Las 5 Fases De Mi Plan

7.- Luz artificial/Conclusión

– Futarou Kun… hay algo que debo explicarte.

– Bien, pero no es conmigo con quién deberías hablar–. Dijo recargado en la pared.

– Soy muy cobarde para hacerlo, además, contigo ahí estoy segura de que no notarán mi ausencia–. Intentó restarle importancia al asunto.

El chico la miró con desaprobación.

– ¿Qué es tan importante como para dejar a tus hermanas así?

– Antes de responder, necesito que me prometas que no dirás nada de lo que has visto hasta este momento…

– No te preocupes, no creo que deban saber cómo me llevaste a un callejón, me arrinconaste contra la pared y luego empezaste a hablar de forma misteriosa.

Ichika rió ante ese comentario.

– Jajaja de verdad no te entiendo Futarou Kun–. Dijo entre carcajadas.
– Te presentas como nuestro nuevo tutor, ligas con la mitad de mis hermanas, me haces reir, te peleas con Nino y lo más extraño, te preocupas por todas nosotras… ¿Por qué?

– Es mi trabajo.

– ¿He...?, ¿De verdad existe un trabajo así?–. Cuestionó acortando nuevamente la distancia.
– Bueno, mientras seas sincero no importan tus razones.

Futarou se frotó el cuello cansadamente.

– De verdad no piensas volver ¿Eh?

– Está es una oportunidad única en mi vida–. Afirmó ella mientras se preparaba para irse de ahí.
– Odio tener que hacerlo, pero en serio tengo que irme

Sin embargo, una vez se asomó un poco a las afueras del callejón, volvió rápidamente hacía él.

– …¿Qué ocurre?–. Preguntó mientras la pelicorto se aferraba a su pecho.

– Eh… bueno, resulta que me escapé de mi colega para venir a hablar contigo–. Explicó nerviosamente.
– Sé que suena pésimo luego de lo que dije, pero… no quiero meterme en problemas.

Futarou divisó a las afueras del callejón al hombre al que Ichika se refería; era el mismo tipo con el que cruzo palabras momentos atrás.

Suspiró resignado antes de mover a Ichika hacía él y cubrir el rostro de ambos haciendo uso de su brazo derecho.

Sin embargo…

El hombre del bigote los divisó y analizó con detenimiento.

Está sospechando.

Se pegó todavía más a Ichika mientras ésta temblaba como gelatina.

Y luego de un par de segundos, el individuo finalmente terminó cediendo a sus instintos.

– Ichika, ¿Confías en mí?–. Susurró viendo directamente a sus ojos.

Ichika se perdió un poco por la seriedad con la que el chico pronunció esa última pregunta, sin embargo, se estaban quedando sin tiempo.

– …Si...

Futarou no se lo pensó más y con la mano que tenía libre tomó el rostro de la pelicorto y unió sus labios lentamente.

Luego de percatarse de esto, el hombre dió la vuelta dejandolos a solas una vez más.

– Ya está–. Dijo mientras se separaba de ella.
– Aunque deberías darte prisa e irte antes de que regrese.

– …F-futarou Kun... –. Su cara se puso tan roja que podía apreciarse aún con la poca iluminación del lugar.
– ¿P-por qué?–. Agregó a duras penas.