Las 5 Fases De Mi Plan

28.- Otro viaje sin igual

Casi como cualquier otro día, las cinco hermanas y Futarou se habían reunido en la biblioteca para dar un ligero repaso a sus estudios antes del próximo viaje escolar a Kioto.

Y todo fue relativamente tranquilo durante la primera hora que estuvieron ahí, sin embargo, cierto tema debía resolverse cuanto antes, pues el ambiente ya era la suficientemente incómodo entre las chicas como para seguir sin que las cosas pasaran a mayores.

– O-oigan… –. Miku fue la primera en romper con la silenciosa tensión.
– Ya que estamos todos aquí… me gustaría hablar sobre el viaje escolar.

– Que casualidad, yo también pensaba lo mismo–. Secundó Nino.

– Y yo–. Dijeron al unísono las otras tres.

Por otro lado, Futarou continúo con su lectura en completo silencio, y parecía no tener intención alguna de intervenir en el asunto, al menos no en ese momento.

– Y-yotsuba y yo pensamos en dividirnos en grupos iguales para que así nadie se sienta  solo… –. Dijo Itsuki.
– ¿Qué les parece?

– ¿Serán grupos de tres y tres, no?, Bien, me parece bien–. Apoyó Nino la idea.
– Entonces yo iré con Fuu-kun, me da igual quien venga conmigo, pero pase lo que pase yo voy a estar con él.

Una vez Nino mencionó el problema principal, todas tragaron saliva y se comenzó a perder un poco de la compostura inicial.

– Escuchen, no porque haya sido la última significa que voy a ceder tan fácilmente–. Declaró con ímpetu.
– Quiero estar con quién me gusta, y no voy a escuchar las quejas de nadie, fin del asunto.

Las palabras de la pelirosa fueron una sorpresa para algunas de las chicas, sin embargo, todas tenían sus propias razones para no ceder en contra de ella, e iban a hacérselo saber.

– N-no eres la única que quiere ir con él… –. Protestó Itsuki.

– ¿Y qué?, Igual soy la única hasta ahora que ha dicho lo que quiere sin alguna clase de escrúpulo–. Respondió Nino.

– Solo porque seas mucho más directa que nosotras no significa que puedes hacer lo que te da la gana–. Se quejó Miku ésta vez.

– Pues quiero ver qué me detengas–. Subió un poco la temperatura de las cosas.

– Chicas cálmense, así no vamos a llegar a ningún lado–. Intervino ahora Yotsuba.
– Entiendo lo que sienten, pero recuerden que por más que queramos ir con Uesugi-san, él tiene que estar de acuerdo primero.

Así entonces, todas fijaron sus ojos en Futarou, el cual aún parecía tener poco interés en la situación que había justo frente a sus narices.

– …A mí me da igual, pero Yotsuba tiene razón, no llegarán a ningún lado discutiendo de esa manera–. Dijo él.

– ¿Entonces que propones, Futarou-kun?

– No lo sé, bien podría darle una katana a cada una y dejarlas en un espacio cerrado hasta que solo una esté en condiciones de ir al viaje escolar–. Comentó con el puño en su quijada.
– Así al menos esto sería un poco entretenido…

– ¿Cómo puedes decir algo así de forma tan tranquila…?–. Cuestionó Nino.
– ¡¿Y tú a dónde vas?!–. Le dijo a Miku ésta vez, pues ella se había levantado de su asiento con una expresión bastante complicada.

– Por las katanas–. Respondió la castaña tranquilamente.

– Déjate de tonterías y siéntate, todavía estamos lejos de resolver éste asunto–. Ordenó la pelirosa.