta se abrió nuevamente.

Debido a la falta de iluminación Futarou tardó en reconocer a aquella chica que estaba parada junto al umbral de la puerta.

– ¿Miku?–. Llamó a su estudiante que caminaba lentamente hacia él.

Miku no respondió, aún con las llamadas de su tutor la chica estaba demasiado somnolienta para hacer o decir algo.

Futarou intentó hacerse a un lado, pero Miku lo rodeó con ambos brazos y piernas apenas se acostó a su lado haciéndoselo imposible.

– Futarou...

Y luego de intentar escapar de su agarre sin éxito en varias ocasiones, el chico se terminó rindiendo.

– Más te vale no darme problemas por la mañana…

>>> A la mañana siguiente.

– De verdad pasó la noche aquí–. Miró por un momento al piso superior del departamento.
– Que asco… –. Agregó la pelirosa con disgusto.

– Jaja, vamos, deberías darle una oportunidad–. Dijo la mayor antes de llevarse a la boca un trozo de pan.

– Ichika tiene razón, sus explicaciones son muy fáciles de entender, además… U-uesugi Kun es un gran chico–. Apoyó Itsuki tímidamente.

– Me niego, desde mi punto de vista solo es un acosador, aunque uno muy inteligente–. Dijo la pelirosa mientras sacaba su celular del bolsillo.
– Yotsuba aún no encuentra a Miku, ¿En dónde se metió tan temprano?

– Tal vez solo fue a caminar.

– ¿Y que hay de él?–. Nuevamente, Futarou fue el tema principal en la conversación de las hermanas.
– ¿No me digas que sigue dormido a estas horas del día?

Itsuki se levantó de su silla.

– I-iré a despertarlo.

– No con esa expresión en tu
rostro–. Nino detuvo a su hermana en el acto, por lo que ésta no tuvo más remedio que volver a tomar asiento resignadamente.

– Iré yo entonces–. Ichika imitó las acciones de su hermana menor.

– No, tu tampoco me das confianza últimamente–. Reprimió a la pelicorto de igual manera.
– Yo iré a despertarlo, mientras tanto ustedes pueden quedarse aquí y esperar, después de todo… se me acaba de ocurrir una idea bastante divertida–. Agregó con una sonrisa maliciosa.

*****

Miku abrió los ojos lentamente, y al hacerlo, se encontró frente a frente con su tutor quien intentaba escapar del agarre en el que lo tenía.

– Perdón, no quería despertarte.

La castaña parpadeó un par de veces para despejar su cabeza, y apenas notó que no estaba soñando, su rostro se tornó completamente rojizo.

– Y-yo... tú... ¡¿Acaso nosotros…?!–. Balbuceó antes de bajarse de la cama apresuradamente.

– Shhh… sería problematico si tus hermanas nos oyen–. Señaló Futarou.
– Anoche entraste medio dormida aquí, te recostaste a mi lado y supongo que ya conoces el resto de la historia–. Se incorporó de la cama pesadamente.